Zindy es una apasionada del baile. Como coreógrafa sabe que los giros son parte importante de esta disciplina, pero ahora sabe que también son una realidad en la existencia humana. Hace año y medio su vida dio un giro de 180 grados, pues le fue diagnosticado cáncer, específicamente, Mieloma Múltiple. A pesar de lo difícil que fue recibir un diagnóstico así, ella decidió que tomaría la enfermedad tal cual lo dice su nombre: como una miel que vino a enseñarle algo. El camino que ha tenido que recorrer no ha sido fácil, pues aunado a la enfermedad, tuvo que dejar de montar coreografías y cerrar su academia de baile. Sin embargo, su fe junto con el apoyo de su familia y amigos la han hecho salir adelante encontrando el para qué de esta situación. Hoy Zindy sabe que debe bailar y fluir al son que le toca, entendiendo que mientras hay vida hay esperanza. Una historia de valentía, fe y positivismo.

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