Espíritu Santo Hoy

Por Jessie Lamus

CORNISA: ESPIRITU SANTO HOY

Estás entrando a algo maravilloso, que es conocer y relacionarse con el Espíritu de Dios.

El Señor Jesús antes de ascender a los cielos les dio una promesa a sus discípulos "No estarán solos, mi Padre les enviará al Consolador, el Espíritu Santo el cual estará siempre con ustedes, y en ustedes", (Jn. 14:16-17). Espíritu Santo hoy es un libro para nuestros días, que nos muestra el cumplimiento de esta promesa, y nos lleva a entender la realidad de la existencia del Espíritu de Dios, y de su intervención actual en la vida de los seres humanos en forma personal, como instructor, guía, amigo, consolador, consejero, dándonos de su poder, ayudándonos aun en las cosas más sencillas del diario vivir, y llevándonos a experiencias sobrenaturales basadas en su presencia, su íntima compañía, su gran amor y poder.

• Idioma: Español
• Editorial: Page Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 26 jul 2021
• ISBN: 9781662490385

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¿Quién es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad.

La Trinidad se conforma de tres personas en un solo ser, una sola deidad. Es la plenitud del Dios viviente. La podemos describir así:

Padre: Dios por nosotros. La revelación de Dios creador y soberano.

Hijo: Emanuel: Dios con nosotros (Mt. 1, 23).

Espíritu Santo: Dios en nosotros, (Juan 14:17) El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

En la Trinidad encontramos el ministerio perfecto y la unidad perfecta.

Ejemplos de unidad perfecta: La Iglesia es una sola, compuesta de millones de miembros; el ser humano es un solo ser compuesto de tres partes: alma, cuerpo y espíritu. Así mismo es la Trinidad son tres personas, pero un solo Dios verdadero y único.

El Espíritu Santo como persona:

Algunas personas sostienen que El Espíritu Santo es una fuerza o una energía impersonal, pero la Biblia presenta claramente que el Espíritu Santo es una persona, porque tiene cualidades como cualquier persona.

Para que un ser sea catalogado como persona necesita tener tres aspectos: intelecto, emociones y voluntad.

Intelecto:

Pero Dios nos las revelo a nosotros por el Espíritu Santo, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios, (1-Co. 2:10-11).

-Este intelecto es la razón, es la parte cognoscitiva de la persona donde está el banco del conocimiento, del saber, la memoria, la inteligencia. En este versículo nos dice que el Espíritu Santo escudriña o analiza, piensa, conoce y revela; por eso lo reconocemos como persona.

Emociones:

Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención, (Ef. 4:30).

-Este versículo nos está diciendo que el Espíritu Santo se contrista, se entristece y esto sucede cuando nosotros pecamos o decidimos hacer lo que está en contra de Dios, de su voluntad, de su ley y de su naturaleza. Este versículo, como muchos otros de la Biblia nos dejan ver ese segundo aspecto que nos lleva a afirmar que el Espíritu Santo en una persona.

Deseo ampliar un poco más la frase de Efesios 4:30 ...fuisteis sellados para el día de la redención. El día de nuestra conversión hemos recibido al Espíritu Santo en nuestras vidas, lo que significa que ahora estamos con Dios, que somos de Él, que le pertenecemos y que esperamos con certeza el día de la redención de nuestros cuerpos que sucederá el día del rapto de la Iglesia, donde seremos transformados, de tener cuerpos mortales, de deshonra, y animales, a tener cuerpos eternos, de honra y espirituales (1 Tesalonicenses 4:16-17; 1 Corintios 15:51-53).

En Ef. 1:13-14 nos aclara aún más este concepto: En Él también vosotros, habiendo oído la Palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellados con el Espíritu Santo de la promesa, (14) que es las arras de nuestra herencia hasta la redención adquirida, para alabanza de su gloria.

-El Espíritu Santo es el primer regalo, o don de nuestra herencia. La palabra arras significa un adelanto o anticipo de lo mucho que recibiremos. A través de Él, somos de Dios, le pertenecemos a Dios, es Dios en nosotros en una íntima comunión, hasta el día del rapto donde estaremos con Jesús para siempre en la plenitud de lo que Él es y lo que Él tiene para nosotros.

Ro 5:5: Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

-En este versículo nos está diciendo que la persona que derrama el amor de Dios en nosotros es el Espíritu Santo.

-A través de los anteriores versículos podemos ver que el Espíritu Santo tiene emociones, sentimientos, y por eso confirmamos que es una persona.

Voluntad:

Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; (9) a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. (10) a otro, el hacer Milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. (11) Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere, (1Co. 12:8-11).

En estos versículos vemos como el Espíritu Santo toma decisiones conforme a su voluntad y reparte como él quiere. Él analiza cada corazón, cada vida y da conforme su parecer, los regalos dones del Espíritu para beneficio de la obra, del cuerpo de Jesucristo que es su Iglesia.

Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre, (Hechos 13, 4).

En este versículo encontramos al Espíritu Santo tomando la decisión de enviar a la obra misionera a quien él desea. Estos versículos nos confirman que el Espíritu Santo tiene la cualidad de tomar decisiones voluntariamente. Esto nos indica que él es una persona.

2

Obras generales del Espíritu Santo

El Espíritu Santo como persona se revela así mismo a través de sus obras generales, así:

Enseña:

Juan 16:13-14: Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber todas las cosas que habrán de venir. (14) Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Él es el Espíritu de verdad y no nos dejará caer en confusiones doctrinales, en falsos argumentos, o en filosofías de hombres.

Él nos llevará a toda la verdad, al conocimiento de la verdad, de la sana doctrina.

Él nos llevará al conocimiento perfecto del Señor Jesucristo.

Él nos llevará a la verdadera adoración a Jesús.

Cuando escuchamos algo mentiroso (1- Pedro 2:2) ...leche espiritual adulterada..., el Espíritu Santo mismo nos da la campanada en nuestro corazón. Él nos advierte para que no caigamos en el lazo del enemigo a través de doctrinas erróneas.

Guía:

Rom. 8:14-15: Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios, (15) pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!.

El Espíritu Santo es el que nos guía por nuestro peregrinaje por esta tierra.

No estamos solos. Él está con nosotros todos los días guiándonos.

Ya no hay temor en nosotros porque no estamos solos y expuestos al enemigo. Él estará con vosotros para siempre.

Él mantiene en nosotros la claridad de la visión de Jesús, nuestra meta, para que no nos perdamos en los laberintos de tantas y tantas visiones que el mundo puede dar.

Ejemplo: La visión de una imagen llorando o sangrando. Eso hace que quitemos los ojos de Jesús y los pongamos en esa imagen, creyendo en ella y otorgándole atributos que solo pertenecen a Dios y no a ídolos. Si hacemos esto, ya perdimos la claridad, nos desenfocamos y nos confundimos para aceptar un falso prodigio, o un poder demoniaco, y con él, al falso sanador o libertador, satanás (Mateo 24:24).

Hebreos 12:2: "Puestos los ojos en Jesús, el autor