Deberes de buena sociedad
Por Camilo Fabra
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Deberes de buena sociedad
Libros electrónicos relacionados
Los muros invisibles: Las mujeres novohispanas y la imposible igualdad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSeglares en el claustro: Dichas y desdichas de mujeres novohispanas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos desheredados: Por qué es urgente transmitir la cultura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Vuelta de Martín Fierro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHonor y vergüenza.: Historias de un pasado remoto y cercano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesÁlbum de un loco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLibertad para amar: a través de los clásicos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Teseo: Los problemas literarios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras de Jean-Jacques Rousseau: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La instrucción del pueblo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPensadores, ¡al rincón!: El eclipse de la filosofía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEducación, familia y vida cotidiana en México virreinal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas cosas y los objetos bajo la luz del pasado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa instrucción del pueblo (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMás escuela y menos aula Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Ética Diplomática Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFilosofía de la elocuencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones3 Libros para Conocer Ciencia Ficción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRefranes De Mis Recuerdos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUbadis: Lo Dijo Mi Padre Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBajo el mismo cielo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDios existe: Razones a prueba de bombas para jóvenes escépticos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La equidad y la educación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHablando de historia.: Lo cotidiano, las costumbres, la cultura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl juego de las élites Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOtra educación con cine, literatura y canciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de hacer dinero: Cómo tomar decisiones inteligentes para ahorrar y hacerse rico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSeis escritos masónicos en la revista El Progreso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMitología griega y romana Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El plan Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Clásicos para usted
Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Principito: Traducción original (ilustrado) Edición completa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Orgullo y Prejuicio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los 120 días de Sodoma Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El leon, la bruja y el ropero: The Lion, the Witch and the Wardrobe (Spanish edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sobrino del mago: The Magician's Nephew (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Poemas De Amor Clásicos Que Debes Leer (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cumbres Borrascosas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El lobo estepario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Introducción al psicoanálisis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Psicología de las masas y análisis del yo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Psicología Elemental Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Libro del desasosiego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La interpretación de los sueños Calificación: 4 de 5 estrellas4/51000 Poemas Clásicos Que Debes Leer: Vol.1 (Golden Deer Classics) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5To Kill a Mockingbird \ Matar a un ruiseñor (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5EL Hombre Mediocre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Deberes de buena sociedad
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Deberes de buena sociedad - Camilo Fabra
Camilo Fabra
Deberes de buena sociedad
Publicado por Good Press, 2022
goodpress@okpublishing.info
EAN 4064066060985
Índice
PRÓLOGO
AL LECTOR
Presentaciones
Presentaciones fortuitas en una comida
Presentaciones en un baile
Presentaciones en visita matinal
Presentaciones formales
Sus requisitos
Su etiqueta
Presentación para ser invitado
Visitas
Horas y días de visita
Motivos de visita de cumplido
Visitas de pésame
Visita de año nuevo
Visita a recién casados
Visita después de un convite
Visita con motivo de un fausto o adverso suceso
Individuos de la familia que visitan
Visita en coche
«No estar en casa»
Deberes del criado para con las visitas
Etiqueta de las visitas
Etiqueta de la señora visitada
Etiqueta de huéspeda y hospedada para con susvisitas
Tarjetas
Su importancia
Horas de etiqueta para entregarlas
Su forma
¿A quién corresponde dejarlas?
¿Cómo se envían?
Doblez de tarjeta
Etiqueta del tarjeteo
Esquelas
Esquelas de nacimiento
Esquelas de participación de matrimonio
Esquelas de defunción
Cartas de pésame, felicitación, etc.
Tratamientos
Advertencias
B. L. M.
Memorándums
Peticiones
Papel para peticiones
Tratamientos
Forma de las peticiones
Cualidades
¿Cómo se envían?
Petición repetida
Recomendación de peticiones
Demanda de audiencia
Petición de audiencia al Papa
Traje
Ceremonial
Petición de audiencia a un soberano
Traje
Ceremonial
A un ministro, obispo o príncipe de la Iglesia
Traje
Ceremonial
Tratamientos
Bodas
Invitaciones
Regalos
Trajes
Entrada en el templo
En el altar
Salida
Llegada a casa de la novia
Almuerzo
Brindis
Despedida
Baile
Luna de miel
Devolución de convites
Esquelas de participación
Gastos
Banquetes
Almuerzos
Su utilidad
Invitaciones
Hora
Llegada
Recepción
El comedor
Colocación
Convidado tardío
Duración y fin
Salida del comedor y despedida
Comidas
Importancia de los convites
Invitaciones
Puntualidad
Recepción
Del salón al comedor
Precedencia
Colocación en la mesa
Advertencias
Servicio
Avisos a los comensales
Conversación
Brindis
Fin de la comida
Regreso al salón
Despedida
Visita de etiqueta
Bailes y conciertos
Temporada de bailes
Su hora
Invitaciones
Invitados
Danzas
Dueña de la casa
Avisos a los concurrentes
Cena
Conciertos
Juegos
Charadas y prendas
Rifas y lotería
Naipes
Comedias de sociedad
La señora de la casa
Los que aceptan papel
Los espectadores
Paseo
Horas y sitios de paseos a pie
Compañía
Saludos
Horas de paseo en coche
Etiqueta
Paseo a caballo
Escalera
Bautizos
Designación de padrinos
Nombres del bautizado
Regalos del padre
Carruajes
Regalos de los padrinos
Defunciones
Velación
Diligencias funerarias
Invitados
Cintas del féretro
Emblemas
Al cementerio
Discursos
Traslación del cadáver
Luto
Medio luto
Luto por tíos
Ídem por hermanos
Ídem por abuelos
Bisabuelos y nietos
Ídem por padres o hijos
Luto de viudez
Luto de ambos cónyuges
Luto de heredero
Luto de criados
Reanudación del trato social
Advertencias varias
Conclusión
Cenefa de adornoPRÓLOGO
Índice
L
La educación es para la cultura lo que el pulimento para el diamante. La ilustración nos dice dónde lo serio de la educación termina y dónde el ridículo comienza, ese ridículo tan empalagoso de los hombres y de las mujeres que creen que la existencia no tiene más objeto que llenar fórmulas y cumplir reglas. Producen los tales efecto tan lastimoso como el que compra un cuadro por el marco sin fijarse para nada en la pintura. La existencia es el lienzo, esto es, lo principal, lo que tiene realmente valor: el marco es la educación, destinada a poner más de relieve las bellezas de la pintura, pero sin que la absorba y sin que en él se fije demasiado la atención. La educación ha de ser muy recatada: se sienten sus efectos, se nota su acción, su influencia, pero queda en segundo lugar porque no es lo que debe ser si quiere hacerse visible. Como la violeta, perfuma el ambiente permaneciendo escondida. Estará tanto más educada una persona cuanto menos afecte saberlo.
La educación es ley imperiosa que, como tantas otras, se impone a la sociedad y, por lo tanto, al individuo, para que su esfera de acción esté más desembarazada. La educación comienza por limitar, así como las leyes que, al afirmar un derecho, señalan deberes o límites para que aquel sea respetado y pueda ejercerse libremente. Los deberes que la educación impone y los derechos que concede han tenido sus comentaristas, sus tratadistas y sus compiladores, como lo prueba el libro a que estas líneas sirven de prólogo y en el cual su autor ha procurado abarcar todos los accidentes y manifestaciones de la vida, marcando las reglas por que han de regirse. La materia está presentada con claridad y sencillez, con más preceptos que digresiones: cualidad muy estimable en libros de esta naturaleza, pues el que desee consultarlo, con ojear el capítulo correspondiente se enterará de cuanto le interese saber, expuesto con conocimiento de causa.
La educación tiene principios fijos, pero las ideas de los pueblos han regulado su aplicación a través de las edades, llegando hasta lo infinito en la variedad y ofreciendo los más extraños contrastes. Telémaco dice a su madre que se retire a sus habitaciones a hilar, y no falta a la educación ni a los deberes filiales. Así como en las sociedades cristianas la mujer es colocada en consideración y respeto a mayor altura que el hombre, en las paganas era poco más que una cosa. Se la estimaba por su belleza y acaso por sus cualidades, pero se la tenía en poco y se la relegaba al granero algunas veces, donde con frecuencia estaban sus habitaciones. Nunca fue igual al hombre ni ocupó lugar principal en la familia hasta que el cristianismo la redimió elevándola, pues al derramar sobre ella rayos de luz divina puso a la vista del hombre la belleza de su alma, de su corazón y de sus sentimientos, belleza admirada y poetizada desde entonces por el que antes apenas concedía a la mujer el derecho de ocupar un puesto en su hogar; y fue tanto más respetada cuanto mayor era su debilidad. La educación no tenía gran cosa que ver con la mujer en los tiempos del paganismo.
Desde los héroes de Homero tanto han cambiado los moldes de las relaciones sociales que apenas si acertamos a explicarnos cosas que fueron lógicas dadas las épocas, que es necesario estudiar y comprender para formarnos concepto de los hechos y apreciarlos en su justo valor. Ya no es la hora prima la del saludo y la visita, ni al ser invitados a comer hemos de llevar la servilleta; ya no se ve obligada la dama a extremar su habilidad para que la miga del pan le deje libres de salsa los dedos que han hecho las veces de tenedor, ni sirve la paja