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El descubrimiento de Rapha
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El descubrimiento de Rapha
Libro electrónico70 páginas40 minutos

El descubrimiento de Rapha

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Toda chica pasa, en algún momento de su infancia o adolescencia, por un período en el que no se reconoce o no se ve como realmente es. La inseguridad, la timidez, el miedo de llamar la atención de los demás, las dudas, todo eso aflige a cualquier chica al punto de quitarle el sueño.

Con Rapha no fue diferente: un episodio impactante de su vida hizo que descubriese que su manera de ser les transmitía a todos a su alrededor una imagen diferente de la que deseaba. El descubrimiento cambió su manera de pensar, actuar y comportarse, y ella se convirtió en una chica mucho más feliz y completa.


En este libro, Raphaela va a aprender que toda chica puede ser una princesa, incluso sin una corona.
IdiomaEspañol
EditorialUnipro
Fecha de lanzamiento22 sept 2021
ISBN9786589769187
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    El descubrimiento de Rapha - Raphaela Castro

    Capítulo 1

    El fin de una historia y el comienzo de otra

    La expectativa era grande. El tan esperado momento finalmente había llegado.

    En casa, el cuartito esperaba al nuevo integrante de la familia. En la sala de espera del hospital, dos personas esperaban ansiosamente por el bebé, que iba a ser el último de tres hijos — hasta ahora, dos niñas. Y en el corazón de mi papá ardía la esperanza de que, esta vez, su sueño se realizaría.

    — ¡Elir, deja de caminar de un lado a otro! Estás mareando a todos. Quien te ve, piensa que es tu primera vez en un hospital esperando que nazca un hijo — dijo mi tía.

    — Es porque esta vez es diferente — respondió mi papá.

    — ¿Diferente por qué?

    — Esta vez, yo voy a tener a mi niño.

    — ¡Entonces esa es la razón de todo ese nerviosismo! — dijo ella, finalmente comprendiendo la ansiedad de mi papá. Y, poniendo la mano en su hombro, continuó: — Quédate tranquilo, tu niño va a llegar... tu tan esperado niño. Después de vivir toda la vida rodeado de una madre y tres hermanas y, en los últimos doce años, por una esposa y dos hijas, es realmente el momento de tener un varoncito. Él va a ser tu pequeño compañero.

    Al oír esto, mi papá no pudo hacer nada más, sino sonreír. Casi no podía esperar para sostenerlo en sus brazos.

    — ¡Imagínate! ¡Alguien para conversar sobre autos, deportes, jugar al fútbol!

    — ¿Y si es otra niña? — respondió mi tía, solo para provocarlo.

    — ¡Va a ser un niño! Amo a mis hijas, ellas son mis princesitas. Pero esta vez tengo certeza... ¡va a ser niño!

    Había tanta esperanza en la mirada de mi papá que mi tía desistió de contrariarlo. A pesar de no decirlo en voz alta, secretamente esperaba que su deseo se hiciera realidad. Ciertamente, era lo que faltaba para hacerlo completamente feliz.

    Después de algunos minutos, el pasillo del hospital quedó extrañamente silencioso, lo que solo contribuyó al nerviosismo de mi papá. Solo se oían sus pasos de acá para allá. No se aquietaba. Se sentaba, se levantaba, chasqueaba sus dedos, suspiraba, y se sentaba nuevamente.

    Realmente, estaba demorando más de lo normal.

    Hasta que, de pronto, el ruido de una puerta golpeándose rompió el silencio. Esta vez, hasta mi tía se levantó. Del otro lado de aquel largo y vacío pasillo, venía caminando un médico, vestido con una bata azul; la máscara, que antes estaba en su rostro, ahora estaba colgando de su cuello. ¿Eso era una buena señal? ¿El bebé ya había nacido?

    Mi papá y mi tía fueron a su encuentro.

    El rostro del médico parecía sereno, tranquilo. Ah, ¡seguro que todo había salido bien!

    Al acercarse a mi papá, el médico, con una sonrisa en el rostro, le dijo:

    — Salió todo bien . La mamá y el bebé están

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