Florilegio, relatos en tiempos de pandemia

Por Mailen Ortega Cuadros, María Camila Becerra Muñoz, Eliseo Mercader y 28 más

Florilegio es el encuentro de palabras y sentimientos que desnudan poco a poco la humanidad en tiempos de pandemia. En esta compilación, las letras se unen en un mismo sentido para recordarnos  que el arte y la imaginación son nuestra más memorable salvación.

• Idioma: Español
• Editorial: La Red Editorial
• Fecha de lanzamiento: 29 mar 2021
• ISBN: 9789584919519

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perdición

Presentación

Este libro nace a partir de la idea de compilar escritos, poemas, cuentos y microrrelatos de las vivencias propias o ajenas que hayan sido adaptadas y/o apropiadas por cada escritor. En esta recopilación, escritores de todas partes del mundo se reunieron para hacer surgir de la crisis, letras memorables y humanas inspiradas en tiempos de pandemia.

En 16 temáticas se pueden percibir diferentes miradas, momentos y sentires de personas con concepciones muy disímiles, pero simultáneamente semejantes del mundo, todos ellos inmersos en un mismo contexto: la cuarentena a nivel global.

Quisimos acompañar estos escritos con imágenes que nos ayudarán a vislumbrar, desde otro enfoque, esas historias seleccionadas a través de ilustraciones, aproximándonos un poco más a la realidad, Florilegio además de ser un testimonio inmortaliza palabras, interpretadas mediante el arte de ilustrar.

Todo camino recorrido con ideas en pro al arte logra reivindicar historias que se desaparecen por momentos, pero que son constantes y latentes en nuestras experiencias. El camino a la revolución es humanizarnos y las letras son el medio propicio para acrecentar mentes empáticas y almas deseantes de un mundo mejor.

Bienvenidos, caminantes.

Recuerdo

En tiempos de crisis lo único que nos salva son los recuerdos

Suspiros al caer la noche

La tapicería gris del cielo

parece sobreponerse como por capricho.

¡Me encanta!

Dicen que el cielo ante los ojos que lo miran

adquiere el rostro que se anhela ver,

y por eso suspiras viéndolo.

No necesariamente debe ser por

alguien de nombre y cuerpo mortal,

puede que sea un alma viril

que te ha amenizado.

Y quizás me vuelvo una armazón vaga

de letras desenfrenadas y deseos confusos,

un tridente son sus ojos a mi débil coraza.

Y yo, que siendo así y sin ser un ser muy veraz,

amenizo lo que sea que parece venir de allá,

de usted, de su cielo.

Y cuando te siento ausente, me proclamo,

o, más bien, me autoproclamo para ser el sirviente

del sentir extraño que me subyace,

y