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Hacia la Luz de la eterna Felicidad
Hacia la Luz de la eterna Felicidad
Hacia la Luz de la eterna Felicidad
Libro electrónico603 páginas8 horas

Hacia la Luz de la eterna Felicidad

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Hacia la Luz de la Eterna Felicidad es una narrativa que nos hace ver los eventos y las dificultades en que el ser humano vive envuelto en su vida cotidiana. En ella se plantea teorías, filosofía, conocimientos, sabiduría y soluciones emprendidas en el camino del desarrollo personal y espiritual que todo humano debe permitirse vivir la maravillosa experiencia de una vida nueva llena de felicidad eterna.
El contenido, nos conduce a ver a un ser humano envuelto y confundido, quebrantado y perdido en su universo, donde no toma en cuenta un bien vivir, por ende, no le da importancia a una vida en calidad. Está sucumbido en su estado de conciencia emocional, en sus conductas, en sus propias creencias y paradigmas, encerrado en su forma de ser y de pensar, en su soledad como estado de ánimo, olvidando por completo ¿quién es realmente? Y ¿Por qué está aquí? Y lucha por una supervivencia incierta, lo que trae como resultado la falta de entendimiento y comprensión consigo mismo y con los semejantes, y no conforme se entrega a un sistema de cosas inventadas por el mismo humano para distraerse, esto lo ha llevado a modificar su humor, su carácter, su conducta, su forma de ver la vida, que aún mínimo gusto aborda sus emociones y los impulsos por obtener su mayor deseo en su instantánea felicidad corta. Y así vive robotizado en automático, descuidando que es un humano con emociones y sentimientos, que siente y padece la penuria de su verdadera necesidad para vivir y fortalecerse, como es el amor verdadero, el conocimiento y la sabiduría de la espiritualidad, por todas estas razones, el ser humano en su ignorancia ha dejado de pensar en sí mismo, en su yo interior donde radica su alma para su misión.
Hacia la luz te invita a viajar por el mundo exterior e interior místico del humano, muestra en principio, las faltas y errores que todo humano finge y vive enfrentando en sus eventos circunstanciales de una vida cotidiana, luego expone los pilares fundamentales que le sirven de instrucción, formación y educación para un aprendizaje en crecimiento y transformación como mejor humano para la vida. Te enseña que el amor es primordial para llegar a la luz y, para ello hay que entender el amor, porque sin amor no se puede evolucionar espiritualmente, igualmente, venimos con una esencia de luz a la cual hay que encender, asimismo, oír a esa voz interior. Nada se escapa en el propósito de este aprendizaje, puesto que te invita a reflexionar con el apoyo de consejos, reglas para vivir mejor, método de renacimiento para una transformación, ejercicio de meditación y conexión, fórmula para el amor, proyecto de vida y de filosofía, sin dejar pasar, que el alma es un espíritu experimentando como ser humano y, como humano debe liberar la mente, despertar su conciencia en unidad con Dios y distinguir su luz de la eterna felicidad.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 jun 2022
ISBN9788411149679
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    Hacia la Luz de la eterna Felicidad - Aura Carrero

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    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Aura Carrero Cardozo

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    ISBN: 978-84-1114-967-9

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

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    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    A mis amados hijos

    Sascha Solimni y Norton Yiroschi

    quienes nutren mi alma con infinito amor.

    A mi querida Madre Celina que me ha llenado de regocijo

    en mi existencia y comprensión.

    Mis hermanos: Carlos, Marisol y Mireyita por ser parte de mi vida.

    A todos mis sobrinos, los amo eternamente con amor incondicional.

    Dios los bendiga.

    AGRADECIMIENTO

    A mi íntimo amigo amado e invisible, quien me acompaña eternamente en todos mis pasos, me guía para llevar una buena dirección en mi vida. Es mi luz en este paraíso terrenal, quien goza del más alto nivel de inteligencia, es el Dios Celestial de la divinidad, gracias Padre por enaltecer la virtud del amor en mí y haber hecho posible crear, a través del Conocimiento, la Sabiduría y la Experiencia, esta obra de autoayuda al servicio de todos aquellos humanos que necesitan de una orientación para solucionar el camino de su vida personal en plenitud y evolucionar espiritualmente como alma en espíritu, avivando su luz de la eterna felicidad expandida en su universo.

    A Norton Pérez por acompañarme en el camino de mi amada vida sagrada y a aquellas almas que estuvieron pendiente de mi labor, dándome el ánimo para continuar escribiendo esta valiosa obra con el afán de verla hecha realidad. A todos les brindo esta iniciación maravillosa Hacia la luz de la eterna felicidad.

    Gracias y Dios los bendiga de felicidad eternamente.

    PRÓLOGO

    Hacia la Luz de la Eterna Felicidad

    La finalidad de la vida es conocer nuestro interior y preguntarnos ¿qué somos? ¿Dónde estamos realmente? Y ¿por qué estamos aquí? Si aún no has abierto tu conciencia te invito a experimentar nuevas experiencias que tienen que ver con tu vida, así como deben experimentar todos los seres humanos en este planeta. Si ya iniciaste tu camino, entonces no debes ignorar preguntarte ¿qué más hace falta que no hayas hecho en tu yo interno? Porque aún faltan experiencias para seguir cultivándote y entrenándote en tu desarrollo personal y espiritual para avivar y extender la luz que posees y que todos poseemos internamente.

    Es extraordinario y maravilloso no solo descubrir dónde radica la luz de la eterna felicidad, sino vivir la experiencia de conocimiento y sabiduría en la relación con el Ser Superior en su inteligencia, que nos lleva a instruirnos y educarnos para entender el gozo del amor, la alegría, la abundancia, la paz interior. Y solo el sentimiento que nos genera el amor supremo de la Divinidad que vive internamente en cada uno, podemos reconocer la eterna felicidad verdadera y compartirla con todos los seres que nos rodean. Este es el regalo de Dios para la humanidad, pero saberlo distinguir no es tan rápido de entender, hay que aceptar cambios en nuestro ser, morir para nacer de nuevo, con un corazón nuevo, un espíritu nuevo, con una forma de pensar nueva.

    Si piensas en la siguiente pregunta ¿es posible? Te respondo sí es posible, desde el mismo momento en que tu voluntad toma la decisión de morir en vida para dar pasos a una transformación, un nuevo nacimiento en cuerpo-mente-espíritu, donde el amor, la bondad, la tolerancia, la observación, la mansedumbre, el agradecimiento, la fe, el perdón, la bendición y la libertad prevalezcan en importancia en todos los eventos de la vida a fin de que esta sea plena y llena de felicidad infinita. Dios nos ha gratificado con dones a través de la gracia y, es por ello, aunque no lo merezcamos, Dios está dispuesto a complacernos y amarnos sin límites.

    No obstante, la especie humana debe revisarse en sus conductas, en las creencias, en los estados de ánimo, en la forma de pensar, en sus sentimientos, pensamientos y experiencias y educarse para la vida, tomando como punto de referencia el interés por la disciplina para crecer como humano y evolucionar en el camino espiritual.

    El ser humano requiere de una constante formación y preparación para su vida, tener el deseo intenso de querer aplicar lo que ya sabe, sus enseñanzas para su desenvolvimiento y hacer que su luz crezca y se expanda cada día más en el universo.

    Te invito a recorrer con mis palabras, por el camino del despertar en grado de conciencia para llegar adonde debes llegar, en alto nivel de consciencia. Esto solo puede darse identificándote, reconociendo, aceptando con conciencia de quién eres, para así, conscientemente, corregir tus errores en tu forma de pensar, en tu conducta, en tus actitudes, en tus expresiones, y te amoldes a ser un humano nuevo, renovador, aplicando los principios, éticos, morales y espirituales, con actitud responsable y equilibrada, organizador y planificador, visionario y prometedor, reconocedor y cumplidor, sereno y amoroso de tu misión en la vida.

    Hacia la Luz de la Eterna Felicidad es una iniciación indispensable y fundamental para avanzar en el desarrollo personal y espiritual, de hecho, te ayuda a encaminarte, esclareciendo primero los factores que te impiden cambiar, segundo que logres llegar al entendimiento, a través del orden de los pensamientos, los cuales pueden ser controlados para tu enfoque principal, tercero, que la experiencia de la transformación la sientas y vivas para el disfrute.

    En la medida que vayas entrenándote y educándote, paso a paso tu conciencia se irá moldeando, detallando ese cambio, en ese ser que anhelas ser y quieres ser, con el propósito de que camines despierto y no camines dormido, de manera que logres el fin de sentirte claro y firme en tu pensar, y solo la disciplina hace posible que tu pensamiento te lleve a pensar reiteradamente en lo que piensas, debes, haces y tienes. Esta formación es parte de tu inevitable renacer.

    Todos, en algún momento de la vida nos topamos con ese llamado espiritual, y es aquí y ahora que acontece la oportunidad de responder a la intuición, que no es más que el llamado de la voz espiritual oculta detrás de tus sentimientos y pensamientos para vivir la experiencia magnificada de tu ser íntimo. Sin embargo, hay mucho camino que recorrer todavía para llegar a entender la verdad de nuestra existencia.

    El contenido de las páginas muestra un análisis de los aspectos que nos hacen sentir quebrantados y perdidos en este universo, pero que nada está extraviado cuando deseamos encarrilarnos por conseguir lo extraordinario de una vida mejor y plena de felicidad. Para ello es fundamental realizar la lectura con conciencia para llegar a lo consciente, siguiendo el enfoque de lo que se pretende, conocernos mejor como individuo y transformarnos en mejores entes como humano y como espíritu.

    Es necesario amarnos y amar la vida, el cambio está en hacer brillar tu luz y expandirla por el universo, solo debes seguir las indicaciones y apreciar los consejos, las guías, las reglas, los ejercicios de meditación y conexión, el método de renacimiento, las reflexiones y las motivaciones encaminadas a evolucionar el alma como humano para su entendimiento y comprensión.

    Hacia la Luz de la Eterna Felicidad te invita a conocer que el amor es tan necesario para la vida en existencia, que para llegar a la luz hay que entender el amor, pues por el camino de tu cándido amor llegas a la comunicación con Dios. Por otro lado, te ayuda a despertar con otra visión del universo, la más optimista para mejorar tu yo y llegar al conocimiento. ¿Quieres conocer la felicidad y ser eternamente feliz? ¿Estás dispuesto a vibrar en tu energía y escuchar tu voz interior, la conexión con Dios? ¿Deseas transformar tu espíritu para ser mejor humano?

    Para llegar al propósito, es importante que tengas presente tu serenidad y seas consciente del contenido de las lecturas y guías, porque solo así remembramos lo aprendido. A la humanidad le urge valorar y distinguir ese humano en su nueva presencia renovadora. Este es apenas el principio de un aprendizaje profundo, aún queda camino que recorrer para llegar al alto grado de conocimiento y sabiduría a fin de entender el comportamiento humano, y saber cuándo nuestra alma está lista para su perfección.

    Bienvenido, Hacia la Luz de la Eterna Felicidad.

    La autora.

    PRIMERA PARTE

    EL COMPORTAMIENTO

    HUMANO ESTÁ EN DECLIVE

    LECCIÓN 1

    LA BÚSQUEDA DE LA ARMONÍA

    DEL SER HUMANO

    La felicidad es el mayor deseo que ha

    conmovido al ser humano para vivir.

    El bien vivir está en apuros. Urge un plan de vida.

    He venido preguntándome, desde hace tiempo, ¿por qué hay humanos que tiene un mal vivir y piensa que viven bien? ¿Será que se dejan influenciar por un mundo poco realista para vivir en el reino mágico de la fantasía? ¿Ese es el mundo en qué se vive? ¿Acaso somos así felices? ¿Es que se está dejando de pensar en sí mismo y de buscar la verdadera felicidad?

    Me gustaría creer que no se le ha dado importancia o ignoran un bien vivir donde reside la verdadera alegría de la felicidad, la que dura, la que es completa y eterna, la espiritual, pero he palpado que gran parte de la población dice vivir bien y están creciendo en una vida sin sensibilidad, muy automatizada por completo, sin darse cuenta están dejando de pensar en sí mismos como seres, esto me ha venido inquietando interiormente, desde hace tiempo, ya que el pensamiento propio por naturaleza ha ocupado un segundo lugar en orden de importancia, y se ha olvidado que su deber es pensar, pues muchas veces me he imaginado ¿qué será de nosotros o de la nueva generación en el mañana? Aunque no todos los humanos somos iguales, es inevitable que en algún momento se caiga en la trampa, por así denominarlo y nos contaminemos, las debilidades siempre están a la orden del día. Por este motivo surgió la necesidad de mi interior en escribir esta grandiosa obra, que guiará a todos aquellos que sienten la misma sensibilidad e inquietud como yo por reflexionar, ¿qué estamos haciendo nosotros como humanos con nuestra vida? ¿será que la vida no tiene un valor significativo? Y la respuesta es que se vive por vivir. Mi experiencia es que no solo lo he sentido y lo he pensado, sino que lo he visto y lo vivo en cada instante, en cada situación circunstancial que me toca enfrentar.

    Dicen que existe una felicidad perpetua, yo la aprendí de las doctrinas bíblicas y jamás la he olvidado, puesto que forma parte de un magnífico propósito del plan de Dios, para la vida de todas las almas que desean experimentar como seres humanos. Sin embargo, quiero manifestar este mensaje que sale de mi alma: escucha tu corazón, escucha la voz de tu alma, sé que no es tan fácil oírla, cuando se han pasado muchos años de vida muy distraídos y casi con la conciencia dormida, pero se puede oír a través de la intuición, ella nos lleva y nos encamina a identificarnos con ese yo interior, por tanto, despierta porque nada es imposible, cuando se cuenta con la voluntad de querer ser feliz, así de fácil.

    Acompáñame en las siguientes líneas de conocimiento para entender por qué razón se vive con tantas contradicciones, pero pasan en este universo, del mismo modo, saber qué tan dormida está la conciencia que poseemos.

    Indiscutiblemente, si iniciamos hablando de la vida de un bien vivir a fin de mantener la felicidad es sustentable esta teoría, sin embargo, déjame decirte que ella está en apuros, en emergencia, requiere atención y se está dejando pasar para depender de un vivir bien y decir soy feliz. Opino que la felicidad no tiene nada que ver con el materialismo, pero no se puede negar, que en cierta forma influye el ego en el plano físico y nos da la ilusión de imaginarnos lo que deseamos, esta es una felicidad corta y muy casual y pertenece a la esfera terrestre. En esta felicidad gran parte de la humanidad está envuelta e inclinada a disfrutarla, tristemente de allí no se avanza.

    Antes de contar mi historia de hechos experienciales quiero distinguir las clases de vida que observé en cada ser humano a fin de facilitar el entendimiento acerca de las situaciones cotidianas en que vivimos sumergidos, quizás sin darnos cuenta o con conciencia, pero dormida, de lo que hacemos.

    La vida que llevamos puede ser muy compleja para unos y fácil para otros. Por ejemplo: para los que llevan una vida compleja, muestran un estado de satisfacción en su modo de vivir que, a pesar de lo dificultosas que puedan ser sus vidas, jamás se dan por enterados si están o no en la verdadera felicidad, lo cierto es que aseguran ser felices. Cuando alguien se acerca a este tipo de humano y le pregunta: «ahora que vives a tu gusto ¿cómo llevas tu vida?». Aquí pude observar, que muchos no hacen más que titubear con la respuesta, indicando una mentalidad confusa, y digo esto porque mucha gente da infinidad de respuestas muy diversas, todas sin ser certeras acerca de lo que define realmente un bien vivir, pero sí de vivir bien, ellas tratan de improvisar entre chismes, hipocresía y arrogancia, en sus conversaciones, buscando la mejor contestación, estas fueron sus respuestas:

    «Bien, enamorada de lo que tengo para vivir bien, mi trabajo me lo da… soy feliz».

    «Me ocupo en ver que nada falte para vivir bien, y eso me hace feliz».

    «Bien, porque estoy en cada moda, mira esta… qué felicidad».

    «Tengo de todo, siento que estoy en la gran vida de mi vida, vivo bien, soy feliz».

    Para los que muestran una vida fácil, muchos de ellos no le han prestado atención a nada y viven sin saber en dónde está su felicidad con respecto a la vida, lo que si es cierto es que no es un bien vivir realmente, esta clase de persona con su poder adquisitivo apunta más a vivir bien, no obstante, el estado del ego es el que actúa y responde, entonces su reacción es esta:

    «Bien, la vida hay que disfrutarla de joven, mientras viva bien soy feliz».

    «Como vivo bien, no tengo de qué preocuparme estoy feliz».

    «Mi buena vida me da la oportunidad de disfrutarla, siento que vivo bien, por lo tanto, soy muy feliz».

    Era sorprenderte ver cómo el ego manipulaba y hacía de las suyas, posicionándose en estas almas ante el sagrado concepto de felicidad. Sin pensar más en mis opiniones, me detenía a examinar sus respuestas y notaba una mezcla de verdades y mentiras, de las cuales en sus reacciones ellas disfrutaban de alucinar y fantasear, dejando entrever a quienes las escuchaban, con el juego de los gestos y la cara tensa y paralizada, mostrando en sus ojos una asombrosa mirada de fijación. Esto lo veía y oía decir una y otra vez, en distintos lugares por donde me desplazaba, ya estaba familiarizada con las fulanas respuestas. Actualmente, continúa existiendo este grupo de personas, en su gran mayoría con este pensamiento y forma de ser tan peculiar.

    Para cumplir con mi compromiso de investigación secreta con el deseo de desarrollar la obra, decidí ahondar primero en el tema del pensamiento, partiendo de lo que significaba para la gente tener un bien vivir, si era lo mismo que un vivir bien la vida que con duda me pregunté muchas veces. Analizando a fondo ambos contextos me parecían diferentes, una cosa era un bien vivir y otra un vivir bien. Entonces, si quería descifrar y precisar el significado de cada uno, debería comenzar por introducirme en los distintos niveles de la sociedad para sentir lo que es, desde una buena vida hasta la vida en común, la que involucraba e involucra hoy a la gran mayoría de la masa poblacional, sin olvidar aquellos con escasos recursos de poder adquisitivo. No fue tan fácil incluirme, el temor me invadía, pero mi fuerza era mayor en la necesidad de escribir mi obra, así que me lancé a vivir experiencias en mundos desconocidos para buscar resultados y, con el tiempo descubrí que en mi pensamiento no había la menor duda con respecto al concepto de vivir bien y de un bien vivir. En tal sentido, viví la experiencia en su pensar con respecto a sí mismo y en su comportamiento ante la vida y, di por concluido que era muy distinto el significado uno del otro en el modo de ver la vida relacionado a la felicidad.

    Pude detallar, que mientras a unos en su lujo no les faltaba nada, pues la abundancia caracterizaba sus personalidades, estos se definían como un vivir bien y eran felices. Otros vivían dependiendo de un esfuerzo de trabajo para ahorrar y obtener lo deseado, estos tempranitos sudaban el día a día, también se definían vivir bien y sentían felicidad. Sin embargo, otros más en su penuria vivían al día, lo que significaba comer hoy y mañana vemos. Este último grupo solo tenía lo necesario para llevar sus vidas, mientras no les faltara el alimento, cualquier cosa era buena de comer, siempre que tuvieran una buena digestión para mantenerse sanos, así pensaban con el vestir, la necesidad era arropar su cuerpo de las temperaturas y del pudor por exigencia de una sociedad civilizada, mas no exhibir en pretensión y se definían también vivir bien, aunque estaban claros que no tenían lujos, nunca faltaba un pastel de cumpleaños, y así definían su felicidad, era una felicidad inestable, a corto plazo. Todos estos grupos de humanos ignoraban la existencia de un mundo interior, solo sabían ver lo que les rodeaba en su universo, pero pensar más allá de los límites, no era con ellos. Quiero resaltar que en estos testimonios no califica a las poblaciones indígenas, cuyas formas de vida y de pensar son de la esencia natural y dignas de admiración, además ese tema no se expone en este tratado.

    Bien, para continuar con el estudio, opino a modo rápido, que todos los seres humanos deberían preocuparse un poco más por sí mismos, mirar su interior, pensar en la vida que llevan, tener seriedad para encaminarse bien en los asuntos de la vida, concentrarse en cómo podrían llevarla mejor, y conocer lo que significa tener un bien vivir sin comparación. Igualmente, comprometerse a vivir las experiencias, puesto que la tarea primordial en este universo es saber vivir, pensar, crear, experimentar, amarse, agradecer, compartir, perdonar, bendecir y sentir libertad a fin de conseguirle sentido a la vida y disfrutarla con alegría, no obstante, el aprendizaje debe venir desde su interior para conseguir el conocimiento y seguir avanzando.

    Te invito a compartir mis experiencias, acompáñame en el recorrido de las siguientes líneas de conocimiento y sabiduría.

    La luz de la aventura experiencial

    Para la aventura de esta obra, tuve que estar atenta a estudiar otras facetas del ser humano en sus diversas acciones de su vida cotidiana y ver cómo lograba entender lo que ya estaba sucediendo, así que me di la oportunidad de experimentar durante mi trayecto una serie de experiencias de cada humano que me llevó a convertirme, sin darme cuenta, en la observadora más eminente y sin competencia, bueno eso era lo que pensaba. Nadie podía sospechar mi compromiso personal, la tarea duró algunos años, pues las distintas escenas que mis ojos presenciaban cada día, fueron elementos fundamentales que sirvieron como punto de inicio para tener una clara visión de las causas que motivaban el desorden de vida y/o confusión mental que tenían los humanos en su comportamiento, sin siquiera tomar en cuenta la conciencia, olvidándose por completo el humano de sí mismo para vivir una vida automatizada y condicionada.

    Cada momento que recorría confirmaba en mi pensamiento lo confusa que estaba la gente con eso de que vivir bien es una felicidad. Tenía tantas piezas reunidas en mi anterior experiencia con respecto a la visión del pensamiento de un vivir bien y, sin embargo, notaba en las caras mucha infelicidad y desilusión, entonces, me di la tarea de esclarecer muchas dudas entre vivir bien relacionado a la felicidad y el bien vivir, más bien parecía que se desconocía el verdadero significado de este último. Y así, pasaron algunos años en donde nada cambiaba, el ser humano seguía siendo feliz por ratos e infeliz en su larga vida. Luego, me dije, manos a la obra, ahora toca escribir el libro que tanto soñé donde el ser humano despierte su conciencia, piense en sí mismo qué está haciendo con su vida y evalúe su conducta con el fin de que aprenda de sus errores y acepte un cambio, porque cambiar es la mejor decisión que puede tomar, no obstante, esto llevaría un proceso de transformación de un nuevo humano, apoyándose de algo muy olvidado, el camino espiritual, el cual le lleva a entender y comprender la vida entre humanos, solo así se puede evolucionar y conseguir avivar la luz de la eterna felicidad.

    Bien, adentrando en mi historia, cuando observaba a la gente, me sentía como una detective de investigación en busca del anzuelo que me diera la oportunidad de descubrir algo asombroso con respecto al comportamiento de los humanos. Tristemente nada conseguía de asombroso, veía a todas las personas que apuntaban a ser normales, repetir las mismas actuaciones y hasta los mismos pensamientos a la hora de opinar. Cada vez que hacía preguntas a cualquier persona como, por ejemplo: ¿cómo quieres pasar tu vida? ¿O qué opinas de la felicidad? Respondían como humanos robotizados en automático, y no es que el pensamiento automático no existiera, existe. El pensamiento automático es aquel que responde en forma muy rápida sin prever y sin pensar, es decir, sin conciencia de lo que se dice, eso opino. Pero si se trataba de dar una mejor respuesta y quedar bien, allí la gente se frustraba, hacía un silencio y no sabía qué decir, su respuesta era un no sé, o un movimiento de la cabeza y de hombros, imagínatelo nada más.

    No obstante, continuaba con mi compromiso para poner en claro una pregunta que saltaba en mi pensamiento y que podía ser la clave: ¿qué conducía al humano a ser conforme y repetir modelos de vida de una felicidad que es incompleta? Pero surgía dentro de mi interior otra incógnita y esta era muy importante ¿por qué dejar al olvido la felicidad eterna? Hoy no es un secreto, las religiones en el mundo lo han dicho que existe una felicidad eterna, una felicidad infinita, de goce, una que no se termina, que no tiene fin. Si eso es entendible, ¿por qué olvidarla? ¿Por qué dar preferencia a otras banalidades? Seguro se piensa que esta felicidad solo se va a conseguir después de la muerte y ya. Cuánto desconocimiento hay en materia espiritual. Sentía en mi cabeza un mar de preguntas sin respuesta. Así que decidí calmarme para iniciar mi tarea en el desarrollo de esta obra.

    Bien, puede que no hayas entendido el principio de esta lección titulada: el bien vivir está en apuros, el cual comparo con el vivir bien, como mucha gente lo ha llamado y lo llama todavía, convencidos de que para vivir la verdadera felicidad hay que tenerlo todo o al menos satisfacer gran parte de sus gustos, de no ser así, no hay vida feliz. Para aclarar esta posición intento relacionarlo con el estado de armonía y ver dónde está el equilibrio de las energías, del pensamiento, de la palabra y las acciones del ser humano para con la verdadera felicidad, pues mi propósito es que conozca dónde radica la felicidad eterna, tomando en cuenta el bien vivir. Así que de nuevo me preguntaba: ¿qué pasó con el sentimiento del amor? Ese que mueve el alma y el corazón e invita a sentirnos bien en nosotros mismos, ¿es qué acaso quedó por fuera? ¿Qué opinaría el amor de todo esto?

    Para seguir ahondando en mi trabajo, tuve que examinar el modo de vida de los habitantes, sus conductas, su carácter, su forma de pensar, su temperamento, su forma de expresarse, hasta el caminar en su estado de ánimo, en las tristezas y alegrías para comprobar los sentimientos en su razón de ser. Seguidamente, sus pensamientos en sus acciones y reacciones con respecto a su visión de la vida y, por último, la realidad que notoriamente se experimentaba, la cual notaba que pocas personas buscaban experimentar una vida espiritual, al menos no negaban que habían oído de su existencia, pero la mayoría no sabía lo que significaba una vida espiritual, muchas pensaban que eso era para los elegidos de Dios o, quizás porque había sido de su preferencia entrar y vivir una vida espiritual. A todo esto, me incluía en participar en este ejercicio experiencial, puesto que, si quería dar certeza a mis pensamientos de cómo veo la vida, debía vivirla y sentir como los demás con todas las experiencias necesarias para lograr descifrar y obtener respuestas claras que pudieran ayudar a otros en sus necesidades.

    Por años pude comprobar que los seres humanos en su gran mayoría repetían, constantemente, modelos de pensamiento, de carácter, de conducta, llevando una disciplina de formas de vida, de hábitos, de creencias que nos han enseñado nuestros padres, la escuela y doctrinas de templos, etcétera, pero que no inducen más que a seguir continuando una vida automatizada, sin pensar mucho en lo que realmente cada quien quiere ser, sino llevarla como creen que debe ser, y así continuar multiplicándose inevitablemente por la humanidad. Visité algunas congregaciones, oía sus discursos, estuve en iglesias en su hora de la liturgia, presté atención a instructores religiosos, observé a grupos atentos a escuchar las doctrinas para seguir sus modelos, a trabajadores de oficina entre papeles reaccionando explosivamente en tal o cual acción y mencionando a un Dios injusto, castigador. Nada me sorprendía, pues la actitud de cada humano no era enfocarse en lo suyo propiamente, sino en lo que los demás deseaban ver, hacer, tener y sentir. El ser humano es lo que otros desean que sea. Suena conflictivo y duro, pero es así. Entiendo que no se puede generalizar, porque hay muy pocos humanos y bien para contar que no están viviendo una vida automatizada sin conciencia, son lo que desean ser, auténticos y claros en lo que quieren.

    Sin embargo, existe gran parte de seres inigualables, producto del resultado de una gran era, llámese de la ilustración, del simbolismo, del modernismo, de la revolución industrial, cuyas funciones más significativas en cada una, eran marcar una línea de tiempo extendido en la civilización. No obstante, surge para la humanidad entera, creada también por el humano, la era de la tecnología y su relación con los mismos humanos. Esta es y ha sido una innovación que ha tenido un lugar preponderante en la vida interior y personal de todos los seres humanos, pues ha marcado señales muy acentuadas para establecer el crecimiento personal de objetivos y metas, a través de su tecnicismo rápido, sirviendo de auxiliar en el desarrollo de la inteligencia artificial. Para ese momento quienes no estaban preparados sintieron rechazo a tan enorme herramienta, a lo mejor pensaron que tarde o temprano, el ser humano se daría la tarea de desaparecer de la faz de la Tierra para el futuro, las máquinas suplantarían a ese ser, ya que ellas eran inventadas por el humano para su bienestar, no había duda de ello, pero traería secuelas si estas se multiplicaban, quizás no contentos con esta idea de pensamiento, basado en el temor, nadie se atrevía a manifestar abiertamente lo que sentían, y ahora me pregunto, ¿qué nos depara el destino más adelante? ¿Adónde nos lleva el tecnicismo?

    Opino que no estamos lejos de una realidad, mucha tecnología puede sustituir la mano de obra por completo, y lo peor de todo es que ya se está viviendo el fenómeno de la insensibilidad y la distracción al máximo de la mente humana. Ahora con la invención de la digitalización y la creación de cuanto objeto visto necesario para subsistir, el campo cibernético no se detiene. Estamos viviendo una era de inteligencia digital maquinizada. Estamos siendo testigos, protagonistas en la experiencia de esa transformación de cambios en la vida cotidiana, de cómo hemos elegido vivir en esta esfera terrenal.

    Entonces, veo unos seres de una generación nueva dotados de inteligencia tecnológica, por el manejo que les dan a las máquinas digitalizadas, que no tienen espacio en su vida sino para la invención, adquisición y disfrute de un vivir bien. Veo unos seres más adormecidos que no saben fijar su mente en lo que son realmente, se desconocen a sí mismo y no saben comportarse. Veo que cada día que avanza el tiempo, la digitalización se extiende y se apodera de la vida de todos. Ya somos almas poseídas por la propagación de la radiación y no es fácil escapar de ella, puesto que el tecnicismo todo lo hace y lo controla. ¿Qué queda para la mente? Si no se le está dejando su espacio sagrado para el deleite del alma. Urge tomar consciencia y buscar un equilibrio, de valorarse como humanos que somos para no perder la esencia natural y poder llevar una vida sana. No se puede olvidar que cuerpo-mente-espíritu necesita tener ese equilibrio en proporción de unidad para entender y comprender quiénes somos y por qué estamos aquí, por tanto, siento el deber que me ilumina mi esencia de luz en informar al mundo, ¿cuál es la unidad que se debe conseguir? Es esencial entenderlo y es una tarea de cada alma humana.

    Realizar este trabajo me ayudó a despertar más de lo que imaginé, mis pasos me condujeron a vivir una de las mejores y grandes experiencias de mi vida, fueron todas experienciales, no solo me llené de conocimientos, sino que fueron vividas, sentidas y aprendidas para mi superación y ver la vida en forma más significativa, con consciencia más elevada, con el sentido más amplio de ser, como ser que soy y existo en el plano físico para continuar con la evolución de mi alma.

    Basé algunas teorías en documentos registrados de personas profesionales: psicólogos, sociólogos, filósofos, historiadores, educadores que hablaban del tema del vivir bien, y los comparé con otras opiniones de ciudadanos comunes, las cuales me hicieron ver cómo el ser humano desconocía todavía lo que significaba la verdadera felicidad, y pude detallar una visión muy corta, para ellos el bien vivir o mejor vivir bien, era un concepto igual, el dilema mental continuaba en muchas mentes humanas, así que tenía un buen compromiso por esclarecer: necesitaba distinguir y despejar esta dicotomía, así nace esta obra de interés valioso para todos los humanos.

    Para mí las respuestas siempre estuvieron presentes a la luz del universo, era cuestión de darse un espacio y mirarse a sí mismo en su yo interior, pero nada, el humano siempre recibió la enseñanza de buscar afuera, todo lo que deseara estaba en el mundo exterior, y viene mi pregunta: ¿qué está pasando con la humanidad que vive y padece un vivir mal, corrijo viven bien, producto de la distracción en la abundancia de cosas materiales y creencias que ha cegado por completo al género humano en conocer su yo interior, donde radica su vida espiritual para distinguir la verdadera felicidad? Es triste estar convencida de que la mayoría de la gente no sabe lo que significa felicidad, menos espiritualidad, o lo que es el llamado bien vivir, pero viven bien, por tanto, no se conocen a sí mismas, no saben lo que quieren en su propia existencia y viven como desorientadas, obedeciendo a un ego en competencia con el mundo exterior, que persigue el mejor de los productos: enaltecer al ser humano en su ego a cada instante, limitando y bloqueando fronteras para gozar solo de una breve felicidad temporal.

    Es bueno saber que no estamos aquí en este plano por estar, sino para crear un plan de vida diseñado por nosotros mismos, cómo nos gustaría vivir, con una misión que nos ayude a despertar en conciencia para aprender a encaminar nuestra vida de la mejor manera posible, uno donde nos identifiquemos y aceptemos ¿quiénes somos? reconociendo las virtudes más preponderantes y las ejerzamos, antes de que el ego siga haciendo de las suyas y debilite las facultades por las que tengamos que privarnos de cosas que jamás se habían pensado, como alimentar nuestro espíritu y nutrirlo. Cuerpo-mente-espíritu son esenciales de prestarles atención, es una ley de la vida y se necesita reactivarla con las vitaminas de conocimiento y sabiduría, pues la falta de ello genera decaimiento, tristeza, desolación, inclusive, enfermedades que van a afectar tanto a la mente para pensar, como al cuerpo en su capacidad de movimiento, provocando el sufrimiento, ya que sus energías estarían en desequilibrio. Pero, para evitar esta catástrofe hay que tener el conocimiento del significado de un bien vivir plenamente.

    Lamentablemente, desde hace tiempo, he podido observar en los humanos, que viven una vida sin control, como un soplo de viento huracanado, pegando carreras para atender lo que quedó pendiente, bien por su jornada de trabajo, o quizás por nada, lo cierto es que tienen su mente ocupada en satisfacer sus necesidades de subsistencia para sobrevivir y cumplir sus obligaciones, por tanto, no existe un espacio sagrado dedicado a pensar y distinguir lo que internamente existe en cada ser: un llamado de un bien vivir, y viven por vivir hasta llegar a vivir bien, lo cual suena como un individuo conforme y con esfuerzo, sometido a la obediencia de pautas impuestas por una sociedad controladora y dirigida por un poder, cuya función es destacarse en sobresalir y liderar a todo un conglomerado de población, alejándolos por completo de la principal tarea: ampliar su pensamiento para su desarrollo personal, tanto físico como espiritual.

    El ser humano requiere de una orientación, de un espacio sagrado en donde pueda preguntarse:

    ¿Soy feliz?

    ¿Qué estoy haciendo con mi vida como persona?

    ¿Lo que hago me hace feliz?

    ¿Debo pensar en mí para luego pensar en los demás?

    ¿Qué es la felicidad?

    ¿Es importante conocer la felicidad eterna?

    Quizás se olvidó de vivir y se dejó atrapar en muchos menesteres, como la impactante tendencia de la tecnología como lo dije antes, y en la cual vivimos ahora envueltos, la que he denominado por su infinita variedad, el circo de atracción de la era digital. En fin, las respuestas a las preguntas anteriores están dentro del interior de cada ser. Y me inquieta pensar en otras preguntas que surgen en mi mente, en mi afán por saber adónde vamos realmente.

    ¿Se tiene un bien vivir con estos avances?

    ¿Se vive bien?

    ¿La tecnología nos hace felices?

    ¿Nos conocemos íntimamente como humanos para un bien vivir o se vive bien?

    ¿Estamos convencidos de que vamos por buen camino?

    Y, sigo preguntándome:

    ¿Alguna vez has escuchado tu yo interior, esa vocecita que nos resuena dentro del interior?

    Seguro respirarás profundo antes de responder. Si tu respuesta es sí, te pregunto ¿hasta dónde? o probablemente jamás habías pensado en eso, porque tu tiempo cuando ha estado disponible, es para el descanso o la recreación, las cuales son indispensables para tu salud, pero has dejado en el olvido el principal de todos los bienestares del ser humano, el sentido de pertenencia de tu vida, el saber la razón de por qué estás aquí. Sígueme en la lectura para ver cómo está el mundo.

    Hoy el mundo cambió y sigue cambiando, la humanidad vive una vida acelerada, producto del modernismo y del avance tecnológico al que se ha enfocado el hombre por años, con su afán de innovador y conquistador para evolucionar en su subsistencia, concentrándose en su trabajo cada día con eficiencia y rapidez, y dejando de lado el olvido de múltiples necesidades de índole personal y prioritario para nutrir el alma de un bien vivir en donde reside la verdadera alegría de la felicidad eterna como lo es, saber vivir, saber amar, saber mirar, saber apreciar, saber compartir, saber agradecer, saber perdonar, saber bendecir y saber sentir libertad, al no tenerlo da como resultado la disminución de una vida en calidad digna como humano, todo lo demás que falta se va agregando durante su existencia: la relación con la naturaleza, la recreación y contemplación del entorno, el disfrute de los ciclos que nos brinda el ecosistema (aire, mar, tierra, sol, lluvia) con sus temperaturas altas o bajas. Las culturas con sus diferenciaciones de idiosincrasia, el mantener un territorio sano donde los espacios geográficos sean de ornamentación tal como visualizar un cuadro pintoresco y de colorido, donde la gente pueda caminar con seguridad y halagar el paisaje que lo arropa, no importa la hora, el día, el mes, el año, todos estos recursos nombrados cobran importancia cuando el individuo está consciente, además de otras necesidades que te permiten completar un bien vivir sin ninguna complicación y en plena libertad.

    Para que se pueda comprender el tema y ver cómo actualmente se desenvuelve la vida, elegí como ejemplo algunas ciudades principales del mundo, no sin antes decir que en cualquier país del mundo por pequeño que sea se puede notar la transformación de la vida de los humanos en forma acelerada. Se pueden ver las imágenes de Tokio (Japón), Delhi (India), Shanghái (China), Sao Paulo (Brasil), además de estar superpobladas, son urbes que han crecido vertiginosamente compitiendo su modernismo a la par de la tecnología, lo que ha ocasionado cambios en la forma de vida y de pensar en los ciudadanos, donde parece difícil creer que sus vidas tengan un orden planificado de tranquilidad y armonía, y una alta calidad de vida. De hecho, si damos un vistazo por las calles y autopistas se puede ver con detalles, cómo la gente anda tan presurosa: toman el tren dando empujones y caídas para situarse en el apreciado transporte, otros caminan a pasos acelerados por la vía pública sin percatarse las luces de un semáforo, el paso de peatones caminando veloz ante el roce de personas cruzando por la vía y vociferando tal cual palabra, otros más, con sus vehículos afanados por llegar a su destino, deslizan sus ruedas haciendo vueltas de zigzag y muchos de ellos exhibiendo lo último de la moda, y si vamos al metro se puede observar en la gente el lujo de la tecnología en sus manos, telefonía de alta dimensión con audífonos en sus oídos, y otros con un aparato electrónico distraídos en lo que ven, todos ellos parecen estar bombardeados y ajenos al mundo y a todo lo que les pasa cerca de su entorno.

    Y sigo preguntándome:

    ¿Qué ha sucedido?

    ¿Esta gente ha tomado en cuenta un plan de vida para mejorar?

    ¿Se habrán conectado alguna vez con su yo interior?

    ¿Será que ni siquiera saben que existe esa vocecita interior oculta, que nos despabila, pero que ignoramos oír?

    ¿Viven la vida bien?

    Es probable que no hayan tenido tiempo de ver cómo llevan sus vidas y ni un minuto para reflexionar en sus fracasos. Así siguen corriendo los años y los años y la misma vida automatizada. ¿Será que por tener ignorancia se está dejando de pensar y de disfrutar de un bien vivir como así yo lo llamo? O se ha elegido vivir bien como todos anhelan. ¿Vivir bien es lo mismo que tener un bien vivir para todos los humanos?

    No es malo vivir el confort, pero quiero que prestes mucha atención a este dilema que muchos creen y aseguran que viven bien y en calidad, por el contrario, a mí me preocupa a fondo y mi propósito es aclararlo. Bien, si analizamos lo que está ocurriendo en el mundo de hoy, lleno de tantos cambios y transformaciones para los cuales nadie está preparado, ni listo como dicen para vivir una vida tecnológica totalmente digitalizada, donde se ha dejado de ser humano (con sensibilidad) para ser personas automatizadas (sin sentimientos), porque hay que estar claro, unos son los inventores y otros a quiénes van dirigidas las tecnologías, de eso una

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