Durante la mayor parte de nuestras vidas transigimos y nos abandonamos de una y mil formas para hacer lo que otros quieren - lo que nuestros padres quieren, lo que nuestra pareja necesita, lo que la sociedad pretende - con el fin de ser aceptados y amados. Aprendimos de alguna manera a complacer para recibir la aprobación que nos lleve a recibir el cariño, la atención, el cuidado, el amor de aquellos de los que dependemos y que son la fuente de nuestro amor y bienestar.
Ahora, estamos aprendiendomientos que nos hacen daño o que nos llevan a un lugar de sufrimiento de algún tipo, tomando una nueva elección, una opción superior, para empezar a amarnos a nosotros mismos incondicionalmente y aceptarnos tal como somos. El solo planteártelo, a veces, trae un maremoto de autocríticas, ¿verdad?, el aceptarnos o amarnos incondicionalmente tal como somos, para algunos es casi imposible de concebir.