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efectos de la historia y de su desvinculacion, Los
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Libro electrónico635 páginas8 horas

efectos de la historia y de su desvinculacion, Los

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Colección de comentarios radiofónicos que abordan la nota principal del día durante la transmisión del noticiero Entérese con Teodoro Rentería, emitidos por Eloy Caloca Carrasco, durante más de 15 años.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 nov 2023
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    efectos de la historia y de su desvinculacion, Los - Eloy Caloca Carrasco

    Los Efectos de la Historia y de su Desvinculación

    Eloy Caloca Carrasco

    Primera edición: 2012

    D. R. © 2012

    Instituto Politécnico Nacional

    Luis Enrique Erro s/n

    Unidad profesional Adolfo López Mateos

    Zacatenco, 07738, México, DF

    Dirección de Publicaciones

    Tresguerras 27, Centro Histórico

    06040, México, DF

    ISBN 978-607-414-281-5

    Impreso en México / Printed in Mexico

    http://www.publicaciones.ipn.mx

    IN MEMORIAM

    Francisco Ignacio Taibo Lavilla

    (13 de noviembre de 2008)

    Carlos Monsiváis Aceves

    (19 de junio de 2010)

    Fidel Samaniego Reyes

    (6 de agosto de 2010)

    Fausto Fernández Ponte

    (6 de septiembre de 2010)

    Raúl Durán Cárdenas

    (26 de diciembre de 2010)

    Jacobo Morett Estévez

    (9 de febrero de 2011)

    Miguel Ángel Granados Chapa

    (16 de octubre de 2011)

    Miguel González Avelar

    (22 de noviembre de 2011)

    Othón Villela Larralde

    (3 de enero de 2012)

    CONTENIDO

    Prólogo

    Introducción

    Academia Nacional de Comunicación Social

    Camino y huella de Nezahualcóyotl

    La fe, el profesionalismo y la patria

    La nueva ley sobre información innecesaria (I parte)

    La nueva ley sobre informacion inconstitucional (II parte)

    La nueva ley sobre información inquisitoria (III parte)

    La nueva ley sobre información inoperante (IV parte)

    La nueva ley sobre información inaceptable (V y última parte)

    Amagan con renunciar consejeros del Ifai

    ¿Quién teme a los periodistas?

    La república en Querétaro

    Educación, comunicación, seguridad nacional

    Aniversario del Himno Nacional

    En México no pasa nada

    El nuevo papel del periodista

    Solución al neoliberalismo

    Premio de periodismo José Pagés

    Los payasos más caros

    Ayuda militar a Estados Unidos

    El adiós a Juan Soriano

    Chapultepec y Los Pinos El nido del águila

    Moneda de plata

    Ímpetu latino en pos de su ciudadanización

    La redención de los ilegales

    El que se mueve no sale

    Los trabajadores y su dignidad

    La imagen pública del candidato

    Las campañas y las encuestas

    La historia no sirve para nada

    El voto por el país

    Disputa por la nación

    La democracia y los demócratas

    A río revuelto, ganancia de intromisores

    Historia, resistencia y confusión

    El rayo de esperanza y su secta doctrinaria

    El milagro de los náufragos

    La interrupción del informe

    Tropiezos de El grito y El desfile

    Tres gobiernos, dos gritos y una patria

    ¡México! En pocas palabras

    Un día antes de la asunción al poder

    La Revolución Mexicana y la sucesión presidencial

    La crisis del presidencialismo

    Homenaje a don Belisario Domínguez Palencia

    No más agravios a menores de Oaxaca

    El festival de los muertos

    Por el bien de todos

    Los festejos que quedan

    La banda presidencial y la toma del poder

    Deficitario balance anual

    Horca para el genocida

    La carrera de los precios

    El cine mexicano no proyecta nuestra realidad

    Por una nueva Constitución

    El spot de la vanidad

    Lo revolucionario del institucional

    Bush de verdugo a sentenciado

    Afrenta a don Alfonso Reyes

    El tamaño del miedo

    La libertad de expresión

    Una luz de San Pablo Guelatao

    El sacrificio en la cruz

    ¿Hay justicia y autoridad?

    Los juguetes de la guerra

    ¡Que la nación se los demande!

    ¿Qué festejamos El día del niño?

    El día de la victoria

    En vísperas del bicentenario

    Los agravios a periodistas

    El rumbo de la historia

    El proceso de la difusión oficial

    El sospechoso 2 de julio de 2006

    Nuevo cuento chino

    El show de Ye Gon

    Qué se nos va a informar

    La terquedad, la sed y Juan sin agua

    Fineza política en Yucatán

    El vaquero solitario

    El presidente y el guerrillero

    Sembrar educación en tierra fértil

    Vuelve el dedazo a los pinos

    El Día de la raza

    Sus diferencias hacen sus semejanzas

    El diluvio en el edén

    La urgente rejuarización

    El rebelde y el rey

    ¿Por quién doblan las campanas?

    Breve historia de la Constitución

    El milagro del Tepeyac

    Un hombre intemporal

    Una simple petición

    Una vuelta más al sol

    ¿Y la seguridad nacional?

    Viejos partidos con novatos aspirantes

    La conmemoración olvidada

    La moneda de plata, símbolo de la victoria

    Aniversario del PRI

    Ataque a Lázaro Cárdenas

    El proyectil humano

    Un estadista en gobernación

    Debate amplio y prolongado

    América para los americanos

    Patria, patria, tus hijos... te mienten

    El Lobohombo de Ebrard

    Consulta en la capital

    Olimpiadas, periodismo, educación

    Los héroes del deporte

    Comida de la unidad

    Legalizar lo ilegal

    El fin del neoliberalismo

    ¡2 De octubre, no se olvida!

    Un tesoro bajo el mar

    Lamentable deceso

    Superman contra la inseguridad

    La fiesta de los huérfanos

    Don Pedro Ferríz Santacruz

    El pueblo de Dios

    Hussein en la Casa Blanca

    Cuando estábamos mejor

    La rebelión de la televisión

    Capoteando el temporal

    Liderazgo virtual

    Unanimidad y aclamación

    Diez años de caos y corrupción

    El presidente fallido

    Medalla Benito Juárez

    Influenza electoral

    La Batalla de Puebla

    Nos contagian recesión

    El presidente del siglo

    Nepotismo e impunidad

    El reguero del PAN

    El triunfo del pasado

    ¿Por qué ganó el PRI?

    Exceso de incapacidad

    Igual que Fox, pero más gris

    Rafael, Juanito El Madreador

    ¿Transparencia?

    Apagón al sindicalismo

    Reelección presidencial

    Prostitución política

    Competitividad, no corrupción

    El Bicentenario y la unidad

    Renuncia presidencial

    Si todos fueran Juárez

    Eficiencia y energía

    Joaquín Capilla Pérez, medallista excepcional

    Encarece burocracia el PAN

    ¿Quién es el ganador?

    Hamlet y Calderón

    El Comandante Fidel

    Heroínas de la libertad

    La fémina heroicidad

    Daiwon Moon, patriota donde quiera que esté

    Madre y Patria

    Sentencia infalible

    Dirigente "todo terreno"

    La revolución, historia inacabada

    Intimidación social

    Información delicada

    Los socios del complot

    La juventud y la Patria

    Honorable Congreso de la Unión donde la voz del pueblo se hace ley

    ¡Patria mía!

    El motín

    El Credo patrio

    Ramón López Velarde, vigente un siglo después (1888 - 1921) la suave patria

    La Historia y la Fe (I parte)

    La Historia y la Fe (II parte)

    La Historia y la Fe (III parte)

    A doña Elena, mi madre, la gran mujer que siempre hay detrás de un gran hombre que participó en la Revolución Mexicana como lo fue Don Eloy, mi padre (†)

    A Nayra, mi esposa, por su indeclinable apoyo y anteponer el cuidado y la educación de nuestros hijos, a su propio desarrollo y desempeño profesional.

    A Eloy y Omar, mis líderes del futuro que ya empiezan a figurar y por quienes doy gracias a Dios que anden en caminos de verdad, seguro de que serán padres responsables, profesionistas formales, creyentes fieles y valientes defensores de nuestra nación.

    A quienes hayan padecido persecución por difundir la luz de la palabra y la salvación entre tanta oscuridad, así como a los que se les haya agraviado por publicar la verdad, deseando, en ambos casos ejemplares, que para esos sacrificios no haya impunidad.

    A todo nacional nacionalista que propague la historia e infunda valores, en aras de expandir la grandeza mexicana y preservar nuestra soberanía nacional.

    Moisés, antes de morir —1400, A.C—, le dijo al pueblo de Israel conminándolo a vivir su futuro en fe y obediencia, para no tener que padecer la historia otra vez:

    "Eres pueblo escogido por Dios para ser especial; te amará y bendecirá el fruto de tu vientre y de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.

    Bendito serás más que todos los pueblos, quitará de ti toda enfermedad y todas las plagas de Egipto que padecimos y que ya conoces". (Deuteronomio 7:14)

    Y al ver que no aprendieron la lección Dios le dijo a Salomón —400, A.C—, mil años después:

    Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7:14)

    INTRODUCCIÓN

    Este libro resultó de coleccionar cientos de comentarios radiofónicos emitidos por su autor durante más de 15 años en diferentes estaciones, dando lugar a una sorprendente variedad de temas que, al transcurrir el tiempo, no solamente se observan recurrentes sino a la vez actuales.

    La mayor cantidad de participaciones incluidas en el presente documento, fueron emitidas para abordar la nota principal del día, durante el noticiero Entérese, con Teodoro Rentería. Programa que, por razones diversas, fue recorriendo varias estaciones del cuadrante, destacándose la transmisión del mismo, durante más años, en la 1440 del Grupo Radio Fórmula.

    A veces con la visita del comentarista a la cabina, otras más vía telefónica en vivo, al aire, y las menos, pregrabadas. Pero en todos los casos en cadena nacional, cubriendo varias entidades de la Unión Americana.

    Por ello, abajo del título de cada comentario, sugerencia, reflexión o crítica, se advierte —anotado entre paréntesis—, la fecha exacta en la que ese texto se transmitió, lo cual deja ver también que, aún cuando hay años de diferencia entre uno y otro material, son parecidos, pues las circunstancias se asemejan y se puede pensar que los textos se repiten o sirven por igual de epitafio que de premonición.

    Más allá de demostrar que todo es cíclico —y en concordancia con el título del libro—, se pone en claro que la historia es la biografía de nuestros héroes y de nuestra Patria. Rica, apasionante y aleccionadora, pero con el inconveniente de que si nuestros gobernantes no la conocen y nuestros hijos no tendrán acceso a ella, de nada sirve lo ya resuelto, porque se volverá a repetir.

    La agudeza del autor induce a reflexionar, incluso a sospechar, que en el quehacer político y económico hay hechos que simplemente acontecen, pero que en algunos casos, eventos tan parecidos hasta se provocan.

    Buena parte del contenido de esta obra son ponencias, conferencias o intervenciones de Eloy Caloca Carrasco en diferentes foros referidos al calce de los textos. En algunos casos ilustra con fotografías elocuentes. En otros incluye como pie de foto anécdotas sobre los personajes que en ellas aparecen.

    Al rendir homenaje a ejemplares hijos de la patria, transporta al lector a tiempos de las crisis superadas por la loable actuación de personajes. Pero, igualmente, traslada a esos próceres de época al parteaguas de los siglos xx y xxi que nos tocó vivir, para que presencien lo que gobiernos recientes han hecho de aquellos sacrificios y legados, al desvincularse de la historia.

    Hace evidente el desprestigio de las instituciones, la degradación social, la globalización, la ola mediática transculturizadora que busca avergonzarnos del pasado escondiendo o distorsionando la grandeza de nuestros cimientos como nación.

    Tanto en la conmemoración del Bicentenario del Natalicio del Benemérito de las Américas, como en los albores del Bicentenario de la Independencia y la Centuria de la Revolución, el autor sugiere que en el desempeño del profesionalismo se utilice el arma más poderosa de la educación, que es el periodismo. Propone que se llenen los espacios refiriéndonos a cuestiones de la patria, lo histórico, lo trascendente y valioso, lo cívico, ¡exaltando nuestras raíces sociales para engrandecer con ello el orgullo de ser parte de esta nación!

    La obra incluye fragmentos de discursos célebres, poemas, biografías, hechos universales que nos incumben, y así como en ella aplaude los esfuerzos de su gremio por ejercer y preservar la libertad de expresión, también exige que se aclaren y sancionen las trasgresiones a ese elemental derecho y critica las transmisiones oprobiosas de eventos denigrantes y la nefasta programación de algunos medios de comunicación.

    Afirma que la prensa, al ser enlace entre los pueblos y la autoridad, se hace parte del sistema de gobierno moderno, convirtiéndose en un servicio público esencial.

    Al confesar por qué transcribió sus comentarios radiofónicos para hacerlos impresos, y que las palabras vertidas en determinado momento no se las lleve el viento sino queden en papel, el autor se pregunta: ¿De qué sirve a un pueblo dejar escuchar su voz y manifestarse en las calles, si ello se hace ante un gobierno ciego y sordo? Y destaca que la prensa es notaria de la denuncia, del pensamiento, del conocimiento, da fe de los hechos, despierta conciencia y hace que lo cotidiano forme parte de la historia.

    Desde hace más de una década, en sus comentarios, el autor ya vaticinaba los riesgos de la reglamentación a la libertad de expresión: "es inaceptable que la autoridad ofrezca acceso y transparencia, a la vez que se atribuye la facultad de determinar qué información se mantendrá reservada, como inaceptable es que esa ley se denomine exactamente al revés de lo que en la practica se da.

    Comenta que El Congreso se rige como representante del pueblo y en muchas de sus acciones no se ve al pueblo representado ni beneficiado, y que los mandatarios protestan cumplir y hacer cumplir la ley, y las más de las veces no cumplen, pero tampoco la nación se los demanda. Y explica que la ciudadanía no ejerce sus derechos o la reclamación porque se sabe en culpa de no cumplir sus obligaciones, y la más de las veces ni siquiera las conoce.

    La cronología, no dividida en capítulos, permite hojearla en cualquier parte y encontrarse un escrito ameno, documentado, agudo, ágil, que sin mucho texto, ubica al lector en la circunstancia referida en el título de cada comentario, al cual le acompaña —al calce—, la fecha en la que fue transmitido.

    Su lectura conmina a tener fe, ser nacionalista, perseverar. En muchas de sus páginas rinde homenaje a personalidades de la comunicación, la historia, el deporte, la academia, la empresa y la política, a gente que es paradigma de virtudes ciudadanas; que deben ser estudiadas por los pequeños y los grandes, e imitadas por los hombres públicos, para que nuestra nación, dueña de tantos recursos, tan rica —incluso ahora también en apátridas, impunidad y corrupción—, pueda y llegue a ser asiento de un país seguro, satisfecho, esforzado, virtuoso, honrado por sus hijos, que imponga respeto y despierte admiración.

    ACADEMIA NACIONAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL

    (Abril 21 de 1998)

    Con la venia del Presidente del Consejo Directivo Nacional de la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, licenciado Luis Maldonado Venegas;

    Con su permiso respetable concurrencia:

    En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios, reza el evangelio, según San Juan, que nos da una idea de la importancia del poder de la palabra. Materia vital del periodismo y la Comunicación Social.

    Es por eso que la libertad de expresión, a casi un siglo de su consagración en nuestra Carta Magna, no tan sólo no se ha reglamentado, sino que tampoco se puede definir, por más amplias que sean las palabras que la describan.

    Porque existen palabras que vuelan, otras que corren y unas que se arrastran.

    Otras palabras nacen muertas, son encadenadas por su autor o por su entorno.

    Pero, gracias a Dios, también las hay: palabras libres, que trascienden el tiempo y las fronteras, como además existe la palabra de honor, la palabra verdadera, y la palabra eterna. En ella está la vida y la luz a los hombres.

    Una sociedad informada, veraz y oportunamente, mediante programas y mensajes claros y específicos de comunicación, es menos vulnerable al rumor, la desinformación, la desestabilización y la desconfianza. Genera entre los ciudadanos enterados que sean más participativos y solidarios, y que crean en la justificación de los programas y actos de gobierno.

    La comunicación social, tan ausente en algunas instituciones y a la vez tan excesiva en otras, es un factor claro de concientización masiva.

    Es una eficiente táctica de acercamiento para vincular e integrar a los gobernados con su gobierno, pues una auténtica comunicación social, crea un clima de confianza en torno a que el gobierno, es el mejor garante de los principios, valores, trabajos y bienestar social.

    De la urgencia evidente de abastecer de esta materia la necesidad social, con responsabilidad, oportunidad, suficiencia y patriotismo, cobra especial significado y tiene mayor relevancia la celebración de este acto solemne de instalación de la Academia Nacional de Comunicación Social.

    Acto en el que nos honra con su presencia, además de los distinguidos integrantes del presidium y de la amable concurrencia que conforma este auditorio, los que se constituyen miembros fundadores de la Academia Nacional de Comunicación Social, entre los que, afortunadamente para quien la preside, convergen por igual patrones y trabajadores, catedráticos y estudiosos, dándose cita aquí, tanto los del conocimiento empírico cuanto los de la investigación científica; pero coincidiendo todos con una basta experiencia y suficiente autoridad moral.

    Esta ocasión nos acompañan connotados publicistas, cuya presencia nos hace remontarnos a los tiempos en los que el cartel o pizarra hacía la función de periódico mural, pero desde hace varias centurias dejó de servir al periodismo convirtiéndose en el instrumento indispensable de la publicidad, donde por cierto, recibe cada vez mejores remuneraciones.

    La concurrencia de cineastas y productores en este evento, también le da solidez a la Academia. Basta mencionar que provienen de otro medio masivo de comunicación social, que llegó a darse el lujo de no buscar a su público receptor, sino de ser buscado por él.

    Me refiero al cine, que antaño emitía cortometrajes noticiosos en las salas, donde el auditorio se aislaba del entorno para recibir mensajes. Sólo que, desde hace algunos años, cautivado por el reconocimiento recibido de la sociedad como el séptimo arte, se dedicó más a la cuestión documental, artística y cultural.

    Son igualmente bienvenidos a la Academia los profesionales de la radiodifusión. Esos valientes y expeditos comunicadores, que no tan sólo no se han amedrentado ante la evolución de otros sistemas electrónicos, cibernéticos y satelitales de la informática y la comunicación, sino que hoy en día, forman parte del medio masivo de vanguardia, más rápido y sencillo, que da un ágil servicio informativo al más amplio segmento de la población, pues cubre con las ondas hertzianas el 98 por ciento del territorio nacional.

    Se aprecia en lo que vale la presencia de Don Pedro Ferríz Santacruz, del profesor Juan José Bravo Monroy y del maestro Teodoro Rentaría Arróyave.

    Felicitarnos en este acto, por la participación y honrosa asistencia de personalidades de la televisión, es obligación de los integrantes y aspirantes de la Academia, por ser precisamente los comunicadores de este medio —que se caracteriza por persuadir el sentido del oído y de la vista—, los que motivan más a la opinión pública, convenciéndola con la transmisión de las evidencias y dándole vida misma a los hechos, asomándoselos a su auditorio.

    Hablar de comunicadores de la televisión es aludir al precursor de los noticieros en este medio, a uno de los hombres más conocidos del mundo de habla hispana a través de esta vía de transmisión, tal vez por los cinco lustros de aparecer diariamente a cuadro, quizás por su arrojo en la búsqueda de la información, tal vez por la gran cobertura y difusión internacional de su noticiario, tal vez por todo eso y por su alta calidad profesional y personal, me refiero al licenciado Jacobo Zabludowsky, a quien le patentizo admiración y afecto, y a quien inmerecidamente me toca suceder en la dirigencia de esta Academia, encabezada por él como Sección de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.

    De la penetración de la radio y de la televisión, basta decir que con tan sólo media hora de su transmisión, hoy en día estos influyen más en la humanidad que lo que hayan podido influir durante varios siglos las mejores obras clásicas de la literatura universal.

    Así como a los referidos comunicadores se les recibe con especial aprecio, también le abrimos los brazos a quienes tienen el honroso desempeño profesional en las cuestiones de la prensa. Me refiero a los periodistas de los diarios y de las revistas que han hecho propia la responsabilidad que nos ocupa.

    La prensa, como medio masivo de comunicación impresa, sigue siendo el notario público más confiable y perdurable que da fe de la historia cotidiana de la comunidad en que circula.

    Todo lo anterior nos ilustra, que en un completo proceso de comunicación social, la radio, la televisión y la prensa, no son medios sustitutorios uno de otro, sino más bien complementarios todos entre sí.

    En reconocimiento a la contribución de sus tareas en el proceso de la comunicación, fueron invitados algunos prestigiados difusores institucionales. Invitamos a los que son académicos y profesionales, cuyo trabajo, no por modesto deja de ser menos trascendente que los demás.

    Son los artífices de la imagen general de instituciones públicas o privadas; son quienes se encargan de facilitar el trabajo de los medios; son el interlocutor, y algunas veces el concertador o conciliador, entre los funcionarios de su institución y los generadores de opinión pública.

    Varios de ellos, tienen la facultad profesional, el conocimiento y la experiencia suficiente para poner los reflectores en los puntos convenientes de sus instituciones. Algunos de los cuales han logrado hacer de verdaderos desconocidos a personajes que en poco tiempo hasta parecen estadistas.

    Son los precursores anónimos de la esperanza social hacia un personaje, una institución, un programa o un sistema de gobierno.

    En síntesis, esta sesión solemne de instalación de los trabajos de la Academia Nacional de Comunicación Social, es evidente resultado de la horizontal convocatoria para su conformación. Es además el notorio interés de los responsables de la comunicación social —en todas sus modalidades—, de cerrar filas frente a los embates de una globalización que llega empecinada a minimizar nuestros valores para masificarnos en la modernidad.

    Como en los tiempo ancestrales de nuestra historia, siempre habrá apátridas que sirvan a intereses colonizadores. En nuestra especialidad hay quienes no tan sólo desconocen su trascendencia y no se allegan de profesionales nacionalistas, sino que manifiestan abiertamente su desprecio a las cuestiones fundamentales de nuestra profesión. A esos irresponsables se debe en buena parte el desprestigio interno y externo de nuestras instituciones.

    La presencia de todos ustedes es una responsable atención a la convocatoria lanzada para conformar los trabajos de esta Academia, pero es a la vez ocasión propicia para convocar a mantenerse vigilantes y celosos de la responsabilidad social que nos distingue, para que a ella no se le permita ingresar ni a los mercenarios de la información ni a los usurpadores de la difusión.

    A nadie le es ajeno que el gobierno carece de una sólida política de comunicación social.

    Ésta fortalecida sección de la benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística será generador y receptor de conferencias, se propone montar exposiciones, como la que hoy nos hace el honor de inaugurar Beatriz Pagés Rebollar, directora general de la revista Siempre!, así como otras tantas actividades periodísticas, de capacitación, actualización y especialización.

    La Academia es un foro plural en el que se debaten las ideas, las corrientes y los argumentos, pero no para la confrontación de divergencias sino para el desecho de estas últimas, en aras de una seria compilación de ponencias, a fin de transplantar, hasta donde sea posible, la experiencia de los prestigiados profesionales empíricos, en el ímpetu saludable de los profesionistas jóvenes. Proceso en el que saldrá ganando la sociedad en general al contar con mejores profesionales y profesionistas de la comunicación social.

    Por todo lo anterior, conmino a los publicistas, guionistas de cine, radio y televisión, así como a los profesionales de la prensa, y en general, a todos los que con su quehacer cotidiano escriben la historia diaria, a enaltecer el orgullo de pertenencia a México y a vencer la apología de la violencia, teniendo como fundamental premisa que la verdad aporta a la justicia y que la justicia engrandece a la nación.

    Muchas gracias.

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    Luego de cortar el listón inaugural de la Biblioteca Benito Juárez de la referida Sociedad, en Justo Sierra 19-PB, Centro Histórico de México, DF., el autor, junto con Beatríz Pagés R ebollar y Luis Maldonado Venegas son acompañados por José Luis Camacho, Héctor González Escobar, don Mario de la Piedra y cientos de asistentes a presenciar el valiosísimo acervo cultural conformado por más de 50 mil volúmenes y documentos originales de nuestra historia y de la historia universal.

    Mensaje del licenciado Eloy Caloca Carrasco, emitido durante la instalación solemne de la Academia Nacional de Comunicación Social, luego de tomar posesión como presidente de la misma, en el Salón Libertador Miguel Hidalgo y Costilla, de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el 21 de abril de 1998.

    CAMINO Y HUELLA DE NEZAHUALCÓYOTL

    Las 340 páginas del documentado texto escrito en sensibles rimas, son, como lo confiesa su autor Arturo Carrasco Bretón en su dedicatoria: un asomo sublime de mexicanidad.

    Se vislumbra en este libro fuerte vocación por la cultura, la influencia familiar generacional y la predilección que tiene el autor por el arte y la literatura, como también su formación académica en al abogacía y demás motivaciones que le permitieron doctorarse en Derecho.

    En este asomo prehispánico que se presenta en forma de poema, Arturo Carrasco, muestra el camino y huella de Netzhualcoyotl, expone muchos de los argumentos que validaron la instauración y aprobación del Artículo Cuarto Constitucional, que habla de la Ley Indígena.

    De esa forma, el poeta e historiador, con toda su inspiración y documentada cronología, no tan sólo aprecia y valora la mexicanidad a que nos debemos todos, sino que decide hacerlo causa y justificación de su exhaustivo trabajo de investigación literaria, pues lo dedica a todos los indígenas de México.

    De los más de sesenta libros consultados para hablarnos de Acolmiztli, resultaron cerca de mil concordantes versos distribuidos de la siguiente manera:

    En el Primer Capítulo (220 versos) detalla la fundación de lo que llegaría a ser La Gran Tenochtitlán, descifrando fechas tan exactas como los días transcurridos durante el año de 1325.

    El Segundo Capítulo del texto comentado (104 versos), reseña cuando el príncipe Acolmiztli sobrevive a varios atentados contra su vida a la muerte de su padre. Versa sobre el acontecer del primer siglo en la capital azteca.

    Ya en el Tercer Capítulo (100 versos) detalla minuciosamente las guerras de aquel tiempo: es la cronología de La Toma de Atzcapozalco encabezada por Moctezuma, que contiene una hermosa definición literaria de lo que significa la paz.

    Una particularidad del Capítulo Cuarto (222 versos) radica en la descripción de la grandeza, coronación y vestuario de Nezahualcóyotl, por lo que se recomienda especial atención donde El Séptimo Monarca de Texcoco hace una confesión de su fe en Dios.

    En contraste con el apartado anterior, El Quinto, es una invitación del autor a conocer la ritualidad de las bodas prehispánicas. Refiere el evento solemne en el que se funden las vidas de Netzahualcóyotl y Azcalxóchit. Bien vale la pena deleitarse de la traducción al español que hace Arturo Carrasco, de lo escrito por su personaje en este libro.

    La riqueza histórica e ilustrativa que distingue y pondera a esta obra, de las similares, es que El Capítulo Sexto del multicitado texto (138 versos), entera al lector de las terribles pestes, de la hambruna y de "cuando el día se obscureció", durante un eclipse con todas sus repercusiones; el personaje platica de cuando nace su descendiente y cuando éste es asesinado.

    "Acolmiztli...un poema prehispánico, que tuvo a bien hacer propia de sus series auspiciadas Plaza y Valdés Editores", es sin duda una acertada selección para conjugar este día: autor, libro y editor, en el marco de la Décima Feria del Libro de Antropología e Historia.

    Del libro Camino y Huella de Nezahualcóyotl, es importante que se conozca, como lo plasma Arturo Carrasco, que en la vida del Séptimo Monarca de Texcoco hubo tantos padecimientos y desgracias para él y para su pueblo —pestes, hambre, guerras, etc.— como las del Faraón Egipcio en los tiempos en que éste desobedeció a Moisés, quien por mandato divino le pedía liberar al Pueblo Escogido (Israel).

    Curiosamente la vida de Nezahualcóyotl estuvo llena de tantas glorias y hazañas bélicas, como las que Dios le permitió al Rey David, años después de llegar a la tierra prometida. La descripción que hace del dolor, el Rey David, a la muerte de su hijo, es semejante a la que hace el personaje de este libro cuando también muere su heredero.

    Siempre ha sido un misterio el cómo y el por qué se da esa similitud entre personajes bíblicos y personajes prehispánicos, sobre todo cuando se ha comprobado que ni unos ni otros se conocieron entre sí. Mediaba la lejanía en tiempo de casi mil quinientos años, y la distancia que hay entre el antiguo pueblo de Israel y la cuna del imperio Azteca (La Gran Tenochtitlán).

    Es interesante constatar aquí, en el libro del doctor Carrasco, que se describe tanto la singular grandeza, como su ejemplar actitud de humildad del protagonista ante el poder.

    Sin que sea un propósito explícito, el libro de poemas prehispánicos trae implícito versos encontrados y reproducidos por el autor, similares a los que contienen los libros de Eclesiastés, Salmos y Proverbios; de los que se dice que sólo pudieron haber sido escritos por inspiración divina. Y éstos del libro, como aquellos de la Biblia, fueron escritos por quienes científicamente no pudieron tener contacto con los autores de Los rollos del Mar Muerto porque aún no se daba "El encuentro de los dos mundos, mejor conocido como El descubrimiento de América". ¡Gracias!

    Palabras del lic. Eloy Caloca Carrasco, Presidente de la Academia Nacional de Comunicación Social, durante la presentación del libro "Acolmiztli, un poema prehispánico", del doctor Arturo Carrasco Bretón, presentado en el Museo Nacional de Antropología, en la Décima Feria del Libro de Antropología e Historia, el 21 de octubre de 1998, en la ciudad de México, D. F.

    LA FE, EL PROFESIONALISMO Y LA PATRIA

    (Octubre 24 del 2000)

    Con su venia señor presidente; Integrantes del presidium;

    Respetable concurrencia:

    La Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, no tan sólo es Nacional por la representatividad de su ámbito a lo largo y ancho de la geografía mexicana. En todo caso, al estar constituida por comerciantes que no limitan sus negociaciones a la capital, ni solamente dentro del territorio mexicano, bien podría llamarse Internacional.

    Sin embargo, es nacional esencialmente por su origen y el propósito ferviente de servirle a la nación.

    Eso hace al impulsar a jóvenes, distinguidos por sus respectivas universidades, a quienes se les inscribe como prospectos merecedores del premio, al advertir en sus trabajos finales de educación superior una causa y un cauce nacionalista.

    La labor humanitaria que cotidianamente brinda la CANACO vía sus agremiados, la actuación generosa de sus consejeros, aunada a la trayectoria destacada de sus directivos, le ha permitido ganarse el aprecio y el respeto de la ciudadanía. Prueba de ello es la copiosa participación de tesis profesionales anualmente en este certamen.

    Las bases del concurso, el dictamen del jurado y la entrega de los premios en eventos como este, son la garante de sus ímpetus altruistas al estimular el esfuerzo realizado por quienes buscan ser profesionales desde antes de titularse.

    Esa distinción al estudiante lleva implícito el reconocimiento a su escuela, felicitar a sus maestros y enorgullecer a sus padres, hermanos, amigos, e incluso, la recompensa pública a la esposa y a los hijos, cuando estos cedieron su tiempo de compañía a la realización de la tesis. Y al valorar el esfuerzo de todos y cada uno de los nuevos profesionistas refrenda su esperanza en México.

    Todo aquí me recuerda el pasado, y es el presente el que parece un sueño. Gracias a Dios, yo tuve un suceso igual de afortunado al recibir un premio similar hace cerca de 20 años. Y así como otros a mí aquel día, hoy los felicito profesionistas ganadores por su anhelo coronado.

    Jóvenes galardonados:

    Ni los triunfos deben llevarnos a la euforia desbordada ni los fracasos tampoco a la depresión fatalista. Ambos momentos de la vida son sólo circunstancias pasajeras.

    En una carrera no todo es éxito constante. Es natural la caída y el fracaso. Lo importante es levantarse, no darse por vencido, recordar que cada experiencia por dolorosa que sea nos fortalece.

    Tener fe y ser agradecidos en todo tiempo, es el más valioso tesoro que se puede traer siempre consigo a todas partes.

    Pónganse metas que les permitan una superación constante. La apatía destruye la voluntad, entristece el espíritu y atrofia el cuerpo. No permitan que la tibieza sea su compañera.

    El que tenga vocación de enseñar primero aprenda. Impartir una cátedra en cualquier materia de la vida es una forma de darse a los demás, así lo hicieron nuestros padres primero y luego los maestros.

    Cuando se equivoquen y les demuestren que así es, no se obstinen en permanecer en el error, admítanlo, eso corrige. Escrito esta que los que quieran ser sabios deben hacerse como ignorantes para que aprendan más.

    Las obras trascendentes se hacen por hombres y mujeres que tan sólo necesitan estar conscientes de la misión que su vocación les ha marcado.

    Así como es indispensable la fe que nos impulse, un marco ético y moral nos sostiene y delimita; hacer lo bueno, lo amable, lo justo, lo de buen nombre y en eso pensar, resistir lo malo y darle a cada día su propio afán, nos garantiza, sino todos los premios sí una buena recompensa.

    Amable auditorio:

    Hace siglos la filosofía y la religión nutrían al ser humano. Se retroalimentaban con los descubrimientos. En ese tiempo, quemaban a los que no estaban de acuerdo con las ideas preestablecidas. Se tenía miedo al progreso.

    Hace unos años todavía se hacía vibrar al evocarse la revolución mexicana. Se cuidaba que no faltara esa alusión en el discurso. Pero no hace mucho se sustituyeron esos términos por los de democracia y globalización.

    Ese cambio no sólo se dio en el discurso. Hoy estamos en el puerto, no hemos zarpado aún con el Colón de la modernidad que ofreció llevarnos a un nuevo mundo.

    Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo aún no nace plenamente.

    Con tanta promesa incumplida y tanta expectación en el porvenir no solamente ignoramos hacia donde vamos, sino que ignoramos lo que ignoramos.

    Recordar lo realizado es evaluar el esfuerzo. Podrá cambiarse el futuro y tergiversarse el presente, pero nunca modificarse la historia. Cada etapa de ella y cada actor contundente nos legaron enseñanza. Podrán quitarse los nombres de las calles en homenaje a "ellos", omitirse en los libros de texto, pero nunca dejarán de ser ejemplos inspiradores ni opacarán su grandeza.

    Globalizarnos no es renunciar a lo que somos. Debemos engrandecer nuestros valores, la sana convivencia con el prójimo, y luchar la batalla cotidiana por este rico territorio de tan noble pueblo, que a pesar de ser golpeado desde adentro y desde fuera, aún abriga esperanzas y cuenta con una enorme riqueza espiritual. A esta nación le debemos refrendar el compromiso que dice: piensa ¡oh patria querida que el cielo un soldado en cada hijo te dio!.

    El escepticismo y la desconfianza social hacia las instituciones y políticos profesionales, es ya un problema de seguridad nacional. Las bases desconocen a las dirigencias de sus sindicatos y partidos políticos, o cuando menos los han rebasado; ya no cuentan con la capacidad de control o de consenso, porque perdieron su autoridad moral.

    El futuro nos espera y no tenemos excusa para el fracaso. Tampoco se trata de pensar igual, creer en lo mismo y ser o no de la ideología dominante; se trata de actuar unificadamente hacia objetivos concretos de beneficio colectivo. Hacer lo que conviene a todos y enaltecer el orgullo de pertenencia a México.

    Ese orgullo que en tiempos de mayor adversidad, mantuvo firmes, solidarios y avanzando siempre a los grandes hombres de fe que, por un sendero invisible pero seguro, como trazado por Dios, llevaron a México adelante, dejándonos la enseñanza de su ejemplo e inspirándonos con su concepto de patria.

    Maestros, Rectores y autoridades de educación:

    La educación superior es un asunto de primera importancia para cualquier país; de su cobertura horizontal y vertical, solidez en sus cátedras y la funcionalidad de las instituciones que la imparten, depende el rumbo que tome la sociedad. Y los resultados de este grado de formación suelen verse en el mediano plazo, teniendo efectos que, para bien o para mal, afectan generaciones enteras.

    Educar es adiestrar al hombre para que éste haga un buen uso de su vida, para que viva bien y encuentre en el contexto que se forje su propia felicidad.

    Decía Séneca que "el suelo, por más rico que sea, no puede dar fruto si no se le cultiva". La mente sin cultivo tampoco puede producir.

    Señoras y señores:

    Recordemos el ejemplo de los que llegaron lejos movidos por la fe; porque la fe es la certeza de lo que se espera, es la convicción de lo que no se ve.

    Es una palabra tan pequeña pero a la vez tan poderosa que ha generado las más grandes obras e increíbles hazañas que registran las crónicas de la humanidad.

    Por fe, concebimos que el universo surgiera de la nada; por fe, el pueblo de Israel cruzó el mar como por tierra seca; por fe, los mexícas fundaron en un lago La Gran Tenochtitlán.

    Fue por la fe, que hace cinco lustros Don José Luis Ordóñez, aquí presente, instituyó premiar los mejores trabajos universitarios de alta calidad y profundo contenido.

    Por la fe, después de innumerables veces de refrendar su esperanza a una misma opción partidaria, la sociedad mexicana se la jugó con el cambio.

    Más le vale al próximo gobierno no fallarle en esa determinación al electorado. Este ya decidió, ejerció su voluntad de una forma pacífica ejemplar, ha constatado la fuerza respetable de su voto.

    Ningún poder es más importante que el que dimana del pueblo.

    El primero de diciembre, los ojos del mundo estarán puestos en la transición de poder más significativa del siglo; representa un suceso político de trascendencia mundial que marca el inicio de este milenio. Un logro democrático tan importante en la historia como la revolución mexicana.

    Evento de magna complejidad logística y protocolaria, de posicionamiento en la modernidad, de comunicación social e imagen. Enorme aparador y gran foro de lucimiento para la capacidad organizacional del gobierno venidero, pero también de grave responsabilidad para los equipos de ambos presidentes. No podemos permitir que se empañe el acto oficial de inscripción de México a la democracia.

    En la contienda política al igual que en un certamen el que gana no gana todo, adquiere el compromiso de dignificar el premio, así como el que pierde debe prevalecer en la batalla porque tampoco ha perdido para siempre.

    Así como los premiados hoy, todos debemos estar agradecidos con una distinción recibida. Está implícita en el hecho de ser mexicanos. La advierte antaño nuestro himno nacional, donde habla de tener a los hombres de la historia en un recuerdo de gloria, y esforzarnos como ellos para significarle al país un laurel de victoria. Porque solamente con fe y profesionalismo en el quehacer cotidiano, lograremos que al concluir la jornada que Dios nos permita en este mundo, cada ciudadano, soldado de la patria, se haya merecido un sepulcro de honor.

    Muchas gracias.

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    A propósito de galardonados: Salvador Coutiño, y Roberto Rueda, directivos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en Querétaro y la Zona Occidente, respectivamente, acompañan (arriba), al gobernador José Eduardo Calzada, quien con el rector nacional del ITESM, Rafael Rangel Sostmann, entregan Beca de Excelencia y Titulo Profesional a Eloy Caloca Lafont.

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    Asimismo una representante del rector de la UNAM, José Narro Robles, lo felicita por el 10.0 en su segunda carrera profesional.

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    El Alcalde de Corregidora, José Carmen Mendieta, reconoce a Omar Caloca Lafont con el mandatario queretano, por ganar el Certamen Estatal Sobre Valores en el que participaron 55 mil niños de primaria de toda la entidad

    Discurso del licenciado Eloy Caloca Carrasco, Premio Nacional de Tesis 1982, pronunciado a nombre de los galardonados en los 25 años del Certamen de Tesis profesionales que organiza la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México.

    LA NUEVA LEY SOBRE INFORMACIÓN

    INNECESARIA

    ¹

    –Primera parte–

    En un país donde se reglamenta la libertad de expresión, deja de haber libertad.

    (Mayo 12 del 2002)

    En los últimos cuatro gobiernos del Partido Revolucionario Institucional en el poder era ya una costumbre que al inicio de cada periodo sexenal se planteara la necesidad de reglamentar el derecho a la información. Se hacían foros, se recogían opiniones, participaba el gobierno, congreso, medios de comunicación, académicos, incluso la ciudadanía en general, pero siempre se llegó a la misma conclusión: a nadie le conviene reglamentar el Derecho a la Información.

    El gobierno refrendaba su respeto a la libertad de expresión, reiteraba el compromiso de cumplimentar su deber de garantizar la información y la prensa retomaba su fuerza y poder, lograba cada vez más una mayor apertura informativa, apertura que, por cierto, en mucho contribuyó al arribo del actual gobierno.

    De la apertura en la prensa, el presidente de México, Vicente Fox, llegó a decir en su programa de radio que no leía periódicos porque éstos publican puras babosadas, y no estaba equivocado, la prensa nacionalista daba cuenta a la sociedad hasta de las desafortunadas declaraciones de él y de algunos de sus colaboradores.

    Hay quienes piensan que pueden lanzar

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