Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El fantasma de Canterville
El fantasma de Canterville
El fantasma de Canterville
Libro electrónico55 páginas54 minutos

El fantasma de Canterville

Calificación: 4 de 5 estrellas

4/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Una familia norteamericana ha comprado una propiedad en tierras inglesas. Este recinto viene con una peculiaridad: un fantasma. A pesar de la advertencia, los nuevos inquilinos no tienen problema para afrontar este terrible espectro, ¡y de verdad que no tienen ningún problema! Sus cientos de años como fantasma en su currículum, no son suficientes para esta singular familia. Escrita en 1887, Oscar Wilde logra nuevamente deleitarnos con un breve cuento que, como todos los cuentos del autor, nos deja con una pequeña moraleja; el materialismo norteamericano y sus costumbres republicanas que se instalan en la vida y cotidianidad de las inglesas.
IdiomaEspañol
EditorialEditorial Cõ
Fecha de lanzamiento17 ago 2020
ISBN9786074574760
Autor

Oscar Wilde

Oscar Wilde (1854–1900) was a Dublin-born poet and playwright who studied at the Portora Royal School, before attending Trinity College and Magdalen College, Oxford. The son of two writers, Wilde grew up in an intellectual environment. As a young man, his poetry appeared in various periodicals including Dublin University Magazine. In 1881, he published his first book Poems, an expansive collection of his earlier works. His only novel, The Picture of Dorian Gray, was released in 1890 followed by the acclaimed plays Lady Windermere’s Fan (1893) and The Importance of Being Earnest (1895).

Relacionado con El fantasma de Canterville

Títulos en esta serie (69)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Clásicos para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para El fantasma de Canterville

Calificación: 4 de 5 estrellas
4/5

3 clasificaciones1 comentario

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

  • Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5
    ¡Es una lectura preciosa!, es muy sencilla de leer, divertida, corta y muy romántica. La disfruté mucho.

Vista previa del libro

El fantasma de Canterville - Oscar Wilde

Portada

El fantasma de Canterville

Editorial

El fantasma de Canterville (1887)

Oscar Wilde

Editorial Cõ

Leemos Contigo Editorial S.A.S. de C.V.

edicion@editorialco.com

Traducción: Benito Romero

Edición: Mayo 2020

Imagen de portada: Onlyyouqj on Freepik

Prohibida la reproducción parcial o total sin la autorización escrita del editor.

Índice

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 1

Cuando el señor Hiram B. Otis, ministro de los Estados Unidos de América, compró Canterville Chase, todo el mundo le dijo que cometía una gran locura, porque la finca estaba embrujada.

Hasta el mismo lord Canterville, como hombre de la más escrupulosa honradez, se creyó en el deber de informar al señor Otis, cuando llegaron a discutir las condiciones.

—Nosotros mismos —dijo lord Canterville— nos hemos resistido en absoluto a vivir en ese sitio desde la época en que mi tía abuela, la duquesa de Bolton, tuvo un ataque de nervios, del que nunca se repuso por completo, motivado por el espanto que experimentó al sentir que las manos de un esqueleto se posaban sobre sus hombros, mientras se vestía para cenar. Me creo en el deber de decirle, señor Otis, que el fantasma ha sido visto por varios miembros de mi familia, que viven actualmente; así como por el rector de la parroquia, el reverendo Augusto Dampier, agregado del King’s College de Oxford. Después del trágico accidente ocurrido a la duquesa, ninguna de las doncellas quiso quedarse en casa, y lady Canterville no pudo ya conciliar el sueño a causa de los ruidos misteriosos que llegaban del corredor y de la biblioteca.

—Milord —respondió el ministro—, también me quedaré con los muebles y el fantasma bajo inventario. Llego de un país moderno, en el que podemos tener todo cuanto el dinero es capaz de proporcionar, y esos mozos nuestros, jóvenes y turbulentos, que recorren el Viejo Continente escandalizándolo, que se llevan los mejores actores de ustedes, y sus mejores prima donnas, estoy seguro de que si queda todavía un verdadero fantasma en Europa, vendrán a buscarlo en seguida para colocarle en uno de nuestros museos públicos o para pasearle por los caminos como un fenómeno.

—El fantasma existe; me lo temo —dijo lord Canterville, sonriendo—, aunque quizá se resista a las ofertas de sus intrépidos empresarios. Hace más de tres siglos que se le conoce. Data, con precisión, de 1574, y nunca deja de mostrarse cuando está a punto de ocurrir alguna defunción en la familia.

—¡Bah! Los médicos de cabecera hacen lo mismo, lord Canterville. Amigo mío, un fantasma no puede existir y no creo que las leyes de la Naturaleza admitan excepciones en favor de la aristocracia inglesa.

—Realmente —dijo lord Canterville, que no acababa de comprender la última observación del señor Otis—, ustedes son muy sencillos en América. Ahora bien, si le gusta a usted tener un fantasma en casa, mejor que mejor. Acuérdese únicamente que yo le previne.

Algunas semanas después se cerró el trato, y a fines de la estación el ministro y su familia emprendieron el viaje hacia Canterville Chase.

La señora Otis, que con el nombre de Lucrecia R. Táppan, de la calle West 53, había sido una célebre beldad de Nueva York, era todavía una mujer muy bella, de edad regular, con unos ojos hermosos y un perfil magnífico.

Muchas damas americanas, cuando abandonan su país natal, adoptan aires

¿Disfrutas la vista previa?
Página 1 de 1