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Biciosas: O la necesidad de queerizar lo queer
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Biciosas: O la necesidad de queerizar lo queer
Libro electrónico208 páginas2 horas

Biciosas: O la necesidad de queerizar lo queer

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«No sabría deciros muy bien de qué va mi libro porque trata de muchas cosas. En él analizo de qué manera los discursos de señores como Freud nos siguen afectando; también es un trabajo de recuperación de una historia necesaria para muchas, de defensa de la bisexualidad como herramienta de desestabilización y como identidad política. Y, por supuesto, este libro va de feminismo y de teoría queer, de mantener luchas hermanas y de generar alianzas inesperadas. Aquí encontraréis unas pinceladas al aire que, quizá, a alguien, igual que a mí, también le hagan falta».

Ana Amigo

«Este libro tiene los ingredientes necesarios para seguir pensando de manera crítica y avivando la reflexión colectiva frente a las ortodoxias, las intransigencias y los actuales marcos discursivos del conmigo o contra mí… vengan de donde vengan».

Gracia Trujillo
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 jun 2023
ISBN9788412731507
Biciosas: O la necesidad de queerizar lo queer

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    Biciosas - Ana Amigo Ventureira

    AGRADECIMIENTOS

    Este libro no es solo mío, este libro es de mucha gente ya que son muchas, muchísimas, las personas que lo han hecho posible. Desde aquellas que han luchado antes, a quienes escribieron los textos en los que me he basado para desarrollar todo lo que aquí planteo. Gracias por la lucha en las calles y en la academia. Porque fuisteis, somos.

    A Ana y Lidia por su apoyo y por hacer posible que hoy este libro esté en las manos de quien lo lee. Estoy enamorada de Kaótica Libros desde que la conocí hace tiempo, es un placer formar parte de esta familia en la que tan bien acompañada me encuentro.

    A Lucas por haberme recomendado el máster en el que surgió la idea de este proyecto y durante el cual aprendí tanto. También a mis directoras de tesis, Montse y Renée, que me animaron, como siempre me animan a todo, a inscribirme a pesar del poquito tiempo que faltaba para la fecha de la defensa.

    A Gracia, por haber dirigido lo que originalmente fue el trabajo final de dicho máster y que ha acabado por convertirse en Biciosas. También por su tesis doctoral, que ha inspirado en gran medida este trabajo, por su interés en el mismo y por sus aportaciones. Le agradezco, además, que haya invertido tiempo en redactar el prólogo que acompaña a este libro y que tanta ilusión me hace que haya escrito ella.

    Gracias también a las personas que pacientemente me dedicaron un hueco en sus, me consta, ajetreadas agendas para participar en las entrevistas. He reflejado vuestras vivencias y percepciones de la mejor manera que he sabido hacerlo. Espero que todas os sintáis representadas.

    A todas las compas y amigas a las que cito en el texto, que han dedicado tiempo a debatir conmigo, a contarme sus experiencias y a explicarme sus perspectivas. A Daniela por acordarse de mí y mandarme referencias, a Kiko por recomendarme las revistas. También a las que no aparecen (en algún momento tengo que parar de mencionar a gente) pero que han estado igualmente apoyándome a lo largo de este proceso de aprendizaje.

    A Salu, por las horas hablando sobre bisexualidad, por el apoyo, las shandies, los pitis en el salón (aunque ahora ya no fume), las camisas de palmeras y las lecturas conjuntas de este texto. Esta noche cenamos pizza, Tuki.

    A Adriana y a Traba, por aquel espacio hablando de comunismo, feminismo y bisexualidad. Gracias por ese tiempo tras una asamblea de cinco horas que acabamos prolongando dos horas más, mientras Ana escuchaba atentamente, porque era necesario. También a Ana, la mejor bolloaliada de debate que una biciosa puede tener para profundizar en determinados temas.

    A Avante LGBT+ y a la Rede Galega de Estudos Queer (RGEQ) por proporcionar espacios de debate, de con-tacto (como diría Fefa) y de crítica. Es un orgullo y una suerte estar cada día a vuestro lado. Sois casa, esa de la diferencia de la que hablaba Lorde.

    A Elpi, por el apoyo emocional previo a la publicación de este libro, cuando chorimicaba por no poder incluir todo lo que quería. También por haber escrito Bifobia. Todavía recuerdo el día que lo fui a encargar en una pequeña librería de Ferrol, lo había visto unas semanas antes en Antinous y no había podido llevármelo bajo el brazo. Me alegro de haberlo leído, releído, citado y recitado. A Elisa, a quien nunca podré dejar de agradecerle que publicase Resistencia Bisexual. Has posibilitado mapas para una disidencia habitable, querida, y cambiado más cosas de las que seguramente seas consciente. Siempre lo recomiendo y me consta que, lectura tras lectura, nos emocionamos al vernos reconocidas.

    A Ira, por la revisión del marco teórico, los debates necesarios, las aportaciones bibliográficas y las hermanaciones teóricas dentro de ese maravilloso grupo de «amigas mutantes».

    A Ártemis, por las micro-lecturas de sensibilidad destinadas a evitar que la pifiase demasiado. Sin duda, eres mi rubber duck favorite.

    Por último, quiero dar las gracias a mi familia tradicional que, por suerte, siempre ha estado ahí. Soy consciente del privilegio que eso implica y no quiero pasar sin mencionarlo. A mi hermano, mi cuñada y mis sobris por ser capaces de darme ilusión y fuerzas en los momentos más complicados. A mi madre, por todas las conversaciones y debates, por el apoyo incondicional para que pueda ser yo misma y para que pueda dedicarme a aquello que me apasiona. A mi padre.

    A mi padre.

    DECLARACIÓN DE INTENCIONES

    El texto que aquí se inicia no pretende hablar de verdades absolutas, sino presentar un trabajo de investigación elaborado desde una perspectiva concreta: blanca, «no-discapacitada», feminizada y bisexual. No pretende tampoco huir de las incoherencias y contradicciones, sino analizarlas desde un enfoque que las abraza y considera que esas contradicciones tienen mu-cho que aportar tanto al estudio y activismo bisexual como queer.

    Como cariñosamente me ha recordado Curro Sánchez que le dije una vez: «yo no quiero visibilizar la bisexualidad, quiero hacer de ella un problema» y creo que esa es la base de la que cualquier persona debería partir al iniciar la lectura de este libro.

    En este trabajo se plantea, entre otras cosas, que el conocimiento es siempre colectivo y, en consecuencia, he buscado la manera de citar a mis amigas. Porque mucha información la encontramos en los libros y artículos, pero otra se genera en conversaciones cotidianas. Y es esa la que muchas veces nos aporta el giro necesario para seguir avanzando en nuestras investigaciones.

    Esta pequeña obra es un reconocimiento a la historia que nos precede y que, aunque muchas veces la desconozcamos, forja en cierta medida quienes somos –y quienes podemos ser– hoy. Tengo la firme convicción de que es necesario conocer la historia para –tratar de– evitar tropezar con las mismas piedras una y otra vez. Esta es mi modesta contribución.

    Escribo todo esto desde un sincero respeto y agradecimiento hacia todo lo aquí narrado, así como hacia las personas que, de una u otra forma, lo han hecho posible. Podría escribirse de muchas otras maneras, con muchos otros enfoques, pero he elegido este porque este es el punto en el que ahora mismo me encuentro. Seguro que faltan análisis o reflexiones y que algunas de las aquí presentes están equivocadas o se pueden mejorar, espero que al menos sirva para continuar el debate.

    Además, me gustaría comentar algo con respecto al lenguaje. He elegido redactar este trabajo en lo que Vasallo (2018) denomina femenino honorífico y masculino intencional. Un femenino que no pretende feminizar a quien lo lee ni invisibilizar los géneros no binarios, sino hacer honor «a todas las personas que, más allá de su identidad de género y orientación sexual, merecen ser nombradas en un femenino de rebeldía» (Vasallo, 2019, p.19). Como afirma Vasallo (2018, p. 19):

    «Posiblemente el femenino sea también un filtro para los y las lectoras. Quien se ofenda por ser nombrad* en femenino, encontrará en este libro motivos muchísimo mayores de ofensa. Porque es un libro escrito desde la disidencia para personas que se sienten orgullosas de ser nombradas en disidencia. Para personas que no se sienten amenazadas por unos cuantos géneros desplazados aquí y allá».

    Me gustaría también animar a la lectora a que juegue con esta historia-libro de la manera en la que se sienta más cómoda sin dejarse afectar por esa culpa cristiana que nos provoca no leernos un texto de principio a fin. Quizá estés interesada en la parte del VIH/sida, quizá en el análisis de las teorías queer, igual llegas a la mitad del libro y te aburre –espero que no–. Sea como sea, date permiso para hacer con el texto que tienes entre las manos lo que te apetezca, porque para eso está.

    Para finalizar, me gustaría dedicarle este texto a Hilda Doolittle (1886-1961), a la que Sigmund Freud definió como la perfecta bisexual (Castro, 2021). Estoy segura de que no era tan perfecta.

    (…)

    tende coidado: ignorádeme,

    negádeme, non me recoñezades,

    rexeitádeme; pois é contaxiosa

    esta realidade: euforia

    INTRODUCCIÓN

    Paco Vidarte (2007: 137) decía en Ética Marica: «Nos gusten o no, sirvan para mucho o para poco, las iniciativas legislativas que se han conseguido, las han conseguido todas las maricas, bollos y trans de nuestra historia, cada grupo, cada colectivo, cada panfleto, cada cartel, cada graffiti, cada acción, cada performance, cada línea escrita (…) es el fruto de una multitud de bollos, maris y trans que llevan luchando toda la vida». A Paco no le faltaba razón, pero ¿dónde estaban las bisexuales, las viciosas, las otras degeneradas?

    Las bisexuales siempre hemos estado ahí, incluidas dentro de otros grupos. Si bien en el siglo XX se extendieron prácticas políticas que se podrían calificar de bisexuales, han tendido a no nombrarse, a no concebirse; a ser entendidas y pensadas en términos de gays y lesbianas incluso dentro de los ambientes de la disidencia sexual y queer (Arnés, Correa e Itoiz, 2019).

    Esta realidad se ve reflejada en el contexto español a través de, entre otras cosas, el hecho de que apenas exista tejido activista bisexual que se enuncie como tal. Así como de que las pocas organizaciones y colectivos que existen, como Moebious (2014), Taberna Bi (2018), Bisexuales y combativas (2019) o DisturBi Col·lectiu (2021), se hayan creado particularmente tarde.

    Las bisexuales nos sentimos solas porque el activismo bisexual está en las antípodas comparado con otros activismos. Necesitamos hablar de bisexualidad y hablar de opresiones específicas; pero, sobre todo, necesitamos rellenar los huecos de la Historia Queer que nos faltan (Coll, 2021a). Esos huecos invisibles, invisibilizados, donde poder encontrarnos y reconocernos.

    El de la invisibilización no es un problema nuevo para el colectivo bisexual. El hecho de que la bandera bisexual fuera creada en 1998, el día de la Bisexualidad asignado en 1999, la B entrase a formar parte de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) en 2007, que multitud de personas famosas que se llegaron a declarar bisexuales en su día fuesen asumidas socialmente como gays o lesbianas (Amherst, 2017; Coll, 2021a), el tiempo que tuvo que transcurrir para que se celebrase el Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad (Domínguez, 2017) o el hecho de que la categoría más similar en la que se pudo encuadrar el libro de Resistencia bisexual: mapas para una disidencia habitable, escrito por Elisa Coll, dentro de las Materias BIC fuese «de interés específico para gais y lesbianas» (Amigo-Ventureira, 2021; Coll, 2021b), son ejemplos de ello.

    Así pues, el objetivo de este trabajo es aportar un marco histórico desde el que empezar a desvelar esos silencios. Conocer nuestras genealogías es imprescindible para organizarnos políticamente, situarnos en la historia es esencial para ser visibles en el presente y en el futuro.

    La idea es que «un análisis como este (…) funcion[e] al final, paradógicamente, como un archivo incompleto: (…) una compilación de las huellas, fracasos, desviaciones y violencias (…) Más que un análisis de las representaciones (…) [será] un análisis de las geografías de las invisibilidades, silencios, ocultamientos…» (Trujillo, 2015: 22).

    Porque como afirma Trujillo (2008, p. 57), «ahora que se ha empezado a hablar de memoria histórica es necesario, urgente, que empecemos a rescatar la(s) nuestra(s). Sin memoria no hay análisis ni historia posible, simplemente no existimos».

    Además, debemos tener en cuenta que la última forma de resistencia del cisheteropatriarcado es el pasado, un pasado construido, y que su forma de proteger ese ideal establecido es desposeernos de la memoria y convencernos de que somos algo nuevo (Sánchez, 2022: párr. 17). Volvernos, como dice Curro, criaturas desmemoriadas.

    Así, con la finalidad de arrojar algo de luz sobre el pasado y el presente de la bisexualidad en el contexto español, se plantean en este trabajo las siguientes preguntas de investigación en torno a las que se estructura el presente texto:

    •¿Qué papel tenían las activistas bisexuales dentro del activismo lésbico/gay entre los años 70 y principios de los 2000 en España?

    •¿Qué ha sucedido para que no haya más colectivos autónomos y potentes de activismo bisexual en la actualidad?

    •¿Cómo afectó la crisis del VIH/sida al colectivo bisexual?

    •¿Cómo han evolucionado las demandas del colectivo bisexual a lo largo del tiempo?

    •¿Cuál es la situación actual del activismo bisexual en España? ¿Cuáles son las principales demandas y reivindicaciones?

    •¿Cuáles son los debates abiertos? ¿Qué alianzas podrían establecerse con otros colectivos?

    •¿Qué vías hay abiertas para el futuro del activismo bisexual?

    En función de la bibliografía consultada y partiendo de las preguntas de investigación aquí recogidas, se presentan una serie de hipótesis. Por una parte, que quizá los colectivos bisexuales autónomos habían aparecido tan tarde, en comparación con otros grupos, porque hasta entonces las activistas bisexuales se habían visto incluidas en asociaciones generalistas, dentro del activismo lésbico y/o gay o del movimiento feminista. También que la invisibilización histórica de este colectivo era clave a la hora de analizar la tardía inclusión de este colectivo en organizaciones LGBT+ de corte generalista, así como en su posterior organización autónoma. Por otra parte, que las personas bisexuales se habían visto particularmente afectadas por la pandemia del VIH/SIDA al ser percibidas como vías de transmisión por su orientación sexual. Por último, que el discurso bisexual fue rompiendo con el binarismo con el paso del tiempo.

    También se plantearon una serie de objetivos –generales y específicos– que se explican a continuación:

    El primero de ellos era conocer la realidad de las activistas bisexuales en el movimiento gay y lésbico de entre los años 70 y principios de los 2000 en España. Para esto era necesario, por una parte, indagar sobre los motivos que llevaron a que el colectivo bisexual tardase tanto tiempo en organizarse de manera autónoma y, por otra, obtener información sobre el impacto de la crisis del VIH/SIDA en personas bisexuales.

    El segundo objetivo consistía en

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