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El cíclope
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El cíclope
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El cíclope

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El Cíclope es el único drama satírico completo de la antigua Grecia que se ha conservado. ... Eurípides toma la idea de un pasaje de la Odisea (IX 105-505), sobre la célebre lucha de Odiseo (también llamado Ulises) con el gigante de un solo ojo, el cíclope Polifemo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento5 abr 2021
ISBN9791259713704
El cíclope
Autor

Euripides

Euripides was a tragedian of classical Athens. He was born on Salamis Island around 480 BC to his mother, Cleito, and father, Mnesarchus, a retailer who lived in a village near Athens. He had two disastrous marriages, and both his wives—Melite and Choerine (the latter bearing him three sons)—were unfaithful. He became a recluse, making a home for himself in a cave on Salamis. Along with Aeschylus and Sophocles, he is one of the three ancient Greek tragedians for whom any plays have survived in full. He became, in the Hellenistic Age, a cornerstone of ancient literary education. The details of his death are uncertain.

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    El cíclope - Euripides

    CÍCLOPE

    EL CÍCLOPE

    PERSONAJES

    A FRODITA . H IPÓLITO

    .

    C ORO de cazadores. S IRVIENTE .

    C ORO de mujeres de Trozén. N ODRIZA

    .

    F EDRA . T ESEO . M ENSAJERO . Á RTEMIS .

    A FRODIT A [1] . —Soy una diosa poderosa y no exenta de fama, tanto entre los mortales como en el cielo, y mi nombre es Cipris. De cuantos habitan entre el Ponto y los confines del Atla s [2]

    y ven la luz del sol tengo en

    consideración a los que reverencian mi poder y derribo a cuantos se 5

    ensoberbecen contra mí. En la raza de los dioses también sucede esto: se alegran con las honras de los hombres. Voy a mostrar muy pronto la verdad

    de estas palabras. El hijo de Teseo y de la Amazona, alumno del santo 10

    Piteo [3] , es el único de los ciudadanos de esta tierra de Trozén que dice que soy la más insignificante de las divinidades, rechaza el lecho y no acepta el

    matrimonio. En cambio, honra a la hermana de Febo, a Ártemis, hija de 15

    Zeus, teniéndola por la más grande de las divinidade s [4] . Por el verdoso bosque, siempre en compañía de la doncella, con rápidos perros extermina

    los animales salvajes de la tierra, habiendo encontrado una compañía que 20

    excede a los mortale s [5] . Yo no estoy celosa por ello. ¿Por qué iba a estarlo? En cambio, por las faltas que ha cometido contra mí, castigaré a Hipólito hoy mismo; la mayor parte de mi plan lo tengo muy adelantado desde hace tiempo, no tengo que esforzarme mucho.

    En una ocasión en que iba desde la venerable mansión de Piteo a la 25

    tierra de Pandión a participar en la iniciación de los misterios [6] , al verle la noble esposa de su padre, Fedra, sintió su corazón arrebatado por un amor terrible, de acuerdo con mis planes. Y antes de que ella regresara a esta

    tierra de Trozén, junto a la roca misma de Palas, visible desde esta tierra, 30

    fundó un templo de Cipris, encendida de amor por el extranjero. Y, al erigirlo, le ponía el nombre de la diosa en recuerdo de Hipólito [7] . Y cuando

    Teseo abandonó la tierra de Cécrope, huyendo de la mancha de sangre de 35

    los Palántida s [8] , hizo una travesía hasta este país, resignándose a un año de destierro. Desde entonces, entre gemidos y herida por el aguijón del amor,

    la desdichada se consume en silencio. Ninguno de los de la casa conoce su 40

    mal. Pero este amor no debe acabar de este modo. Se lo revelaré a Teseo y saldrá a la luz. Y su padre matará a nuestro joven enemigo, con una de las

    maldiciones que Posidón, señor del mar, concedió a Teseo como regalo [9] : 45

    que no en vano suplicaría a la divinidad hasta tres veces. Aunque sea con gloria, Fedra también ha de morir, pues yo no tendré en tanta consideración

    su desgracia hasta el punto de que mi enemigo no deba pagarme la 50

    satisfacción que me parezca oportuna.

    Pero veo que se acerca el hijo de Teseo, que ha dejado ya el esfuerzo de la caza, Hipólito. Voy a alejarme de estos lugares. Una numerosa comitiva

    de servidores sigue sus pasos y va entonando himnos en honor de la diosa 55

    Ártemis. No sabe que están abiertas las puertas de Hades y que está

    mirando esta luz por última vez.

    H IPÓLITO . —(A sus compañeros). Seguidme, seguidme cantando a la celestial hija de Zeus, a Ártemis, la cual nos protege. 60

    C ORO

    de cazadores.

    Soberana, soberana muy venerable, nacida de Zeus, te saludo, te saludo, oh Ártemis, hija de Leto y de Zeus, la más hermosa con mucho de 65

    las doncellas, tú que habitas en el extenso cielo el palacio de un ilustre 70

    padre, la áurea morada de Zeus. Te saludo, oh la más hermosa de las diosas del Olimpo.

    H IPÓLITO

    . —A ti, oh diosa, te traigo, después de haberla adornado, esta

    corona trenzada

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