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Subvenciones, recoversión e innovación productiva en la agricultura: El caso del trigo en Sonora
Subvenciones, recoversión e innovación productiva en la agricultura: El caso del trigo en Sonora
Subvenciones, recoversión e innovación productiva en la agricultura: El caso del trigo en Sonora
Libro electrónico220 páginas2 horas

Subvenciones, recoversión e innovación productiva en la agricultura: El caso del trigo en Sonora

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Investigación que da a conocer la situación actual sobre la producción agrícola en Sonora, particularmente de quienes cultivan trigo en el sur del estado. También la transformación y modernización necesaria en el sector agrícola, que impone la globalización económica, para así fijar una política efectiva para la reconversión del campo sonorense.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 nov 2021
ISBN9786078480555
Subvenciones, recoversión e innovación productiva en la agricultura: El caso del trigo en Sonora

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    Subvenciones, recoversión e innovación productiva en la agricultura - Alvaro Bracamonte

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    .B73

    Bracamonte Sierra, Alvaro

    Subvenciones, reconversión e innovación productiva en la agricultura : el caso del trigo en Sonora / Alvaro Bracamonte Sierra, Rosana Méndez Barrón. - -  Hermosillo, Sonora, México :  El Colegio de Sonora, 2011.

    204 p. : il., fotos., cuadros y mapas ; 23 cm.

    ISBN: 978-607-8480-55-5  

    Incluye referencias bibliográficas y anexos

    1. Agricultura – Aspectos económicos - México -  Sonora (Estado)  2. Subsidios agrícolas – México – Sonora (Estado) 3. Agricultura y Estado – México – Sonora (Estado)  4. Trigo - Innovaciones tecnológicas - - México - Sonora (Estado).  I. t. II. Méndez Barrón, Rosana, coautor

    Rectora de El Colegio de Sonora

      Doctora Gabriela Grijalva Monteverde

    Director de Publicaciones no Periódicas

    Doctor Jesús Armando Haro Encinas

    Jefa del Departamento de Difusión Cultural

    Licenciada Inés Martínez de Castro N.

    D.R. © 2011 El Colegio de Sonora

    Obregón 54, Centro

    Hermosillo, Sonora, México

    C. P. 83000

    ISBN: 978-607-8480-55-5

    Todas las fotografías presentadas en esta publicación fueron proporcionadas por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura. Gobierno del Estado de Sonora, área de comunicación, 2011.

    Edición en formato digital: Ave Editorial (www.aveeditorial.com)

    Hecho en México / Made in Mexico

    PRÓLOGO

    La agricultura, y el sector agropecuario en general, desempeñan desde la antigüedad un papel central en el desarrollo económico de cualquier región o país. En el campo se inició la acumulación de riqueza y ahí se anidaron las bases para el crecimiento industrial y posindustrial. El funcionamiento de la economía no puede comprenderse sin el agro; un sector agropecuario dinámico y eficiente desencadena casi de forma natural una economía sana y equilibrada.

    No obstante, el campo no debe conducirse con los mismos criterios aplicados en la industria o el comercio; no son iguales y por tanto requieren de políticas diferenciadas. El agro es diferente porque en él predomina la heterogeneidad de los factores productivos (la fertilidad de la tierra es diversa, distribución y disposición de agua); existen asimetrías en la estructura de la propiedad (coexisten la privada y la social); la demanda de alimentos casi siempre se ubica lejos de la oferta, es decir, de las regiones agropecuarias. La actividad primaria está sujeta al carácter caprichoso y zigzagueante del mercado internacional; variados problemas sanitarios repercuten la calidad de los cultivos y reducen los rendimientos; a menudo los planes agrícolas son afectados por el cambiante medio ambiente (sequías prolongadas e inesperadas, heladas extremas e inundaciones).

    Todos estos factores de una u otra forma repercuten en el desempeño del sector. Ninguna otra actividad está sujeta a tantos condicionamientos que en su mayoría el hombre no puede controlar. Por ello no debe ser considerada como el resto de los sectores productivos. Por el contrario, se le debe proteger y proporcionar medios o herramientas para que funcione adecuadamente.

    No sólo sus peculiaridades justifican su importancia; también lo acredita el hecho de que el agro tiene la responsabilidad de abastecer de alimentos a la población; quizá no en cien por ciento, pero sí en una proporción importante.

    El campo debe tener, y en eso se está trabajando, estrategias claras de apoyo a la producción, transformación y comercialización de los productos agropecuarios, para que sus unidades productivas puedan competir y comercializar sus productos en mercados como el de la Comunidad Económica Europea, Estados Unidos, o bien países asiáticos como Japón y Corea, que cuentan con economías de alta protección al agro.

    Es así que se requiere un agro más dinámico, un campo capaz de sortear por sí mismo las retos que le impone la globalización económica. Bajo esa premisa se necesita redimensionar los subsidios a fin de que éstos sean un vehículo de transformación y modernización agrícola y no, como han sido hasta ahora, el mecanismo para la inacción y el conservadurismo. Determinar la dimensión y la relevancia de las subvenciones que reciben los trigueros de Sonora, a la postre el principal estado productor del cereal, es crucial para fijar una política efectiva para la añorada reconversión del campo sonorense, el cual se debate en la parsimonia debido, entre otras cosas, al efecto pernicioso que tienen los subsidios en los planes de producción de los trigueros locales. Este estudio desarrollado por investigadores de El Colegio de Sonora es un punto de partida para conocer objetivamente las condiciones en las que operan los agricultores de la región, especialmente los del sur del estado, quienes siguen sembrando fundamentalmente granos, en particular trigo.

    Esfuerzos e iniciativas de esta naturaleza las seguiremos apoyando en el seno del Comité Técnico Estatal de Evaluación (ctee), a fin de difundir con estudios serios y rigurosos el verdadero estado en el que se encuentra la agricultura de Sonora, particularmente la que tiene que ver con la producción de alimentos.

    PRESENTACIÓN

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    El trigo es el segundo grano que más se produce internacionalmente; sólo es superado por el maíz.¹ Más de 60 por ciento de la producción está destinada a la alimentación humana; el consumo de dicha gramínea es cada vez más común en países en desarrollo de Asia y Latinoamérica. Estados Unidos, Australia, Canadá, la Unión Europea-25 y Argentina son las principales naciones productoras y exportadoras de este grano; en conjunto, aportan más de 40 por ciento de la oferta mundial.²

    Además de su papel alimenticio, la comercialización del trigo es una de las más dinámicas dentro del agribusiness mundial de granos (commodities). A mediados de 2008, el precio del trigo alcanzó un máximo histórico al ubicarse en casi 400 dólares por tonelada, lo que representó un incremento cercano a 150 por ciento en comparación con el registrado en 2006. Estas condiciones excepcionales generaron un notorio aumento en la producción: en el ciclo 2008-2009 el incremento fue superior en 10 por ciento respecto al periodo inmediatamente previo (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, 2010b). A largo plazo, se espera que la demanda internacional se eleve en 1 por ciento en promedio anual y que el precio acentúe la tendencia alcista.³

    En México, por el volumen de producción el trigo ocupa el segundo lugar en importancia: representa cerca de 13 por ciento de la producción nacional. En términos de valor, es el tercero después del maíz y del frijol. La mayor parte de la producción nacional se concentra en Sonora: cerca de la mitad del volumen de producción y de la superficie. El cultivo de trigo sonorense es ampliamente reconocido a nivel nacional por el grado de mecanización y productividad.

    Considerando la relevancia que exhibe dentro de la dieta alimenticia y también tomando en cuenta su importancia con respecto a la superficie sembrada, así como en lo tocante al volumen y valor que registra, era impensable que no estuviera contemplado en los programas sustantivos que constituyen la política agrícola del Estado mexicano; en ese sentido está presente en las acciones de apoyo contenidas en la Alianza Contigo, en el Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) y en el Programa de Apoyos a la Comercialización Agropecuaria (Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera 2005). Estos programas canalizan cuantiosos recursos públicos para sustentar la producción del cereal. Sin embargo, la política de subsidios agrícolas en México ha sido y es ciertamente controvertida. Hay quienes sostienen que los apoyos que recibe el campo, especialmente los destinados a los cultivos básicos, son bajos comparados con los obtenidos por los productores de Norteamérica, Europa y Asia; pero también hay quienes afirman que las subvenciones son de tal dimensión que en algunas regiones inhiben la reconversión productiva que fortalezca la competitividad del agro mexicano.

    Esta controversia respecto a los apoyos agrícolas prevalece en la producción de granos básicos de Sonora, especialmente en lo que se refiere al trigo.⁵ Este cereal concentra una buena parte de la superficie sembrada de la entidad, pero es en particular importante en el sur: de la frontera agrícola estatal, los Valles del Yaqui y Mayo explican cerca del 70 por ciento de la superficie sembrada; dentro de esta superficie, el trigo ocupa 88 por ciento del patrón de cultivos (Oficina Estatal de Información para el Desarrollo Rural Sustentable de Sonora 2007).

    Por otra parte, se afirma con cierta frecuencia que la producción de trigo en Sonora es escasamente competitiva y que en vista de ello debería modificarse el patrón de cultivos a fin de sembrar otros cultivos más rentables.⁶ No obstante, estudios recientes han encontrado que la competitividad depende no sólo de la región donde se siembra o el tipo de riego (gravedad o bombeo), sino de las condiciones específicas de producción: es el caso de la extensión del predio sembrado; si éste es grande, entonces es posible abatir costos y elevar la rentabilidad. Otros factores similares influyen en la competitividad, como el clima y las condiciones de mercado. En ocasiones los precios internacionales hacen rentable la actividad y en otras son la causa de severos descalabros financieros. Todos estos factores inciden sobre la producción y estabilidad del sector; además ejercen fuertes presiones para que el gobierno compense las dificultades incrementando los apoyos.

    Es prioritario ubicar las condiciones reales y objetivos bajo los cuales producen los trigueros de Sonora y determinar la fórmula adecuada para coordinar a todos los actores involucrados en la producción; es imperativo diseñar programas que establezcan con claridad el contexto en el que pueden realizarse inversiones y planes de negocios. En ese marco, el objetivo de este estudio es evaluar la dimensión de las subvenciones canalizadas al cultivo de trigo y desprender de ello una estrategia de intervención que permita una paulatina y gradual reconversión productiva.

    A este respecto, se documenta el comportamiento de los programas de apoyo (subvenciones y subsidios) orientados a la agricultura sonorense, en especial al trigo; asimismo, se analizan los impactos y repercusiones que los esquemas de apoyo han tenido sobre la producción del cereal, básicamente la productividad y la rentabilidad. Al final, lo que se persigue es subrayar las ventajas y vulnerabilidades de la producción de trigo en la entidad y, más a fondo, el excesivo esfuerzo fiscal que se ha hecho para mantenerla.

    A manera de guía, el presente documento se organiza en tres partes. En la primera de ellas se ofrece un recuento histórico de la política agrícola nacional, haciendo especial hincapié en la importancia de las subvenciones en el agro mexicano. En el segundo apartado se aborda la agricultura de Sonora, en particular el sistema producto trigo. Esta parte se subdivide en tres secciones: en la primera se examinan los circunstancias que

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