Cetros Partidos

Por Gilvanize Balbino Pereira, Por el Espíritu Ferdinando y J.Thomas Saldias, MSc.

En España, a mediados del siglo XVI, el odio y la violencia sembraron el terror. Hombres, mujeres y niños son perseguidos, encarcelados y torturados por la Inquisición. Los espíritus inicuos siembran discordia, atraídos por quienes usan el nombre de Dios para satisfacer sus ambiciones. Marcados por compromisos pasados, muchos están llamados a dar su testimonio de fe. En el amanecer de una nueva era, las fuerzas opuestas chocan. Mientras muchas almas, sostenidas por espíritus de luz, se liberan del mal y se purifican, otras cierran los ojos a la verdad...

• Idioma: Español
• Editorial: World Spiritist Institute
• Fecha de lanzamiento: 30 dic 2022
• ISBN: 9798215437360

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Romance Mediúmnico

CETROS PARTIDOS

Relatos del cristianismo - siglo XVI d.C.

Episodios de la Santa Inquisición

Psicografiado por

GILVANIZE BALBINO PEREIRA

Por los espíritu

FERDINANDO & JAIME

Traducción al Español:      

J.Thomas Saldias, MSc.      

Trujillo, Perú, Diciembre, 2022

Título Original en Portugués:

Cetros Partidos

© Gilvanize Balbino Pereira, 2002

World Spiritist Institute      

Houston, Texas, USA      

E–mail: [e-mail]

Del Traductor

Jesus Thomas Saldias, MSc., nació en Trujillo, Perú.

Desde los años 80’s conoció la doctrina espírita gracias a su estadía en Brasil donde tuvo oportunidad de interactuar a través de médiums con el Dr. Napoleón Rodriguez Laureano, quien se convirtió en su mentor y guía espiritual.

Posteriormente se mudó al Estado de Texas, en los Estados Unidos y se graduó en la carrera de Zootecnia en la Universidad de Texas A&M. Obtuvo también su Maestría en Ciencias de Fauna Silvestre siguiendo sus estudios de Doctorado en la misma universidad.

Terminada su carrera académica, estableció la empresa Global Specialized Consultants LLC a través de la cual promovió el Uso Sostenible de Recursos Naturales a través de Latino América y luego fue partícipe de la formación del World Spiritist Institute, registrado en el Estado de Texas como una ONG sin fines de lucro con la finalidad de promover la divulgación de la doctrina espírita.

Actualmente se encuentra trabajando desde Perú en la traducción de libros de varios médiums y espíritus del portugués al español, habiendo traducido más de 160 títulos, así como conduciendo el programa La Hora de los Espíritus.

¿Por qué Cetros Partidos?

Usamos este título para simbolizar la ruptura con la tiranía y el despotismo que representaban las instituciones religiosas que, en ese momento, se consideraban cristianas, así como con sus señores quienes, desde sus púlpitos, expresaban ideas diferentes a los genuinos conceptos de fraternidad enseñados por Jesús. Cristo, estableciendo dogmas impíos, y promulgando leyes basadas en el egoísmo de un imperio enfermizo construido por manos de hombres. Esta ruptura es necesaria para quien cree que siempre es tiempo de volver a empezar y emprender su transformación personal, con la creencia en la bondad del Señor que intercede a favor de sus hijos, a través de las líneas firmes y valientes del tiempo que todo lo aclara. y la belleza de una fe racional que supera los límites de la ignorancia transformando el olor ácido del odio, la venganza y la muerte en un bendito perfume de amor, coraje y vida continuada en el más allá.

Por eso te invito, querido lector, a ofrecer nuestras manos para que juntos recorramos estas páginas sin pretensiones y encontremos, en estos cetros partidos, los ejemplos necesarios para que, conscientemente, podamos promover, con amor y paciencia, nuestra propia transformación. hacia la luz del cristianismo, sostenida infinitamente por el amor de Dios.

Ferdinando

São Paulo, 29 de octubre de 2002

Índice

Breve Relato

Nobles amigos

PRIMERA PARTE

1 Viejos caminos, nuevas esperanzas.

2  El Hogar, Calor Celestial

3  El regreso, comienzo del aprendizaje

4  Desde la llegada hasta  el paso de la luz

5  Del amor al ajuste de  la ruta del destino

6  De la luz al temerario reencuentro

7  De la insensatez al compromiso  con las lágrimas

8  En el entendimiento,  preparando el futuro

9  De la prisión a la difícil lucha  por la vida

10  De la separación al ilusorio destino

11  De la libertad a la  abrumadora realidad

SEGUNDA PARTE

1 Del pasado al verdadero perdón

2  De la diferencia al reajuste necesario

3  De la adversidad al comienzo  de una gran amistad

4  Del sufrimiento al descubrimiento  del amor

5  De las lágrimas llanto  al inevitable regreso

6  Nuevo aprendizaje.  Lenta transformación

7  Negros objetivos,  pensamientos distorsionados

8  Del egoísmo a la acción  del sufrimiento

9  De la sufrida lucha al  encuentro con la luz

10  De la realidad a la preservación  de la fe auténtica

11  Cetros partidos,  la herencia: continuar

Agradecimientos

A Dios, por la confianza.

A Jesús, por su legado de sabiduría, amor y fe. A los maestros de lo invisible ya los antepasados, por la instrucción, por el amor sagrado y eterno que derraman con gracia sobre nuestros corazones, encaminándonos a la luz del cristianismo.

A los benefactores espirituales, por su amorosa ayuda, porque sin ella no podría sostener ni siquiera una simple pluma ni seguir sintiendo el maravilloso perfume de la vida.

A los amigos en tierra, por su paciencia en los momentos de alegría o tristeza.

A los equipos de trabajo que intervinieron en la elaboración de este trabajo.

A toda la humanidad, por la oportunidad de poder participar en el mismo. Con cariño y gratitud,

Gilvanize Balbino Pereira

Breve Relato

Querido lector, lleno de esperanza, de fe y de innegable gratitud, con el alma jubilosa, volvemos a vuestros corazones a través de estas páginas.

Sin ánimo de escribir reglas ni leyes, recibimos con amor el pedido de queridos amigos de escribir esta historia real de hermanos en Cristo, amores que también, un día, marcaron nuestras vidas con valentía y redención.

Los personajes destacados de estas memorias, Esteban, Khalid, Pilar, Karim, Filipe, Alhena, Yasir, Catarina, Teresa, Hadi, Josué, Victor González, Zairah, entre otros, fueron mencionados en el libro Lágrimas del Sol. En Cetros Partidos continúan sus trayectorias, continuando su vida de apostolado y regeneración. Unidos por los lazos del amor, las luchas y los desafíos junto a estos hijos de Dios, el obispo dominico Rafael vuelve a la vida corporal bajo la apariencia de Morilo Martins para honrar su promesa de defender, en definitiva, un cristianismo vivo, libre de dogmas, ilusiones y angustia que, un día, él mismo ayudó a construir.

Respondiendo a los pedidos de los amigos que están presentes en esta obra y respetando sus individualidades y los lugares que fueron escenario de sus vivencias, se conservaron los nombres de algunos personajes y regiones para no confundir los hitos históricos, que los estudiosos describieron para la humanidad. en los relatos de ese cruel período llamado Edad Media, que marcó al planeta Tierra con la estela del dolor y la impiedad.

Nobles amigos

En todas las fases de transformación que ha experimentado el planeta Tierra en sus estructuras sociales, religiosas y familiares organizadas bajo el orden de los intereses personales, los deseos y las pasiones humanas, siempre, en lo invisible, nuestro Señor Jesús restablece la sólida ley del amor que rige las creaciones de Dios. Él equilibra el universo, convocando a sus fieles trabajadores a volver a la lucha liberadora para hacer prevalecer, un día, la propuesta de esperanza y solidaridad, pronunciada por Él y registrada en su Evangelio.

Lejos de pretender considerarme un escritor, sino como un humilde servidor del Señor, les agradezco que hayan compartido esta experiencia con mi eterno amigo y hermano Ferdinando. Con él aprendo a transformar el sufrimiento en luces de renovación.

Con alegría y gratitud por, una vez más, poder participar en tan grande tarea, pido a Jesús sus bendiciones y, para concluir, les ofrezco la siguiente nota:

¡Busca al Señor Jesús!

En todos y en todo nos enfrentamos a los obstáculos del mundo, pero el Señor siempre está presente.

No rogamos por nosotros mismos, sino: mira el Universo que lucha por la paz; madres consternadas que lloran por sus hijos que creen en silencio en la tumba; por naturaleza que también es hijo de Dios; rezamos para que las religiones se unan por una sola causa, llamada amor; que las familias sean una, la familia universal; que ningún dolor dure más de lo suficiente para que aprendamos valor.

Bendice a todos, sin distinción, porque en la vida todo es una brisa y pasa, pero tu sabiduría es eternidad que, aunque traten de derrumbarse, nunca se destruye, porque el Señor siempre será el fundamento de nuestras vidas.

Jaime, São Paulo, 29 de octubre de 2002

PRIMERA PARTE

En el mundo tendréis tribulaciones, pero ¡tened valor! ¡Yo vencí al mundo!

Job 16:33.

Dios elige a sus mejores soldados para enfrentar las batallas más duras.

Fernando

En une heure de l"amor est une vie éternelle.¹ Balzac

1

Viejos caminos, nuevas esperanzas.

En el siglo XVI - alrededor de 1530 -, después de la venida del Señor Jesucristo, Europa todavía estaba sumida en la impiedad. Las creencias nacieron y murieron. El cristianismo fue traducido por leyes católicas, representadas por la curia papal, que dominaba las mentes. El mensaje de Cristo, preparado en las más altas esferas celestiales para expandir su amor con la humanidad, había sido transformado, por manos de los hombres, en miedo, crueldad y muerte.

España, para defender sus intereses políticos y con la clara intención de desterrar de sus tierras las expresiones religiosas adversas al catolicismo, instituyó, con mano dura, un sanguinario código de leyes y una sórdida campaña contra la herejía.

Fue en la Iglesia Católica donde nació la Santa Inquisición. Unidos al poder del Estado, cada país estuvo representado por sus propios y particulares regímenes y creencias.

Los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, entraron en la historia y se convirtieron en leyendas vivas.

La reina, conceptualizada en sus principios religiosos fanáticos, y el rey, cegado por el poder, lucharon por mantener la unidad de su país. Estas personalidades ganaron el tiempo y el registro de sus reinados, y formaron sucesores, a veces más despiadados y codiciosos.

En esa época, las prisiones acumulaban judíos y musulmanes en sus estrechas celdas. Los que sobrevivieron heroicamente al maltrato y los que no renunciaron a sus creencias fueron condenados a crueles torturas.

Las llamas de las hogueras inquisitoriales convertían los sueños en cenizas y torturaban las almas silenciadas, despertando, en algunos, el odio; en otros, resignación y fe.

Estructurados sobre los cimientos de una sociedad sectaria y contemplativa, los fantasmas de la ignorancia interrumpieron la visión del progreso. La idolatría contribuyó a la formación de una sociedad intolerante e intransigente.

La creencia en la realidad de la brujería asumió grandes proporciones. Para la Santa Inquisición se convirtió en una obsesión enloquecedora. La propagación del miedo a la hechicería y la persecución de las brujas se extendieron como una gran epidemia psicológica ligada a la tiranía como forma de mantener el poder centralizado en unas pocas manos.

En muchas regiones, las mujeres afrentaban a los sacerdotes, con sus conocimientos místicos y medicinales, confundidos con demonios y hechicería. Para contenerlas, fueron reducidas a una condición de inferioridad y sumisión ante los hombres y las estrictas leyes católicas.

El poder eclesiástico, unido al poder secular para contener las nacientes revueltas e impedir manifestaciones de un grupo dispuesto a cuestionar sus actos, ordenó perseguir a los escritores, entre otros, que enfrentaron, sin temor, la difícil lucha contra la ignorancia - y médicos - que buscaban el desarrollo de la ciencia. La resistencia se organizó, creando varias organizaciones en busca de protección.

Así nació un segmento distorsionado de un cristianismo dogmatizado construido sobre los pilares de la injusticia y el terror. Se creó la imagen, por un lado, de un Dios que juzgaba y castigaba con su tribuno de santos, ángeles y arcángeles; y, por otra parte, del diablo, identificado con las manifestaciones de la intelectualidad y la cultura, y que solo servían para inducir a las mentes a la penuria de sus propias conciencias.

Graves enfermedades arrastraban a la muerte a las personas y la medicina, limitada, muchas veces contemplaba pasivamente el sufrimiento del exterminio de miles de personas sin poder contener la furia de las heridas que masacraban a los hombres por su propia ignorancia.

En este difícil escenario social y religioso, en Barcelona, vivía un médico llamado Esteban. Hombre delgado, alto, rostro enjuto, canas, en cuya tez clara resaltaban sus ojos negros y brillantes, mantuvo una expresión de seriedad, bondad y paz, enfrentó con valentía el dolor de la viudez y la tristeza silenciosa por la ausencia insustituible de su amada esposa, Amirah. Consciente de sus obligaciones para con la propia existencia, día tras día perseveró haciendo de la vida un reservorio de esperanza y trabajo, sin lamentos ni quejas. Debido a su vida intachable, su nombre fue respetado. Para sus colegas médicos, sus tratamientos y procedimientos se convirtieron en leyes reverenciadas por algunos y respetadas por otros en toda la región de España, extendiéndose a algunas regiones de Francia.

Su residencia se había transformado en un propiciatorio, una especie de hospital preparado para acoger corazones que involuntariamente amargaban la difícil limitación de una vida sufriente, que les imponía la fragilidad de su salud.

A su lado, su fiel amigo Karim², un egipcio cuyas marcas del tiempo, que daban a sus rasgos las líneas de una vida sufrida, pero que no eran capaces de quitarle la serenidad propia de quien se prepara para superar los desafíos de su camino, tal como un soldado que lucha con amor, paciencia y resignación.

Compartiendo la casa señorial estaba otro médico, Khalid³, un moro convertido al cristianismo, en cuyo rostro aparecieron los primeros mechones de pelo blanco, destacando su tez dorada y sus ojos negros. Traía consigo una deformidad en las piernas, recuerdo de la prisión inquisitorial en la que había sufrido los flagelos de la tortura por la polea.⁴ "

Con él, su adorada esposa Pilar, una mujer madura que aun conservaba una belleza juvenil. Sus ojos azules resaltaban con su sonrisa y su expresivo amor se repartía entre su hijo natural, Yasir, y Catarina, su hija adoptiva, una joven de serena belleza, resaltada por su cabellera ligeramente rubia y sus expresivos ojos claros, que por mucho tiempo fue sostenido por el amor incondicional de esos corazones.

A raíz de la viudez de Esteban, Pilar, sin quejarse, acogió con mimo y dedicación a los hijos del médico. Eran ellos, su sobrino Filipe y la encantadora Alhena, una hermosa joven cuya piel blanca contrastaba con su cabello castaño y resaltaba sus grandes y graciosos ojos.

Aquella tarde apareció un carruaje entre un paisaje pintoresco y solitario en las afueras de Barcelona. El trote de los caballos, firmemente controlado por Karim, el cochero, le daba una cadencia como de latido del corazón. A su lado, Esteban permaneció en silencio, con la mirada perdida frente al deslumbrante paisaje, cuando su amigo, con el respeto que le era característico, le dijo:

- Hijo mío, eres un ángel bendito escogido por el Señor, porque en todos estos años nunca has perdido a un niño nacido bajo tu cuidado. Tuviste éxito en este esfuerzo. Incluso dudé si serías capaz de salvar la vida de esa joven, pero tanto ella como la niña sobrevivieron. Hizo un milagro, ya que la pobre mujer fue condenada a muerte frente a esa situación tan delicada.

- ¡Siempre eres amable! No hice ningún milagro, simplemente cumplí mi tarea, la cual asumí ante el Señor, porque amo lo que hago. Por lo tanto, soy responsable de este amor. "Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos."⁵ Tengo que honrar mi elección: servir y no ser servido; vive y haz que la vida triunfe. No olvides que, antes de mi voluntad, está la voluntad soberana de Dios y a Él debemos dar las gracias de reconocimiento de todas nuestras obras. Solo somos instrumentos de las leyes que el Señor escribió y nada más.

- Perdona mi indiscreción - dijo Karim, cambiando la conversación -, pero desde la muerte de tu mujer no te he encontrado tan pensativo. Me atrevo a decir que estás triste.

- Mi amigo, recordé nuestro pasado. Nuestros caminos estuvieron marcados por hechos que nunca podré olvidar. Créeme, no estoy triste, sino nostálgico. Hoy, inexplicablemente, siento a mi amada Amirah tan cerca de mí que sería capaz de abrazarla y hasta de oler su perfume.

- Fuimos sentenciados de por vida y encontramos a quienes fueron nuestros verdugos transitorios, pero gracias a nuestra fe pudimos perdonar. Su esposa fue sometida a sufrimientos en la prisión del Santo Oficio, lo que la llevó a la muerte. Ciertamente ella tenía la fuerza de una verdadera cristiana, creo que