Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Construcción del proceso de paz en Colombia: Valoración de las dinámicas nacionales y territoriales
Construcción del proceso de paz en Colombia: Valoración de las dinámicas nacionales y territoriales
Construcción del proceso de paz en Colombia: Valoración de las dinámicas nacionales y territoriales
Libro electrónico213 páginas2 horas

Construcción del proceso de paz en Colombia: Valoración de las dinámicas nacionales y territoriales

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Este libro reúne importantes reflexiones que dan continuidad a los estudios que se adelantan en Colombia, y particularmente en la región de la Orinoquía, sobre los problemas que genera el conflicto, sus víctimas y la atención del Gobierno en materia de implementación de los acuerdos de paz. Asimismo, la planeación y ejecución de políticas públicas locales y regionales para la atención de las víctimas y la superación de los hechos generadores de violencia en los territorios.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 dic 2020
ISBN9789587823486
Construcción del proceso de paz en Colombia: Valoración de las dinámicas nacionales y territoriales

Relacionado con Construcción del proceso de paz en Colombia

Libros electrónicos relacionados

Derecho para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Construcción del proceso de paz en Colombia

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Construcción del proceso de paz en Colombia - Sonia Patricia Cortés Zambrano

    Presentación

    Presento la siguiente entrega de la colección Iuris et Realitas , lecturas socio-jurídicas producto de la investigación con responsa-bilidad social que adelantan los docentes investigadores del grupo de investigación Doctor Angélico y estudiantes de los semilleros de investigación La constitución y la actividad del Estado,

    DITSI

    y Derechos Humanos.

    Este libro reúne importantes reflexiones que dan continuidad a los estudios que se adelantan en Colombia, y particularmente en la región de la Orinoquía, sobre los problemas que genera el conflicto, sus víctimas y la atención del Gobierno en materia de implementación de los acuerdos de paz. Asimismo, la planeación y ejecución de políticas públicas locales y regionales para la atención de las víctimas y la superación de los hechos generadores de violencia en los territorios.

    El texto se ha distribuido en siete partes: Causas del problema histórico de tierras en Colombia; El debate de fondo sobre el problema de tierras y sus víctimas en Colombia; La flexibilización penal como dinámica nacional para la construcción de la paz en Colombia; Herramientas tecnológicas en el proceso de restitución de tierras; Tipificación de los problemas concretos e identificados en el proceso de restitución de tierras y los programas, planes, proyectos y políticas adoptadas a nivel nacional y regional; Adquisición de inmuebles rurales sin antecedentes registrales: un análisis desde la jurisprudencia, y Una mirada desde el trabajo de campo a la realidad que viven las víctimas del conflicto en Colombia.

    El primer texto, una reflexión del profesor Jorge Miguel Nur Hernández y del monitor de Investigación Farid Camilo Castaño, expone uno de los principales problemas de Colombia en su historia: la redistribución de las tierras, y cómo de esa mala redistribución han nacido conflictos de carácter político, bélico, cultural y económico. Enseguida, la profesora Sonia Patricia Cortés Zambrano analiza la inequidad en Colombia, principalmente en relación con la propiedad de la tierra. En su texto, explica que históricamente se ha afirmado que la zona rural está en manos de unos pocos y que los campesinos, quienes se encargan de la producción agrícola, son los que menos tierra tienen. Esta desigualdad en cuanto a la propiedad del terreno rural en Colombia, unida a la falta de cobertura en educación, salud, justicia y los altos índices de corrupción, hace que en el país se viva un complejo problema que corroe cualquier proceso de pacificación del territorio.

    En Colombia, la paz es estimada como un derecho de orden transversal y es precisamente la intención de los autores el analizar profunda e interdisciplinariamente las dinámicas territoriales de paz en torno al problema de tierras. Transcurrido un tiempo considerable desde la firma del Acuerdo de Paz entre el Estado y las

    FARC

    , que determinó el fin estatal del conflicto y reafirmó el deber y derecho a la paz, según el artículo 22 de la Constitución Política de Colombia de 1991, se podría concluir que existe un ámbito de tensiones de una sociedad dividida y polarizada que ha prevalecido sobre el optimismo del año de la firma del acuerdo final para la terminación del conflicto (2016).

    Posteriormente, el profesor Julián Leonardo Riveros Cruz y la estudiante Danny Alejandra Cuevas López, exploran la justicia transicional en el marco del desarrollo de los conflictos armados resueltos como consecuencia de los acuerdos entre el Gobierno colombiano y los grupos al margen de la ley. Una negociación entre tantos sectores tiene que ser analizada desde la interdisciplinariedad, y no solo debe ser abordada desde una perspectiva, sino que han de ser muchos los factores a tener en cuenta. Los autores explican la idea global de la justicia transicional no solo como una situación de cambio de estados dictatoriales a estados democráticos, sino que también evidencian cómo situaciones de conflicto se transforman en escenarios de paz o de conflictos menos intensos. Asimismo, analizan que en el proceso de transición para alcanzar la paz se hace necesario garantizar el derecho a la verdad mediante mecanismos extrajudiciales, como la Comisión de la Verdad.

    Por otro lado, el profesor Rodrigo Cortés Borrero y la estudiante Laura Sofía Andrade Suaza, destacan que con la puesta en vigencia de la Ley 1448 de 2011 Ley de víctimas y restitución de tierras se diseñó una política pública y una estructura para su ejecución a través de la creación de entidades administrativas y jurisdiccionales, así como la consolidación de estrategias que permitieran que las víctimas y todo aquel que haya sido despojado de sus propiedades en materia de tierras pudiera acceder a la justicia. Como consecuencia de esto, señalan los autores, estas entidades y juzgados han requerido un soporte tecnológico que les permita consolidar cada acción y agilizar todas las actuaciones que llevan a cabo. En ese sentido, analizan la funcionalidad de la Oficina de Tecnologías de la Información, como dependencia de la Unidad de Restitución de Tierras a nivel nacional, para la administración de justicia de la mano de la era digital.

    El profesor Juan José Duque Montes y la estudiante Paula Alejandra Sandoval, explican la tipificación de los problemas concretos e identificados en el proceso de restitución de tierras y los programas, planes, proyectos y políticas adoptados a nivel nacional y regional. En ese mismo orden, el profesor Andrés Felipe Cruz Téllez analiza cómo en los últimos años, en algunos despachos judiciales de la especialidad civil de la jurisdicción, se empezaron a proferir decisiones judiciales en relación con la declaración de pertenencia de bienes inmueble rurales, provocando diversos pronunciamientos en sede de tutela de la Corte Constitucional y la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia en torno a la presunción legal que favorece el dominio privado sobre esos bienes y aquella que da prevalencia a tenerlos por baldíos. La mayoría de esas acciones de tutela por vía de hecho fueron promovidas por el Incoder, hoy Agencia Nacional de Tierras, que consideraba la vulneración del debido proceso por no haber sido vinculada a esos asuntos o, de haberlo sido, por haberse declarado la pertenencia de un bien sin titular de derecho real principal inscrito o en algunos casos sin tener abierto folio de matrícula inmobiliaria. El autor explica cómo fue resuelto este asunto por la Corte Constitucional. Finalmente, el Estudiante Jhon Bermúdez presenta un análisis desde el trabajo de campo sobre la realidad que viven las víctimas del conflicto en Colombia como brigadista del consultorio jurídico de la Universidad Santo Tomás. Este trabajo fue realizado con compañeros en ejercicio de acompañamiento a intervenciones en municipios de alto conflicto con comunidad internacional y entidades estatales de orden nacional y territorial.

    Este trabajo constituye un esfuerzo importante de la academia por reflexionar y debatir en torno a las realidades sociales y las políticas públicas relacionadas con las dinámicas de paz, y buscan ser referente de estudio para quienes adoptan decisiones que confluyen en la construcción de paz en nuestro país.

    Sonia Patricia Cortés Zambrano

    Decana Facultad de Derecho

    Universidad Santo Tomás, sede Villavicencio

    Causas del problema histórico de tierras en Colombia

    J

    ORGE

    M

    IGUEL

    N

    UR

    H

    ERNÁNDEZ

    *

    F

    ARID

    C

    AMILO

    C

    ASTAÑO

    G

    ARCÍA

    **

    Introducción

    Hablar de los móviles del problema histórico de las tierras en Colombia es un tema tan álgido y enrevesado que requeriría identificar las causas que han motivado la mayor parte de los conflictos, guerras y violencias a los cuales Colombia se ha enfrentado como Estado, y que es actualmente, quizá sin exagerar, el tema en disputa de miles de políticos, lideres, empresarios y personas del común, lo que genera inconformismos, desmanes y controversias respecto al sistema agrario colombiano.

    Hay que considerar que las tierras y la intención de acceder a ellas representa poder, riqueza y dominio, lo que dilucida una causa por la cual exigen alternativas en la forma en la que deberían distribuirse las tierras: qué uso y aprovechamiento se les está dando y qué desarrollo forja en la sociedad, ya sea generando empleo, bienes y servicios o algún beneficio al país en el entendido de su población.

    Sin embargo, para poder identificar el problema histórico de las tierras en nuestro país, es necesario citar uno de los principales obstáculos que funge como la fuente principal de muchas enfermedades que padece el país, esto dicho por un extranjero que le otorga un mayor grado de objetividad y se aleja de apasionamientos regionalistas. Bushnell (2007) afirma:

    El problema de la imagen en Colombia como nación se complica con las ambivalentes características de los mismos colombianos. Además de su tendencia reciente a ser los primeros en subrayar los aspectos negativos del panorama nacional, los colombianos continúan exhibiendo diferencias fundamentales en cuanto a clase, región y, en algunos casos, raza. Es por lo tanto un lugar común decir (y los colombianos son los primeros en afirmarlo) que el país carece de una verdadera identidad nacional, o de un espíritu nacionalista propio, por lo menos si se compara con sus vecinos latinoamericanos. (p. 17)

    Génesis del problema de las tierras en Colombia

    Desde que Colombia se independizó el manejo de la tierra o sector agrario estuvo en cabeza netamente del Gobierno central, este disponía la forma y la política de cómo se iban a distribuir los bienes baldíos, ello teniendo en cuenta que al terminarse la Corona el Gobierno era el dueño de una gran magnitud del territorio independizado, por tanto el Congreso regulaba el procedimiento sobre cómo estas tierras iban a ser adjudicadas y saldrían del dominio público.

    Esto manifiesta el problema del acceso a la tierra, evidenciado históricamente. Colombia aún tenía muchos territorios inexplorados, selvas vírgenes y grandes extensiones de terreno sin dueño, el acceso a estas era restringido so pena del monopolio estatal sobre aquellas, lo cual establecía la primera limitante; los grandes y pequeños productores demandaban el acceso a la tierra para cultivar, ya fuera para la subsistencia o para la exportación. Cabe resaltar que la política de tierras era direccionada según lo que la Corona española demandara.

    De un lado, la política de tierras estaba destinada a fomentar el crecimiento económico rural y la colonización, mediante la distribución de tierras a precio mínimo entre cultivadores ansiosos por trabajarla. Con este objetivo, las autoridades coloniales permitían el cultivo de la tierra o la cría de ganado en los dominios de la Corona. Quienes hacían tal cosa eran merecedores por lo tanto de títulos legales a las tierras que habían puesto en producción. El otro enfoque consideraba los baldíos como fuente de ingresos para el Estado (LeGrand, 1988, p. 33).

    El móvil que llevó al Estado a vender las tierras fue la crisis a la que se sujetó tras la separación de la Corona, so pretexto de los incalculables costos que generó la independencia, la carencia de una economía sostenible, de infraestructura y una polarización con hambre de poder. Las tierras que aún no habían sido asignadas fueron una alternativa como fuente de ingresos para el país.

    La brecha entre los ricos, que se traducía en las personas que eran terratenientes o dueños de las tierras se hizo más grande, las desigualdades fueron pronunciadas y ello se evidenció en el poder agrario que tenía cada persona. Bushnell (2007) afirma:

    La agricultura continuaba siendo la principal ocupación de la gran mayoría de los habitantes, incluidos muchos que desempeñaban también trabajos artesanales en los altiplanos de la cordillera oriental, entre Bogotá y Tunja y más allá, los cultivos principales eran, como en los tiempos anteriores a la independencia, la papa, el maíz y el trigo. La tenencia de la tierra presentaba patrones variados, que no han sido estudiados cuidadosamente, aunque no es aventurado decir que los mejores suelos, como los de la sabana de Bogotá, por ejemplo, formaban parte de grandes haciendas, junto a las cuales se asentaban pequeñas parcelas campesinas. Las comunidades indígenas, con sus respetivos resguardos, todavía existían, a pesar de que la legislación exigía que se convirtieran en propiedades privadas. Como las grandes haciendas estaban dedicadas sobre todo a la ganadería, los pequeños agricultores y las comunidades indígenas proveían la mayoría de cultivos alimentarios.

    En las propiedades más extensas la fuerza de trabajo estaba constituida por una mezcla de aparceros, arrendatarios, jornaleros y otros contratados por períodos mayores o menores y bajo diversas condiciones. Los arreglos laborales obviamente permitían los abusos, que incluían, ocasionalmente, formas de peonaje por deuda. (p. 122)

    Lo anterior evidencia cómo la propiedad sobre la tierra constituía la principal causa de desigualdad e inconformismo desde el inicio de Colombia como nación independiente, situación no ajena a la realidad actual.

    El Congreso. que para la época era la autoridad encargada de vender los baldíos a través de bonos que se redimían en tierras, utilizaba este método para generar solvencia económica y financiar proyectos de infraestructura como carreteras y ferrocarriles.

    A esto se suma el interés del Gobierno por empezar a colonizar nuevos territorios y en fijar asentamientos que sirvieran como paradas para las nuevas vías de ferrocarriles, fomentar el desarrollo del país y ampliar el margen de producción. Sin embargo, no se estableció un control para que la distribución fuera equitativa, pues solo tenían derecho de acceder a los bonos y a las tierras las personas que tenían un poder adquisitivo, y el acceso convergía solo en las principales tierras, es decir, territorios como los Llanos orientales y demás aún eran tierras inhóspitas, sin recorrer y de difícil acceso, que resultaban poco atractivas para quienes deseaban adquirirlas.

    Sobre esto, LeGrand (1988) afirma:

    Las compañías ferroviarias, por ejemplo, recibían por lo general títulos a 200 o 300 hectáreas de baldíos por cada kilómetro

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1