Prosperidad: A través del Conocimiento y del Poder de la Mente

Por Annie Rix Militz

"Este manual de PROSPERIDAD fue escrito desde la base de que el pensamiento es una influencia sustancial en el mundo como la electricidad, el vapor, el calor y la luz. Que toda persona puede controlar, dirigir, transformar y disipar sus pensamientos de la misma manera que manipula las fuerzas que son evidentes a sus cinco sentidos.
Si la persona que toma este libro, ha estudiado la psicología y la metafísica desde este punto de vista, sin duda ha tenido pruebas de este poder de pensamiento. Si no lo has hecho, entonces acércate a este libro con una mente imparcial dispuesta a investigar y no a juzgar hasta que tengas toda la evidencia y hayas dado un juicio completo a las prácticas y aplicaciones recomendadas.
En muchos casos, la simple lectura atenta del libro será suficiente para producir un marcado cambio para mejor en los asuntos de uno.
Pero el deseo más ferviente de la Autora, no es que una persona sea simplemente próspera en sus asuntos mundanos por este volumen, sino que este librito sea la puerta de una nueva vida. Y que prosigas, estudiando otras obras, de la misma naturaleza, hasta que conozcas todo el gozo y la libertad que han llegado ya muchas otras personas, que han encontrado su paz y felicidad viviendo los principios que aquí se defienden.
La Autora siempre estará contenta de escuchar a aquellos que se han beneficiado de estas enseñanzas.
Cal. A.R.M. Pascua de 1913

""Prosperidad"" de Annie Rix Militz es un libro que aborda el tema de la prosperidad desde un enfoque espiritual. La autora sostiene que la Mente Divina (Mente SuperConsciente) es la única realidad y que incorporando las ideas que forman esa mente a nuestra mente racional y perseverando en ellas, podemos desarrollar una poderosa fuerza interior. La autora, también hace una distinción entre las riquezas mundanas y la verdadera riqueza espiritual y sugiere que debemos buscar primero la riqueza espiritual para luego poder tener acceso a las riquezas materiales. Además, el libro defiende que la prosperidad y la espiritualidad deben ir unidas y que es la persona quien debe hacer esta unión a través de mantener la actitud correcta en la mente y en el corazón."

• Idioma: Español
• Editorial: Annie Rix Militz
• Fecha de lanzamiento: 5 feb 2023
• ISBN: 9798215210055

Annie Rix Militz

Annie Rix Militz (1856 - 1924), was an American spiritual writer and leader, known for her role as one of the first organizers of the new thought movement. She is mainly remembered as the founder of "Home of Truth", an independent denomination of the new thought.Through his writings and teachings, Annie shared his knowledge and experiences on meditation and concentration techniques, helping people improve their approach and reach their goals.

Vista previa del libro

De ti proceden las riquezas y el honor, y tú lo dominas todo. Y en tu mano está el poder y la fuerza; y en vuestra mano está el engrandecer y fortalecer a todos.

AHORA ESTÁ ESTABLECIDO en la mente de muchas personas que, la salud del cuerpo, es un resultado legítimo del conocimiento espiritual y eventualmente será uno de los signos de un seguidor práctico de Cristo. Pero a estas mismas personas, muchas de ellas, les cuesta creer que la salud de las circunstancias pueda demostrarse del mismo modo y sea un signo tan legítimo y verdadero de la comprensión de la ley espiritual como la curación del cuerpo. Considerando las riquezas con una mente justa y sin prejuicios, comprenderemos por qué han estado en gran parte en posesión de los no espirituales en lugar de los hijos de Dios, a quienes la herencia pertenece por derecho.

RIQUEZA RECHAZADA

Las riquezas mundanas han sido temidas, despreciadas, condenadas e incluso odiadas por los aspirantes espirituales, debido a la ignorancia de cómo estar en ellas y sin embargo no ser de ellas, cómo poseerlas y no ser poseído por ellas. Sin duda esta actitud de repudio y, ignorar la riqueza, es menos engañoso que el otro error: la codicia y el culto al dinero y el miedo a perder las riquezas. Pero los realmente sabios evitan ambas actitudes sabiendo que las riquezas mundanas no son más que un reflejo de las riquezas reales y espirituales que deben buscarse primero, después y siempre. Habiendo encontrado las riquezas del cielo, no puedes escapar de las riquezas de la tierra a menos que las repudies deliberadamente.

EL NUEVO CANAÁN

El rico estado del ser es la Tierra Prometida que pertenece al pueblo de Dios. Su ocupación por los egoístas y carnales es como los hititas, los cananeos y otros que poseían la Tierra Prometida en el momento en que los israelitas comenzaron su marcha, bajo Moisés, fuera de Egipto para recuperar su propio país. La tierra, según los espías (Núm. 13), era muy codiciada, una tierra que mana leche y miel. Esta tierra inocente era dulce, pura y buena a pesar de que los paganos la explotaban. También lo son las riquezas mundanas: impersonales, buenas, útiles, merecedoras del respeto del mundo.

Seamos veraces y no despreciemos lo que simboliza una bendición divina, ni codiciemos, por el contrario, lo que no es la verdadera riqueza; porque ¡cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! que es un dicho que se aplica tanto a los pobres ansiosos como a los ricos insensatos. No lo es el dinero mismo que es la raíz de todos los males; el dinero como tal no es más que un símbolo. Es el amor al dinero lo que crea los problemas terribles en las familias y entre amigos y echa a perder al candidato para el poder espiritual y la iluminación.

LA ACTITUD MENTAL CORRECTA

El primer paso en el logro próspero es tener la actitud correcta de mente y corazón hacia la riqueza mundana; ver que la prosperidad y la espiritualidad deben casarse aquí sobre la tierra y que la del hombre debe ser la palabra que haga del matrimonio un hecho consumado. Durante demasiado tiempo se ha considerado la prosperidad como material y carnal, una dama de la fortuna, una mujer escarlata, voluble y falsa, como la falsa esposa de Oseas, que olvidó el origen de sus riquezas. Ella no sabía que yo le había dado el grano, el mosto y el aceite, y le había multiplicado plata y oro. Durante demasiado tiempo la espiritualidad, como un monje austero, ascético, condenatorio, impráctico y exclusivo, ha repudiado las riquezas y no ha sabido que a quien Dios ha unido el hombre no puede separarlo. Esa vieja espiritualidad está muerta. Todos saluden a lo nuevo.

LA BODA DE LA ESPIRITUALIDAD Y LA BUENA FORTUNA

El hombre, como un sacerdote oficiante, se casa con estas, la espiritualidad interna y la riqueza externa, que parecían ser dos e incluso haber estado en oposición, (1) creyendo en su unión y (2) revelando que en su verdadero la prosperidad del carácter es espiritual y la espiritualidad prospera.

La prosperidad es de Dios, como la vida, la salud y la fuerza. Es privilegio del hombre usar estos dones divinos como quiera; puede usar su fuerza para derribar a otro; puede usar su salud para imponer sus apetitos a los demás; pero estos usos no disminuyen el hecho de que la fuerza y la salud son dones de Dios.

El hombre puede hacer mal uso de su prosperidad, puede derivarla de fuentes deshonestas y egoístas, pero esos son sus errores; la verdad es todavía que todo lo que es universalmente bueno en sí mismo es del mismo origen, Dios. Y la prosperidad se origina en Aquel que es todo próspero, que hace que todas las cosas sean buenas y muy buenas y nunca conoce el fracaso.

No hay bien perseguido por el hombre que, visto en su pureza y desde el más alto punto de vista, no pueda identificarse con Dios. Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la... casa de servidumbre. Yo soy el Señor, tu bien, que te libró de ese gran problema, te salvó de ese error, fracaso u otra responsabilidad: el mal que te acosa.

LA PROSPERIDAD Y DIOS SON UNO

La prosperidad es la presencia de Dios. Es esa expresión de comodidad, poder, belleza y libertad que siempre se asocia con el reino de los cielos. Siempre que se describe el advenimiento del reinado de Cristo, se usa el lenguaje de las riquezas terrenales, y las Escrituras abundan en atributos y comparaciones celestiales, extraídos de la prosperidad de los seres humanos del mundo.

Identificando la prosperidad con Dios, vemos que esta es la verdad de su ser, que es omnipresente y universal. Al estar en todas partes, no es necesario ir de un lugar a otro para conseguirlo. Lo encuentras dentro. Entonces lo llevas contigo: tú mismo eres prosperidad. Como el poeta Whitman puedes decir,

No busco fortuna, yo mismo soy buena fortuna.

Lo encuentras en el negocio que tienes ahora. Tú cumples la promesa declarada de aquel cuyo deleite está en la ley de Jehová, y en su ley medita de día y de noche... y todo lo que hace prosperará.

PROSPERIDAD UNIVERSAL E INMUTABLE

Siendo universal, la prosperidad que es una con Dios se expresa en todo y a través de todos. Se manifiesta en tu vida como abundante buena suerte. Todos los reinos del mundo te dan lo mejor de sí. En el reino vegetal tus plantas son saludables, sus cosechas son abundantes y no están sujetas a sequías, heladas, plagas o tizón; en el reino mineral se os descubre el oro y la plata, los tesoros en las rocas, los diamantes, el carbón y el petróleo; en el reino animal tu ganado crece y se mantiene en buenas condiciones; en el reino de las personas, sois magnéticos, bendecidos con amistades, con iniciativa, con capacidad ejecutiva y eficiencia.

La prosperidad, vista como una con Dios, no es temporal ni cambiable, es eterna. No está limitada en su expresión. No sólo se manifiesta en las formas ordinarias del mundo, sino que también incluye la prosperidad en la salud y en la fuerza, en los honores y en los placeres, en el amor y en el aprendizaje.

La prosperidad de los mundanos tiene las alas proverbiales, y siempre hay un esqueleto en la fiesta de los ricos sin principios. ¡Qué supersticiosos son! Construyen hermosas casas y se apresuran a mudarse a ellas, ¡porque en verdad! ¡los ricos han muerto antes de poder vivir en sus nuevas casas! ¡Qué miedo tienen de los competidores! ¡Qué descontentos con las riquezas que tienen! ¡Qué poco control