Violencia

Por Bibiana Collado Cabrera

El lenguaje puede transformar la realidad y puede generar también violencia. A ese abismo se asoma este libro valiente y necesario: ¿cómo hablar de la violencia desde un idioma heredado, desde un idioma que ha permitido que exista esa violencia? Bibiana Collado Cabrera es consciente aquí de que solamente las palabras —violentas, incómodas— pueden hacer que lo oculto salga a la luz, para señalar el daño y apuntar hacia el lugar donde se esconde la herida, para que el recuerdo del golpe cicatrice, o para dar aviso a las demás: esto hay que contarlo, esto tiene que saberse. Violencia entra de lleno en el mecanismo de los malos tratos, y nos reprocha desde su aparente intimidad. ¿Qué clase de sociedad lo permite? ¿Cómo poner fin a la violencia sin participar de sus leyes?

• Idioma: Español
• Editorial: La Bella Varsovia
• Fecha de lanzamiento: 4 dic 2023
• ISBN: 9788433922335

Bibiana Collado Cabrera

Bibiana Collado Cabrera nació en Burriana (Castellón) en 1985. Es licenciada en Filología Hispánica y doctora en literatura hispanoamericana. Ha publicado los poemarios Como si nunca antes (XXXIV Premio de Poesía Arcipreste de Hita; Pre-Textos, 2012), El recelo del agua (accésit del Premio Adonáis; Rialp, 2016), Certeza del colapso (Premio Complutense de Literatura; Ediciones Complutense, 2017) y Violencia (La Bella Varsovia, 2020).

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Índice

Portada

I. Decir víctima

La palabra despecho

Bien decir

Reproducción

Aquella noche

Desviación

Negación

Toscas armas

Ejemplaridad

II. Decir veneno

I

II

III

Prorrumpir

Provisional

Indicio

Daño

Aniversarios

Desalambrar I

II

Vehicular

Memoria

Acting-out

Working-through

Falsa paz

Revuelta

III. Decir golpe

Casa

Golpe 01

Golpe 02

Postgolpe 01

Postgolpe 02

Mi golpe

Rotación

Espín

Nota a pie de página

La mediación indispensable

Voluntad

Deterioro

Consentimiento

Boicot

Abolladura

IV. Decir roto

Visita

Estabilidad

Hombría

La habitación cerrada de mi cuerpo

Redes

Calcomanía

Replay

Rodéate de cosas bonitas

Fake

Cabeza chocada contra el suelo

Notas

Créditos

Me llevo la mano al cuello, por donde me cortó. Ha dejado de sangrar. Percibo ahora que el corte era pequeño, apenas unos centímetros de grosor. Me digo que quizá no tengo el aspecto de alguien malherido. Que quizá el corte es ínfimo y el médico no me creerá. Los policías no me creerán.

Empiezo a llorar. Quiero que la herida sea más grande. La quiero más profunda. Que duela. Quiero dejarles sin aliento cuando la vean los médicos y