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Locos, Estúpidos, Turistas Blancos
Locos, Estúpidos, Turistas Blancos
Locos, Estúpidos, Turistas Blancos
Libro electrónico390 páginas5 horas

Locos, Estúpidos, Turistas Blancos

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Información de este libro electrónico

En la Nochevieja de 2016, cuatro locos se escapan de un psiquiátrico en España. Ellos afirman no estar locos mientras se embarcan en una gran aentura que les llevará a vivir intensamente un montón de aventuras psicodélicas, dramáticas y divertidas por Europa del Este, Oriente Medio y Asia Central.

 

Esta novela te va a hacer replantearte si en realidad, todos estamos locos y simplemente nos negamos a reconocerlo porque es más sencillo vivir así.

 

Te prometo que vas a reir, a llorar y a emocionarte con cada uno de estos cuatro locos que lo único que buscan en su camino es la libertad.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 nov 2020
ISBN9781393184171
Locos, Estúpidos, Turistas Blancos

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    Locos, Estúpidos, Turistas Blancos - Pepe Traveler

    1. Suceso

    La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante. Cuando falta esa sensación uno quisiera morir. -Cesare Pavese

    Informe policial

    Ref: 2016332133321ES

    Fecha cierre: 04/05/2016

    Suceso:

    Hacia las 2 horas de la madrugada del día 1 de Enero de 2016 cuatro pacientes del Centro Psiquiátrico de Pamplona (CPP), en Navarra, escaparon al tiempo que se originó un incendio en la sala de la doctora Garrido.

    El informe del perito concluye que el incendio fue provocado mediante el uso de gasolina. Probablemente procedente del almacén del centro donde se atesoran algunos bidones para el uso del cortacésped. El principal sospechoso es, según la investigación policial, Martín Díaz paciente del centro y uno de los cuatro fugitivos que escaparon esa misma noche del CPP.

    Los pacientes lograron salir del país y tras meses de búsqueda finalmente fueron atrapados en Cholpon-Ata (Kyrgyzstan) . La persecución, que se prolongó por un total de 112 días, dejó tras de sí un trágico balance de 6 muertos y múltiples heridos, además de numerosos daños materiales en los diferentes países que atravesaron en su huida.

    – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – – –

    Diario de Navarra 01 – Enero – 2016

    NOCHE VIEJA DE LOCOS

    La noche del 31 de diciembre ha resultado mucho más accidentada en la capital de la provincia que de costumbre.

    A altas horas de la madrugada se ha producido un incendio en el Hospital Psiquiátrico de Pamplona. Las causas del mismo son todavía desconocidas. El incendio ha sido rápidamente controlado y no ha habido víctimas, tan sólo daños materiales. Aunque también se desconoce el paradero de varios pacientes.

    La Policía Foral está investigando exhaustivamente si se encuentran perdidos debido a la confusión generada por el incendio o si han huido aprovechando deliberadamente el desconcierto generado por el fuego.

    2. Malcolm

    Todo lo que puedas imaginar es real. -Pablo Picasso.

    – No pensarás golpearme con esa barra de hierro, ¿verdad?– insinúa Malcolm mientras se gira a tiempo para ver a uno de sus compañeros avanzando con sigilo hacia él portando una barra de hierro entre sus manos, preparado para asestarle un garrotazo en toda regla.

    Sorprendido por haber sido cazado segundos antes de cometer la fechoría, Mario enrojece. Esconde su mirada avergonzada entre las lengüetas de sus zapatillas y deja caer la barra al suelo. Desplomándose con ella, toda su culpabilidad.

    Malcolm le observa con detenimiento, intentando descifrar el enigma que esconde el niño que habita en ese cuerpo de gigante.

    –No...No... No pen–pen–pen–pen–sa–sa–sa–sa–sa–ba–ba–ba–ba...–tartamudea mientras se aparta un mechón pelirrojo que le molesta.

    –Ya me parecía. Tú eres un buen chico. Un chaval maravilloso. No serías capaz de herirme.– le apacigua Malcolm mientras le toca  y aprieta ligeramente el hombro, transmitiéndole confianza.

    Mario da media vuelta y comienza a caminar arrastrando su alma con un paso lento y derrotista. Como un niño triste y abatido que vuelve a casa tras haber perdido la final de un torneo.

    Malcolm analiza la situación mientras otea la marcha fúnebre de su desolado compañero. Algo no encaja, ¿quién ha ordenado a Mario atacarle? Entra en su cuarto mientras en su cabeza cavilan varias hipótesis (a cada cual más descabellada). Se sienta en la cama y advierte de inmediato que alguien ha estado revolviendo entre sus pertenencias.

    Una persona normal no se hubiese percatado. Pero Malcolm está muy por encima de la media en lo que a coeficiente intelectual se refiere. Malcolm es un súper agente secreto, best brother¹ con James Bond, nombrado caballero de la Corona Española, y hermanado siempre con las más altas esferas de poder. O al menos, eso cree él.

    Cada día desde que ingresó en el centro, marca con un pelo (púbico ya que Malcolm es calvo) la cómoda de su cuarto. Si el pelo continua en su posición original cada vez que abre el cajón, es obvio que nadie ha tocado sus cosas. Esa noche, el pelo ya no está. Tras revisar sus pertenencias se percata de la ausencia de dos llaves de su particular juego de llaves del centro. Frustrado, no tanto porque le hayan arrebatado sus llaves, sino por la sensación de inseguridad que se queda en el cuerpo tras cualquier tipo de robo, hace un repaso mental del día, buscando cualquier indicio o detalle que pudiese iluminar aquel enigma.

    «Maldito KGB, parece que me han encontrado», concluye mientras estruja su cerebro intentando organizar una nueva estrategia para volver a huir de los rusos.

    Su tapadera de estar loco ha quedado al descubierto. «Maldito KGB».

    Antes de que suene su despertador a la mañana siguiente, se despereza tranquilamente con una decisión ya tomada. No puede quedarse más tiempo en el centro psiquiátrico.

    Tras su meditación diaria y una breve sesión de ejercicios que le ayudan a mantener su filosofía de "Mens sana in corpore sano² en regla, se viste con calma con su uniforme de loco y totalmente confiado de su estabilidad mental y de su futuro éxito, se dirige a charlar con la doctora del centro, la encargada de decidir las sentencias de cada preso" del recinto.

    –Déjeme que lo entienda. Dice que llegó aquí hace cuatro meses–.

    –Tres meses y treinta días para ser preciso–.

    –Sí, sí. E ingresó de manera voluntaria, haciéndose pasar por loco para ocultarse del KGB, que le persigue desde hace años por ser un agente secreto.

    –Pseeee, por favor, eso es información confidencial. Sea discreta ya que puede haber micrófonos, microchips o ... Incluso espías– susurra las últimas palabras mirando nervioso a su alrededor, y señalando con la cabeza al enfermero que merodea por el pasillo.

    –Y como ya han descubierto su tapadera, ya puede decirnos la verdad: que no está loco y que está listo para salir al mundo real y continuar con su misión. ¿Es correcto?–.

    –Sí, exacto. Muchas gracias por su ayuda Doctora. Recibirá el reconocimiento correspondiente por parte de las autoridades cuando todo este asunto tan desagradable haya concluido–. Malcolm se levanta, alarga la mano para estrechársela a la doctora y finaliza la reunión.

    –Enfermero, aumente la dosis de quetiapine al paciente– ordena la Doctora una vez que Malcolm ha desaparecido tras la puerta.

    3. Martín

    La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.- Antonio Machado

    Extracto de una transcripción psiquiátrica

    Martín Diaz, paciente nº 223453NE

    –¿Sabe usted por qué está aquí?

    –Obviamente, porque creen que estoy loco.

    –¿Y sabe qué nos ha llevado a esa conclusión?

    –¿Estupidez?, ¿Incompetencia?, ¿Tu padre quizás te tocaba de pequeña?

    –¿Recuerda lo ocurrido el día 3 de septiembre del 2015?

    –Sí, es el día en que morí.

    –Es extraño. Usted afirma que ha muerto, sin embargo, yo le veo muy vivo. De hecho, estamos manteniendo una conversación.

    –Lo que es extraño es el bigote de ese enfermero, el que siempre nos tacañea las drogas, ¿se piensa que aún estamos en los 80?

    Martín se levanta cuando amanece con una sola idea en la cabeza: va a prender fuego al despacho de la doctora. El lunes camina por el centro con una sonrisa de oreja a oreja. Nadie entiende por qué canturrea por los pasillos, como un pajarito que anuncia con alegría el despertar de un nuevo día. Irradia felicidad por sus cuatro costillas.

    Tiene 40 años, aunque sólo aparenta 39 y 11 meses. Una cicatriz se asoma triunfante en su mejilla, fruto de una vida basada en el famoso eslogan de Sexo, drogas y Rock 'n Roll. Ha vivido en una perenne juventud demasiado osada como para permitirle madurar algún día. Pese a ese estilo de vida, tan perjudicial para el libertino, tras estar más de un año internado en el centro, la mancha andrajosa que los vicios habían depositado en su físico, está ya prácticamente limpia.

    Pero el tiempo es un juez que no permite impunidad, y así lo reflejan las arrugas que contornean su sonrisa. El amor por la carcajada está grabado en ellas.

    En su estado de bonanza se pasea por el centro canturreando, saltando, gimiendo e incluso ladrando a ratos como un perro que vuelve a reunirse con su amo después de meses separados. Al menos esta vez, va vestido. Había protagonizado ya demasiadas broncas por ser Adán fuera del Edén (Estoy muerto, ¿para qué cojones tengo que vestirme?, solía responder ante las quejas). Hoy todo tiene que ser perfecto.

    En su bloc de notas va tachando los objetivos ya alcanzados.

    Robarle a Malcolm las llaves del almacén y del despacho de la doctora.

    Entrar en el almacén por la noche y coger la gasolina del cortacésped.

    Entrar en la oficina de la doctora y prenderle fuego mientras me río como un loco.

    Tirarme un pedo disimuladamente en el salón y acusar a Tony el mentiroso compulsivo de estar podrido.

    Matar a Bart Simpson.

    Tirarle los trastos a la nueva enfermera.

    «JAJAJA. ¿Piensan que estoy loco? Yo les daré locura.»

    4. Encuentro

    Un desconocido es un amigo al que aún no nos han presentado.

    Malcolm lleva toda la jornada espiando a sus compañeros e intentando dar con el ladrón. Va descartando posibles culpables conforme avanzan las horas. Como un Quién es quién³ ambientado en la vida en el psiquiátrico. «No ha sido Mario, el coloso pelirrojo. A Carmen y a Luisa no las ha visto en todo el día. Pero según ha comentado el enfermero no han salido de su habitación. Otro mal día. Pobres chicas. Tampoco ha podido ser ninguno del grupo de los viejos verdes, esos 4 canallas estaban ya durmiendo para las 3 de la tarde, demasiada excitación tuvieron ayer. La hermana de Sansón, había revolucionado el centro. Al parecer la lotería genética había agraciado a su hermana con todo lo que le había birlado al pequeño Sansón.  Myriam la gata, tampoco. Se había pasado el día entero tratando de cazar ese ratón imaginario, hasta que al final los enfermeros decidieron sedarla. El pequeño Sansón también está descartado, no hubiese podido hacer nada entre tanta agitación...»

    Ya entrada la noche, mientras camina en ropa interior por los oscuros pasillos meditando sobre su situación, escucha un leve canturreo. Una desafinada pero alegre canción parece venir de la oficina de la doctora, que para su sorpresa se encuentra abierta. Algo muy extraño a esas horas de la noche. Finalmente, de manera inesperada, se encuentra con su ganador.

    –Cof, cof– Malcolm se aclara la garganta – No estarás pensando en prender fuego al despacho de la doctora, ¿verdad?

    Martín pega un brinco hacia atrás, cayendo en la mullida silla de la Doctora Garrido. El bidón de gasolina que reposa sobre la mesa se tambalea suavemente. El pirómano se recompone rápidamente y adopta la posición y dignidad de la doctora Garrido.

    – No, no. ¿Qué te hace pensar en algo tan ridículo, y qué haces en mi despacho?

    – No soy uno de esos locos. Sé que no eres la doctora. Ella usa tacones y tu llevas puestas las sandalias de loco. – apunta Malcolm con gran perspicacia –Además, hace un momento estabas canturreando «Voy a quemar el despacho de esta hija de puta...». Desafinas, que lo sepas.

    – Ummm ok. Todo tiene una explicación.

    – Seguro que sí y presupongo que es maravillosa. Pero no tenemos tiempo ahora. No te preocupes. Sé que no eres como los demás, no deberías estar aquí y yo tampoco. Tengo un plan, sé cómo podemos salir de aquí, pero necesito tu ayuda.

    5. Isidoro

    Basta el instante de un cerrar de ojos para hacer de un hombre pacífico un guerrero. -Samuel Butler

    Diagnóstico médico: Isidoro López Castillo

    Paciente nº 42353NE. Se trata de un caso extremo de personalidad múltiple. En el transcurso trimestral que lleva de tratamiento se ha identificado con más de cuarenta personalidades diferentes. Es el mayor caso de trastorno de identidad disociativo jamás documentado.

    La personalidad original del sujeto raramente aparece y en el 99% de los casos no recuerda la identidad adoptada anteriormente.

    Sus diversas identidades surgen motivadas por situaciones en las que encajan adecuadamente con la situación que está viviendo. De este modo, su personaje siempre parece un ser lógico y no llama la atención en exceso.

    Isidoro es una persona tímida, con escasa vida social y un entorno familiar bastante complejo. Es de complexión fina y nervuda. Trabajó ininterrumpidamente durante diez años en un videoclub, de donde parece extraer la innumerable variedad de personalidades que adopta.

    Isidoro no es Isidoro. Hoy es Sultán⁴. Un famoso luchador de MMA, bicampeón internacional de peso pesado y campeón olímpico de lucha greco–romana. Es curioso ver su contrastada nueva personalidad. Ha pasado de ser tímido, con mirada huidiza y totalmente inofensivo a ser jovial, encantador y con una seguridad que aplasta hasta al más fuerte.

    Después de ingerir la cantidad exacta de carbohidratos que según él requiere su escultural cuerpo (que curiosamente coincide con todo lo que pueda comer), decide ponerse a entrenar. Pero no todos saben que cuando esto ocurre alguien sufre las consecuencias.

    En un momento de confusión, hace una llave thomson a otro de los pacientes, el cual termina ingresado en el hospital por lesiones graves. La seguridad del centro procede a detenerle. Al primer guardia, el más valiente que se le acerca, le rompe la nariz de un directo, tras lo cual se lanza con sus dos piernas cual misiles contra el pecho de su camarada, dejándole también fuera de combate. Y el tercer guardia, asumiendo sus mínimas posibilidades contra el atacante, le dispara con la pistola eléctrica en un intento de reducirlo. Aun así sigue avanzando hacia el guardia que continúa presionando la pistola eléctrica. Cuando parece que finalmente va a alcanzar a su nueva víctima, el primer guardia, que aún se encuentra en el suelo, le dispara en el culo con otra pistola eléctrica. Sultan/Isidoro cae finalmente al suelo entre convulsiones. Lo inmovilizan con una camisa de fuerza y, tras obligarle a ingerir fuertes sedantes, lo encierran en una habitación acolchada y aislada.

    Informe médico del suceso acontecido el 31 de diciembre de 2015

    El paciente nº 42353NE (Isidoro) ha sido confinado en la habitación de aislamiento temporal. Por primera vez desde su internamiento ha adoptado una personalidad violenta. Tras agredir a un paciente, ha sido reducido y sedado. Tanto el paciente compañero suyo como dos miembros de la seguridad han resultado heridos en el proceso, los cuales han sido trasladados al hospital Virgen del Camino para ser atendidos con urgencia.

    Según el testimonio de los enfermeros del centro, el paciente agredido (Iker Ochoa), había estado molestando continuamente a Isidoro el día anterior, el cual presentaba en ese momento una de sus personalidades femeninas. Iker Ochoa había tocado el culo a Isidoro en varias ocasiones e incluso llegó a arrinconarlo con intenciones de abusar de él sexualmente. Otros pacientes alertaron al equipo médico y a la seguridad e Iker desistió en su intento antes de que llegaran. Todo esto parece que ha generado un fuerte estrés en Isidoro y su mecanismo de protección ha reaccionado con la aparición de esta nueva personalidad de carácter agresivo.

    Durante el interrogatorio ha afirmado ser Sultán, un luchador indio. Esta personalidad tiene su origen en la película bautizada con el mismo nombre. La voz del paciente ha adquirido un fuerte acento indio y hemos tenido que comunicarnos con él en inglés, aunque no muestra indicios de hablarlo de manera fluida, pese a que la vez que adoptó la identidad de Sherlock Holmes, era totalmente capaz de desenvolverse en ese idioma. La mayoría del tiempo hablaba en lo que presuponemos como Hindi. La sesión ha sido grabada, por lo que será analizada por un traductor de Hindi para saber qué dijo exactamente.

    6. Nochevieja

    En las fiestas no te sientes jamás. Puede sentarse a tu lado alguien que no te guste. -Groucho Marx

    En los alrededores verdes del Psiquiátrico se respira frío y paz. Es la última noche del año y todos los pacientes se encuentran en el salón principal, acomodándose emocionados dentro de sus disfraces. Se trata de una costumbre única de Pamplona. Para celebrar la bienvenida al nuevo año, todo el mundo se disfraza. Nadie sabe muy bien por qué. Hay varias teorías y cada cual elige la que más le gusta. Quizás, la idea se originó en un salón repleto de locos. Quién sabe. La dirección del centro ha decidido ser flexible por una vez y ha montado una pequeña celebración. ¡Hay incluso champán sin alcohol!

    La fiesta empieza a las seis de la tarde y los disfraces bailan alocados. Los pacientes olvidan por unas horas dónde están y fluyen acompasados entre las carcajadas y el champán. Sólo falta Sultán/Isidoro, que yace sedado entre cuatro acolchadas paredes, castigado por su agresivo ímpetu.

    Las campanadas falsas, originadas por los golpes de una gran cuchara sopera contra una cacerola, retumban en la sala hacia las ocho de la tarde. Hay un último brindis y pronto el silencio vuelve a conquistar el centro. Terminada la celebración, todo el mundo vuelve a la rutina diaria. Feliz prematuro 2016  y a dormir.

    La ironía de la vida es que, mientras en el Psiquiátrico se asoma una paz extraordinaria para finalizar los 365 días, fuera en la ciudad, el mundo se vuelve loco.

    Únicamente las dos almas rebeldes del centro deciden que su fiesta aún no ha terminado. Escapan sigilosos de sus cuartos y acceden al almacén para recuperar los disfraces que ellos y sus compañeros han vestido hace unas horas. Ataviados como un par de bomberos, cogen de nuevo el bidón de gasolina del cortacésped y se encaminan hacia su última misión del año.

    En la oficina de la doctora, Martín está en éxtasis. No para de reír como un poseso y Malcolm intentando controlar la situación, le intenta callar discretamente.

    – Pssssssss, psssssss, silencio por favor..

    – ¡Que nos pillen! Los quemo a todos estos joputas...JAJAJAJAJAJA!– brama Martín como un loco.

    Malcolm se rinde y decide unirse a la sin razón. Saca una botella de ron Arehucas del cajón de la doctora y se sienta a disfrutar del espectáculo mientras le da un par de secos sorbos.

    Al pirado ya se le ha terminado la gasolina y antes de prender fuego al habitáculo, le da un buen trago al ron que ha encontrado su amigo y se enciende un puro habano.

    – ¿De dónde has sacado ese puro?–.

    – Calla y celebremos– ordena Martín mientras le ofrece otro puro.

    Malcolm lo guarda en su bolsillo, como si de un amuleto se tratase.

    – Me lo fumaré cuando realmente hayamos escapado y podamos celebrar–.

    Martín le da una última calada a su puro y golpeándolo con su dedo corazón lo lanza al charco de gasolina.

    Comienza el espectáculo.

    7. Diario de Rossy: La vida es bella

    La salud es el regalo más grande, la satisfacción de la mayor riqueza, la fidelidad de la mejor relación.-Buddha

    24/12/2015

    Tengo un jodido cáncer terminal. Me queda un año de vida, más o menos. Más menos que más realmente. La psicóloga me ha dicho que escribir un diario puede ayudar. No sé qué coño escribir. Feliz Navidad. Esto es una mierda.

    25/12/2015

    Compromisos sociales con mi novio y los amigos. Me sorprende lo poco que me cuesta fingir que todo va bien. Estando con las personas que quieres, aparentemente todo se olvida.

    26/12/2015

    07.00h Hoy es mi último día de trabajo. No me apetece explicar nada. Simplemente iré, le daré una patada en los huevos a mi jefe y de vuelta a casa. Jaja. Qué pena que dejé el taekwondo hace ya años, sino mi jefe se iba a acordar de mí. Tener un puto cáncer absorbiéndome la vida al menos sirve para ser más libre. Qué ironía de la vida.

    09.00h Escrito y hecho. Check. Jaja. He negociado mi despido, me han dado el finiquito y como recompensa le he soltado un rodillazo en los cojones al jefe. Literalmente. Qué a gusto me he quedado. No os preocupéis, se lo merecía. Es un negrero del siglo XXI, y un pervertido acosador hijo de puta. Mientras salía del trabajo he notado cómo todos mis compañeros me aplaudían en silencio y me miraban con respeto y admiración. Somos un maldito rebaño. Vergonzoso.

    Lo bueno ya ha pasado y me siento mejor de lo que esperaba. Ahora me toca darle la buena nueva a mi novio: que tengo vacaciones indefinidas. Y la mala noticia claro, que me ha mordido el alma un cáncer tan jodido como... Como un cáncer. No se me ocurre nada gracioso con lo que compararlo. Qué raro, antes tenía sentido del humor. El cáncer lo mata todo menos la mala leche parece. Pues nada, voy pa casa.

    Hijo puta.

    27/12/2015

    Ayer el día terminó siendo peor que una peli de Almodóvar⁵. Llegué a casa pensando en que menos mal que iba a contar con el apoyo de mi novio y va y me lo encuentro en bolas con mi mejor amiga una zorra. El mundo está loco. Me siento como Job⁶, con Dios dándome por culo.

    Pero bueno, hoy ya estoy mejor. Tal vez esto tenía que pasar. Lo que menos me apetece es dar pena con mi cáncer. Así que esta es la excusa perfecta para desconectar con todo lo que ha sido mi vida hasta ahora. Me parece extraño, pero no he llorado. A pesar de todo lo que me ha pasado en los últimos días me siento en calma. Extraño.

    ¿Estaré en shock?

    28/12/2015

    ¡Decidido! Me piro a México güey. Voy a vender mi casa. Voy a vender TODO. Sacaré todos mis ahorros y me voy de aquí. Buscaré un pueblito en la playa y un buen hospital. No, no tengo esperanzas de vivir, ya me lo aclaró la doctora con esa cara de perro apaleado que me puso. Pero al menos con un buen hospital cerca que pueda proveerme con buenos sedantes podré morir dignamente. Y si el plan del hospital falla, seguro que en México encontraré dónde comprar sedantes alternativos que me hagan la vida (o la muerte) más fácil. He leido artículos sobre las maravillas del peyote, un captus medicinal (y alucinogeno) que no me importaría probar..

    29/12/2015

    Le he puesto nombre a mi cáncer. Se llama Joserra, diminutivo de Jose Ramón. Le he bautizado en honor a un profesor de filosofía que tuve en el cole. Era un ser tan despreciable y asqueroso que durante todo su curso perdí la fe en la humanidad. Creo que mi cáncer y él tienen mucho en común así que, ¡voilá!

    01/01/2016

    8.00h Todo listo. Me voy al aeropuerto. Año nuevo, vida nueva. A tomar por culo.

    23.00h Estoy en Armenia. Sí, Armenia. Aún no sé ni dónde coño está esto. Ha sido un día de locos, a ver por dónde empiezo.

    Esta mañana después de escribir ya tenía todo organizado. Mis maletas listas, una amiga encargada de organizar y vender mi casa, mi adiós a todas las personas VIP de mi vida y un amigo esperándome en México, donde me ayudaría a buscar un lindo apartamento.

    Check, check, and check. Ready. Go.

    Conecté la lista de Spotify que creé para la ocasión en el Audi titulada Joserra Hijo Puta Remix Vol 2. Conduje hasta la gasolinera de Noáin y mientras llenaba de gasoil mi coche de alquiler, me entretuve viendo cómo tres personajes disfrazados estaban haciendo autostop. Probablemente sean algunos fiesteros que ni han dormido recuerdo que pensé al ver a los que iban a convertirse en mis nuevos amigos . ‘¡Pero no quiero adelantar acontecimientos! Pues eso, ahí estaban, un plátano gigante, un Bob Esponja y un torero negro⁷.

    Tras pagar en la caja, volví al coche dispuesta a continuar mi camino cuando uno de ellos se acercó. El torero, quién si no. Era el más galán con ese traje de luces que le marcaba todo, aunque no le pegaba nada. No es por ser racista, lo juro, pero el torero era negro. Y nunca antes en mis 30 años de vida había visto un torero negro. Un negro, pero negro negro. No moreno, no marrón, sino negro del todo. Alto y atlético. Su sonrisa blanca de dientes perfectos me dejo fuera de combate. De verdad, Rossy. Siempre igual.

    –¡Hola!– me dijo mientras descubría su calva azabache quitándose con gracia su sombrero torero a la vez que hacía una leve reverencia – Perdona si te molesto, ¿puedo preguntarte algo? ¿A dónde vas?–.

    –Voy a Madrid, al aeropuerto–.

    –¡Maravilloso! ¡Nosotros nos dirigimos también a Barajas! ¡No me digas que crees que esto es una casualidad! ¿Podrías acercarnos?

    –Hummmm....– respondí yo dudosa.

    –Podemos compartir gastos. ¡Tenemos dinero!–.

    –No es por el dinero... Tenía pensado un viaje tranquilo, con mi música a mi rollo–.

    –Entiendo, entiendo. Pero no te preocupes. Nosotros no hacemos ruido, de hecho mi compañero allá presente, el plátano, hoy ni habla. Parece que ha decidido hacer voto de silencio, aunque aún no sabemos bien por qué.

    La situación era cuando menos un tanto extraña.

    –Y,  ¿a dónde vais a volar?– les pregunté intentando ganar tiempo mientras buscaba una excusa lo bastante convincente como para dejarles en tierra.

    –Vamos al primer país oficialmente cristiano del mundo– Probablemente al ver mi mirada confusa me aclaró– A Armenia. Volamos a Armenia–.

    –Ok– No estaba segura de si había dicho Alemania, pero tampoco estaba prestando mucha atención. Indecisa en aquel momento de estrés, pensé, ¿qué es lo peor que me puede pasar? Total, ya estoy casi muerta.

    –Entonces, ¿podemos acompañarte?– el torero enterneció su rostro aparentando ser completamente inofensivo. Como el gatico de Shrek⁸ que tanto me gusta.

    –Venga vale, os llevo. Sólo dos reglas. Nada de preguntas personales y si me canso de vosotros os bajáis del coche sin preguntas ni jaleos– normalmente no soy tan borde pero Joserra saca lo peor de mí, que a veces también es lo mejor.

    –Me parece genial. Es más, me parece maravilloso, además te comento que pienso igual que tú.– me guiñó un ojo y de repente me sentí como si fuésemos cómplices de algo que aún no había llegado a comprender.

    –Me encanta tu chaqueta, es muy chula– me dice.

    –Gracias...Ehmmm, a mí me encanta tu gorro de torero–.

    –¡Te lo regalo!– se lo quita y me lo pone en la cabeza.

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