PRESENTE Y FUTURO DEL AGRO ARGENTINO
En el marco de la creciente presión fiscal sobre el sector agropecuario, las restricciones a las exportaciones y las iniciativas de congelamiento de precios, el desarrollo y posibilidades de crecimiento se ven limitadas. Sin embargo, es un sector pujante en el que cada vez más las tecnologías y la sostenibilidad tienen un rol preponderante.
La implementación de tecnologías eficientes, normativas de seguridad alimentaria y la protección de los recursos juegan un rol estratégico en el agro. Según Alejandro Vollert, director regional de Yara Argentina, empresa especializada en fertilizantes, “la Argentina está bien posicionada” respecto de las condiciones para satisfacer las necesidades del mundo en alimentos: “Hay más de 60 startups locales que trabajan en traer herramientas que ayudan al productor a tomar mejores decisiones y tener cultivos de menor impacto ambiental y mayor trazabilidad”. Axel Labourt, presidente de la región Cono Sur de Corteva Agriscience, añade: “Como consumidores cada vez estamos más interesados en entender la historia detrás de lo que comemos, saber de dónde vino y cómo se produjo el alimento. La trazabilidad lo permite”.
Por su parte, Guillermo Cascardo, gerente asociado de Agronegocios para PepsiCo Argentina, destaca el nivel de incorporación tecnológica del sector: “En la Argentina estamos muy avanzados. El productor argentino está ávido por la tecnología y es de invertir mucho en ella. En muchos casos están a la cabeza de los países desarrollados”. Además, recomienda certificar los alimentos bajo normas internacionales de aseguramiento Global Gap porque “se necesita saber que sea inocuo para la salud” y también ser responsable con el medioambiente y las comunidades.
En cuanto a la relevancia que el sector otorga al mejoramiento de los suelos, José Chediack, presidente del Grupo Phrónesis, pionero en
