Mirar mirándome

Por Maricarmen Graue Huesca

Mirar mirándome, relatos autobiográficos de la multifacética artista Maricarmen Graue.
Con esta historia basada en una experiencia personal, Maricarmen Graue nos muestra cómo la visión del mundo es siempre interior, y cuando es notable como la que se revela entre estas páginas, coloca al lector frente a un paisaje único e irrepetible.

• Idioma: Español
• Editorial: La tinta del silencio
• Fecha de lanzamiento: 20 may 2021
• ISBN: 9786079904937

Vista previa del libro

www.latintadelsilencio.com

Mirar mirándome

Primera edición digital diciembre 2020

Ciudad de México

Edición: La tinta del silencio

Imagen de portada: A Secas, autoretrato de Maricarmen Graue Huesca.

D.R.© Maricarmen Graue Huesca

D.R.© La Tinta del Silencio, 2020

[e-mail]

www.latintadelsilencio.com

ISBN: 978-607-99049-3-7

Se puede difundir de manera parcial esta obra sin fines de lucro, con el consentimiento de su autora y/o editores.

Agradecimientos

Este texto no se hubiera convertido en libro de no ser por el apoyo de incontables voluntades. Sé que me faltarán muchos por mencionar, pero no puedo dejar de agradecer a los que más cerca estuvieron en el proceso.

Gracias al apoyo económico de Sharon Gazit, de la señora Blanca Aurora torres Cabello y del Hotel El Greco; y de mi querido amigo Luis Ignacio Guzmán Zaldívar. Gracias también a los solidarios Ulises Basurto y Reina Santos Bernard, quienes me auxiliaron en algunas gestiones pecuniarias. Muchas gracias a mi estimado Edgar Lacolz por el oportuno contacto con los editores Anaïs Blues y Luis Flores Ramos de La Tinta del Silencio, que, a contrarreloj, con su eficiencia y paciencia, transformaron mis relatos en este hermoso objeto de papel. Agradezco también a José Antonio Rodríguez Pérez, quien facilitó mi autorretrato titulado A Secas, ahora de su propiedad, que alguna vez pinté; para tomarlo como imagen de la portada. Quiero agradecer a Lourdes Meraz, quien, con su taller de autobiografía, detonó en mí la adicción a la escritura. También agradezco la lectura, los comentarios y las correcciones de Enrique Alfaro Llarena, que ayudaron a darle una mejor estructura al texto. Gracias mil a mi querida Mariana Osorio Gumá por su atenta lectura, sugerencias y hermosas palabras acerca del libro. Por supuesto, agradezco en tantos aspectos el infinito, incondicional y amoroso apoyo de mi querido amigo Sergio Morkin, con quien navegamos juntos durante seis años por muchos de estos textos para obtener finalmente el largometraje documental que lleva mi nombre. Cómo no agradecer a Carmen Huesca Rodríguez, mi maravillosa madre, quien siempre está presente en todos mis procesos, en todos mis logros.

Índice

Agradecimientos

Despierto

Hoy, como cualquier día

Aquí, desde donde llegué

Carmen

Eduardo

Un viaje importante

Réquiem por Eduardo

La elección, el camino

Iniciación

La orquesta

Recuerdos de un hospital ucraniano

Pacto entre hermanas

A la orilla del milenio, a la orilla del abismo

Cerrada de la Imagen

Maruata difusa

Chava

Mar de ojos nuevos

Se fue la luz

Mis nuevos ojos

Adiós, mi Salvador

La mirada perdida

Los ojos de Antonio

San Pedro y sus caminos

Hormona

Maricarmen Graue Huesca

Despierto

Las seis de la mañana. Silencio de madrugada apenas pintado con la mancha metálica de un avión cruzando una nube. El mundo comienza a funcionar. Las tibias cobijas me amarran a la cama. Un nuevo día, sí, un día en blanco para inventar. Algo aprieta en el estómago, hace lo blanco del día más abismal. ¿Cómo dar el primer paso? ¿Cómo teñir mi

día según mi deseo?

Llueve… susurro espumoso no muy lejano de llantas sobre el pavimento mojado. No me decido, mi cuerpo yace a gusto… Las nalgas asientan tan bien en el colchón, un molde perfecto de costillas contiene mis pulmones, el aire eleva y hunde mi pecho…

Suena el claxon del vecino, hay vida en la calle, es inevitable el llamado del día. Mi cabeza pesa tanto sobre la almohada, rueda de oreja a oreja como un balón caliente. Mis pies se resisten a soportar mi peso. Mi voluntad, al igual que mi cuerpo, se desparrama sobre esta cama.

Más manchas de aviones en el cielo, más espumas de motores en el pavimento. No puedo con el peso de emprender, de tener que ponerme de pie para convertirme en un ser de responsabilidades que va y viene y cumple.

Me aterra no poder vencer este letargo… Cómo regresar de noche a esta misma cama con la sensación de que mi mundo se quedó igual después de que pasara el día, después de mi intento por no dejarlo ir en blanco.

Escucho a los primeros pájaros… Sí, ellos no se cuestionan, están en sus despertares de todos los días, cumpliendo con el designio de la vida, siendo, nada más siendo.

Las seis y media, no hay forma de escapar. Con emoción de alas prestadas me levanto y le apuesto a la vida.

Hoy, como cualquier día

Abro mi puerta, se atora. La lluvia ha hecho de las suyas hinchando la madera. Se muestra