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Arturo Rosenblueth, 1900-1970
Arturo Rosenblueth, 1900-1970
Arturo Rosenblueth, 1900-1970
Libro electrónico766 páginas11 horas

Arturo Rosenblueth, 1900-1970

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Arturo Rosenblueth, 1900-1970 reconstruye la historia de uno de los científicos mexicanos más importantes del siglo XX. Gracias a una vasta y detallada investigación, que incluyó la consulta de archivos de la Escuela de Medicina de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Centro de Investig
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 sept 2019
Arturo Rosenblueth, 1900-1970
Autor

Ruth Guzik Glantz

Es profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y catedrática de asignatura en la Universidad La Salle. Se formó como antropóloga social en la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (UAM-I) y obtuvo la maestría y el doctorado en Ciencias con especialidad en Investigaciones Educativas en el Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav). Ha participado como docente de grado y de posgrado y como formadora de docentes en servicio de los distintos niveles educativos en los ámbitos indígena, rural y urbano, en diversas instituciones y universidades de carácter público y privado. También ha colaborado como asesora e investigadora en el diseño de diversos proyectos de formación profesional y de desarrollo institucional. Asimismo, ha desarrollado diversos trabajos de investigación social y educativa, y desde hace poco más de una década ha incursionado en el campo de la historia de la ciencia.

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    Arturo Rosenblueth, 1900-1970 - Ruth Guzik Glantz

    Arturo Rosenblueth,

    1900-1970


    Nota de la editorial:

    Las páginas de Internet citadas se encontraban disponibles para consulta al momento de la publicación impresa de esta obra, sin embargo, es posible que hayan cambiado posteriormente.

    Primera edición: 2018 (El Colegio Nacional-Centro de Investigación

    y de Estudios Avanzados del ipn)

    D. R. © 2018. El Colegio Nacional

    Luis González Obregón 23, Centro Histórico,

    06020, Ciudad de México

    www.colnal.mx

    D. R. © 2018 Centro de Investigación

    y de Estudios Avanzados del ipn

    Av. Instituto Politécnico Nacional 2508,

    San Pedro Zacatenco,

    07380, Ciudad de México

    www.cinvestav.mx

    ISBN digital: 978-607-724-288-8

    Impreso y hecho en México

    Printed and made in Mexico

    Correos electrónicos:

    publicaciones@colnal.mx

    editorial@colnal.mx

    contacto@colnal.mx

    Índice

    Presentación de Pablo Rudomin

    Agradecimientos

    Introducción

    1. Los tiempos de formación (1900-1917)

    La escuela primaria

    El Colegio Civil de Monterrey

    2. La formación superior y los primeros empleos (1918-1930)

    La Escuela Nacional de Medicina

    El regreso a las aulas

    Los empleos en México

    3. La Escuela de Medicina de Harvard (1930-1944)

    La beca Guggenheim

    El encuentro

    Virginia Thompson

    Las primeras publicaciones

    Prolongación de la beca Guggenheim

    La relación Cannon-Rosenblueth

    La teoría de las dos simpatinas

    La controversia de las sopas y las chispas

    La primera monografía de Cannon y Rosenblueth

    El laboratorio

    Citas Harvard y estudios de caso

    Vida cotidiana

    El Club de Filosofía de la Ciencia

    Los últimos tiempos en Harvard

    4. Arturo Rosenblueth en México (1944-1970)

    Ignacio Chávez

    Los primeros días del Instituto Nacional de Cardiología

    El Laboratorio de Fisiología del Instituto Nacional de Cardiología

    Juan García Ramos

    Rafael Méndez

    Otros colaboradores y productos del laboratorio de Rosenblueth

    El único que siempre tiene la razón es el gato

    Las publicaciones de Rosenblueth durante su estancia en el Instituto Nacional de Cardiología

    Recuento de los aportes de Arturo Rosenblueth en el Instituto Nacional de Cardiología

    La estancia de Walter B. Cannon en el Instituto Nacional de Cardiología

    La última monografía fisiológica

    Norbert Wiener en el Instituto Nacional de Cardiología

    El Colegio Nacional

    El Grupo Cibernética

    La Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas

    5. El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (1960-1970)

    El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional en el periodo de Jaime Torres Bodet como secretario de Educación Pública

    El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional en el periodo de Agustín Yáñez como secretario de Educación Pública

    Los últimos días

    Algunas reflexiones finales

    Fuentes

    Créditos iconográficos

    Presentación

    Hace ya algunos años, Ruth Guzik Glantz decidió hacer su tesis de doctorado sobre la vida científica de Arturo Rosenblueth en el Departamento de Investigaciones Educativas (die) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) a cargo de la doctora Susana Quintanilla. Tuve la fortuna de ser uno de sus asesores y debo decir que fue una experiencia sumamente interesante y aleccionadora para mí. Había muchos aspectos de la vida de Rosenblueth que ignoraba y que pude conocer gracias al esfuerzo que hizo Ruth para consultar documentos y textos originales, sobre todo los relacionados con su estancia en Harvard, entre los que destaca la correspondencia que tuvo con Walter B. Cannon, su mentor científico. También leí copias de las cartas que el propio Cannon escribió a varios investigadores cuando trató de conseguir una posición más estable para Rosenblueth, ya fuera en Harvard o en otras instituciones académicas en Estados Unidos.

    La tesis de Ruth incluye varios capítulos acerca de las contri­buciones científicas que hizo Rosenblueth durante su estancia en Harvard. Relata además, y con gran detalle, su regreso a México y su incorporación al recién fundado Instituto Nacional de Cardiología (inc) como jefe del Departamento de Fisiología, que incluye un relato pormenorizado de los trabajos que realizó en esa época y de los investigadores que allí se formaron. Finaliza el texto con una descripción breve de la creación del Cinvestav y de su desempeño como su director fundador.

    Vista en retrospectiva, fue una tesis excelente, bien documentada. Por años, insistí a Ruth que la completara y le diera forma de libro para que pudiera ser leído y compartido con los jóvenes investigadores mexicanos dentro y fuera del Cinvestav que desconocen por completo la trayectoria y las vicisitudes de aquellos hombres y mujeres que fueron fundadores y promotores de la investigación científica en el país. Esto requirió investigar y documentar con más detalle la labor realizada por Rosenblueth en el Cinvestav, tarea que fue pospuesta por un buen tiempo.

    Afortunadamente, en El Colegio Nacional se acordó que era importante que se iniciara una serie de publicaciones biográficas dirigidas precisamente a difundir las contribuciones de muchos de sus miembros ya fallecidos al desarrollo científico y cultural del país, entre ellos Arturo Rosenblueth. Qué mejor oportunidad para poner al día el material que Ruth recopiló en su tesis. Para ello era imprescindible tener acceso a los archivos del Cinvestav y consultar actas, acuerdos, reuniones de la Jun­ta de Gobierno, en fin, reunir todo lo rescatable en relación con la década 1960-1970. También era necesario contar con la anuencia y el apoyo del doctor José Mustre, director del Cinvestav, quien aceptó el proyecto con entusiasmo y estuvo de acuerdo con que el libro fuera una coedición El Colegio Nacional-Cinvestav. Han sido meses de trabajo intenso para Ruth y es para mí ahora un gusto tener en mis manos el texto final de lo que será el libro.

    Presentar la biografía de Arturo Rosenblueth no es una tarea fácil, dadas la personalidad y las contribuciones de este científico mexicano extraordinario. La historia de Rosenblueth no es cosa del pasado, sino de una actualidad impactante porque representa la historia del hijo de un inmigrante que se instala en Chihuahua dejando las Europas en busca de mejores oportunidades.

    Arturo Rosenblueth fue hijo de un hombre convencido de que el estudio y el conocimiento eran elementos indispensables para el desarrollo individual. Con gran detalle y precisión Ruth Guzik Glantz nos presenta la historia del joven Arturo que, proveniente de una familia con recursos limitados, peregrina de un lugar a otro buscando oportunidades y trabajos temporales que le permitan continuar con sus estudios y graduarse como médico.

    Nos relata la serie de circunstancias azarosas y sorprendentes que le permiten finalmente ganar una beca otorgada por la Fundación Guggenheim para ir a Harvard y trabajar en el laboratorio del profesor W. B. Cannon, eminente fisiólogo de la época. Es durante su estancia en Harvard cuando Arturo Rosenblueth hace contribuciones fundamentales acerca de los mecanismos de transmisión sináptica, vuelve propia la línea de trabajo de su maestro y se constituye en un defensor apasionado de la teoría de la transmisión química, a la vez que sienta las bases para entender algunos de los mecanismos que operan en sinapsis periféricas y centrales.

    Es también durante su estancia en Boston cuando establece contacto y amistad con Norbert Wiener y juntos inician una serie de seminarios que con los años dan origen al Club de Filosofía de la Ciencia, que agrupa a varios de los científicos más distinguidos en diversos campos y da lugar a publicaciones importantes acerca del funcionamiento de los sistemas de control en sistemas ingenieriles y en los seres vivos, conocimiento que posteriormente se perfilará como una disciplina por sí misma: la cibernética.

    Mientras escribo estas líneas vienen a mi mente dos de sus contribuciones fundamentales de esa época que surgen de su colaboración con Wiener: Behavior, purpose and teleology, publicado en 1943, así como The role of models in science, publicado en 1945. Para mí, y creo que para muchos otros, estos trabajos fueron fuente de inspiración. En mi caso cambiaron la forma en que abordé algunos de los estudios que he realizado en relación con los mecanismos que modulan la información sensorial transmitida desde la periferia a la médula espinal.

    Y ya que estoy en eso, no puedo dejar de mencionar que estos trabajos, junto con otros textos basados en las conferencias que impartió en El Colegio Nacional como Mente y cerebro y El método científico, han sido incluidos en el volumen 8 de la obra de Rosenblueth publicada por esta institución. En la introducción a esos textos, Ruth y yo revisamos con cierto detalle los conceptos filosóficos más importantes contenidos en cada una de sus publicaciones, que creo vale la pena leer para disponer de una visión más integral acerca de las contribuciones de Rosenblueth en ese campo.

    En su libro, Ruth Guzik Glantz retrata con una minuciosidad encomiable y bien documentada el ambiente que privaba a fines de los treinta y principios de los cuarenta del siglo xx. No se trata de una simple relatoría de eventos. Hay un hilo conductor que nos lleva hasta aspectos más profundos de lo que era el ambiente académico de entonces. La vida de Rosenblueth en Harvard es de continuo trabajo y de una productividad extraordinaria. En esta etapa desarrolla junto con Cannon la teoría de las dos simpatinas y se involucra en la controversia entre la transmisión química y la eléctrica. En pocos años se vuelve el colaborador más cercano de Cannon, lo que genera en algunos de sus colegas envidia y suspicacias que afloran cuando éste trata de conseguir a Rosenblueth un puesto más permanente y sobre todo cuando, a punto de retirarse, Cannon lo propone como su posible sucesor en la jefatura del departamento que dirigía.

    Me ha sorprendido y decepcionado la forma en la que algunos académicos y administradores expresaron su rechazo hacia Arturo Rosenblueth. Unos, por ser mexicano; otros, por su remoto origen judío, y unos más, con la excusa de su carácter apasionado e irascible, lo que impidió que fuera contratado no sólo en Harvard, sino también en otras instituciones, como lo documenta Ruth con detalle, basándose en cartas y documentos extraídos de los archivos de la correspondencia que W. B. Cannon tuvo con sus colegas.

    Lo más paradójico es que todo eso sucedió en una época en la que Estados Unidos aún estaba envuelto en la Segunda Guerra Mundial y cuando ya se sabía de los experimentos de eugenética y de los campos de concentración y exterminio utilizados por las hordas hitlerianas en contra de comunistas, gitanos y judíos. Pero fueron esas circunstancias desventuradas las que, para fortuna nuestra, hicieron en ese entonces que Rosenblueth considerara la posibilidad de regresar a México, después de tres lustros de trabajo intenso y productivo en Harvard.

    Es en ese entonces cuando se funda el inc, que dirige el doctor Ignacio Chávez, quien invita a Rosenblueth a unirse a esa gran aventura. Rosenblueth acepta dirigir el Departamento de Fisiología, no sin preocuparse porque sabe, porque anticipa, y así lo menciona en su correspondencia con Cannon, lo difícil que será hacer ciencia en un país con pocos recursos y con poca tradición científica.

    Leer la biografía de Arturo Rosenblueth nos lleva a una historia de hace más de 50 años, en la que Ruth expone con detalle las circunstancias y situaciones relacionadas con la labor creativa de este gran científico y las dificultades que tuvo que afrontar para hacer ciencia en México. Ciertamente la estancia de Rosenblueth en el inc contribuyó a generar tradiciones que posteriormente cristalizaron con la creación del Cinvestav, proceso que ocupó los últimos 10 años de su vida, años en los que luchó para consolidar lo que él deseaba fuera una institución modelo en el país.

    Hay mucha historia detrás que Ruth ha rescatado de archivos olvidados en cajas de cartón y que ha revivido para contarnos lo que implicó mantener al Cinvestav funcionando a pesar de que a partir de 1968 fue obstaculizado por la administración de Díaz Ordaz. Hay allí una historia que muchos de nosotros ignorábamos y que Ruth sacó a la luz: la falta de interés del Gobierno para apoyar a una institución científica que consideraba un semillero de disidentes. Así, restringió el apoyo a las labores primordiales de la institución y llegó, según consta en los documentos que Ruth consultó, al extremo de proponer a la Junta de Gobierno que los nuevos edificios que se requerían se construyeran por la vía de una solicitud de un préstamo hipotecario avalado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, propuesta a la que, por cierto, Rosenblueth opuso una firme resistencia.

    Fueron años desgastantes para Rosenblueth, que no quiso que los problemas que tenía para mantener funcionando el Cinvestav fueran conocidos por los jóvenes científicos que allí trabajábamos para no generar pánico y desazón, situación que no entendimos en ese entonces, pero que ha salido a la luz por la minuciosa investigación en los archivos que ha hecho Ruth con la anuencia y colaboración de sus autoridades actuales.

    Es por ello que la historia de la vida y obra de Rosenblueth adquiere vigencia y se vuelve tema de actualidad: porque el apoyo requerido para tener un desarrollo científico acorde con las necesidades del país sigue siendo un problema crónico, porque el conocimiento aún no forma parte de nuestra cultura nacional y, sobre todo, por los momentos que estamos viviendo en la actualidad cuando tenemos que afrontar como país una relación deteriorada con el Gobierno de nuestros vecinos del norte.

    Desafortunadamente las condiciones y formas de pensar que hicieron regresar a Rosenblueth a México no forman parte del pasado. La intolerancia xenofóbica y el racismo allí siguen y es ahora, en 2017, que vuelven a la luz en forma ostentosa, nada menos en ese país que se ha autodenominado defensor de la democracia y la libertad. A nosotros nos toca la responsabilidad de generar las condiciones sociales y económicas para que los jóvenes científicos consideren dedicarse a la ciencia como algo importante para el país y para que vean que el vivir y trabajar en México es una gran aventura y una gran oportunidad, y no una derrota y una mutilación de sus sueños de progreso y bienestar.

    Estoy seguro de que este texto inspirará a muchos de nuestros jóvenes que hoy se aventuran en el camino de la investigación científica y los hará sentirse parte de un esfuerzo, de una visión encaminada a hacer de México, nuestro querido México, un país más justo y menos violento, que brinde a todos oportunidades de llevar una vida más digna y más productiva.

    Podría yo aprovechar esta oportunidad para incluir en esta presentación algunas reflexiones acerca de lo que significó para mi propio desarrollo científico la oportunidad de interaccionar con Rosenblueth, primero en el Departamento de Fisiología en el inc hace ya 60 años y posteriormente en el Cinvestav, al que ingresé desde que se fundó y en el que sigo trabajando hasta la fecha, pero creo que éste no es el momento de hacerlo porque se trata del libro de Ruth y no de mis experiencias con Rosenblueth, que por cierto relato en uno de los capítulos incluidos en el tomo 8 de mi obra publicada por El Colegio Nacional.

    No quiero terminar estas líneas sin agradecer a El Colegio Nacional y al Cinvestav la oportunidad de publicar el libro que ha escrito Ruth Guzik Glantz sobre la vida y obra de Arturo Rosenblueth, que estoy seguro será de gran interés y actualidad, y un reconocimiento justo al papel que jugó en el desarrollo de la ciencia nacional como hijo de uno de los tantos inmigrantes que vinieron a este país que los aceptó con generosidad y en donde encontraron libertad y oportunidades para desarrollarse.

    Pablo Rudomin, abril de 2017

    Agradecimientos

    Este libro se debe a la generosa invitación del doctor Pablo Rudomin para publicarlo en coedición entre El Colegio Nacional y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav)del Instituto Politécnico Nacional (ipn), a los titulares de ambas instituciones, el maestro Fausto Zerón-Medina y el doctor José Mustre de León, respectivamente, quienes hicieron suya esta propuesta, y a la doctora Susana Quintanilla, quien ideó el proyecto de desarrollar una investigación sobre la historia de la vida del doctor Arturo Rosenblueth Stearns y depositó en mí su confianza para llevarla a cabo en la forma de tesis doctoral bajo su dirección en el marco de su proyecto general de investigación sobre la gestación y el desarrollo de la investigación científica en México durante el siglo xx.

    La labor de investigación fue posible gracias a una beca que me fue otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para desarrollar esos estudios doctorales, así como al financiamiento que me otorgó el Departamento de Investigaciones Educativas (die) del Cinvestav para realizar una estancia en Boston, Massachusetts, para la consulta de los archivos de Walter B. Cannon localizados en la Escuela de Medicina de Harvard y los de Norbert Wiener que se encuentran en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (mit, por sus siglas en inglés), mismos que, junto con los archivos históricos de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) y el archivo del Patronato del Cinvestav (originalmente llamado por sus siglas ciea), constituyeron los centros de documentación fundamentales de los que abreva este estudio.

    Es difícil, pues, describir mi profundo reconocimiento y cariño hacia el doctor Pablo Rudomin, quien en su estilo generoso, cordial, pero exigente, me condujo a escribir y reescribir este texto en una espiral que podría ser inacabable, primero en su trabajo como codirector de la que fue mi tesis doctoral y después en la labor de revisión del Archivo Histórico del Cinvestav y de otras fuentes adicionales para su confección bajo la forma de libro. La lectura que hizo de todos y cada uno de los productos derivados de esta investigación, sus sesiones de trabajo conmigo tanto en su laboratorio como en su casa, sus enriquecedoras pláticas telefónicas y correos electrónicos me permitieron acercarme a nuevos conocimientos y aprendizajes en más de un sentido, y constituyen sin lugar a dudas una invaluable experiencia personal y profesional. Agradezco infini­tamente también la hospitalidad y las generosas atenciones de su esposa, la artista plástica Flora Goldberg.

    Como se anota antes, este estudio no se hubiera realizado sin la generosa invitación de la doctora Susana Quintanilla Osorio a incorporarme en tanto estudiante de doctorado a su proyecto sobre la formación de los intelectuales y de las instituciones educativas en México durante el siglo xx, para trabajar de manera particular sobre la biografía de Arturo Rosenblueth, a quien ella ponderaba como un científico y pensador clave dentro de su extenso proyecto. Fue Quintanilla quien me introdujo a su apasionante campo de investigación y a sus conceptos sobre la historiografía, trabajo que indudablemente dio un significativo giro a mi vida personal y profesional que reconozco y le agradeceré por siempre.

    Mención especial merecen Fausto Zerón-Medina, secretario administrativo de El Colegio Nacional, por su entusiasta y cálido apoyo dirigido a la publicación de este libro, y de esta misma institución el maestro José Antonio López Ruiz, encargado de Adquisiciones; asimismo el talentoso, propositivo y empático director editorial, Alejandro Cruz Atienza, así como María Elena Ávila, quien se hizo cargo de la edición de este libro y en su momento editó los últimos cuatro volúmenes de las obras completas del doctor Arturo Rosenblueth, que estuvieron a mi cargo como compiladora y cuidadora de la edición bajo la supervisión del doctor Rudomin, y que pronto se volvió una entrañable amiga que me otorgó un enorme apoyo personal y profesional para el desarrollo de esta tarea. También me interesa reconocer el trabajo de Maia Fernández Miret y el de Daniela Aguilar por sus revisiones atentas del texto en materia de divulgación científica y editorial, respectivamente, así como el de la búsqueda de las imágenes de este libro que realizó la iconógrafa Selene Nájera Plascencia.

    Otro pilar fundamental que sustenta este proyecto lo constituyen el doctor José Mustre de León, director general del Cinvestav, quien, además de apoyar la publicación de este libro, abrió los accesos al archivo del Patronato que dio vida al hoy Cinvestav y en el que se encuentran documentos de primordial importancia para el desarrollo de los apartados relativos a los últimos años de vida y trabajo del doctor Arturo Rosenblueth como fundador del entonces llamado por sus siglas ciea, así como Beatriz Garrido, su secretaria particular, quien propició que estas acciones se concretaran.

    Me interesa ofrecer un reconocimiento especial al licenciado Alberto F. Zurita Gómez, coordinador general de Servicios Bibliotecarios del Cinvestav, quien me permitió el acceso al Archivo Histórico institucional y en especial a los legajos y las carpetas relativos tanto al doctor Rosenblueth como al Patronato que este último encabezó por diez años, y me otorgó la hospitalidad institucional que me permitió la revisión de estos archivos; así también al licenciado Gustavo Ávila, quien me abrió el acceso a legajos diversos en los que se documentan el paso y las tareas de Rosenblueth por el ciea, y a Celia César Mauleón, asistente de la Coordinación de Servicios Bibliotecarios, quien me colmó de atenciones y soluciones para llevar a cabo el trabajo de consulta de los archivos mencionados.

    Deseo hacer un reconocimiento especial a la doctora Gloria Huitrón, quien en sus tiempos mozos fuera secretaria del doctor Arturo Rosenblueth en el Instituto Nacional de Cardiología (inc), misma que con gran entusiasmo y desprendimiento conversó conmigo sobre esa época y nos ofreció también algunas imágenes relativas al texto. Agradezco también la entrevista que me regalaron los señores Roberto y Alfonsina Casas, misma que pudo concretarse gracias a la intermediación, iniciativa y presencia de la maestra Gabriela Medina.

    Quiero hacer patente mi profundo reconocimiento a los doctores Ana Cecilia Rodríguez de Romo, Eduardo Remedi, Laura Cházaro y Eugenia Roldán, así como a Josefina Granja, Antonia Candela y Miguel Casillas, quienes en distintos momentos de la factura de lo que ahora constituye este libro, con genuino entusiasmo y desprendimiento académico, revisaron el proyecto, resultados parciales y finales de la mayor parte de éste, haciéndome tan interesantes y diversas observaciones y recomendaciones como distintos y únicos son cada uno de ellos.

    Este trabajo pudo desarrollarse también gracias al diligente y entusiasta trabajo de otros responsables de resguardar los documentos de archivo en los que se sustenta este estudio, aún no mencionados, pero no por eso menos importantes. Me refiero a Jack Eckert y a sus colaboradores Peter Rawson y Elise Ramsey de la Countway Library of Medicine. Center of the History of Medicine, a Nora Murphy y sus asistentes Silvia Mejía-Suárez, Jeffrey Mifflin y Erin Edwards de Archives and Special Collections. mit Archives, así como a Leticia Medina, quien fuera coordinadora del Archivo Histórico de la unam.

    Agradezco especialmente a Ilana Shoenfeld por la hospitalidad, apoyo, conversaciones, cariño y compañía que me regaló durante mi estancia en Boston y que dejaron en mi vida una huella permanente. Para que este viaje fuera exitoso, fue de enorme valía también el trabajo de traducción al inglés de mi proyecto y de otros documentos que generosamente me ofreció mi amiga y traductora Suzanne Stephens.

    No puedo dejar de mencionar también a Elizabeth Rosales, asistente del doctor Rudomin en el Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, así como a Alma Becerra y Rosa María Martínez del Departamento de Investigaciones Educativas de la misma institución, y asentar que fue muy importante para mí el generoso, desinteresado y eficaz apoyo y acompañamiento que me ofrecieron por varios años, gracias por eso.

    Son muchos los amigos que me acompañaron en el proceso de escritura de esta tesis, pero entre todos ellos agradezco de manera especial la lectura y los comentarios críticos de Octavio Campuzano y Agustín González desde los primeros días de este largo trayecto, así como los del doctor Moisés Villegas, también colega de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (uacm) y que me ha acompañado con paciencia e interés en gran parte de este proceso. La amistad y el apoyo de los doctores Manuel Velasco de Arzac y Eduardo Gómez, ambos de la Universidad La Salle, constituyeron grandes motivaciones para desarrollar esta tarea y lo agradezco infinitamente. Me siento afortunada de haber contado también con la interesada escucha y prodigiosa memoria de mi entrañable amiga Lourdes Abad, con quien compartí largas pláticas sobre los distintos momentos de la vida de Arturo Rosenblueth y acerca de mis tribulaciones para describirla, y por supuesto con Alma Gloria Nájera Ahumada y Rosalía Nava Franco, compañeras desde siempre en esta tarea y en la vida misma.

    Por último, y en este caso por ser los más importantes, agradezco a mi hermosa familia, a Benigno, Nina y Lucía Casas, por su apoyo infinito, por su tiempo compartido con Arturo Rosenblueth. A ellos tres y al doctor Pablo Rudomin les dedico este trabajo.

    Introducción

    Arturo Rosenblueth Stearns fue un científico y pensador conocido por su recio carácter, por ser un investigador incansable, un gran y exigente maestro, y formador de importantes asociaciones e instituciones dedicadas a la ciencia. Este neurofisiólogo mexicano, miembro de El Colegio Nacional a partir de 1947, creador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (ipn), es identificado de manera amplia por la dedicatoria que hiciera a su persona el ilustre matemático Norbert Wiener en su libro Cybernetics or control and communication in the animal and the machine [Cibernética o el control y la comunicación en el animal y la máquina] (1948) y por el artículo firmado por ambos y por Julian Bigelow en 1943 titulado Behavior, purpose and teleology [Comportamiento, intencionalidad y teleología], mismo que da vida a la ciencia cibernética y que es el trabajo más leído del total de su profusa y muy consultada obra.

    Se dibuja aquí la familia de Rosenblueth y su paso por los estudios de primaria y los preparatorianos, su tránsito por la Escuela Nacional de Medicina de la entonces Universidad Nacional de México, así como su posterior viaje a Francia para concluir ahí sus estudios en la Sorbona bajo la tutela de tan grandes fisiólogos como Charles Robert Richet, Joseph Franҫois Félix Babinski y Eugenio Gley.

    Se describe su relativamente breve estancia en México trabajando como titular de la cátedra de Fisiología de la Escuela Nacional de Medicina, para convertirse poco después en el primer becario Guggenheim financiado para trabajar en la Escuela de Medicina de Harvard al lado de Walter B. Cannon, uno de los más importantes fisiólogos de la época.

    Se recogen en este libro algunas de las preocupaciones fisiológicas y filosóficas de Rosenblueth a lo largo de catorce años en el Laboratorio de Fisiología de Harvard, donde en colaboración con Cannon propuso la teoría química de la transmisión sináptica en el sistema nervioso central en una época en la que existían escasos recursos materiales para demostrarla, a la vez que impulsa el Club de Filosofía de la Ciencia al que se incorpora, entre otros importantes científicos, el matemático Norbert Wiener, y desde el cual ambos proponen sus ideas en esta materia al seno del que se llamaría primero Grupo Macy y después Grupo Cibernética, mismo que fue financiado a lo largo de varios años por la Fundación Josiah Macy Jr.

    Se documentan y reconstruyen el contexto y el clima adverso, así como las reflexiones y las decisiones de Rosenblueth que condujeron al fisiólogo a optar por su regreso a México, su país natal, para colaborar al lado del doctor Ignacio Chávez en la conformación del Instituto Nacional de Cardiología (inc), primer hospital de especialidades del mundo, mediante su trabajo como titular del Laboratorio de Fisiología de esta institución.

    Este libro aborda el trabajo de Arturo Rosenblueth como impulsor de diversas instituciones, organismos y sociedades científicas, entre las que destaca especialmente la creación, bajo principios fundacionales diseñados por él, del Cinvestav del ipn (entonces reconocido por sus siglas como ciea), que dada la impronta de su fundador hoy en día encabeza al país en materia de producción científica al lado de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

    Este libro es resultado de un trabajo de investigación que se prolongó por varios años y que derivó primero en la realización de una tesis doctoral desarrollada con apoyo de una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) una vez que gocé del invaluable privilegio de ser invitada por la doctora Susana Quintanilla a contribuir desarrollando un trabajo de investigación sobre la biografía de Arturo Rosenblueth con su proyecto de investigación sobre la gestación y el desarrollo de la investigación científica en el siglo xx, que desarrolla en el marco del programa de posgrado del Departamento de Investigaciones Educativas (die) del Cinvestav. Pronto, a la fuerte y enriquecedora asesoría de Quintanilla se sumó el intenso y exigente trabajo de codirección del doctor Pablo Rudomin, después de un muy afortunado para mí acuerdo entre ambos, dirigido a conducir de manera conjunta este trabajo de investigación. Y fue el propio doctor Rudomin quien generosamente propuso tiempo después que se preparara esta publicación que implicó hacer algunos cambios al texto base y adicionar, entre otros elementos, información complementaria al periodo de vida de Arturo Rosenblueth dedicado al ciea, hoy Cinvestav, para lo cual se hizo cargo de promover mi acceso a diversos archivos de la época fundacional de esta institución y de la vida de Rosenblueth, además de que, con paciencia, lectura atenta y rigurosidad, dio seguimiento a su desarrollo como libro y promovió las diligencias dirigidas a lograr su coedición entre El Colegio Nacional y el Cinvestav.

    Arturo Rosenblueth y Norbert Wiener anotaron, entre las premisas básicas de los documentos que escribieron juntos, que la ciencia sólo podría enriquecerse con la confluencia de las distintas disciplinas y los resquicios que se abren con estos encuentros y relaciones, mismas que hoy pueden verse efectivamente entrelazadas cuando nos internamos en lo que alguna vez fue tan sólo un visionario concepto de estos científicos y que hoy conocemos como internet.

    La incursión en los documentos y la navegación por el espacio virtual en busca de Arturo Rosenblueth nos arroja en incontables ocasiones asociados los nombres del prestigiado fisiólogo Walter B. Cannon y el del matemático Norbert Wiener, además de hacer confluir a una enorme cantidad de científicos de diversas disciplinas y nacionalidades, así como distintas universidades, institutos, centros de investigación, escuelas, sociedades científicas, premios, familiares destacados e incluso calles y escuelas en los que se alude de una u otra forma a la figura de Rosenblueth.

    Así, la tarea de reconstruir —o construir— un relato sobre la vida de este fisiólogo implicó acercarse también a las de Walter B. Cannon y de Norbert Wiener, dos enormes personalidades —sobre quienes hay una gran cantidad de escritos—, dado que difícilmente puede verse una parte significativa de la vida científica de ambos al margen de la de Rosenblueth, a la vez que la de este último no puede entenderse sin sus relaciones con uno y otro. De manera particular, las historias producidas por Rosenblueth, Cannon y Wiener alrededor de sus descubrimientos, investigaciones e ideas en torno a la transmisión nerviosa, la filosofía de la ciencia y sobre la cibernética constituyen la vida misma de este investigador mexicano, por lo que se encuentran en el centro de este libro.

    La trayectoria científica y personal de Rosenblueth tampoco puede ser comprendida al margen de las instituciones en las que se desenvolvió, por lo que la Escuela Nacional de Medicina de la hoy unam, la Escuela de Medicina de Harvard, el inc y el Cinvestav son instituciones que demandaron ser descritas no sólo como contexto, sino como espacios que configuraron y que asignaron sentido y contenido a su vida, a la vez que él imprimió en distinta medida su huella personal en las tres últimas, en el carácter que asumirían sus propósitos, propuestas y prácticas, en sus productos científicos y en la vida profesional y académica misma de quienes colaboraron y siguen contribuyendo en éstas.

    Para el desarrollo de esta biografía de Arturo Rosenblueth Stearns se revisaron textos pertinentes publicados y algunos inéditos, bajo la forma de libros, artículos y cibergrafía, gran parte de ellos importantes y útiles, de entre los que hay algunos que ameritan una mención especial.

    Los libros más importantes para este estudio dada la enorme cantidad de información que contienen sobre Arturo Rosenblueth son dos fuentes secundarias: la primera es la maravillosa biografía de Walter B. Cannon desarrollada por Elin Wolfe, Clifford Barger y Saul Benison (2000), y particularmente su segundo tomo: Walter B. Cannon, science and society, editado en Cambridge, Massachusetts y Londres por la Boston Medical Library, que se encuentra en la Francis A. Countway Library of Medicine, y que fue escrito a la luz de los documentos del archivo de Cannon que se aloja en esta biblioteca, así como de una serie de entrevistas y testimonios de distintas personalidades que tuvieron alguna relación con este connotado fisiólogo estadounidense.

    El otro interesante y muy documentado texto es el de Steve Joshua Heims (1993) Constructing a social science for postwar America. The Cybernetics Group. 1946-1953, publicado en Cambridge, Massachusetts, por la editorial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (mit Press), texto que trata sobre el Grupo Cibernética inspirado por las ideas de Rosenblueth y que está redactado con base en la revisión de los archivos de Norbert Wiener y los de otros miembros de este colectivo, resguardados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (mit, por sus siglas en inglés).

    Un libro adicional de enorme valía para este trabajo es el escrito por Elliot S. Valenstein (2005), The war of soups and the sparks, en el que se describe la pugna entre las teorías química y eléctrica de la transmisión nerviosa en la que Walter B. Cannon y Arturo Rosenblueth fueron los más grandes antagonistas del australiano John Eccles, cabeza de la teoría eléctrica de la neurotransmisión.

    Se revisaron una y otra vez los diversos textos que se han escrito sobre Arturo Rosenblueth. Entre ellos se encuentran los desarrollados por Juan García Ramos: la Biobibliografía (1948b) de Rosenblueth publicada en la segunda edición de la última obra que publicara el fisiólogo en vida, Mente y cerebro. Una filosofía de la ciencia, y que ha sido editada en múltiples ocasiones por Siglo XXI Editores; así como sus artículos Arturo Rosenblueth. Bosquejo biográfico (1994a), incluido en el Libro homenaje. Arturo Rosenblueth editado por el Cinvestav en 1971, y Arturo Rosenblueth. Su filosofía, aparecido en Avance y Perspectiva en 1990.

    El libro sobre Arturo Rosenblueth de mayor magnitud y profundidad es el editado por el doctor Pablo Rudomin, Arturo Rosenblueth. Fisiología y filosofía (1996a), en el que escriben el propio editor, Eugenio Méndez Docurro, Adolfo Martínez Palomo, Jesús Alanís, Hugo González Serratos, Guillermo Pilar, Ruy Pérez Tamayo y Fernando Salmerón, y que está publicado por El Colegio Nacional.

    Un texto especialmente importante para acercarse a la vida de Rosenblueth como fundador del Cinvestav es el libro escrito por Susana Quintanilla Osorio (2002a) titulado Recordar hacia el mañana. Creación y primeros años del Cinvestav. 1960-1970.

    En 1971 la Revista de la Universidad de México dedica un número a Arturo Rosenblueth y en ella aparecen textos de Raoul Fournier, Efrén del Pozo, Guillermo Massieu, entre otros autores. Asimismo, Louisa Barclay Benton (1987) realizó una tesis sobre este fisiólogo mexicano en la Universidad Harvard. Entre otros científicos que también han escrito diversos artículos sobre Rosenblueth y que fueron consultados para la elaboración de este libro se encuentran Pablo Rudomin, Ruy Pérez Tamayo, Guillermo Haro, José Adem, Jesús Alanís, Fernando Salmerón, Harry Grundfest, Emilio Rosenblueth, Jorge Aceves, así como Gloria Novoa.

    Para la construcción de este estudio intento retomar ideas y datos concretos de distintos textos históricos en los ámbitos de la medicina, la psiquiatría, la cibernética, la educación, la ciencia y el arte que aporten elementos de contexto y de la vida del fisiólogo, hayan sido escritos por historiadores o por los propios protagonistas de las disciplinas y temas reseñados. Además, en este libro se recogen las ideas de algunos de los historiadores de la medicina, la cibernética y la neurotransmisión contemporáneos de Arturo Rosenblueth, quienes al reseñar la historia de estas disciplinas nos hablan también de la época en que se escribieron sus textos, nos describen sin proponérselo su propio momento histórico, la época de Rosenblueth; entre ellos se encuentran, por ejemplo, Fernando Ocaranza, José Joaquín Izquierdo, Pierre Rousseau, Pierre de Latil y Zenon M. Bacq.

    Otra veta importante de la revisión bibliográfica la constituyeron una serie de autobiografías de científicos que me ofrecieron pistas acerca de las formas en que ellos describieron sus propias vidas y que me permitieron identificar algunos elementos comunes en estos autorretratos literarios y suponer qué escribiría Arturo Rosenblueth sobre sí mismo. Entre las autobiografías relevantes por ser descriptivas del clima de las diversas épocas en que vivió Rosenblueth, están las que fueron escritas por personas muy cercanas a él y que organicé en relación con sus aportaciones a la construcción de este texto; son la de Juan García Ramos (1994) Paisajes en la senda de mi vida, la de Walter B. Cannon (1984) The way of an investigator. A scientistʼs experience in medical research, y la de Rafael Méndez (1987) Caminos inversos. Vivencias de ciencia y guerra, personalidades que sostuvieron fuertes relaciones de amistad y de trabajo con Arturo Rosenblueth y que hacen alusión a su persona en algunos fragmentos de esas obras.

    Entre todas estas búsquedas de información sobre la vida de Arturo Rosenblueth, la más significativa fue la revisión de archivos, que, si bien no fueron todos los que pudieran contener información sobre la vida del fisiólogo mexicano, sí son los más importantes. El primero de ellos es el Archivo General de la unam, que está localizado en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (iisue), entonces todavía Centro de Estudios sobre la Universidad. En este centro se revisaron tanto el Expediente de Arturo Rosenblueth Stearns, en su calidad de estudiante de la Escuela Nacional de Medicina de la Universidad Nacional de México, como el archivo localizado en la Dirección General de Personal de la unam correspondiente a la vida de Rosenblueth como académico en esa institución.

    Contando con el apoyo de una beca Conacyt y una ayuda económica del Cinvestav, en octubre de 2005 realicé una estancia académica en los archivos históricos de la Escuela de Me­dicina de Harvard y del mit con objeto de revisar dos archivos que tienen importancia central en el acercamiento a la vida de Arturo Rosenblueth.

    En el archivo del fisiólogo estadounidense Walter B. Cannon (Walter B. Cannon Archive. 1871-1945), localizado en la Francis A. Countway Library of Medicine, y particularmente en el Center of History of Medicine, en la biblioteca Rare Books and Special Collections (HMS C 40), se revisaron veintitrés cajas y un número mucho mayor de fólderes que dan cuenta de diversas facetas de la vida de Rosenblueth en esa escuela como estudiante, profesor, colaborador de Cannon y de otros científicos, conferencista, pero también en su papel de amigo, esposo e hijo.

    Consulté también los Papers of Norbert Wiener, 1898-1966 (MC22) localizados en los Archives and Special Collections del mit. Ahí se revisaron veintiún cajas que comprenden más de un centenar de fólderes en donde se pueden encontrar diversos documentos sobre el proceso de nacimiento, desarrollo y muerte del Grupo Cibernética, y sobre los intereses, relaciones y pasiones que ahí circulaban.

    Años después, se hizo una revisión de los escasos documentos que existen sobre los años fundacionales del ciea en los archivos de la Fundación Rockefeller. Asimismo, en tiempos recientes, a iniciativa del doctor Pablo Rudomin y contando primero con el apoyo del doctor José Mustre de León, director general del Cinvestav, y derivado de ahí con la entusiasta colabo­ración y el trabajo de Alberto Zurita, coordinador general de Servicios Bibliográficos del mismo instituto, así como la hospitalidad y el soporte de Gustavo Ávila, administrador del Auditorio Arturo Rosenblueth, me fue posible acceder a las carpetas del Patronato del Cinvestav del ipn en su etapa fundacional, que fueron fuentes de consulta clave para describir el trabajo del doctor Rosenblueth como fundador de esta institución, a la vez que pude consultar una serie de carpetas bajo el resguardo de Zurita y Ávila seguramente compiladas por Gloria Novoa de Vitagliano —entonces secretaria del director—, otras tal vez por Juan García Ramos, así como algunas más organizadas por la señora Virginia Thompson de Rosenblueth, que me permitieron documentar diversas facetas relativas a los últimos años de vida de este fisiólogo y a los días que siguieron a su muerte.

    La revisión hemerográfica alusiva a algunos sucesos vinculados a la vida de Rosenblueth que fueron documentados por los periódicos, debido a su carácter institucional y por la trascendencia que asumieron en los distintos momentos en que acaecieron, resultó una muy interesante y fresca fuente de información, dado que recogen las miradas de sus contemporáneos, las diversas posturas institucionales, así como los relatos que en su momento pudieron ser significativos para los lectores de esos diarios.

    Sabemos que una colección de datos, por más amplia que sea, sólo permite relatar una historia si su búsqueda y organización está regida por preguntas. Es por esto que a lo largo de todo este trabajo de investigación intenté preguntar a los textos de Arturo Rosenblueth sobre Arturo Rosenblueth. Las preguntas centrales fueron éstas: ¿Qué pensaría Rosenblueth acerca de la documentación de su vida? ¿Por qué no se dio a la tarea de escribir la propia si las autobiografías marcaban el tono de la época científica en la que él vivió y muchos de sus más cercanos amigos y colaboradores hicieron la suya? ¿Qué pensaba Arturo Rosenblueth sobre los acontecimientos y las discusiones científicas propios de las distintas épocas que le tocó vivir? ¿La cuidadosa recopilación de sus propios documentos por su esposa y sus asistentes estaba dirigida a documentar su trayectoria o serviría para en algún momento escribir su propia versión sobre su vida? Porque para escribir sobre Rosenblueth hay que recordar siempre que una de las premisas centrales que guiaban su trabajo científico era El mejor modelo de un gato es otro gato, de preferencia el mismo gato original. Ante la imposibilidad de encontrar respuestas precisas, las busqué en su obra, en sus textos.

    En este sentido, aunque esta historia de la vida de Arturo Rosenblueth esté escrita en términos cronológicos que corren desde el año 1900, en el que nace, y concluyen en el año de 1970, en el que fallece, y hasta 1974, cuando sus restos son depositados en la hoy denominada Rotonda de las Personas Ilustres, la escritura de este libro no forzosamente implicó un proceso de construcción en ese orden, sino que unas etapas fueron iluminando las otras y éstas a su vez las primeras. Como el propio Arturo Rosenblueth y Norbert Wiener (1987) nos advierten: Establecer grados de causalidad significa correlacionar los cambios en las condiciones iniciales con los cambios correspondientes en las condiciones posteriores (p. 14). Para ellos no sólo es posible indagar en qué grado un fenómeno causa a otro, sino también hasta qué punto una intención es causa de un resultado (p. 15).

    Desde mi punto de vista, la teoría de la intencionalidad que Rosenblueth y Wiener explicitan en sus documentos puede ser fundamento para leer las diversas etapas de la vida del primero como cruzadas por la intencionalidad, pero también por el azar y por la no-intencionalidad.¹

    Así, en mi trabajo de construcción de esta historia de vida pretendo tomar en cuenta su intencionalidad, esto es, sus propósitos, sus ideas, su trayectoria, sus metas, y también sus propósitos no realizados o parcialmente alcanzados, para entender cada una de las etapas de su vida. He intentado reconstruir primero lo primero: nació en Ciudad Guerrero, Chihuahua, estudió en el Colegio Franco Inglés, de la preparatoria pasó a la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de México en 1917 para dirigirse después a Europa a culminar sus estudios de medicina... pero también intento reconstruir esos pasos a la luz de sus acciones posteriores, por lo que los apartados de este texto fueron escritos y documentados de mane­ra paralela bajo la premisa de que las metas de Rosenblueth, para decirlo en sus propios términos, su intencionalidad, sus propósitos, su pasado y su presente están íntima e indisolublemente asociados.

    Pese a la intención de Rosenblueth y del Grupo Cibernética de elevar las ciencias sociales al nivel de la ciencia, sus ideas sobre la historia o, más bien, la única alusión que hace a esta disciplina es en sí rudimentaria y tal vez pueda ser descrita como mecanicista. Así, el fisiólogo (1971a) escribe en su texto ¿Qué es la ciencia?:

    La ciencia de la historia está por hacerse. Cuando exista una teoría elaborada a partir de las variables pertinentes, que permitan correlacionar los eventos de distintas épocas, y cuando se puedan extrapolar a épocas no conocidas, pasadas o futuras, las leyes aplicables a los sistemas conocidos, entonces habrá una historia científica (p. 11).

    Encontramos en sus escritos una breve alusión a la biografía. En un texto homenaje a Luis Enrique Erro después de su muerte, Arturo Rosenblueth (1955b) menciona varias de las múltiples y diversas actividades que realizó su entrañable amigo:

    Fue, con éxito, orador, político, diplomático, legislador, consejero de varios presidentes de la República; fue también periodista, ensayista, escritor de libretos cinematográficos y novelista; fue asimismo astrónomo y matemático; fue atleta, y finalmente, fue nuevo dependiente de una hacienda, contador, gerente de una empresa comercial; sin contar con varias otras actividades que se me escapan, y en las cuales seguramente tuvo también éxito (p. 3).

    Y para introducirnos a sus reflexiones sobre Erro agrega algo muy importante para el armado de este relato: Intentar el desmenuzamiento de cada una de estas facetas, y su concatenación y relaciones mutuas, requeriría una biografía —biografía que sólo él mismo podía escribir (p. 3).

    Así, al recrear la historia de vida de Arturo Rosenblueth, intenté como él mismo propone desmenuzar cada una de sus facetas y sugerir su concatenación y relaciones mutuas, susten­tada en hechos documentados en una gran variedad de fuentes primarias y secundarias.

    Casi en los mismos términos que Bertrand Russell (1967), Arturo Rosenblueth (1971b) apunta que el futuro determina el pasado, al igual que el pasado determina el futuro (p. 61), señala que el estado final determina al proceso (p. 65). En es­te sentido, además de mirar cada etapa de su vida como propia de un lugar, un momento, una edad, condiciones institucionales particulares y elementos azarosos que impulsaron en unos casos y en otros frenaron su desarrollo, dichas etapas son vistas como íntimamente relacionadas entre sí.

    Retomando las ideas de Rosenblueth que versan sobre el acercamiento al universo material, a los hechos científicos, expresadas en La observación y la experimentación (1971c), para mí el más claro e interesante de todos sus textos filosóficos, reconozco que sólo podré mirar la vida de Arturo Rosenblueth como un modelo abstracto seleccionado de la realidad, no [como] una entidad concreta (p. 25). Sé que, pese a mis intentos y pretendida rigurosidad metodológica, mi acercamiento a su vida sólo será eso, un mero acercamiento. Creo, en términos de Rosenblueth, que en la historia de vida que me propongo reconstruir —o construir— los llamados hechos de observación, son función de la realidad exterior, pero también lo son las ideas del observador, y del método que escoge para hacer la observación (p. 25).

    En términos del propio Rosenblueth, los alcances y los límites de mi investigación sobre su vida están claramente ligados tanto a los instrumentos para la investigación como al método de registro de la información. Y si en este caso hablamos de las fuentes bibliográficas y los documentos de archivo como fuentes básicas de la investigación, además de la revisión de textos escritos por autores diversos directamente vinculados a la vida de Rosenblueth, nos referimos a datos que debemos leer como cargados tanto de la subjetividad de sus autores como de datos objetivos, también de una selección, organización y recortes que yo hice.

    Además, mi investigación está mediada por mis formas de formular las preguntas, así como de mi propia visión del personaje o de lo que es una biografía. Rosenblueth (1971c) nos advierte de esas variadas formas de intervención del observador en lo observado que aparecen claramente en las ciencias humanísticas (pp. 24-25).²

    En este sentido, cabe aquí una afirmación más de Rosenblueth (1971c): Hay que tener presente, sin embargo, que el principio de incertidumbre de Heisenberg marca un tope inexorable a la precisión de las observaciones y que, quizá, nunca se podrá lograr la concordancia entre los hechos de la ciencia y la realidad (p. 25), lo que desde la perspectiva del caso que nos ocupa es similar a las reflexiones de José Emilio Pacheco (2001) sobre la biografía: a pesar de tantas biografías y autobiografías, el desconcierto permanece: nunca sabré quién soy, nunca sabré quién eres (p. 586).

    Pero pese a las limitantes objetivas —y subjetivas— estoy convencida también de que en la construcción de esta biografía intenté en lo posible ser objetiva, mostrar hechos, acciones, datos concretos. Pretendo rescatar diversos elementos del contexto y sucesos de la vida de Rosenblueth presentes en los testimonios, recuerdos y relatos de quienes vivieron con él y compartieron su entorno y su tiempo.

    En esta historia no podemos hablar de vida y obra como elementos separados, sino de una vida articulada en torno a su obra, por lo que sus textos y algunas de las discusiones que giraban en torno a ellos ocupan un lugar central. Si bien estoy convencida de que la vida de Arturo Rosenblueth es una ventana desde la cual pueden mirarse algunos momentos de la historia de la fisiología, de la medicina y de la cibernética, así como de las instituciones y agrupaciones científicas que contribuyó a construir, no pretendo aquí desarrollar una historia ni de esas disciplinas ni de las instituciones y grupos en los que tomó parte, sino que intento siempre trabajar sobre mi tema central: la historia de vida de Arturo Rosenblueth. Mi trabajo dará pie para que otros se ocupen de estas cuestiones.

    Así pues, no es mi intención hacer una reflexión conceptual acerca de diversos temas interesantes que derivan de esta historia, como pudieran ser la institucionalización de la ciencia, las complejidades para el desarrollo científico, las relaciones entre investigación y política científica, o el papel de los investigadores individuales y el de los colectivos en la construcción de la ciencia.

    Como lo señalo al inicio de este apartado, para desarrollar este trabajo tuve la fortuna de contar con el acompañamiento de dos grandes investigadores. Con la doctora Susana Quintanilla, historiadora de la educación, aprendí a recrear un momento y una historia sustentándola de manera fundamental en documentos de archivo, pero también intentando imaginarla desde la experiencia relatada por otros sujetos con vivencias, sentimientos, ideas afines. Con ella comprendí que nada mejor que leer ensayos sobre los temas que me preocupan, revisar también los libros y artículos consultados y escritos por los personajes de la época, y acompañar este material de la lectura de novelas sobre temas y momentos afines a la vida del personaje que pretendo recrear.

    Con el doctor Pablo Rudomin, neurofisiólogo, tuve la enorme fortuna de escribir algunos textos sobre Arturo Rosenblueth y generosamente revisó una y otra vez este texto y cada uno de sus productos preliminares. De él aprendí lo contrario, entendí que no es posible hacer ninguna afirmación si no se encuentra documentada, respaldada por una fuente, sea ésta un documento, un testimonio escrito o que resulte de una entrevista formal. Pude entender que los principios éticos y los aspectos formales son centrales en cualquier trabajo de investigación. Recordé que no puede mencionarse nada que no haya sido cotejado y contrastado con otras fuentes. Para él, según interpreto, el contexto no es entorno sino dato que es preciso reconstruir y documentar, pues es elemento constitutivo de la historia, es la historia misma. Para algunos pudiera ser cuestión de elegir una u otra propuesta, yo, por mi parte, intenté poner en práctica las dos.

    ¹ En términos de Rosenblueth y Wiener (1987), la noción de intención no es absoluta, sino relativa; ya que admite grados. Además, consideramos que ella implica un elemento humano constituido por la actitud y los objetivos del observador. Distintos observadores pueden muy bien diferir en su valoración del grado de intencionalidad de un comportamiento dado. Y el mismo observador puede estudiar un comportamiento determinado como intencional o como inintencional, para diferentes propósitos. Pero estas limitaciones de la noción de intención son comunes a muchas otras categorías científicas, sin que por ello disminuya su validez y su utilidad (p. 17). Cabe anotar que, de acuerdo con el doctor Pablo Rudomin, la traducción correcta sería no-intencional en lugar de inintencional.

    ² En este texto Arturo Rosenblueth nos muestra tres ejemplos de intervención del investigador en lo observado

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