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Sinfonía callejera
Sinfonía callejera
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Libro electrónico140 páginas1 hora

Sinfonía callejera

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Información de este libro electrónico

Curiosa antología que aúna tanto poemas como relatos cortos del autor Salvador Rueda. En ella apreciamos varios de los rasgos distintivos del autor: el gusto por el costumbrismo que retrata el ambiente rural andaluza de su época, las potentes imágenes sensoriales, un incipiente modernismo en el estilo y una plasticidad tan pictórica como musical en las metáforas.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento12 jul 2021
ISBN9788726660074
Sinfonía callejera

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    Sinfonía callejera - Salvador Rueda

    Sinfonía callejera

    Copyright © 1893, 2021 SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788726660074

    1st ebook edition

    Format: EPUB 3.0

    No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

    www.sagaegmont.com

    Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

    Til maravilloso artista de la palabra

    Excmo. Señor

    Don Antonio Maura,

    Ministro de Ultramar.

    Su agradecido,

    Salvador Rueda.

    TINIEBLAS

    En un roto pedazo del alma

    te escribo estos versos:

    llorando te escribo, llorando entre ruinas

    al pie de las torres que fueron mis sueños.

    Sobre mi cabeza

    desplomado el cielo;

    estrellada en mi frente la bóveda

    de mi sacro templo;

    y entre tronos y altares caídos

    que á mi diosa en las aras tuvieron,

    triste Jeremías

    exhalo mis trenos,

    de mi Santa Ciudad contemplando

    rodar por la tierra los firmes cimientos.

    ***

    ¡Babilonia idëal de mis ansias!

    ¡Estambul de mis locos anhelos!

    ¡Venecia brillante tendida en las ondas

    de mi claro y feliz pensamiento!

    ¿Dónde están vuestros muros dorados?

    ¿Vuestro Bósforo azul qué se ha hecho

    y las góndolas de oro en que iba

    mi ilusión sobre fondos de cielos?

    Arrasasteis mi alma en la fuga

    de mi dios que ha dejado mi reino,

    ¡y, llorando, me siento en las rocas

    de las playas que dan al Mar Muerto!

    ***

    Has de oir el grito

    que lanzan mis huesos,

    tú que, infiel, has doblado la hoja

    de mi grato amoroso Evangelio,

    que has cegado la lámpara ardiente

    con soplo de hielo,

    que has deshecho las largas trompetas

    del órgano inmenso,

    que has volcado en el cáliz de oro

    licores acerbos,

    que heriste mi alma,

    que ajaste mi pecho,

    y á un impulso del brazo terrible

    has roto las altas columnas del templo.

    ***

    Has de ver mi sangre

    en río de fuego

    salpicar tu memoria, impasible

    al dolor que traspasa mi cuerpo.

    Un límite pones

    al amor inmenso,

    y no tiene el amor, cuando es grande,

    barreras ni muros, espacios ni tiempo.

    Detrás de unos astros

    se ven otros nuevos,

    y, detrás, la valiente pupila

    descubre más soles y más hemisferios.

    Por escalas de estrellas asciende

    el amor, aspirando á lo eterno,

    y sin límite brota y germina

    en todas las formas y en todos los pechos.

    Si á un impulso magnífico nace,

    ya es grande, ya es bello,

    y, Jordán de sí mismo, conduce

    su propio bautismo que lava sus yerros.

    ***

    Yo quise del mundo

    traerte á mi seno,

    y contigo volar, cual si ansiosas

    su gloria robaran mis alas al suelo.

    De mis hombros robustos en aras,

    elevarte pensó mi deseo

    á más altas y vivas esferas

    bajo el palio idëal de mis sueños.

    Ser tu amante quise

    y tu hermano á un tiempo,

    hijo tuyo que en tí se mirara

    y tu ilota, y tu esclavo, y tu siervo.

    Ya estaba idëando

    mi ardiente cerebro,

    nuevos ritmos, y nuevas canciones,

    y más grandes libros, y más nobles versos.

    Tú derramarías

    pasión en mi estro,

    y cual saltan las chispas del yunque

    moldëando el pedazo de hierro,

    del ritmo á los golpes haría mi pluma

    estrofas triunfantes del odio y del tiempo.

    ***

    Fué vana quimera,

    fué inútil empeño;

    ya del sol que alumbraba mi alma

    la sierra distante su disco ha traspuesto.

    Tú has echado la hiel en mi vino,

    tú has volcado una noche en mi pecho,

    y el océano de luz de mi frente

    se ha vuelto un sudario que cubre mi cuerpo.

    ¡Oh! ¡Qué largas noches

    las que pase sentado en el lecho

    sin lograr que se pose en mis párpados

    la fugaz mariposa del sueño!

    Como en túnel medroso y sombrío

    donde gotas de sones perpetuos

    balbucean plegarias de muerte

    con hilos de lágrimas que van descendiendo,

    en mi senda de sombras sentado

    sentiré con oído despierto

    ¡cuando suena el silbido, y las ruedas

    despedazan mi mísero cuerpo!

    ***

    Mientras, tú, que ningún sacrificio

    por mi amor has hecho,

    aunque has visto á mi ser de rodillas

    llamar á tu alma confundido y trémulo,

    que ni sólo una vez descorriste

    á mis ojos el dulce misterio,

    y no me has querido

    ni misericordia me tuvo tu pecho,

    mientras yo derrame

    mi llanto en silencio,

    ¡gozarás de tus horas tranquilas

    sin que turben mis penas tu sueño!

    ***

    ¡Babilonia idëal de mis ausias!

    ¡Estambul de mis locos anhelos!

    ¡Venecia brillante tendida en las ondas

    de mi claro y feliz pensamiento!

    ¿Dónde están vuestros muros dorados?

    ¿Vuestro Bósforo azul qué se ha hecho,

    y las góndolas de oro en que iba

    mi ilusión sobre fondos de cielos?

    Arrasasteis mi alma en la fuga

    de mi dios que ha dejado mi templo,

    ¡y, llorando, me siento en las rocas

    de las playas que dan al Mar Muerto!

    ___________

    CUADRO DE FERIA

    Tiene Almería el manto de sus paisajes,

    Málaga en su Caleta música y zambra,

    Córdoba su Mezquita llena de encajes,

    y Granada, entre bosques, tiene la Alhambra.

    __

    Jaën alza su hermoso templo sonoro

    de infinitas riquezas engalanado,

    Huelva bajo su suelo tiene un tesoro,

    y Cádiz la belleza que Dios le ha dado.

    __

    Pero tiene Sevilla no sé qué cosa,

    no sé qué privilegios, ó gracia extraña,

    que es, porque el cielo quiso, la más hermosa

    de todas las provincias que hay en España.

    __

    Venid á contemplarla, ya que en su feria

    muestra su españolismo, rumbo y donaire;

    canta un himno la sangre por cada arteria

    al sentir de su seno la luz y el aire.

    __

    Sus patios, sus cancelas, sus miradores,

    su cháchara movible, su alegre trato,

    brillan tan sugestivos y halagadores

    como brilla lo regio de su böato.

    __

    No hay palabra que pinte con justo tono

    el cuadro de su fiesta rico de lances,

    la indolente molicie de su abandono,

    sus amores, sus riñas y sus percances.

    __

    No en balde el vate egregio, Byron sublime,

    de su Don Juan tomóla para escenario;

    ella á cuanto posee su gracia imprime,

    y mezcla con lo cierto lo imaginario.

    __

    Mirad cómo con arte va revolviendo,

    en su feria, figuras, galas y flores;

    cada escena parece que está diciendo:

    «encerradme en un cuadro, diestros pintores.»

    __

    Gitanas, guarecidas bajo la lluvia

    de flores, manipulan en las sartenes;

    y va, engarzada en pompas, la masa rubia

    del aceite flotando con los vaivenes.

    __

    Cruzan en las Casillas amantes lazos

    los mozos decidores con las mozuelas,

    y al son de la guitarra giran los brazos,

    y en el aire repican las castañuelas.

    __

    Á veces, un amante que celos llora

    si un bailador su novia lleva consigo,

    canta una seguidilla que va traidora

    á herir el duro pecho de su enemigo.

    __

    Y el rival otra copla da por respuesta

    que la contraria deja rota en pedazos,

    y está á punto, un instante,

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