La Fómula 1 del mar: Por qué la Copa América de vela debería interesarte aunque nunca te hayas subido a un barco

Por Piergiorgio M. Sandri y Grant Dalton

La Copa América nació en el siglo XIX como un reto entre un barco estadounidense (el America) y catorce ingleses –la excolonia contra la metrópoli–. Con el paso de los años se ha consolidado como la principal competición de vela del planeta, con una feroz final mano a mano entre dos veleros en la que vence la tecnología más innovadora y la tripulación mejor y más lista.

Los navegantes están entre los mejores del mundo, y el prestigio que obtienen con la victoria se sitúa en lo alto de la santísima trinidad de la vela, que conforman la vela olímpica, la vela oceánica y la Copa América. Pero tal vez lo más singular, radica en la participación de grandes magnates que financian las costosas embarcaciones y que la envuelven en un aire de excelencia. La lista de nombres quita el aliento: desde el fundador del imperio del té Thomas Lipton o el inventor del célebre bolígrafo de plástico Marcel Bich, hasta el cuarto hombre más rico del mundo y fundador de Oracle Larry Elisson, por poner solo tres ejemplos.

Barcelona acoge la 37.ª edición. Este libro te mostrará por qué debería interesarte, aunque nunca te hayas subido a un barco. Te dará sus claves históricas, te informará sobre la evolución del diseño de los barcos, sobre las más suculentas anécdotas (espionaje, disputas sobre las reglas, regatas al límite...), sobre su impacto económico, solo superado por los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol. En definitiva, una oportunidad para entender y participar de un reto que, por el propio impulso de sus protagonistas, se ha convertido en uno de los eventos deportivos más espectaculares del mundo.

• Idioma: Español
• Editorial: Libros de Vanguardia
• Fecha de lanzamiento: 28 nov 2023
• ISBN: 9788418604386

Vista previa del libro

A Giulia y Nico, los regatistas

que marcan el rumbo de mi vida

Índice

Prólogo de Grant Dalton

Llevar la Copa América al siguiente nivel

Introducción

El significado de un mito

Capitulo 1

El nacimiento de una leyenda

De los orígenes hasta la era moderna (1851-1983)

El trauma de la pérdida y las batallas judiciales (1983-1992)

Una nueva clase y un nuevo conflicto (1992-2010)

La era de los multicascos y de los barcos voladores (2011-2023)

Espionaje, accidentes, muertos: una historia deportiva de intriga

Capítulo 2

Dispuestos a todo

Capítulo 3

De las ballenas a los pájaros

La evolución del diseño

La era de los foils

¿Y las artes marineras?

Capítulo 4

Leyendas del deporte

Los grandes entre los grandes

El secreto para ganar la Copa América

El perfil ganador

Patrones históricos con nombres propios

El espinoso tema de la nacionalidad

¿Y España?

La hora de los jóvenes

Los héroes presentes en Barcelona

Estos son los equipos

Capítulo 5

El porqué de un deseo

Barcelona busca su propio modelo

Capítulo 6

Las dimensiones de un negocio

Impacto económico sobre el territorio

Valencia, un caso a parte

Capítulo 7

Una herencia inmaterial por definir

¿Habrá más afición?

No me preguntes por qué practico vela...

Capítulo 8

Por qué nos interesa

Apéndice

Palmarés y Deed of Gift

Palmarés de la Copa América

The America’s Cup Deed of Gift

El Deed of Gift de la Copa América

Sobre el autor

Sobre el libro

Créditos

Prólogo de Grant Dalton

Llevar la Copa América

al siguiente nivel

La Copa América, el acontecimiento más importante de la vela y uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo, tiene un prestigio inigualable, fruto de una historia que se remonta a la época victoriana de la vela y a una regata alrededor de la isla de Wight en 1851, ganada por la goleta America.

Desde esa fecha, y después de que la Copa de las Cien Guineas fuera donada al New York Yacht Club el 8 de julio de 1857, como America’s Cup bajo los términos de un Deed of Gift (escritura de donación) cuyos elementos siguen siendo relevantes a día de hoy, se ha mantenido como uno de los trofeos deportivos internacionales más escurridizos, con muchas personalidades gastando grandes recursos para ganarlo, y muy pocos consiguiéndolo.

El New York Yacht Club ostentó el trofeo durante 132 años, la racha de victorias más larga en el deporte internacional, hasta que Australia reunió a un equipo casi perfecto con una innovadora y radical quilla alada para arrebatar la Auld Mug (la Vieja Taza), como se la conoce cariñosamente) de las garras del club náutico más famoso de Estados Unidos y cambiar el destino de la Copa América para siempre.

Los australianos dieron un gran paso adelante en el diseño de barcos con la quilla alada, diseñada por Ben Lexcen, que permitía maniobras más rápidas y un mejor perfil a favor del viento. Desde entonces, e incluso antes, aproximadamente cada tres o cuatro años en un ciclo normal, la regata ha sido similar a una carrera espacial en la que la tecnología, el diseño, la ingeniería y la ciencia de los materiales más avanzados se alían con los mejores regatistas del mundo para decidir el destino de la Copa América.

En este juego, el barco más rápido siempre gana y con márgenes que se miden a menudo en centímetros o fracciones de nudos. Encontrar la ventaja y ofrecer un barco capaz de ser mejor que todos los demás es el complejo desafío que la Copa América ofrece continuamente. A lo largo de los años noventa y la década del 2000, el progreso fue rápido, con la fibra de carbono dominando la construcción de barcos y mástiles, pero todo cambió en el 2013, cuando Emirates Team New Zealand introdujo la revolución del foiling en la Copa América, abriendo paso a la regla que permitía a los gigantescos catamaranes AC72 elevarse por encima del agua sobre sus alerones tanto en ceñida como en popa, cambiando así por completo la dinámica de la Copa América y de la vela.

Los barcos actuales, los AC75, alcanzan velocidades inimaginables hace veinte años, y la tecnología que se está desplegando en la 37.ª edición de la Copa América no tiene parangón en la historia. Y aunque la ingeniería, la ciencia y la supercomputación están bien arraigadas hoy en día en todos los equipos, el elemento humano sigue siendo un componente vital para el destino general de la competición.

Si miramos atrás en la historia, todos los grandes nombres de la vela han participado en la Copa América, que ha atraído a algunos de los personajes más interesantes del mundo. Gente como sir Thomas Lipton, que desafió sin éxito no menos de cinco veces a lo largo de más de tres décadas entre 1899 y 1937, Harold S. Vanderbilt, que defendió la Copa tres veces en los años treinta, sir Thomas Sopwith, que desafió dos veces, y hasta tiempos más modernos, con personajes de la talla de Ted Turner, Dennis Conner, John Bertrand, Alan Bond, Bill Koch, sir Peter Blake, Patrizio Bertelli, Ernesto Bertarelli y Larry Ellison.

Las historias de la Copa América son legendarias. Victorias dramáticas, derrotas desesperadas, competiciones reñidas, éxitos arrolladores... Sigue siendo una de las competiciones más difíciles de ganar en cualquier deporte, en parte debido a su estructura única como competición deportiva, sin un organismo de gobierno independiente que la supervise. Cuando la ganas, te conviertes en el evento. Es tu obligación establecer las reglas, la fecha y el lugar de acuerdo con el primer desafiante, el llamado challenger of record, y a lo largo de los años esto ha tendido a favorecer al defender, el titular del trofeo. Pero con tanta potencia tecnológica desplegada continuamente, los días de rachas ganadoras de 132 años han terminado. Solo hay una cosa segura en la Copa América: la incertidumbre.

Barcelona fue seleccionada para el 2024 tras un proceso de licitación mundial debido a las infraestructuras existentes y previstas y a las posibilidades de participación que ofrecían la ciudad, Cataluña, España como país y Europa como continente. El huso horario por sí solo hace que la Copa América sea más accesible para los aficionados de todo el mundo para que el horario de retransmisión en abierto amplíe el evento y su atractivo mundial. La Copa ya ha estado en Europa en dos ocasiones desde la regata inaugural de 1851, en Valencia en 2007 y 2010, y el éxito de esos eventos impulsó la vela y la Copa América.

Además, existe un importante compromiso de futuro con la primera edición de la Copa América femenina y la reintroducción de la Copa América juvenil, que trasciende los límites demográficos y garantiza un futuro brillante para el evento más importante del mundo de la vela.

Trabajando en estrecha colaboración con el challenger of record, era fundamental tener en cuenta no solo las posibilidades del evento en Barcelona, sino más allá. El compromiso con la sostenibilidad y el futuro de la Copa América sigue siendo primordial a la hora de crear una competición justa y abierta que se remonta en gran medida al Deed of Gift fundacional como competición amistosa entre países extranjeros, redactado en 1857 por George L. Shuyler del New York Yacht Club. Para Emirates Team New Zealand, como poseedor de la Copa, la decisión de traer el evento del 2024 a Europa y seleccionar una de las ciudades más vibrantes y visitadas del mundo, Barcelona, es una oportunidad para hacer crecer el deporte y mostrar la ciudad, Cataluña y España de la forma más positiva.

Organizar un acontecimiento de esta magnitud es un reto que Barcelona y su gente conocen bien. Es nuestra responsabilidad ofrecer la mejor regata posible en la Copa América y en la Youth & Puig Women’s America’s Cup (el formato juvenil y de mujeres), a la vez que difundimos el mensaje del evento a través de todos los medios a nuestro alcance, y estamos encantados con el apoyo de La Vanguardia, Javier Godó y la familia Godó, que no tienen parangón en su respaldo a una multitud de deportes en España a lo largo de los años.

Estamos deseando dar la bienvenida al mundo a Barcelona en septiembre y octubre del 2024, en lo que promete ser un acontecimiento deportivo excepcional y una de las ediciones de la Copa América más memorables de sus 173 años de historia.

Grant Dalton, 2023

Introducción

El significado de un mito

El significado de un mito

La Copa América: ¿una regata más? ¿Qué tiene de diferente?

Antes de que se celebraran en Grecia los primeros Juegos Olímpicos modernos (1896), los del barón de Coubertin y los de su lo importante es participar, ya había Copa América. Todo empezó en el año 1851. Países que compiten hoy en este evento, como Nueva Zelanda o Italia, todavía no habían nacido como tales. Esta competición de vela es por lo tanto el trofeo deportivo más antiguo del mundo.

Y, paradójicamente, es todo lo contrario al espíritu olímpico. Porque lo importante aquí no es participar. Para participar, esencialmente, hay que pagar. Y lo importante es ganar. Llevarse la Copa. Ganar como sea, incluso estirando al límite las reglas permitidas, recurriendo a trampas, espionaje o recursos en los tribunales.

Ganar lo es todo porque quien gana la Copa América, de alguna manera, lo gana todo. El ganador pacta con el aspirante las reglas para la siguiente edición. Usando una similitud con el fútbol, es como si la selección que ganara la Copa del Mundo pasara a ser también la FIFA.

La próxima edición, que tendrá lugar en Barcelona en otoño de 2024, hará que la capital catalana se convierta en la única ciudad del mundo que ha organizado unos Juegos Olímpicos y que ha sido sede de un Mundial de fútbol y de la Copa América. Una gran oportunidad para devolver a Barcelona una cierta autoestima perdida en los últimos años.

¿De verdad es necesario escribir otro libro sobre la Copa América? Sí. Albert Viumara, el director corporativo de America’s Cup Event, la institución de los neozelandeses encargada de organizar el evento, explicaba muy bien una contradicción: En este país, especialmente en Barcelona y en Cataluña, la Copa América se desconoce bastante. Es más conocida fuera que dentro.

No se trata de hacer un repaso histórico de todo lo que ocurrió en cada edición a lo largo de más de 170 años. Entre otras cosas porque esta información está disponible en internet. Más que la historia de las regatas, es más interesante hacer la historia de los armadores, de los patrones y de los barcos. Sí que vamos a recoger los perfiles humanos y deportivos de sus protagonistas y las anécdotas más significativas que ocurrieron a lo largo de su longeva trayectoria, así como los testimonios directos y la información de primera mano de las distintas personas con las que nos hemos entrevistado para la redacción de esta obra.

Obviamente haremos referencia a Barcelona y la Copa América, pero no hablaremos solo del cómo se logró la candidatura (esto ya lo contaron los periódicos en su momento), sino también de lo que las esencias de este trofeo deportivo pueden aportar y representar para la ciudad. Porque la idea es que esta obra no caduque con el tiempo y que siga vigente también una vez que las regatas hayan terminado. Hay cosas de la Copa América que se repiten. Y el contarlas ayuda a entender por qué las ciudades se pelean para conseguir acoger el evento.

De capricho de antiguos millonarios a un negocio empresarial, pasando por una competición deportiva y tecnológica. Esta frase ayuda a resumir un poco la evolución que ha tenido este evento a lo largo de más de un siglo. La Copa América es todo esto a la vez.

Explica muy bien el periodista Antonio Vettese, autor de un libro sobre este evento, el sentido oculto del mismo. Donde fracasan la literatura, el arte, el teatro, actividades confinadas a un círculo estrecho de aficionados, a veces puede llegar un barco. Es la regata más famosa y más antigua. Conviven leyenda, exageración, técnica, mundanidad, esnobismo y cansancio: un continuo alternarse de sentimientos. En el pasado era un fluctuar de celos, secretos y amores. En el presente se le han añadido cosas modernas, los ordenadores, los radares, el carbono. Pero esta regata, para algunos maldita, sigue teniendo su gran encanto, violento, potente, que obliga a todos los regatistas a considerarla algún día. Y así lo hicieron grandes timoneles, asustados por un desafío que parece una reproducción de un duelo medieval, como aquellos caballeros que estaban dispuestos a darlo todo por su honor.

Una excelente definición de la Copa América la dio una vez el legendario fotógrafo náutico Carlo Borlenghi, pionero de este oficio. Es la carrera más difícil de ganar, la que impone más excelencia en todas las áreas. Dinero, organización, diseño, tecnología, físico, táctica, capacitación, hasta comunicación y mucho más. Hay tantas decisiones que tomar a lo largo de la competición que puedes optar por la equivocada. Y entonces toda la pirámide se viene abajo. Se reúnen los mejores navegantes del mundo. Todo tiene que ser absolutamente perfecto al nivel más alto. Es una escuela de vida fantástica.

Xavi Penas, regatista que participó en el primer equipo español de Copa América en 1992, lo resume así: La Copa América es un desfase. Un desfase en todos los sentidos. Primero en los presupuestos, luego también en lo jurídico. Y obviamente en lo deportivo, porque no hay deportistas cualesquiera. Hay gente con medallas olímpicas, personas que tienen un don. Estamos hablando de deportistas que tienen un áurea, una autoridad natural. Aquí todos están a otro nivel.

No vamos a explicar en este libro cómo se navega, ni cómo funciona una regata: para esto hay manuales excelentes. La ambición de esta obra es demostrar que la Copa América de vela debería interesar al ciudadano de a pie, aunque nunca se haya subido a un barco. Y que lo más probable es que no sepa lo interesante que es.

Tal vez los especialistas de vela descubrirán algo que no conocían, y tal vez los neófitos verán romperse los tópicos y los prejuicios que tienen sobre esta afición. Es lo que tiene la navegación, hay que mantener el equilibrio entre las olas.

Hemos procurado evitar tecnicismos. La idea es que este libro sea divulgativo y acerque la vela al gran público. Porque muchos barceloneses no tienen muy claro (todavía) de qué se trata (y, sobre todo, lo que representa).

Un inciso antes de empezar: en inglés, se conoce el evento como America’s Cup. En castellano la traducción sería Copa del ‘America’, del nombre del primer barco que ganó el trofeo. Vamos a emplear la terminología Copa América, porque en el mundillo náutico todos lo llaman así.

Quien escribe es navegante aficionado desde que tiene uso de razón (aunque la pasión por este deporte es muy irracional). Este servidor pertenece a la difusa categoría de regatista dominguero. Pero, como a veces se navega los sábados, sería más justo hablar de regatista amateur, que además queda más chic.

No se trata aquí de dar clases de vela o explicar muchos detalles. Entre otras cosas porque sería demasiado complicado. Bastará con saber que, tal como asegura un entrenador de optimist, la vela es el segundo deporte, después del ajedrez, en el que se usa más el cerebro.

Con humildad, hemos tratado de describir un mundo complejo (sí, un mundo, porque lo de la Copa América es más que un deporte) de la manera más sencilla posible. De no hacerlo así, el riesgo era agravar uno de los mayores problemas que sufre este deporte: su presunto elitismo.

Uno de los motivos de escribir este libro es también romper el tópico de que la vela es un capricho de ricos. También es esto, obviamente. Pero no solo. Y mejor todavía: no es el único deporte que tiene esta etiqueta. En el peor de los casos, se puede decir que la vela está en buena compañía. En el mejor de los casos, los lectores se enamorarán de una afición que es un estilo de vida. Un modo de ver el mundo, desde el agua, que te ayuda a enfrentarte a los numerosos imprevistos, en tierra.

El rumbo nunca es fijo. El viento cambia. La Copa América, con su tecnología y sus barcos voladores, demuestra