Cuando hemos cruzado la línea de llegada y hemos escuchado al muro rugir, se nos ha puesto la piel de gallina”, recuerda poco después Diego Botín, un santanderino que pronto alcanzará los 30 años y que desde febrero es el nuevo piloto (patrón, en lenguaje clásico) del barco español de SailGP, la que llaman Fórmula 1 de la vela, catamaranes F50 de hasta 29 metros de altura que se levantan sobre foils y alcanzan vientos máximos de 100 kilómetros por hora.
Es el sábado del puente de la Hispanidad y estamos en Cádiz, donde el verano se resiste a desaparecer. Son días radiantes de sol y viento agradable, la muralla del paseo de Santa Bárbara está llena de aficionados y banderas españolas –la marea roja–, murgas y chirigotas actúan en las plazas cercanas horas antes y por las noches Muchachito Bombo Infierno o Chambao llenan la plaza del Salvador en lo que han llamado Viento Fest. Todo forma parte del Spain