La aparición del samurái se sitúa en torno al siglo X. Se utilizaron diversos vocablos para aludir al guerrero, pero se impuso el de saburai, esto es, “servidor”, y de ahí se popularizaría “samurái”. Hay hipótesis que apuntan a que los primeros samuráis eran soldados-cazadores en las provincias del este y otras que indican que eran soldados-marineros del oeste, o que protegían fincas agrarias. También se habla de la supuesta legalización, mediante el desempeño de las armas, de forajidos que mantenían contactos comerciales con comunidades agrícolas.
DE LAS ARMAS A LA POLÍTICA
En el siglo X ya estaban definidas las dos señas de identidad de los samuráis: la propiedad de la tierra y su potencial bélico. Inicialmente, el samurái era el guerrero, sin connotaciones políticas, aunque en 200 años el término, además de hacer referencia al soldado en lucha, designaría a la élite militar que gobernaría Japón.
Este viraje se explica debido a que, a partir de finales del siglo XII, se instituyó la figura del sogún, el jefe máximo de los samuráis, que acabaría derivando en un cargo parecido al de valido (si lo comparamos con la organización política europea), pues llevaba las riendas del país mientras que el emperador quedaba en la sombra como mero espectador de los sucesos.
Las Guerras Genpei se llaman