Los Silbidos del Viento
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Harto de que este
viejo mundo
me haya hecho
verter lágrimas,
ahora, cuan
calamar acosado,
José Manuel Gómez
José Manuel Gómez Gómez (Alcalá de Guadaíra, 1968). Sus inquietudes artísticas surgieron desde muy joven gracias a su abuela paterna, quien le recitaba sus poesías mientras él las escribía. Fue ya en su juventud cuando empezó a escribir sus primeros versos sobre un papel , una servilleta o en cualquier lugar donde pudiese guardar. Algunos de sus poemas fueron publicados en revistas literarias, tales como Infame Turba. Prontamente escuchó la voz del teatro participando como actor en una obra en su pueblo natal durante las fiestas medievales Qalat Chavir, La Ciudad de la Tolerancia. Años más tarde se decantó por el cine y actuó como coprotagonista en la saga Deadhunter bajo la dirección de Julián Lara, haciendo un total de cuatro películas, Evil Night Deadhunter, Sevillian Zombis, Zombi-Xtreme y Killing Twice, algunas de ellas premiadas en diversos festivales como el Festival de Cine Fantástico de Estepona. Aunque nunca deja de escribir poesía sigue realizando actividades filmográficas, realizando cortos y participando en otras producciones. En sus poemas habla del amor y desamor, vuelca sus sentimientos en cada verso, encontrando una vía de escape, haciendo lo que más le gusta, escribir y que disfruten con su lectura.
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Los Silbidos del Viento - José Manuel Gómez
A mi madre,
sin ella hoy no estaría aquí.
Yo soy el desamor, la tristeza,
el mensajero de los corazones rotos,
al que se le nubla la pupila,
el que vive en los escombros.
...y cerré las ventanas,
para que mi corazón
viviera en la oscuridad.
...y enterré mis sentimientos
para que descansaran en paz.
Prefiero que me mate el amor,
a que lo haga el odio y el rencor.
Cuando la tristeza me consume desde dentro,
mis lágrimas se las lleva el viento,
se me seca el corazón,
partido en mil fragmentos,
se esparcen mis sentimientos,
perdida está mi ilusión,
el aire entra a raudales,
clavándose como puñales,
que no dejan de doler,
mientras me voy consumiendo,
mi alma le entrego al firmamento
y