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¿Qué nos falta para vivir en Democracia?: ¿Desea saber si usted, realmente, vive en una Democracia?
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¿Qué nos falta para vivir en Democracia?: ¿Desea saber si usted, realmente, vive en una Democracia?
Libro electrónico365 páginas3 horas

¿Qué nos falta para vivir en Democracia?: ¿Desea saber si usted, realmente, vive en una Democracia?

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¿Desea saber si usted, realmente, vive en una democracia?

Esta publicación describe en un lenguaje sencillo un conjunto de ideas básicas relacionadas con la democracia: su definición, sus variantes, su importancia en nuestra vida diaria, sus complejidades operativas y algunas de sus debilidades y fortalezas.

Para la comprensión de los conceptos descritos no se requiere ningún conocimiento previo, y le aseguro que luego de su lectura podrá identificar lo que nos falta para vivir en una verdadera democracia; entregándole, además, los argumentos para defender sus ideas con confianza, en especial, ante sus amigos que piensan que son eruditos en lo que es una democracia.

Por otra parte, si usted es un especialista en el tema, encontrará una serie de ideas nuevas apoyadas en antecedentes obtenidos desde tratados maestros sobre la materia, asimismo, se incluyen desafiantes y consistentes definiciones que pretenden dar un hilo conductor a las decenas de explicacionesde lo que es una democracia.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento22 mar 2019
ISBN9788417717544
¿Qué nos falta para vivir en Democracia?: ¿Desea saber si usted, realmente, vive en una Democracia?
Autor

Julio Muñoz Frías

Doctor en Educación (Planificación e Innovación Educativa) por la Universidad de Alcalá de España; magíster en Psicología con mención en Psicología Educacional por la Pontificia Universidad Católica de Chile; máster en Planificación, Innovación y Gestión de la Práctica Educativa por la Universidad de Alcalá; licenciado en Ciencias de la Educación por la Universidad Central de Chile; magíster en Ciencias de Ingeniería por la Pontificia Universidad Católica de Chile e ingeniero Civil de Industrias por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Julio Muñoz Frías tiene una extensa trayectoria en el Sistema de Educación Superior: profesor/investigador -Universidad de Chile, entre otras-, directivo superior -exdecano Universidad Central de Chile, entre otros cargos-. Amplia experiencia en empresas comerciales. Directivo superior -exgerente IBM Chile, entre otras-, ex dirigente sindical y exempresario -ARTIN SERVICE, Santiago General Systems-.

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    ¿Qué nos falta para vivir en Democracia? - Julio Muñoz Frías

    Prólogo

    La idea central de esta publicación es describir con un lenguaje sencillo una serie de ideas relacionadas con la democracia: su definición, sus variantes, su importancia en nuestra vida diaria, sus complejidades operativas, algunas de sus debilidades y fortalezas y un detalle de los riesgos a que está expuesta, de tal forma que, al término de su lectura, pueda contestar con seguridad en qué clase de democracia está participando, además de incitarlo a reflexionar respecto a un conjunto de nuevas actividades o estructuras que son necesarias para mejorarla.

    También, manteniendo la intención de seguir con una equivalente línea de sencillez, se detalla un conjunto de elementos que están relacionados o pueden ser componentes de una democracia, tales como república, democracia integral directa, democracia directa, democracia representativa, democracia liberal, democracia social, democracia económica, democracia participativa, Estado, Gobierno, nacionalidad, ciudadanía, opinión pública, Constitución, Tribunal Constitucional, partidos políticos, etc.

    Si no conoce con exactitud el significado e importancia de estos valiosos conceptos que son parte de una democracia, lo expuesto le servirá como un útil y sólido apoyo para entenderlos y diferenciarlos luego. Protegido por los sólidos argumentos presentados, podrá utilizarlos con confianza cuando converse con amigos que se creen eruditos en lo que esta significa.

    En cambio, si usted es un especialista en el tema, en esta obra encontrará una serie de ideas nuevas, además de desafiantes y consistentes definiciones que pretenden dar un hilo conductor a las decenas de explicaciones de lo que es una democracia, según lo que se describe en la literatura especializada, así como algunas novedosas hipótesis que merecen ser estudiadas en profundidad y que están directamente comprometidas con lo expuesto; por ejemplo, la relación que existe entre igualdad y libertad en una democracia representativa.

    A pesar de la importancia que parece tener la democracia, la gran mayoría de los países que existen en el mundo actual se denominan a sí mismos repúblicas, y estos son alrededor de ciento cincuenta —República Oriental del Uruguay, República de Chile, República Francesa, República de la India, etcétera—. No existe ni un país que tenga como primer nombre democracia. A lo más, algunos de estos —muy pocos— agregan este concepto a continuación de república, por ejemplo, la República Popular Democrática de Corea o Corea del Norte, que de democrática no tiene mucho, ya que es una dictadura, o la República Democrática del Congo, la República Democrática de Timor Oriental y República Democrática Socialista de Sri Lanka, entre otros.

    ¿Usted conoce la diferencia entre república y democracia? ¿Sabe por qué la democracia como sistema de gobierno fue rechazada unánimemente por más de dos mil años? Solo tuvo presencia activa en la época de los griegos por alrededor de trescientos años, y en todos los casos terminó en un fracaso; en cambio, las repúblicas florecieron por más de ochocientos años, como la República de Venecia o la República de Génova.

    Para la lectura de estas páginas no es necesario que usted tenga un conocimiento previo de ninguno de los conceptos expuestos que están relacionados con la democracia. Tan solo basta con haber vivido en una comunidad o país que utilice este esquema de gobierno.

    La utilización de un lenguaje sencillo, transitando de lo básico a lo complejo, no quita que cada tema tenga un macizo respaldo académico; en los casos más relevantes, se muestra su origen por medio de una cita a pie de página. Respecto a ciertas definiciones o comentarios, puede estar de acuerdo o no, según cuáles sean sus visiones o creencias ideológicas; sin embargo, con el propósito de mantener la coherencia de la exposición de estas materias, le solicito aceptar lo presentado mientras realice la lectura. Al finalizar puede desechar todo lo que no le convenció.

    Durante el desarrollo de estas ideas he intentado ser lo más ecuánime posible y, en la medida de lo que permite un diálogo fluido, se explicitan las diferentes corrientes de pensamiento que se encuentran vigentes en el mundo y que tienen relación directa con el tema específico que se esté tratando, sin importar que estén a favor o en contra de lo que se expone.

    Otro objetivo que se pretende lograr con esta presentación es ofrecerle la oportunidad de reflexionar de forma autónoma sobre cada uno de los temas presentados, facilitando con ello el nacimiento de su interés por la búsqueda de nuevos caminos para que nuestras democracias logren hacer realidad nuestras metas, las de nuestra familia y las de nuestra comunidad.

    En cada capítulo se presentan proposiciones para ser conversadas con los amigos en las horas del café y que podrían ser puntos de partida para el encuentro de procedimientos, proposición de nuevas organizaciones o instituciones que mejoren el desempeño de nuestra democracia.

    Para hacer más fluidas y entendibles las ideas descritas, se entregan, a medida que se avanza en la lectura, definiciones de los conceptos básicos que están involucrados en lo que es una democracia, y en cada caso se incluyen ejemplos simples y concretos que tratan de facilitar la comprensión de lo que se está presentando. Estas definiciones no son parte de un libro sagrado ni dogmas de fe; son solo explicaciones explícitas de lo que se entiende por estas nociones cada vez que estas se utilizan a medida que se avanza por los seis capítulos que comprende esta obra. Al final de la lectura puede volver a sus propias concepciones si así lo estima conveniente.

    Una de las grandes dificultades que tiene el vocablo «democracia» es que cada una de las personas que lo utiliza le asigna un significado personal que es diferente al que aplica el resto de los miembros de la comunidad. Esto también ocurre entre los reconocidos investigadores internacionales dedicados a su estudio. Con seguridad se puede afirmar que existen entre ellos importantes diferencias de opinión acerca de lo que es la democracia. Hasta ahora no se ha logrado encontrar un camino que los lleve a un punto de convergencia. Actualmente no existe una definición o significado consensuado de lo que la democracia es o representa.

    La publicación se compone de seis capítulos que se van desplegando de forma ordenada, desde el tronco de lo que se entiende que es una democracia hasta la explicación de lo que significa cada una de sus variantes más conocidas.

    En el capítulo uno se define el núcleo de todas las democracias, esto es, la «democracia integral directa». Luego, en el capítulo dos se detalla la definición de la democracia más exitosa que actualmente está presente en el mundo, y que es utilizada por cientos de países y millones de personas: la denominada «democracia representativa».

    El capítulo tres expone cuál es la participación e importancia de los electores —nosotros— en el funcionamiento real de una democracia representativa, la democracia en la que con certeza usted ha participado, aunque haya sido por omisión; es decir, no ha votado.

    En el cuarto capítulo se describen otras variantes de democracias que tienen un segundo apellido, tales como: democracia social, democracia liberal, democracia económica, democracia participativa, etc.

    El capítulo cinco detalla algunas significativas debilidades de las democracias representativas, además de una serie de confusiones que la mayoría de los compañeros de comunidad tienen respecto a conceptos correlacionados con la democracia —sistemas económicos, Estado, nacionalidad y ciudadanía, entre otros— y finaliza con la presentación de algunos riesgos que acechan a las democracias si no son utilizadas apropiadamente, como dictadura, tiranía y demás.

    En el capítulo seis se presenta una descripción de la relación crucial entre igualdad y libertad, que necesariamente se encuentra en las democracias representativas de cualquier tipo. Son conceptos muy controvertidos en el funcionamiento cotidiano de una democracia. ¿Usted desea más igualdad o más libertad?

    Cada capítulo está dividido en apartados, los que, en todos los casos, se inician con una pregunta para que usted internamente la conteste —no se preocupe, le aseguro que su respuesta siempre será la correcta—; a continuación, se entrega un conjunto de fundamentos respecto a los contenidos implícitos de los interrogantes. Luego, en cada apartado, se presentan definiciones relacionadas con los conceptos propios del tema que se está tratando. Enseguida se detallan en modo de preguntas algunas inquietudes o carencias de nuestras democracias y, finalmente, de forma osada y solo como un punto de partida para un análisis más detallado, se proponen soluciones a los problemas planteados en los párrafos anteriores, los que deben ser meditados con calma, pensando cómo logramos acercarnos más a una verdadera democracia.

    Espero que estas líneas resulten ser un real aporte al entendimiento de lo que es la democracia, contribuyendo de esta forma a la conversación, el diálogo y el encuentro de mejoras en su aplicación práctica.

    Está implícito en el trasfondo de lo expuesto que, sin perjuicio de aceptar nuestras diferencias, busquemos juntos un camino para que entre todos construyamos y participemos en una democracia que facilite las acciones que se orienten a que nuestros objetivos se conviertan en realidades, respetando siempre la opinión de nuestros compañeros de colectividad en un ambiente de paz ciudadana.

    Luego de la lectura de estas páginas y solo utilizando unos momentos de reflexión, le aseguro que tendrá, con seguridad, los conocimientos necesarios para saber si usted vive en una verdadera democracia.

    En cualquier caso, la mejor democracia es la que está compuesta por las mejores personas.

    Agradecimientos

    Quisiera expresar mi agradecimiento a todas las personas que de diversas formas ayudaron a concretar esta publicación.

    Para mi familia, mis excusas por mis reiteradas ausencias a las necesarias conversaciones cotidianas debido a mi dedicación a esta tarea.

    Capítulo uno

    Democracia

    Apartado I

    ¿Usted quiere que lo fusilen o lo ahorquen?

    «Sin democracia, la libertad es una quimera».

    Octavio Paz (1914-1998). Premio Nobel de Literatura en 1990

    Si vive en una «verdadera democracia», ¿cree que sería necesario tener que contestar obligatoriamente esta inquietante pregunta?

    1. La situación

    Imagínese que en su país lo invitan a participar en un referéndum plenamente democrático para que libremente elija una de las alternativas que se describen en la papeleta de votación. La elección se realizaría el próximo domingo y usted es libre de participar o no, y según cuál sea la alternativa que obtenga más votos, ella se aplicará sin excepción a todos los ciudadanos del país. La cédula que le entregarían en el local de votación sería la siguiente:

    Figura 1. Ejemplo de un voto.

    Me imagino que usted no marcaría alguna de las opciones porque desea seguir viviendo, pero si deja el voto en blanco, estaría diciendo que cualquiera de las alternativas propuestas sería aceptable, lo que no concordaría con sus deseos de sobrevivencia. Si escribe sobre la papeleta su rotundo rechazo al referéndum, tampoco le sirve, porque su voto sería anulado. Si no va a votar, tampoco es útil, pues alguna de las dos opciones obtendría la mayoría de los sufragios. Entonces solo le queda la esperanza de que nadie elija alguna de las opciones, lo cual es muy improbable, ya que basta con que un ciudadano lo haga para que alguna de las alternativas tenga mayoría. Le aseguro que en un país con millones de votantes siempre habrá alguien que elegirá una de las opciones, ya sea porque quiere suicidarse, porque votó sin leer, porque no entendió lo que significa cada alternativa, porque se equivocó o cualquier otra razón.

    Entiendo que el ejemplo le puede parecer muy exagerado, pero ¿cuántas veces le ha tocado tener que elegir entre alternativas que no desea? En todos los países que utilizan el método democrático como sistema de gobierno, se pueden encontrar decenas de casos donde los ciudadanos quedan apresados en este tipo de trampa.

    En democracias representativas no es raro estar de acuerdo en que todos los candidatos registrados en las papeletas de votación carecen del mérito suficiente para ser elegidos. En estos casos, mayoritariamente, los electores se niegan a entregar su poder a alguno de los postulantes, pero no tienen una alternativa que les permita rechazarlos; basta que uno o varios voten por cualquiera de los aspirantes para que este sea elegido.

    Lo mismo puede ocurrir en plebiscitos o referéndums que se le presenten al pueblo. En estas situaciones, la comunidad podría mayoritariamente pensar que todas o algunas de las opciones son indeseadas, ante lo cual no dispone de algún camino que le permita anular la consulta, tal como sucede en el ejemplo descrito en los párrafos anteriores.

    Existen múltiples casos reales en los cuales la ciudadanía ha tratado de escapar de esta carencia de alternativas aceptables. A continuación, se detallan algunos casos donde los electores se negaron a entregar su poder a alguno de los candidatos que les presentaron para que fueran sus representantes en una democracia representativa.

    1.1. El rinoceronte

    En Brasil, a inicios de 1959, para la inauguración del zoológico de São Paulo, ciudad capital del estado del mismo nombre, su municipio solicitó en préstamo a Cacareco, un rinoceronte hembra, estrella del zoológico de Río de Janeiro. En octubre del mismo año, se realizaron sus elecciones municipales, y un grupo de personas molestas con los candidatos y políticos del estado propició la candidatura de Cacareco como concejal del municipio de São Paulo. En esa época, el método electoral exigía que en el momento de votar se le entregara al elector un sobre vacío, dentro del cual el votante debía introducir una papeleta con el nombre de su elegido. Los que respaldaban al rinoceronte, mandaron a imprimir miles de papeletas con el nombre de Cacareco y las distribuyeron por la ciudad. En el recuento final, Cacareco obtuvo casi cien mil votos, lo que le permitió ser elegida concejala municipal de la ciudad. El animal no pudo celebrar su victoria, pues dos días antes de la elección, probablemente a causa de la inquietud que estaba causando su candidatura, fue enviada de vuelta al zoológico de Río de Janeiro, donde murió a la edad de nueve años.

    El resultado de la elección tuvo repercusión internacional, apareciendo la noticia en importantes periódicos de diversos países. Hasta el embajador de Brasil en las Naciones Unidas debió explicar lo sucedido. En la revista Time, en 1959, un periodista escribió: «Es mejor elegir a un rinoceronte que a un asno».

    Hasta hoy, en Brasil se utiliza el nombre de Cacareco como sinónimo de «voto de protesta».

    1.2. El mosquito

    También en Brasil, en diciembre de 1987, en el municipio de Vila Velha o Villa Vieja del estado de Espíritu Santo, el candidato «mosquito» fue elegido alcalde al obtener casi treinta mil votos, ganando a sus contrincantes Magno Patino, que obtuvo cerca de veintiséis mil votos, y a César Maretto, que consiguió aproximadamente diecinueve mil votos. En este caso, los votantes manifestaron su descontento con las opciones presentadas, quizás influidos porque la ciudad recientemente había registrado un gran aumento en el número de brotes del mosquito aedes aegypti, transmisor del dengue y la fiebre amarilla y, ante este problema, el municipio había sido negligente en evitar su propagación.

    1.3. La mula y otros ejemplos

    En Estados Unidos de América, en 1938, el candidato Boston Curtis fue elegido comisario del Partido Republicano de la ciudad de Milton, ubicada en el estado de Washington.

    Boston Curtis no presentó ningún programa ni realizó algún tipo de campaña electoral, quizás porque era el único candidato inscrito para ese cargo. Cuando se contaron los votos y luego de constatar que correspondía ser elegido, ya que tenía la mayoría absoluta de los votos válidamente emitidos, la sorpresa fue enorme, pues los electores se dieron cuenta de que el candidato era una mula. La inscripción de la mula la realizó legalmente el alcalde de la misma ciudad, miembro del Partido Demócrata, tradicional contrincante del Partido Republicano. El alcalde creó el nombre «Boston Curtis» mezclando el nombre real de la mula, Boston, con el apellido de su dueña, Curtis, y procedió a inscribirla cumpliendo todos los pasos que en esa época exigía la ley del estado de Washington. La idea era avergonzar a sus adversarios y demostrar que muchas veces el que vota no sabe por quién vota.

    Otros ejemplos de los múltiples casos de votos de rechazo que se encuentran en la historia de las últimas elecciones democráticas son el chimpancé Tião, un mono muy querido por los niños, pero con muy malas costumbres; solía tirar basura y excrementos a los visitantes del zoológico de Río de Janeiro. En noviembre de 1988, postuló a la alcaldía de su ciudad y obtuvo más de cuatrocientos mil votos. Aunque no ganó, se le construyó un monumento en su memoria. Usted lo puede admirar si visita el zoológico de la ciudad de Río de Janeiro. En Bulgaria, en 2011, el asno llamado Marko postuló por el partido Sociedad por una Nueva Bulgaria para ser intendente de Varna, la tercera ciudad con más población de ese país y la más grande de la costa búlgara del mar Negro. El lema de Marko era: «Tiene una personalidad fuerte; no roba, no miente y no tiene conflictos de interés».

    1.4. Talco para pies

    En las elecciones no son solamente animales los que han representado el voto de rechazo de los electores frente a las alternativas ofrecidas por las autoridades.

    En Ecuador, en 1967, un producto para los pies llamado Pulvapies fue elegido concejal representante de Picoazá, una división territorial denominada en Ecuador «parroquia», que es parte del municipio o cantón de Portoviejo, capital de la provincia de Manabí. Un distribuidor del talco refrescante para pies realizó una campaña promoviendo su producto en el período de elecciones. Repartió en la población de Picoazá papeletas idénticas a las oficiales, con la leyenda «Honorable Pulvapies». Los funcionarios, al realizar el recuento de los votos, se encontraron, con estupor y asombro, que por amplia mayoría resultaba elegido este exótico producto como concejal representante de Picoazá. Por supuesto, el resto de los candidatos reclamaron, y el aromático Pulvapies no llegó a ser el representante oficial de la parroquia Picoazá para el municipio de Portoviejo. La noticia fue tan jocosa que se publicó en el New York Times en julio de 1967.

    Todas estas formas de rechazo formalmente están desapareciendo porque los sistemas de votación se han modificado. Ya no se usan sobres para poner en su interior papeletas con el nombre del elegido y, por otra parte, los reglamentos para inscribir candidatos se han perfeccionado, incorporando más controles, de tal manera que solo se pueden registrar como postulantes a seres humanos, que deben cumplir con ciertos requisitos: contar con un documento legal de identificación, edad mínima, ser mentalmente hábiles, etc. Sin embargo, los casos de rechazos se mantienen, y ello se puede constatar tomando en cuenta el alto porcentaje de electores que no participan en las elecciones. No poder objetar legalmente a todos los candidatos presentados con el fin de que algunos de ellos sean nuestros representantes es, indudablemente, una restricción a nuestra libertad de elegir, que es una característica esencial de cualquier sistema

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