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CUBA: los correlatos socioculturales del cambio económico
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Libro electrónico389 páginas5 horas

CUBA: los correlatos socioculturales del cambio económico

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Con una articulación de aspectos sociales, culturales, económicos, ambientales, éticos, y situando en contexto las transformaciones económicas y su relación con procesos sociales en curso; se enfoca hacia las subjetividades y la política social cubana. La idea prevaleciente es la urgencia de fortalecer la política social de la reforma cubana, asi como la ciudadanía activa, como claves para expandir el potencial de efectos sociales de ampliación de la equidad, la inclusión social y la superación de la pobreza.
IdiomaEspañol
EditorialRUTH
Fecha de lanzamiento20 sept 2017
ISBN9789962703266
CUBA: los correlatos socioculturales del cambio económico

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    CUBA - Mayra Paula Espina

    978-9962-703-26-6

    Título original: CUBA: los correlatos socioculturales del cambio económico

    Edición: Denise Ocampo Álvarez

    Diseño de cubierta e interior: Claudia Méndez Romero

    Diagramación: Bárbara A. Fernández Portal

    Corrección: Ana Molina González

    © Ruth Casa Editorial, 2015

    © Sobre la presente edición:

    Ruth Casa Editorial, 2015

    Todos los derechos reservados

    ISBN:  978-9962-703-26-6

    Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

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    RUTH CASA EDITORIAL

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    www.ruthcasaeditorial.org

    www.ruthtienda.com

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    Ruth Casa Editorial no es una empresa imparcial o exenta de compromisos sociales. Nace en un momento muy especial de la historia universal, cuando la humanidad ha llegado al umbral de la catástrofe total o del parto de una nueva civilización. No obedece a intención apocalíptica alguna afirmar que este es el dilema que se dibuja en el horizonte.

    Hoy hemos aprendido de nuestros fracasos que el trazado de la transformación socioeconómica que puede conducir a un mundo mejor pasa por una mudanza moral, que depende de la inteligencia que las generaciones involucradas logren transmitirse en esta dirección y de la implantación consecuente de una cultura de vida. Sin esto, otra democracia, no solo distinta, sino incompatible con la caricatura que ha prevalecido, sería imposible. Con eso se compromete Ruth Casa Editorial, con un mundo en el cual la libertad no pueda ser concebida fuera de la igualdad y de la fraternidad, sino exclusivamente a partir de ellas.

    El nombre de la editorial se inspira precisamente en aquel pasaje bíblico que nos invita a apreciar más generosamente el significado de la solidaridad como virtud, y el núcleo de valores que nos impele al rescate y a la reflexión, a creer y a crear con coherencia, a decidir con lealtad y valentía, y a restituir al ser humano toda su dignidad.

    Ruth Casa Editorial quiere proclamar desde el comienzo mismo su sentido de amplitud, sin fronteras, pero sin ambigüedades. Asocia su proyección a los movimientos sociales y en particular al Foro Mundial de Alternativas, sin constituir un órgano de este, ni contemplar restricciones nacionales, continentales, sectoriales o institucionales. Con la única aspiración de servir al impulso que reclama la marcha hacia un futuro donde todos tengan cabida. Los lectores dirán si lo logramos.

    François Houtart

    Presidente

    Editorial

    Cada época genera sus urgencias críticas. El siglo xx finalizó con la frustración rotunda de las esperanzas que había creado la Revolución de Octubre y con el encumbramiento del imperialismo bajo el liderazgo más absoluto de los Estados Unidos. Estos hechos resumen las complejidades, la irracionalidad, los peligros y los desafíos de nuestro tiempo. Desafíos para el pensamiento crítico y para la praxis.

    Bajo el sello Ruth Casa Editorial se funda Ruth. Cuadernos de Pensamiento Crítico, que se reconoce precisamente así, de pensamiento crítico. Internacional por la naturaleza de la problemática que aborda, por la determinación de las alternativas y por una obligada vocación de universalidad. Tan universal debe aspirar a ser el proyecto como ha llegado a ser el mundo del capital que luchamos por subvertir. Nada de lo que ocurre en el tiempo que nos ha tocado vivir puede sernos ajeno. Nada debe escapar al rasero de la reflexión comprometida.

    Por tal motivo nos reconocemos, como publicación, bajo el signo de la radicalidad revolucionaria, que diferenciamos de la radicalidad doctrinal. Rechazamos cualquier exclusión dogmática que margine el ingenio y el espíritu de búsqueda en el camino hacia el socialismo. Del mismo modo que no podemos ceder a propuesta de tipo alguno que nos distancie de la ruta hacia un mundo signado por la seguridad, la justicia, la libertad y la equidad para todos los pueblos.

    Ruth

    Cuadernos de Pensamiento Crítico

    Presidente: François Houtart

    Director General: Carlos Tablada Pérez

    Asesor de la Dirección: Pablo González Casanova

    Editora: Ana Molina González

    Correctora: Denise Ocampo Álvarez

    Directora Artística: Claudia Méndez Romero

    Administradora web y programadora: Yané Alfonso

    Administradores: Armando Nafal /Alejandro Sean García

    Asesora Jurídica: Ingrid Rodríguez Escalante

    CONSEJO DE DIRECCIÓN:

    Aurelio Alonso / Carmen Bohórquez / Atilio A. Boron

    /

    François Houtart / Pilar Jiménez / Ana Molina González /Fernando Martínez Heredia /John Saxe-Fernández / Carlos Tablada Pérez

    CONSEJO EDITORIAL:

    Samir Amin / Walden Bello / Ahmed Ben Bella /Leonardo Boff / Suzy Castor / Ana Esther Ceceña / Camille Chalmers / Theotonio dos Santos / Bernard Founou / Pierre Galand / Pablo González Casanova / Julio César Guanche / Franz Hinkelammert / Raúl Jennar / Néstor Kohan / Georges Labica / Michael Löwy / Osvaldo Martínez / István Mészáros / Abdourahmane Ndiaye / Carlos Nogueras / Ignacio Ramonet / Gabriela Roffinelli /

    Arundhati Roy / Emir Sader / Eduardo Saxe-Fernández /

    Beatriz Stolowitz / Eduardo Torres-Cuevas / Eric Toussaint / Nguyen Van Thanh / Immanuel Wallerstein

    EQUIPO DE REDACCIÓN:

    Ana Molina González / Pilar M. Jiménez Castro

    Ruth. Cuadernos de Pensamiento Crítico responde a la creciente necesidad de la sociedad del siglo

    xxi

    de información sobre el desarrollo del pensamiento social, económico, político y filosófico de actualidad. Los conceptos expresados por los autores no reflejan necesariamente los criterios de la Dirección, que se reserva el derecho de expresarlos cuando lo estime conveniente.

    Tripode.jpg

    Trípode

    CUBA: los correlatos socioculturales del cambio económico

    La iniciativa de la coordinación de Ruth Cuadernos de Pensamiento Crítico de dedicar un número a los efectos sociales de la reforma en curso en Cuba fue acogida con entusiasmo por quienes recibimos la invitación para compilar los textos que permitieran hacer ese recorrido. Es una iniciativa muy pertinente toda vez que suelen ser mucho más visibles —en publicaciones, eventos y debates en los medios— las aristas económicas del proceso de transformación, extendiéndose un criterio de que todo depende del desempeño económico, y de que las dimensiones sociales del desarrollo son una consecuencia del mejoramiento de las económicas, se subordinan a ellas y dependen de que puedan alcanzarse logros en términos económicos (crecimiento del producto interno bruto [PIB], de la productividad, de las exportaciones, de las inversiones). Ello, de hecho, supone también cierta consideración de lo social como producto o derivación de lo económico.

    Sin negar la relevancia de las dimensiones económicas del desarrollo y de los cambios que Cuba debe llevar a cabo en esta área para mejorar sus desempeños, las compiladoras de este Cuaderno, y los autores y autoras que han contribuido a él con sus textos, sostenemos un enfoque teórico metodológico que parte de la visión sistémica del desarrollo —en la cual se articulan los aspectos sociales, culturales, económicos, ambientales y éticos en un haz de causalidad recursiva— y de la concepción de agentes del desarrollo —el desarrollo es actuación política de agentes de cambio involucrados en una matriz de poder que genera oportunidades y restricciones para unos y otros grupos—; por lo cual consideramos que lo social tiene una dinámica articulada a (no derivada de) lo económico, una cierta autonomía relativa, y que la política económica y la social son dos áreas de actuación complementarias y vinculadas.

    La noción de efecto social que asumimos es la de un cambio que se produce en todos o en algún ámbito y/o escala relevante de la reproducción de la vida social y puede ser atribuido en alguna medida a una acción o conjunto de acciones precedentes, planificadas o no, que se comportan como causas. Tal cambio supone una modificación de cierta radicalidad en las relaciones sociales, las prácticas cotidianas, en las posibilidades de acceso al bienestar y en los niveles y calidad de vida de los grupos que integran la estructura de una sociedad concreta. Esta noción de efecto no es lineal, sino recursiva: el efecto puede modificar la causa y convertirse él mismo en causa de otros cambios; el efecto no es necesariamente proporcional a la causa, puede amplificarla o anularla, o ir en sentido contrario o distinto del esperable o del previsto y deseable en los cambios planificados, como los que implementa una reforma económica.

    Muy apretadamente debemos decir que entendimos por reforma el conjunto de medidas que agrupa el llamado proceso de actualización del modelo económico y social cubano entre cuyos pilares pueden identificarse la descentralización territorial, la reducción del aparato burocrático estatal, la disminución del empleo en el sector estatal, la prioridad estratégica de la producción de alimentos para disminuir las importaciones de alimentos, la ampliación del sector no estatal agropecuario y urbano, cambios en sistemas de comercialización agrícola, la eliminación de prohibiciones —compra y venta de autos, viviendas—, los nuevos marcos jurídicos —ley migratoria, código de trabajo, nueva ley tributaria, ley de inversión extranjera—, la reestructuración de los gastos del presupuesto: reducción de los subsidios a los alimentos y servicios, concentración de los servicios de salud, concentración de escuelas en zonas rurales, eliminación de becas para la enseñanza secundaria y preuniversitaria. Los análisis compilados en este dossier no aluden de manera directa a cada una de las aquí nombradas, sin embargo, forman parte del contexto en que se producen los análisis realizados.¹

    1 Una plataforma central para dicho proceso de actualización son los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución (2011). En lo adelante, los textos aquí compilados, en diálogo con este documento, podrán referirse a sus contenidos como «los Lineamientos» (N. de la E.).

    Como puede inferirse con facilidad, tal reforma introduce modificaciones radicales en las prácticas cotidianas de trabajo y vida de la sociedad cubana, genera una nueva estructura social y tiene, obviamente, notables efecto sociales. Genera nuevos actores y modifica sus posibles repertorios de acción y estos, a su vez, de alguna manera se apropian de la reforma, la reinventan y le introducen nuevos rumbos y matices.

    Bajo estos criterios emprendimos la tarea de armar este Cuaderno, cuyo mayor reto fue compilar un conjunto de textos que pudieran dar cuenta de los cambios sociales más relevantes que acompañan y se entrecruzan con la reforma y sus derivaciones en términos de perfeccionamiento de la política social. Es esta una tarea prácticamente imposible, pues las ciencias sociales en Cuba no han consolidado una agenda de investigación que aborde estos cambios de forma integral y prevalecen agendas institucionales y sectoriales fragmentadas.

    Con tan severa limitación decidimos entonces estructurar la compilación desde lo que podríamos llamar mínimos sociales, es decir, aquellas zonas de cambio social directamente vinculadas al acceso al bienestar, a la superación de las situaciones de pobreza y vulnerabilidad y a la condición de agentes de los diversos grupos sociales. Ello, por supuesto, enmarcado en estudios disponibles. Quedan para posteriores compilaciones los trabajos relativos a los efectos socioambientales, en parte porque este tema aún no tiene una presencia significativa en las publicaciones y presentaciones sobre la actualización del modelo económico y social, a pesar de representar un elemento clave de la agenda actual de desarrollo de cualquier país.

    Desde esta lógica modesta de los mínimos y de la disponibilidad de estudios, y sin la pretensión de dar respuesta a todos los posibles efectos sociales de la reforma, el dossier quedó estructurado en cuatro ejes fundamentales: el primero y más general pretende situar en contexto las transformaciones económicas y su relación con procesos sociales en curso; el segundo rescata un tema crucial para la reproducción social frecuentemente omitido o subtratado por las ciencias sociales en el país: el trabajo y el acceso al empleo; el tercero mira hacia las trasformaciones en el agro, y el cuarto se enfoca hacia las subjetividades y la política social.

    El primer eje incluye el trabajo de Grisell Rodríguez y Juan Carlos Albizu-Campos, dedicado a los cambios demográficos, y el de María del Carmen Zabala, acerca de los efectos de los cambios económicos sobre la equidad. Desde nuestra óptica de compiladoras era esencial iniciar el dossier con un análisis de la dinámica demográfica cubana desde el enfoque de la interrelación población-desarrollo. Es obvio, no se trata de una novedad, el tema está muy bien posicionado en los debates sobre el desarrollo y en el caso de Cuba el envejecimiento poblacional y las problemáticas que de ello se derivan para la política social constituyen un punto central de la reforma, muy reflejado en los medios e incluso en el debate público. Sin embargo, a menudo este debate se concentra en focos («¿qué haremos con los ancianos?», «cuán difícil es atender y mitigar el efecto del incremento del índice de personas dependientes en una sociedad con un bajo nivel de crecimiento económico», «¿cómo incentivar la fecundidad?») y lo relevante del texto de Rodríguez y Albizu-Campos es que supera el punto de vista fragmentario para evaluar la dinámica poblacional en sus múltiples aristas, especialmente en la interrelación entre fecundidad, esperanza de vida y migración, sin olvidar las particularidades y necesidades diferenciadas de territorios y grupos, como base para implementar una política integral de población basada en la comprensión sistémica de la dinámica demográfica.

    De igual modo, nos pareció esencial hacer dialogar, desde el comienzo del dossier, los cambios económicos con sus consecuencias sobre la equidad. En esta cuerda, María del Carmen Zabala llama la atención sobre otra arista social imprescindible en el análisis de la reforma en curso: los cambios económicos, orientados a una mayor eficiencia en este ámbito y a apalancar el crecimiento, no son neutrales en términos de equidad. Ellos actúan en un escenario atravesado por desigualdades de género, raza, territoriales, generacionales, por mencionar las principales, y donde preexiste un nivel de pobreza difícilmente removible si no se implementan acciones diferenciadas que, junto a la política universal, atiendan las vulnerabilidades específicas. Desde tal punto de vista, y desde el del empoderamiento de los sectores vulnerables, la autora insiste en que el mayor reto es el logro de la eficiencia económica y la equidad social, simultáneamente. El artículo de Zabala ofrece el panorama general de la relación reforma económica-equidad-desventajas sociales y es una clave para entender y contextualizar el resto de los artículos, pues todos abordan de alguna manera esta relación a partir de diversas aristas.

    En el segundo eje se incluyen las contribuciones de Dayma Echevarría y Mayra Tejuca sobre la relación, poco abordada hasta el momento, entre educación para el trabajo y empleo, artículo que reflexiona sobre la forma en que las políticas educativas que preparan a los/las jóvenes para el trabajo remunerado han estado en concordancia con las demandas del mercado laboral. Asimismo, el trabajo enfatiza en algunas consecuencias de estos desajustes para el desarrollo y para la equidad.

    José Luis Martín, a continuación, reflexiona sobre las condiciones actuales del sistema de relaciones sociales del trabajo y propone cómo estas transformaciones podrían tributar a un mejor desempeño de la economía y de la sociedad. Ángela Peña y Rosa Voghon se acercan al proceso de disponibilidad laboral, desarrollado en el sector estatal civil, a través de un estudio de caso en dos municipios de La Habana. A partir de este acercamiento, las autoras reflexionan sobre los primeros efectos del proceso, desde el lado de las regulaciones, los resultados esperados y su contraste con la implementación, develando también los efectos sobre la equidad. Otra arista abordada en uno de los artículos del dossier se relaciona con el trabajo por cuenta propia y las relaciones de género. Marta Núñez, a través del estudio de casos, argumenta cómo las políticas que promueven el trabajo por cuenta propia favorecen o perjudican los avances obtenidos hasta el momento a favor de relaciones de género más equitativas.

    El tercer eje, el dedicado a las transformaciones ocurridas en el sector agropecuario, más específicamente aquellas que tienen sus efectos sobre las personas insertadas en las áreas rurales, incluye dos trabajos. Uno de ellos, la contribución de Arisbel Leyva y María de los Ángeles Arias, aborda la política de entrega de tierras en usufructo como un canal de movilidad social para los agricultores privados, al mismo tiempo que reflexiona sobre los desafíos de este proceso en materia de apoyo, regulación y vías para acceder al desarrollo rural, y también analiza críticamente en torno a los procesos en curso, las garantías de sostenibilidad y la concepción del desarrollo que le sirve de fundamento. Yenisei Bombino en su artículo examina las oportunidades y los desafíos del proceso de actualización del modelo socioeconómico para la inserción laboral de la juventud rural a partir del análisis de medidas implementadas que incentivan el empleo en el sector agropecuario.

    En el cuarto eje de esta compilación —el de las subjetividades— la intención es argumentar que los cambios en las macroestructuras «objetivas» tienen expresiones en las microestructuras subjetivas y no en el sentido de que las primeras determinan las segundas, sino que se establece cierta recursividad y constreñimientos mutuos. Siendo así, la toma de decisiones en términos de políticas (sociales, económicas) debe estar al tanto y en diálogo permanente con las formas en que los diferentes grupos entienden y asumen los cambios y la manera en que estos modifican sus vidas. Este es un elemento clave de la construcción de consensos, de la legitimidad política de los cambios y del manejo de conflictos.

    Daybel Pañellas muestra en su artículo que los cambios en la estructura social cubana asociados a la reforma de los años noventa del pasado siglo y a la actual, en su generación de nuevos sujetos económicos y grupos socio-ocupacionales, pueden ser también leídos como proceso de configuración de nuevas identidades. La investigadora además encontró un consenso en las percepciones sociales en su manera de interpretar la reforma como respuesta a demandas de los más diversos actores sociales (como por ejemplo, la apertura al cuentapropismo y la microempresa, las cooperativas, la autonomía de la empresa estatal, las reformas en la agricultura, y la eliminación de prohibiciones en el mercado interno); sin embargo, es extensa la percepción de que muchas demandas no han sido reconocidas y todavía los cambios no mejoran la vida familiar de las mayorías.

    El trabajo de Anagret Mederos parte de la tesis implícita de que el desarrollo local y el escenario de microescala constituyen un nivel esencial para las políticas sociales de promoción de equidad, que ello supone reconocer y asumir la condición de actores del desarrollo de los sujetos de esa escala (gobiernos municipales y sociedad civil local, fundamentalmente) y que de la percepción que esos agentes tengan del estado de la desigualdad en las localidades en que se desempeñan depende su posibilidad de actuar sobre ellas. Tomando como base de su estudio proyectos de desarrollo local implementados en la provincia de Villa Clara, Mederos encontró que los actores involucrados en tales proyectos (gobierno, ciudadanía, ONG, universidad) coinciden en que el desarrollo es un proceso que implica superación de desigualdades; sin embargo, no todos incorporan a sus prácticas de gestión del desarrollo local acciones para su mitigación.

    Se cierra el dossier con un trabajo de Mayra Espina, que tiene una intención de epílogo, en el sentido de que se nutre de problemáticas tratadas en los textos precedentes y discute el lugar de la política social en la reforma, el potencial de los cambios en curso para promover equidad social y dar oportunidades a los grupos pobres y en desventaja, y sus puntos ciegos en este ámbito. El texto comenta el efecto de la reforma de configuración de una estructura social centrada en capas medias y los obstáculos para que diversos grupos puedan aprovechar las oportunidades abiertas para la generación de empleos y la elevación de los ingresos.

    La idea que prevalece cuando se toma el dossier como conjunto, y que las compiladoras quisimos resaltar, es la urgencia de fortalecer la política social de la reforma, así como la ciudadanía activa, como claves para expandir el potencial de efectos sociales de ampliación de la equidad, la inclusión social y la superación de la pobreza.

    Mayra Paula Espina*

    Dayma Echevarría León**

    * Doctora en Ciencias Sociológicas. Investiga los temas de desigualdades, pobreza y políticas sociales. Profesora titular adjunta del Departamento de Sociología de la Universidad de La Habana y FLACSO. Desde 2011 es Oficial Nacional de Programa de la Cooperación Suiza en proyectos de desarrollo local.

    ** Doctora en Sociología, Profesora Auxiliar en el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), Universidad de La Habana.

    Han coordinado, junto a la Redacción de

    Ruth Cuadernos de Pensamiento Crítico

    , el dossier «Cuba: los correlatos socioculturales del cambio económico».

    Ruth No. 16/2015

    Grisell Rodríguez Gómez* / Juan Carlos Albizu-Campos Espiñeira**

    * Doctora en Ciencias Económicas. Profesora Titular, Centro de Estudios Demográficos Universidad de La Habana.

    ** Doctor en Ciencias Económicas y en Demografía. Profesor Titular, Centro de Estudios Demográficos, Universidad de La Habana.

    La dinámica demográfica cubana en el contexto actual

    En el contexto de cambios, ajustes y desafíos que experimenta la sociedad cubana en la actualidad, es necesario que desde la ciencia, la academia y las acciones de los tomadores de decisiones se interactúe cada vez más con la dinámica demográfica. El texto contribuye a posicionar el conocimiento que sobre esta dinámica existe hoy —pasando por la explicación de sus componentes y por las diferencias en el comportamiento de las variables: fecundidad, mortalidad y migraciones—. Seguidamente, da cuenta de la evolución de la dinámica demográfica cubana más reciente, así como de las variables que determinan su cambio en el tiempo. Por último, reflexiona sobre la pertinencia de una política de población, y su relación con los cambios actuales en el proceso de transformaciones económicas y sociales.

    Introducción

    En la actualidad, la sociedad cubana está inmersa en un grupo cada vez mayor de cambios, ajustes y desafíos, en pos de contribuir al bienestar de su población. Ello entraña, necesariamente, que también se interactúe cada vez con más frecuencia con la dinámica demográfica que experimenta esa misma población, desde la ciencia y la academia y también desde las acciones de los tomadores de decisiones.

    En un contexto de interrelación entre población y desarrollo, la descripción de la dinámica demográfica cubana pasa necesariamente por la explicación de cada uno de sus componentes y, a su vez, por las diferencias que es posible encontrar en el comportamiento de las variables: fecundidad, mortalidad y migraciones. Es recurrente el debate en torno a la fecundidad actual y perspectiva, al comportamiento de las migraciones externas, al envejecimiento demográfico, al cambio en condiciones de morbilidad y mortalidad y a las características del crecimiento de una población que ya está descendiendo de manera absoluta.

    La complejidad del fenómeno da cuenta de la necesidad de interpretarlo en un escenario de interrelación entre la población y el desarrollo, en el que la acción aislada o combinada de múltiples factores ha conducido al monto total y a la estructura de la población cubana.

    De lo que se trata entonces es, en un primer momento, de exponer y explicar el comportamiento de la población cubana actual, contribuir a posicionar el conocimiento que sobre su dinámica demográfica existe hoy, y dar cuenta de su evolución más reciente, así como de las variables que determinan su cambio en el tiempo. En un segundo momento, se reflexionará sobre la pertinencia de una política de población, y su relación con los cambios actuales en el proceso de transformaciones económicas y sociales.

    Dinámica demográfica

    En los años que cubre el período 1960-2012, la población cubana experimentó una importante declinación de su ritmo de crecimiento anual, pasando de cotas próximas a 3 % en 1963 a -0,15 % en 2012, situándose así en un estado de reducción que muestra ligeras oscilaciones a lo largo de este tiempo. El descenso ha sido sostenido y gradual.

    En este escenario, la disminución del crecimiento natural de la población —en el que la mortalidad (según la tasa bruta) continúa disminuyendo de manera muy lenta— es claramente conducida por la importante declinación experimentada por la natalidad, cuyo nivel pasa de una cota de 35 a situarse alrededor de 11,3 por cada mil habitantes, lo que representa un descenso de algo más de tres veces entre 1960 y 2012, posicionándose en su nivel más bajo en 2006.

    El impacto que ello ha tenido no solo ha sido un crecimiento lento del número de habitantes —incluso con una declinación en años más recientes—, sino una marcada incidencia en la composición por edades de la población. La proporción de personas de cero a catorce años de edad, como consecuencia de la reducción de la natalidad antes comentada, disminuye de un nivel cercano al 40 % de la población total a alrededor de 17 % en la actualidad, lo que representa un descenso de más de la mitad de su peso relativo. En cambio, la proporción de la población de la tercera edad (sesenta años y más) ha experimentado un incremento ininterrumpido, ubicándose, para 2012, en 18,3 %, lo que permite afirmar que la población cubana posee ya una estructura por edades demográficamente envejecida.

    Atendiendo a cada una de las variables en particular, se destaca que la fecundidad descendió desde una cúspide cercana a 5 hijos por mujer en 1963 a 1,9 en 1978 —una reducción a menos de la mitad del indicador en menores de quince años—, cuando el comportamiento de esta variable se situó definitivamente por debajo del nivel de reemplazo, oscilando desde entonces alrededor de un nivel medio de 1,7 hijos por mujer; ello estuvo y está condicionado por un conjunto de factores históricos, sociales, culturales y económicos. La fecundidad cubana hoy es de 1,68 hijos por mujer.

    Por su parte, la mortalidad infantil registró una caída sostenida desde un nivel próximo a 50 defunciones por cada mil nacidos vivos en 1960 a 4,6 en 2012, lo que representó una reducción del indicador en poco más de once veces. Este fenómeno cobra una significación especial cuando se compara con la obtenida por otros países con un nivel de desarrollo económico mucho mayor.

    Gráfico 1

    Crecimiento total de la población cubana (1950-2012)

    02.01.jpg

    Fuente

    : CEPDE-ONEI, 2013, Anuario demográfico de Cuba, 2012.

    Del lado de la mortalidad general, la esperanza de vida al nacer pasó de aproximadamente 64 a 78,45 años en el mismo lapso de tiempo, lo que representó una ganancia promedio anual próxima a un tercio de año de vida. Un avance de esta naturaleza no pudo haberse producido solo por la evolución de las tendencias demográficas observadas en el pasado. La culminación acelerada y homogénea de los procesos de reducción de la fecundidad y la mortalidad fue el resultado de la acción de factores sociales, culturales, políticos e institucionales que incidieron conjuntamente sobre la conducta reproductiva y la capacidad de supervivencia de la población, a partir de acciones definidas y puestas en práctica con esos propósitos, fundamentalmente en los campos de la salud y la

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