La Inmortalidad Es Posible

Por Carlos Herrero Carcedo

LA INMORTALIDAD ES POSIBLE pasará a convertirse en una pieza fundamental de nuestra biblioteca del conocimiento.
Sin duda una obra imprescindible para los amantes de la ciencia seria, repleta de razonamientos científicos relacionados con la Consciencia, la Mecánica Cuántica y los Sistemas de Computación.
Un documento crucial hacia la vida eterna a través del estado del arte de diversas disciplinas.

• Idioma: Español
• Editorial: Carlos Herrero Carcedo
• Fecha de lanzamiento: 5 may 2020

Carlos Herrero Carcedo

Autor de dos Libros con tapa: Manual Básico de Farmacología y 200 Ideas para Mejorar la Rentabilidad de tu Farmacia, una publicación en la revista Alimentación, Equipos y Tecnología: La histamina en las distintas etapas de fabricación de conservas de atún y seis Ebooks: Disruptores Endocrinos, La Salud no es un Negocio, Obesidad Infantil. Rista. Respuesta Insuficientemente Adecuada, Vivir sin Cáncer, Ser Mayor sin Edad y Predisposición a Ser Homosexual.Posee tres licenciaturas (Farmacia, Ciencias Químicas, Ciencia y Tecnología de los Alimentos) y experiencia en los departamentos de Calidad, Producción y Ventas.

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1. EL CAMINO HACIA LA INMORTALIDAD

Al final de este viaje evolutivo, la inmortalidad se hará realidad. No se conseguirá en el tipo de organismo multicelular que arrastramos desde siempre sino que será posible en los diferentes sistemas creados de inteligencia artificial mediante la transferencia de la consciencia humana, es decir, a través de la traslación del filtro de consciencia del campo de punto cero característico de una persona desde la red neuronal biológica a la estructura neuromórfica cognitiva artificial.

Los avances en nanotecnología y genética mejorarán considerablemente los índices de esperanza y calidad de vida pero sólo permitirán alcanzar un nivel elevado de longevidad. Todas las investigaciones con base científica en la unidad celular culminarán alejadas del objetivo de la inmortalidad humana a pesar de estudios tan prometedores como la reprogramación de células somáticas a células madre pluripotentes.

El desarrollo de la inteligencia artificial crece a buen ritmo en lo que concierne a la ingeniería neuromórfica pero continúa siendo lento en los dominios cognitivos. Muchas de las líneas de investigación en curso plantean su desenvolvimiento sin la consideración del plano cognitivo por lo que difícilmente se alcanzarán los resultados previstos en el camino hacia la inmortalidad. Todavía continúa siendo terreno desconocido el origen de la consciencia y la compleja actividad en paralelo que ejecutan muchas de las redes neuronales involucradas en los procesos cognitivos. De este modo, el verdadero propósito que persigue la inteligencia artificial, emular a los seres humanos, permanece aún demasiado lejos.

Una posible vía para alcanzar la inmortalidad es el desarrollo de la computación estocástica neuromórfica de alta densidad y bajo consumo energético y su integración en los sistemas de inteligencia artificial. Gracias a este sistema de computación será posible la gestión combinada de redes neuronales artificiales de chips neuromórficos que emulen a los sistemas cuánticos, estableciéndose la sincronización de grandes grupos neuronales, de tal forma que adquieran movimiento oscilatorio y se comporten como osciladores estocásticos. La consciencia emergerá del campo de punto cero (ZPF) gracias a la interacción resonante entre los componentes de la red neuronal artificial que actúan como sistemas cuánticos macroscópicos y el campo de punto cero a través de la coherencia cuántica de largo alcance. La consciencia surgirá en los sistemas de inteligencia artificial, de forma espontánea, originándose inteligencia artificial consciente autónoma y, de forma asistida, creándose humanoides de consciencia transferida.

La transferencia de la consciencia humana a un sistema de inteligencia artificial tendrá lugar cuando sea posible la teleportación cuántica del estado cuántico de todas las partículas elementales de los átomos que componen las redes neuronales de una persona al estado cuántico del conjunto del mismo número de átomos de las redes neuronales artificiales del sistema de inteligencia artificial. Para que se produzca la teleportación cuántica, el estado cuántico de las redes neuronales biológicas debe encontrarse fuertemente entrelazado con el estado cuántico de las redes neuronales artificiales. El entrelazamiento cuántico puede darse a alta temperatura entre sistemas cuánticos resonantes fuera del equilibrio térmico. Habría que realizar mediciones cuánticas del estado cuántico de todas las partículas que componen las redes neuronales biológicas y transferir toda la información resultante, de forma clásica, a través de un canal de comunicación clásico.

La información necesaria para determinar un estado clásico corresponde a la suma de los grados de libertad de todas las partículas que lo componen. Por su parte, en un sistema cuántico el número de grados de libertad crece exponencialmente con el número de partículas constituyentes. Este problema quedaría resuelto con la futura computación cuántica. Sin embargo, aparece un inconveniente importante. La transferencia del estado cuántico de las partículas origen implica la eliminación de los átomos, es decir, la destrucción del cerebro humano. Además, resultará imposible conocer con certeza si el nuevo estado cuántico que ha sido transferido es idéntico al original.

Los impulsos nerviosos de ciertas partes del cerebro suelen presentar sincronización colectiva para su precisa funcionalidad, aunque a