La zapatera prodigiosa
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Federico García Lorca
Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898 - Víznar, 1936). Poeta y dramaturgo español. En el transcurso de la «Edad de Plata» (1900-1936), la literatura española recuperó aquel dinamismo innovador que parecía perdido desde su Siglo de Oro; tal periodo tuvo su culminación en la obra poética de la Generación del 27, así llamada por el rebelde homenaje que sus miembros rindieron a Luis de Góngora con motivo de su tercer centenario. Sin embargo, pese a la inmensa talla de figuras como Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Luis Cernuda o el premio Nobel Vicente Aleixandre, ningún miembro del grupo alcanzaría tanta proyección internacional como Federico García Lorca.
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La zapatera prodigiosa - Federico García Lorca
¿Alguna vez te ha ocurrido que has disfrutado más pensando en una fiesta a la que ibas a acudir que durante la fiesta misma? ¿O que te has distraído mientras te hablaba alguien muy importante para ti y te has puesto a pensar en otra persona que no es tan importante en tu vida ni lo será nunca?
A los seres humanos nos cuesta centrarnos en el presente y apreciar lo que tenemos. Nos pasa a todos en mayor o menor medida. En lugar de disfrutar del ahora y de saborear cada segundo, vivimos pendientes de un futuro soñado, a veces temido, a veces idealizado hasta lo imposible; o bien nos empeñamos en mantenernos anclados en el pasado, rememorando de manera obsesiva épocas que ya no volverán y que nuestra memoria reconstruye incansablemente.
¿Por qué nos cuesta tanto vivir cada instante sin pensar en el siguiente o en el anterior? Quizá porque nuestra manera de darle un sentido a la vida consiste en construir narraciones, relatos que doten de un significado a todo lo que nos sucede. Todos, en nuestra mente, somos los protagonistas de una gran historia. Y cuando la vida no está a la altura de esa gran historia que nos hemos inventado, nos sentimos insatisfechos.
La protagonista de esta obra de teatro es una mujer joven que se pasa la vida soñando despierta. Esos sueños la consumen por dentro y le impiden amar a su marido, la persona que tiene más cerca. Ambos son profundamente infelices… y no saben cómo arreglarlo.
Al leer esta historia te resultará fácil identificarte con la Zapatera de imaginación prodigiosa. Te hará gracia su manera de trastocar la realidad, y, a la vez, sentirás deseos de ayudarla, de gritarle para que despierte de sus ensoñaciones y se enfrente a la vida. Todos llevamos dentro una Zapatera fantasiosa que, de tanto soñar, a veces se olvida de vivir. Pero eso no es tan malo, porque, gracias a su fantasía, la Zapatera es capaz de tener sentimientos poderosos que transforman la realidad y la vuelven mágica, poética. Acuérdate de estas palabras cuando leas la escena de la mariposa, una de las de mayor contenido simbólico del libro.
Recuerda también que esta obra no fue escrita para ser leída, sino para ser representada. Leer teatro requiere que aprendamos a jugar con la imaginación, a visualizar los colores de la escena, a oír la música de las voces de los personajes en nuestro interior. Este texto es perfecto para jugar con él, para leerlo en voz alta, expresando los sentimientos de los personajes no solo con palabras, sino con gestos, expresiones y movimientos. Déjate atrapar por la magia del teatro poético de Federico García Lorca, y ten en cuenta que, para disfrutar de esa magia, hay que volverse un poco niño, aunque estemos abordando algunos de los aspectos más trágicos de la condición humana.
LA ZAPATERA PRODIGIOSA
Farsa violenta en dos actos
FEDERICO
GARCÍA LORCA
PERSONAJES
Zapatera
Vecina roja
Vecina morada
Vecina negra
Vecina verde
Vecina amarilla
Beata 1
Beata 2
Sacristana
Autor
Zapatero
Niño
Alcalde
Don Mirlo
Mozo de la faja
Mozo del sombrero
Hijas de la vecina roja
Vecinas, beatas, curas y pueblo
PRÓLOGO
Cortina gris.
Aparece el
Autor
. Sale rápidamente.
Lleva una carta en la mano.
Autor: Respetable público... (Pausa).
No, respetable público no, público solamente; y no es que el autor no considere al público respetable, todo lo contrario, sino que detrás de esta palabra hay como un delicado temblor de miedo y una especie de súplica para que el auditorio sea generoso con la mímica de los actores y el artificio del ingenio.
El poeta no pide benevolencia, sino atención, una vez que ha saltado hace mucho tiempo la barra espinosa de miedo que los autores tienen a la sala.
Por este miedo absurdo y por ser el teatro en muchas ocasiones una finanza, la poesía se retira de la escena en busca de otros ambientes donde la gente no se asuste de que un árbol, por ejemplo, se convierta en una bola de humo o de que tres peces, por amor de una mano y una palabra, se conviertan en tres millones de peces para calmar el hambre de una multitud.
El autor ha preferido poner el ejemplo dramático en el vivo ritmo de una zapatería popular.
En todos los sitios late y anima la criatura poética que el autor ha vestido de zapatera con aire de refrán o simple romancillo y no se extrañe el público si aparece violenta o toma actitudes agrias, porque ella lucha siempre, lucha con la realidad que la cerca y lucha con la fantasía cuando esta se hace realidad visible.
Zapatera
(se oyen voces de la
Zapatera
): ¡Quiero salir!
Autor:
¡Ya voy! No tengas tanta impaciencia en salir; no es un traje de larga cola y plumas inverosímiles el que sacas, sino un traje roto, ¿lo oyes?, un traje de zapatera.
Zapatera
(voz de la
Zapatera
dentro): ¡Quiero salir!
Autor
: ¡Silencio!
(Se descorre la cortina y aparece el decorado con tenue luz).
Autor:
También amanece así todos los días sobre las ciudades, y el público olvida su medio mundo de sueño para entrar en los mercados como tú en tu casa, en la escena, zapaterilla prodigiosa.
(Va creciendo la luz).
A empezar, tú llegas de la calle.
(Se oyen voces que pelean. Al público).
Buenas noches.
(Se quita el sombrero de copa y este se ilumina por dentro con una luz verde, el Autor lo inclina y sale de él un chorro de agua. El Autor mira un poco cohibido al público