Pienso mucho en la sencillez. Como budista zen de sillón y aspirante a minimalista, me interesa reducir mi rutina a lo fundamental. Por eso me sentí un poco en conflicto cuando el equipo de MyFitnessPal, una de las principales aplicaciones de seguimiento nutricional y vida saludable, me preguntó si me uniría a ellos en Nueva York para la carrera anual Empire State Building Run-Up. El evento es exactamente lo que parece: una carrera hasta la cima del Empire State Building, de 380 metros de altura. Esa parte era sencilla. ¿La complejidad? Me invitaron con la condición de que siguiera el plan nutricional de la aplicación los días previos al evento.
Llevo la mitad de mi vida en el sector del fitness y casi una década como nutricionista profesional. Esta formación, combinada con muchísimos entrenamientos, me ha llevado a escuchar a mi cuerpo. ¿Cambiar mi plan de alimentación no complicaría las cosas?
Me planteé seriamente rechazar la oferta, hasta que un amigo me hizo verlo de otro modo. ¿Qué puede ser más sencillo que alguien te diga lo que tienes que comer y cuándo?
Así que reservé los vuelos, me descargué la aplicación y me entregué a una