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Operaciones auxiliares de abonado y aplicación de tratamientos en cultivos agrícolas. AGAX0208
Operaciones auxiliares de abonado y aplicación de tratamientos en cultivos agrícolas. AGAX0208
Operaciones auxiliares de abonado y aplicación de tratamientos en cultivos agrícolas. AGAX0208
Libro electrónico269 páginas1 hora

Operaciones auxiliares de abonado y aplicación de tratamientos en cultivos agrícolas. AGAX0208

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Libro especializado que se ajusta al desarrollo de la cualificación profesional y adquisición del certificado de profesionalidad "AGAX0208 - ACTIVIDADES AUXILIARES EN AGRICULTURA". Manual imprescindible para la formación y la capacitación, que se basa en los principios de la cualificación y dinamización del conocimiento, como premisas para la mejora de la empleabilidad y eficacia para el desempeño del trabajo.
IdiomaEspañol
EditorialIC Editorial
Fecha de lanzamiento13 nov 2023
ISBN9788411841153
Operaciones auxiliares de abonado y aplicación de tratamientos en cultivos agrícolas. AGAX0208

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    Operaciones auxiliares de abonado y aplicación de tratamientos en cultivos agrícolas. AGAX0208 - José Manuel Salazar Navarro

    Capítulo 1

    Abonos

    Contenido

    1. Introducción

    2. La nutrición de las plantas

    3. Los abonos orgánicos: tipos, procedencia y características generales básicas

    4. Distribución de abonos orgánicos

    5. Abonos químicos: características generales básicas

    6. Distribución de abonos químicos

    7. Limpieza y conservación diaria del equipo, herramientas e instalaciones empleadas en el abonado

    8. Realización de acopios de abonos

    9. Ejecución de la limpieza, desinfección y ordenamiento de las instalaciones, equipos, máquinas y herramientas utilizadas

    10. Distribución manual de dosis en el momento adecuado y de manera homogénea

    11. Tipos, componentes y uso de pequeña maquinaria o equipos utilizados en el abonado de cultivos

    12. Normas de prevención de riesgos laborales

    13. Resumen

    1. Introducción

    La mayor parte de las producciones agrícolas a nivel mundial se cultiva en lugares con climas áridos y semiáridos. Estas zonas disponen de unas condiciones óptimas de temperatura, humedad relativa y luz, que favorecen y permiten un buen desarrollo de los cultivos. El único limitante de estas zonas es el recurso hídrico, puesto que se producen escasas precipitaciones y se distribuyen concentradas por lo general en unos pocos meses.

    Al implantar cultivos reiteradamente sobre un mismo suelo se produce una paulatina pérdida de nutrientes y una disminución de la productividad del suelo. Está claro que existe un gran número de factores que pueden, de forma más o menos conjunta, provocar esta menor productividad. El suelo está irremediablemente condicionado por una serie de fenómenos naturales como la erosión y el lavado de nutrientes por el agua de lluvia que, unido a otros efectos negativos que reducen la fertilidad del suelo, provoca pérdidas de nutrientes que se suman a las extracciones de los cultivos.

    La labor de abonado intenta corregir esta pérdida paulatina de fertilidad, permitiendo restituir a los suelos los elementos nutritivos que las plantas extraen, o que los suelos pierden por lavado, por erosión, etc.; poniendo a disposición de los cultivos los nutrientes que precisan para su óptimo desarrollo. Aceptada la necesidad de utilización de los abonos, es imprescindible también su correcta aplicación y manejo para que cumpliendo su finalidad productiva se respete el medioambiente.

    2. La nutrición de las plantas

    Las plantas se diferencian de otros seres vivos en que generan su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas que obtienen del ambiente que les rodea: atmósfera y suelo. Son, por tanto, seres autótrofos que producen las sustancias para su crecimiento mediante el proceso de la fotosíntesis, que consiste en la captación y utilización de la energía de la luz para transformar la materia inorgánica (agua y sales minerales), con ayuda del dióxido de carbono (CO2), en materia orgánica para su crecimiento y desarrollo.

    Importante

    Los seres autótrofos son aquellos que son capaces de elaborar su propia materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas.

    Analizando los elementos necesarios para la fotosíntesis y la composición de la materia seca de los vegetales, el carbono (C), el hidrógeno (H) y el oxígeno (O) se consideran fundamentales para su desarrollo. El carbono (C) y el oxígeno (O) pueden obtenerlo fácilmente de la atmósfera a través del aire sin ninguna limitación, al igual que la luz que proviene del sol. De los componentes que necesitan las plantas para poder vivir y realizar la fotosíntesis, las sales minerales en la solución del suelo constituyen el verdadero alimento necesario para las plantas. El agua es a la vez un alimento que aporta hidrógeno (H) y oxígeno (O) y un vehículo para que las sales minerales puedan ser absorbidas por las raíces.

    En ausencia de circunstancias excepcionales, como pueden ser una sequía, bajas temperaturas, suelos contaminados o enfermedades, el crecimiento de las plantas se alteraría seriamente por una deficiencia de elementos minerales. Esto justifica la importancia que para las plantas suponen las sales minerales, las cuales proceden bien de la mineralización de la materia orgánica del suelo o bien por aporte al suelo por parte del hombre.

    Para poder absorber los nutrientes disueltos en agua, la planta necesita captar mayor cantidad de agua de la que contiene en sus tejidos. La transpiración le permite eliminar a la atmósfera el exceso de agua.

    Nota

    La transpiración en las plantas se produce tanto de día como de noche.

    De día las plantas realizan la fotosíntesis, respiración y transpiración, pero desprenden más oxígeno que dióxido de carbono. De noche, las plantas realizan solo la respiración y transpiración.

    Los elementos minerales esenciales son aquellos componentes químicos básicos para la vida vegetal y el crecimiento de las plantas, de tal forma que cuando falta alguno de ellos las plantas no completan su ciclo vegetativo. En total, son dieciséis los elementos esenciales que requieren los vegetales para su nutrición. Tres de ellos, carbono (C), oxígeno (O) e hidrógeno (H), son suministrados especialmente por el aire y el agua, y no suelen faltar. Los trece restantes son suministrados por el suelo.

    Sabía que…

    El carbono (C), el hidrógeno (H) y el oxígeno (O) suponen más del 90 % del peso de la materia seca de los vegetales.

    Los criterios de esencialidad de un nutriente, en relación a la fisiología vegetal, son:

    Todos los vegetales sin excepción contienen este nutriente.

    No puede ser sustituido por otro nutriente.

    Su deficiencia o carencia provoca alteraciones en el metabolismo, fisiopatías o la muerte de la planta.

    Los elementos nutrientes esenciales, salvo carbono (C), oxígeno (O) e hidrógeno (H), se clasifican en: nutrientes principales, nutrientes secundarios y micronutrientes.

    Actividades

    1. Investigar cuáles son las necesidades básicas de las plantas.

    2. Averiguar por qué es importante para los demás seres vivos la fotosíntesis en las plantas.

    2.1. Nutrientes principales

    Los nutrientes principales son aquellos elementos minerales que los vegetales necesitan en cantidades superiores a las que existen de ellos en forma disponible en la mayoría de los suelos. Pertenecen a este grupo exclusivamente el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K).

    Nitrógeno

    El nitrógeno (N) es un elemento esencial para la vida vegetal, que interviene en la multiplicación celular y es necesario para la formación de los aminoácidos, proteínas, enzimas, clorofila, etc. En la naturaleza se encuentra en forma de gas, constituyendo más del 75 % del aire, y en el suelo, como nitrógeno mineral y orgánico. En las regiones con climas áridos o semiáridos es, junto a la falta de agua, el mayor factor limitante de las producciones agrícolas.

    Las plantas no pueden absorber el nitrógeno de la atmósfera, únicamente son capaces algunas algas y bacterias. Las bacterias del género Rhizobium, gracias a que fijan nitrógeno atmosférico y viven en las raíces de las leguminosas, aportan a esta familia de plantas el nitrógeno necesario. El resto de los vegetales absorben nitrógeno del suelo cuando está en forma mineral.

    Para que el nitrógeno orgánico que se encuentra en la materia orgánica (restos vegetales y animales, excrementos, etc.) pueda ser asimilado por la planta debe sufrir un proceso de descomposición llamado mineralización. De esta forma el nitrógeno orgánico se transforma en nitrógeno mineral.

    A su vez el nitrógeno mineral que absorben los vegetales directamente de la disolución del suelo puede estar presente en forma de amonio (NH4+) o nitrato (NO3-). El amonio (NH4+) es más estable en el suelo debido a que una parte se almacena en el complejo arcilloso-húmico. Por el contrario, el nitrato (NO3-) es muy soluble en el agua y no es retenido por el complejo arcilloso-húmico, por lo que puede ser arrastrado en profundidad y perderse por lixiviación con mucha facilidad.

    Definición

    Lixiviación

    Proceso de empobrecimiento que sufre el suelo por efecto de la excesiva infiltración y percolación de aguas de lluvia o de riego, perdiendo con esto parte de sus nutrientes.

    La arcilla del suelo y partículas de humus forman el complejo arcillo-húmico, que facilita la retención del agua y de las sustancias nutritivas. El humus es la sustancia que procede de la descomposición de los restos orgánicos por microorganismos del suelo (bacterias y hongos).

    La deficiencia en nitrógeno se manifiesta, en primer lugar, en las hojas viejas, que adquieren un color verde amarillento, y en la planta, que alcanza un tamaño pequeño. El exceso provoca una mayor susceptibilidad a las heladas y sequías y a enfermedades, afectando también a la calidad de los frutos.

    Fósforo

    El fósforo (P) interviene en la mayoría de los procesos importantes (respiración, síntesis de azucares, proteínas, etc.) de la planta y forma parte de todos sus tejidos. Estimula el desarrollo de las raíces y favorece la floración y maduración de los frutos, interviniendo en el transporte, almacenamiento y transferencia de energía.

    Deficiencia de nitrógeno que se puede observar en un sorgo: hojas adultas a la izquierda y joven a la derecha.

    En el suelo, el fósforo aparece de forma orgánica e inorgánica, aunque la mayor parte del que contiene el suelo no es asimilable por la planta debido a que no es soluble en el agua. La cantidad de fósforo soluble (asimilable por la planta) en el suelo es muy pequeña y aparece en forma de iones de fosfato (HPO4²- y H2PO4). Además, la solubilidad de estos iones depende del pH y de la presencia de otros iones como el calcio (Ca²+), magnesio (Mg²+), hierro (Fe³+), y aluminio (Al³+). Valorando todos los condicionantes, el fósforo se absorbe mejor con un pH comprendido entre 6 y 7,5.

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