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La estadística ambiental en México
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Libro electrónico876 páginas10 horas

La estadística ambiental en México

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Estadística ambiental en México estudia los avances, así como los vacíos, brechas y deficiencias en la calidad de dicha estadística, a la vez que plantea propuestas de mejora, considerando los marcos conceptuales y metodológicos de organismos internacionales, la infraestructura y capacidad técnica nacional y las experiencias de otros países. Las ma
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 jul 2019
La estadística ambiental en México

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    Vista previa del libro

    La estadística ambiental en México - El Colegio de México

    Primera edición, 2014

    Primera edición electrónica, 2014

    D.R. © El Colegio de México, A. C.

    Camino al Ajusco 20

    Pedregal de Santa Teresa

    10740 México, D. F.

    www.colmex.mx

    ISBN 978-607-462-522-6

    ISBN (versión electrónica) 978-607-462-625-4

    Libro electrónico realizado por Pixelee

    ÍNDICE

    PORTADA

    PORTADILLAS Y PÁGINA LEGAL

    PRÓLOGO. Alicia Bárcena y José Miguel Insulza

    INTRODUCCIÓN GENERAL. Alfonso Mercado García y Carlos Roberto López Pérez

    1. Génesis del libro

    2. Objetivos y temas de estudio

    3. Criterios y antecedentes en las Américas

    4. Información ambiental según la unidad económica

    5. Estadísticas por rubro ambiental

    6. Hacia un sistema integrado de información ambiental

    Bibliografía

    PRIMERA PARTE

    CRITERIOS Y ANTECEDENTES EN LAS AMÉRICAS

    I. CONTEXTO LATINOAMERICANO DE LAS ESTADÍSTICAS SOBRE LAS FUENTES DE CONTAMINACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE RECURSOS. EL GASTO EN PROTECCIÓN AMBIENTAL DEL SECTOR PÚBLICO Y PRIVADO. Carlos de Miguel, Humberto Soto y Georgina Núñez

    1. Introducción

    2. Estado de las estadísticas sobre fuentes de contaminación y explotación de recursos en América Latina y el Caribe

    3. El gasto en protección ambiental, una medida del esfuerzo para la reducción de la contaminación y para la explotación sostenible de los recursos

    4. El gasto en protección ambiental privado

    5. Conclusiones

    Bibliografía

    II. MEDICIÓN DE LOS GASTOS EN LA REDUCCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN: LA EXPERIENCIA DE ESTADOS UNIDOS. Randy A. Becker

    Introducción

    1. La encuesta PACE y los gastos para reducir la contaminación

    2. Temas relevantes de la medición y sus desafíos

    3. La remodelación y el rediseño de la encuesta PACE

    4. Metodología

    5. El Centro de Estudios Económicos

    Bibliografía

    III. ¿QUÉ ES LO QUE EN REALIDAD MEDIMOS COMO INVERSIÓN AMBIENTAL?. Francisco Giner de los Ríos

    Introducción

    1. Gasto e inversión con impactos sobre el ambiente

    2. Hacia un indicador de gasto e inversión ambiental robusto

    SEGUNDA PARTE

    INFORMACIÓN AMBIENTAL SEGÚN LA UNIDAD ECONÓMICA

    A. LA UNIDAD ECONÓMICA DE PRODUCCIÓN: LA EMPRESA

    IV. LA CALIDAD DE LOS DATOS AMBIENTALES OFICIALES RELACIONADOS CON LAS EMPRESAS EN MÉXICO. Alfonso Mercado

    Introducción

    1. El estado de los datos sobre las relaciones empresa-ambiente

    2. Principales vacíos de información

    3. Acciones gubernamentales para cubrir los vacíos de información

    4. Propuesta de soluciones

    5. Recapitulación y conclusiones

    Bibliografía

    Anexo

    V. LA MEDICIÓN DEL DESEMPEÑO AMBIENTAL DE LOS ESTABLECIMIENTOS PRODUCTIVOS. Francisco Giner y Alfonso Mercado

    Introducción

    1. Tipologías de indicadores y criterios de la propuesta

    2. Razones por las que no se recomienda el índice de generación de contaminantes (contaminación indizada)

    3. Metodología de la propuesta

    4. Conclusiones

    Bibliografía

    VI. ESTADÍSTICAS DE LA EMPRESA Y EL MEDIO AMBIENTE EN MÉXICO: FUENTES Y RETOS. Jorge Sánchez

    Introducción

    1. Antecedentes

    2. Fuentes de información

    3. Información faltante

    4. ¿Cuáles son los retos?

    Bibliografía

    VII. LAS ESTADÍSTICAS ECONÓMICAS: UNA HERRAMIENTA PARA LA TOMA DE DECISIONES EN MATERIA ENERGÉTICA Y GESTIÓN AMBIENTAL. Benito Arciniega Castro y Gerardo Leyva Parra

    Introducción: la naturaleza de la información estadística

    1. Estadísticas sobre energía

    2. Estadísticas para la gestión ambiental del desarrollo

    3. Políticas de mejora continua en la generación de estadísticas

    Bibliografía

    VIII. DESARROLLO TECNOLÓGICO Y SUSTENTABILIDAD. Gerardo López

    1. Introducción

    2. Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico y Módulos de Innovación Tecnológica (ESIDET-MIT)

    3. Algunos resultados

    4. Conclusiones

    IX. ÍNDICES DE CONTAMINACIÓN INDUSTRIAL. APLICACIONES EN MÉXICO. Óscar A. Fernández Constantino

    1. Los índices sectoriales de contaminación industrial

    2. Aplicaciones

    3. Conclusiones

    Bibliografía

    SEGUNDA PARTE

    INFORMACIÓN AMBIENTAL SEGÚN LA UNIDAD ECONÓMICA

    B. LA UNIDAD ECONÓMICA DE CONSUMO: EL HOGAR

    X. DATOS AMBIENTALES DE LOS HOGARES MEXICANOS. Alfonso Mercado García

    Introducción

    1. ¿Qué queremos medir? Tres temas de estudio

    2. El panorama internacional

    3. La información estadística en México

    4. Hacia una encuesta especializada

    Bibliografía

    XI. HOGARES Y MEDIO AMBIENTE. REFLEXIONES DESDE LA INVESTIGACIÓN SOCIODEMOGRÁFICA. Haydea Izazola

    Introducción

    1. Hogares o viviendas

    2. La migración

    3. Hogares como productores y como consumidores

    4. Energía

    5. Agua

    6. Uso del suelo

    7. Consumo y cultura

    8. Las viviendas de los migrantes hacia y desde la Zona Metropolitana de la Ciudad de México

    9. Necesidades de información

    10. Reflexiones finales

    XII. APORTACIONES DE LOS ESTUDIOS CUALITATIVOS SOBRE RESPUESTAS DE HOGARES ANTE EVENTOS CLIMÁTICOS EXTREMOS. Teresa Elizabeth Cueva y Roger Few

    1. Introducción

    2. Alcances y problemas desde una perspectiva epistemológica

    3. Evaluación del método de escenarios

    4. Sugerencias de producción de estadísticas

    Bibliografía

    Anexo 1. Guía de preguntas con el método de escenarios

    TERCERA PARTE

    ESTADÍSTICAS POR RUBRO AMBIENTAL

    A. AGUA

    XIII. INFORMACIÓN PARA EL DISEÑO Y EVALUACIÓN DE LAS POLÍTICAS HÍDRICAS. Ricardo Martínez Lagunes

    Introducción

    1. El agua en México

    2. El Sistema Nacional de Información del Agua

    3. Coordinación intra e interinstitucional

    4. La herramienta de las cuentas del agua

    5. Siguientes pasos

    Bibliografía

    XIV. ESTADÍSTICAS SOBRE AGUA EN MÉXICO: MARCO NORMATIVO, ALCANCES Y LIMITACIONES. Ismael Aguilar Barajas

    Introducción

    1. El marco normativo

    2. Estadísticas e Información de la Comisión Nacional del Agua

    3. Estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía

    4. Estadísticas de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales

    5. Conclusiones, implicaciones y recomendaciones de política pública

    Bibliografía

    Anexo I

    Anexo II

    XV. USO DE LA INFORMACIÓN DEL AGUA: ALCANCES, RETOS Y LIMITACIONES COMO HERRAMIENTA DE SOPORTE PARA UNA POLÍTICA LOCAL DEL AGUA. Judith Domínguez

    Introducción

    1. La generación de información ambiental: esquemas internacionales propuestos

    2. La información del agua: ausencia de datos, dispersión y diversas metodologías

    3. Cuentas nacionales ecológicas y las estadísticas del agua

    4. Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y retos de las estadísticas del agua

    5. La ordenación de la información: los planteamientos conceptuales y el esquema de elaboración de las Estadísticas del Agua

    6. A manera de conclusión

    Bibliografía

    Anexo I

    Anexo II

    XVI. DESAFÍOS DE LA INFORMACIÓN DEL AGUA EN MÉXICO PARA UNA GESTIÓN INTEGRAL. María Perevochtchikova

    Introducción

    1. Antecedentes

    2. Marco teórico

    3. Observaciones

    4. Conclusiones

    Bibliografía

    TERCERA PARTE

    ESTADÍSTICAS POR RUBRO AMBIENTAL

    B. CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA

    XVII. REFLEXIONES SOBRE LA ECONOMÍA DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN MÉXICO. Luis Miguel Galindo y Joseluis Samaniego

    1. Introducción

    2. La economía del cambio climático después de la economía del cambio climático

    3. Conclusiones y consideraciones generales

    Bibliografía

    XVIII. MÉXICO ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO. Antonio Mediavilla Sahagún

    1. Posición de México en el contexto global del cambio climático

    2. Propuestas de México ante el fenómeno global

    3. Acciones específicas de México sobre mitigación

    4. México y la adaptación al cambio climático

    5. Lo que queda por hacer

    Bibliografía

    XIX. ESTADÍSTICAS ENERGÉTICAS COMO FUENTES DE INFORMACIÓN PARA EL CÁLCULO DE ESTADÍSTICAS DEL MEDIO AMBIENTE: NECESIDADES Y RETOS. Ximena Fernández y Pablo Zárate

    Introducción

    1. Importancia de la estadística energética

    2. Estadística básica

    3. Estadística derivada

    4. Necesidades y retos

    5. Conclusiones

    Bibliografía

    XX. UNA POLÍTICA PARA LA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN MÉXICO Y SUS REQUERIMIENTOS DE INFORMACIÓN ESTADÍSTICA. Gerardo Castillo Ramos

    Introducción

    1. La organización de la eficiencia energética en el sector de la administración pública

    2. El desarrollo de un mercado nacional de tecnología energética eficiente

    3. Transversalidad de la política de eficiencia energética y mitigación del cambio climático

    5. Conclusiones

    Bibliografía

    Anexo I

    Anexo II

    XXI. SOSTENIBILIDAD ENERGÉTICA EN MÉXICO: UNA MONOGRAFÍA SOBRE LOS INDICADORES DISPONIBLES. Mauricio O. Ugalde Franco

    1. Introducción

    2. Marco conceptual

    3. Consideraciones para el caso de México

    4. Conclusiones

    Bibliografía

    TERCERA PARTE

    ESTADÍSTICAS POR RUBRO AMBIENTAL

    C. RESIDUOS SÓLIDOS

    XXII. LAS ESTADÍSTICAS SOBRE LOS RESIDUOS SÓLIDOS EN MÉXICO. Sergio Gasca Álvarez y Alfonso Mercado García

    Introducción

    1. El manejo de los residuos sólidos en México

    2. Las estadísticas disponibles en México

    3. Formas de mejorar las estadísticas

    Bibliografía

    CUARTA PARTE

    HACIA UN SISTEMA INTEGRADO DE INFORMACIÓN AMBIENTAL

    XXIII. ESTRATEGIAS DE COORDINACIÓN PARA IMPULSAR LAS FUENTES ESTADÍSTICAS DE LA INFORMACIÓN AMBIENTAL EN MÉXICO. Carlos Roberto López Pérez

    Introducción

    1. Marcos de referencia para el desarrollo de los sistemas de información de medio ambiente

    2. Necesidades de información ambiental en México

    3. Líneas de acción para ampliar y fortalecer la base estadística de la información ambiental

    4. Conclusiones y perspectivas

    Bibliografía

    ACERCA DE LOS AUTORES

    COLOFÓN

    CONTRAPORTADA

    PRÓLOGO

    En las dos décadas transcurridas desde la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro se han alcanzado avances importantes, aunque insuficientes, en el desarrollo de metodologías que permiten recoger y sistematizar información ambiental relevante acerca de los países de América Latina y el Caribe. Ello se refrendó en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, la cumbre reciente de Río+20, donde se manifestó nuevamente la importancia de profundizar en la construcción, disponibilidad y análisis de información ambiental oportuna y confiable.

    Destaca, por ejemplo, la relevancia de información ambiental adecuada en temas como el cambio climático. Disponer de información continua y confiable sobre la vida humana y los ecosistemas resulta fundamental para el diseño e instrumentación de políticas públicas adecuadas y para la toma de decisiones del sector privado.

    Así, en la última cumbre de Jefes de Estado y Gobiernos de las Américas, se enfatizó en la importancia de la información oportuna y continua sobre eventos climáticos extremos, afirmando que la gestión de riesgos de desastres es una prioridad de las políticas públicas nacionales y se llamó, entre otras medidas, a mejorar los mecanismos de financiación para la adaptación al cambio climático, la mitigación, la recuperación, la rehabilitación y la reconstrucción,…. En este contexto, el libro La estadística ambiental en México de El Colegio de México es producto de un ejercicio público-privado donde participan múltiples instituciones. Se analizan tanto los avances como las deficiencias que aún existen en la construcción de bases de información que fundamenten la toma de decisiones en materia de medio ambiente y sostenibilidad en países de América Latina y el Caribe, particularmente en México.

    Los cuatro objetivos planteados en esta publicación resumen claramente la esencia del documento. Se hace referencia a la necesidad de identificar fortalezas y debilidades de las estadísticas ambientales, una revisión de las bases metodológicas y procedimientos para captar la información relevante, un análisis del fortalecimiento de los sistemas de información desde una óptica de desarrollo sostenible, y de las herramientas de reciente construcción como son las encuestas en temas relacionados con el uso de recursos naturales y la gestión ambiental.

    Las tres preguntas claves que sirven de hilo conductor de la publicación son: 1) ¿cuál es la calidad de los datos ambientales en México?; 2) ¿cómo ha evolucionado esa calidad?, y 3) ¿qué hace falta para mejorarla? Para responderlas se analiza la situación del sistema estadístico ambiental, su nivel de maduración y sus marcos ordenadores; las metodologías de medición y la cultura de registro; el uso de los datos ambientales, y la estrategia a seguir para su desarrollo.

    Es clave que cada uno de los actores involucrados cumpla con su papel en la mejora de los sistemas de información. La institución rectora en materia de estadística debe contar con la autoridad suficiente para solicitar la información prioritaria y los organismos y centros especializados deben contar con la metodología adecuada de medición. Por otro lado, el dato ambiental recolectado debe orientarse también por la demanda de información de los usuarios de las estadísticas ambientales. Su utilidad debe estar dirigida hacia el progreso del conocimiento y análisis de los problemas ambientales.

    En suma, este trabajo busca cumplir con una finalidad social y política prioritaria. Cabe por ello esperar que sus recomendaciones sean de utilidad para los organismos encargados del medio ambiente y el cambio climático y por las instituciones especializadas, a fin de contar con la información necesaria para el diseño de estrategias ambientales y, en general, de políticas públicas más eficaces.

    INTRODUCCIÓN GENERAL

    Alfonso Mercado y Carlos Roberto López Pérez

    1. GÉNESIS DEL LIBRO

    Diversos estudios coinciden en señalar que los recursos naturales y ambientales en la mayoría de países, regiones y el planeta en su conjunto continúan deteriorándose y que los patrones de consumo de estos recursos y el manejo y gestión de sus residuos siguen prácticas anacrónicas, profundamente arraigadas en el sistema socioeconómico de las naciones (véase por ejemplo, Banco Mundial, 1992). Asimismo, es una realidad mundial que los recursos financieros y la voluntad política continúan siendo insuficientes para detener la degradación del medio ambiente y para atender de manera integrada los problemas económicos, sociales y ambientales más apremiantes (OCDE, 1997).

    No obstante la aspiración generalizada de incorporar la variable ambiental en las políticas públicas como eje fundamental de toda estrategia relacionada con el desarrollo sustentable, existe un obstáculo fundamental para concretar dicha aspiración: la insuficiencia de bases de información que permitan estudiar y comprender cómo interactúan las actividades humanas con el medio ambiente para estar en posibilidades de valorar adecuadamente la efectividad de dichas políticas y también para la toma informada de decisiones.

    El hecho de que el diseño de política en el ámbito gubernamental y la investigación de temas prioritarios en la esfera académica dependan de datos confiables obliga a construir un sistema estadístico de alta calidad. En materia de uso de recursos naturales y de control y prevención de la contaminación ambiental, los gobiernos de los países requieren contar con fuentes periódicas de información para apoyar su toma de decisiones. Cada vez más, la política ambiental necesita investigación de calidad y estadísticas fidedignas en este tema. Así, la exigencia de contar con información ambiental de interés nacional ha venido creciendo fuertemente en los últimos lustros. Los requerimientos de la investigación orientada a la política ambiental se han centrado en el estudio de las consecuencias ambientales de las actividades humanas, en lo referente tanto al agotamiento de los recursos naturales como al deterioro de la calidad ambiental. Los temas de investigación en esta materia son múltiples, desde la afectación muy local hasta los impactos globales como el cambio climático, así como desde sus causas culturales y económicas hasta sus consecuencias sociales, todo lo cual está planteando enormes desafíos y soluciones urgentes. Uno de ellos es, sin duda, la información y en especial la estadística sobre temas ambientales relevantes, tales como: biodiversidad, suelos, recursos hídricos, océanos, costas y mares, atmósfera, desastres naturales, así como patrones sustentables de producción y consumo de recursos naturales y energéticos en los sectores productivos y en los hogares, además de una adecuada gestión ambiental.[1]

    Conscientes de que la formulación de políticas ambientales y el desarrollo de investigaciones en estos temas conllevan la necesidad y la obligación de contar con información estadística ambiental confiable, especialistas del INEGI, la Semarnat, la CEPAL, Cespedes y El Colegio de México realizaron diversas reuniones de intercambio de experiencias e información, las cuales confluyeron en la realización del simposio[2] Desarrollo de las estadísticas del medio ambiente: fuentes, alcances y usos, que se celebró en El Colegio de México, en la ciudad de México, el 20 y 21 de octubre de 2008. Del programa de dicho simposio se seleccionaron las ponencias más representativas y en una versión corregida para ser publicada fueron dictaminadas de manera anónima junto con otros cinco documentos recolectados fuera del simposio. Las sugerencias señaladas en este proceso de dictamen fueron consideradas para integrar esta obra.

    2. OBJETIVOS Y TEMAS DE ESTUDIO

    Son tres las preguntas centrales que motivan la compilación: ¿cuál es la calidad de los datos ambientales en México?, ¿cómo ha evolucionada la calidad? y ¿a qué se debe esa calidad y qué hace falta para mejorarla? Las preguntas llevan a los siguientes cuatro objetivos de análisis de varias experiencias y retos específicos para la calidad estadística en los temas fundamentales de la problemática ambiental.

    El primer objetivo es identificar las necesidades de información ambiental existentes y analizar los avances y rezagos en materia de estadísticas ambientales para proponer nuevas estrategias y mecanismos de captación de información. En segundo lugar, se pretende revisar las bases conceptuales y metodológicas y los procedimientos e instrumentos de captación de estadísticas ambientales, con el fin de mejorar su cobertura y confiabilidad. El tercer objetivo consiste en fortalecer, desde la óptica del desarrollo sustentable, los sistemas de información que apoyen el diseño e instrumentación de las políticas de los sectores público y privado. Por último, el cuarto objetivo es analizar las experiencias recientes sobre proyectos de encuestas en temas relacionados con el uso de recursos naturales y la gestión ambiental.

    El libro, entonces, ofrece una revisión sobre el estado actual de la información ambiental en México y presenta recomendaciones para su mejora. Consta de 23 capítulos que abordan varios temas de estudio, en los que los autores centran sus análisis y ofrecen propuestas de mejora, entre los cuales podemos destacar los siguientes cuatro:

    a) Maduración de la estadística ambiental y sus marcos ordenadores.

    b) Las metodologías de medición y la cultura de registros.

    c) El dato ambiental y su uso.

    d) Situación del sistema estadístico ambiental y estrategias para su desarrollo.

    Maduración de la estadística ambiental y sus marcos ordenadores: un hecho que nos ubica en esta dinámica es que los antecedentes y desarrollo de la estadística ambiental son relativamente recientes —un par de décadas—, a diferencia del recorrido que llevan los datos económicos, demográficos y sociales. Así, en pleno proceso de maduración, las estadísticas ambientales todavía afrontan retos de cobertura, frecuencia y calidad, con dificultades para construir indicadores y análisis estadísticos y econométricos profundos.

    Otro rasgo sobresaliente en la historia de las estadísticas ambientales es el de sus marcos ordenadores. Así como para la evolución de las estadísticas económicas y sociales fue importante la construcción de marcos ordenadores, en el caso de las estadísticas ambientales también eso ha sido relevante. Uno de los marcos ordenadores más conocidos de las estadísticas ambientales es el Marco PER (Presión-Estado-Respuesta) y sus derivaciones.

    Metodologías de medición y la cultura de registros: se argumenta que, además de organizar las estadísticas e indicadores ambientales en un marco ordenador, una condición fundamental es tener una capacidad de recolectar y organizar toda esa información con mediciones físicas, geográficas y monetarias, basadas en diversos tipos de registros, informes individuales de estudios de caso y encuestas especializadas. El proceso de desarrollo de una capacidad de generación de datos ambientales es complejo y puede involucrar altos costos, considerando la fuerte limitante de una falta de registros en los sectores público y privado, así como en el hogar y la empresa.

    Del lado de la autoridad estadística, ésta debe tener una disposición para solicitar la información prioritaria. Adicionalmente a la capacidad de pedir y recolectar la información, la autoridad estadística requiere de una metodología de medición.

    El dato ambiental y su uso: varios capítulos de este libro subrayan que, como toda estadística pertinente, el dato ambiental tiene que guiarse por los requerimientos de información de sus principales usuarios; o sea la autoridad ambiental, las empresas, los centros de investigación y los consumidores. De lo contrario, se tendría una doble pérdida social: si las estadísticas ambientales disponibles tuvieran poco uso (costos de oportunidad y del desperdicio) y, al mismo tiempo, si los usuarios tuvieran que producir el dato ambiental (o una estimación cercana) por sí mismos (costos de la auto-producción). También es relevante la utilidad de la estadística para progresar en el conocimiento y análisis de los problemas ambientales.

    Situación del sistema estadístico ambiental y estrategias para su desarrollo: este tema da cuenta de que, más allá de los avances en los marcos ordenadores y en las metodologías de medición, se ha ampliado la oferta de datos oficiales, evolucionando hacia un sistema de estadísticas e indicadores ambientales. En el estado que guarda el sistema, preocupa que varios problemas —como las fallas de coordinación— limiten su calidad. Se insiste en que dicho sistema debe consolidarse con mejoras continuas en su coordinación, monitoreo, evaluación y corrección, de tal forma que refuerce su confiabilidad y pertinencia.

    Los capítulos contienen análisis y propuestas sobre los cuatro temas, aunque no todos estos son abordados en cada capítulo; es decir, hay capítulos que se enfocan en varios de los temas y otros capítulos en un tema en especial. Los capítulos, entonces, se distribuyen en cuatro partes, como sigue: a) Criterios y antecedentes en las Américas, b) información ambiental según la unidad económica (la empresa y el hogar), c) estadísticas por rubros ambientales (clima, atmósfera, energía y agua) y d) hacia un sistema integrado de información ambiental. A continuación se presenta una discusión introductoria de estas partes.

    3. CRITERIOS Y ANTECEDENTES EN LAS AMÉRICAS

    En esta primera parte se abordan los cuatro temas centrales del libro, exponiendo varios criterios y antecedentes, especialmente en lo que se refiere al gasto ambiental, con base en la experiencia en las Américas. El capítulo I se centra en la experiencia latinoamericana, el II en la de Estados Unidos, mientras que el capítulo III es conceptual y no es específico a un país ni grupo de países.

    3.1 Maduración de la estadística ambiental y sus marcos ordenadores

    Los capítulos de esta primera parte del libro abordan este tema con amplia discusión. Por ejemplo, en lo concerniente a la maduración de las estadísticas ambientales, en su corta historia destaca la Cumbre de la Tierra en 1992, ya que, como bien lo anotan De Miguel, Soto y Núñez en su capítulo I, con ésta se inició en forma importante el proceso del uso de estadísticas de medición del estado del ambiente y la presión de la actividad humana en el medio. Es decir, esta historia no es tan madura como la historia de los datos económicos, demográficos y sociales. Como observan los autores, los antecedentes de varias estadísticas de la presión sobre los recursos naturales (su explotación) van más atrás de la Cumbre porque habían formado parte de la información de desarrollo económico y social, pero la mayoría de los datos ambientales, como sobre las fuentes de contaminación, son de reciente generación.

    Entre los problemas asociados a esta relativamente corta historia, destaca la falta de continuidad en la aplicación de encuestas sobre inversión y gasto ambiental, tal como lo expresan De Miguel, Soto y Núñez en sus conclusiones. Estados Unidos, uno de los países en el mundo con mayor madurez estadística y que ha mostrado interés en la estadística ambiental, ha afrontado dificultades de discontinuidad y falta de maduración en tópicos ambientales. El capítulo II, preparado por Randy A. Becker, revisa la Encuesta sobre Gastos y Costos del Abatimiento de la Contaminación (Pollution Abatement Costs and Expenditures, PACE) en Estados Unidos, con datos micro de las empresas. El levantamiento de la PACE comenzó en 1973, pero por dificultades presupuestales y de medición, la encuesta se aplicó en forma intermitente, el gobierno decidió cancelarlas en 1994, pero la renovó y ha estado en rediseño en los años recientes.

    En el proceso de maduración, han surgido varios marcos ordenadores. Como lo explican De Miguel, Soto y Núñez en el capítulo I, los marcos ordenadores más conocidos para estructurar las estadísticas e indicadores ambientales son el Marco PER (Presión-Estado-Respuesta) y sus derivaciones, el Marco Sistémico y el Marco del Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada (también véase Schuschny y Soto, 2009).

    Un principio para ordenar la información es contar con un marco conceptual, ya se trate de las estadísticas ambientales, económicas o de otro tipo. Dicho marco es más valioso en la medida en que incorpore las necesidades particulares de análisis y entre más considere la disponibilidad de información. De Miguel, Soto y Núñez, explican los tres tipos de marcos conceptuales más utilizados en el contexto de la información ambiental: a) El que ordena los componentes ambientales considerados a partir de grandes rubros o temáticas; b) el que se basa en criterios de asociación entre los componentes ambientales y los económicos, sociales e institucionales; y c) el que se estructura dentro de marcos contables preexistentes.

    Respecto del primer marco conceptual referente a los datos ambientales en grandes temas, los autores dan el ejemplo del modelo de Presión-Estado-Respuesta (PER), y demás derivaciones (como la del modelo de Fuerzas conductoras, Presión, Estado, Exposición, Efecto y Acciones). En cuanto al segundo marco, a veces también llamado ecosistémico, relativo a la relación ambiente-economía-sociedad-instituciones, los autores dan el ejemplo de haberse utilizado en los Indicadores de Desarrollo Sostenible del proyecto de Evaluación de la Sostenibilidad en América Latina de la CEPAL, las cuales dieron origen a la Base de Datos de Indicadores de Desarrollo Sostenible de la misma CEPAL. Finalmente, el tercer marco, el cual se basa en esquemas contables preexistentes, asocia el sistema vigente de cuentas nacionales, SCN2008 con el ambiente como la creación de Sistemas de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada, y la Clasificación de Actividades y Gastos de Protección Ambiental, de la Oficina de Estadística de las Comunidades Europeas (Eurostat), avalada por las Naciones Unidas.

    Además del tipo de marco, es preciso contar con definiciones claras, para elegir y desarrollar o adecuar una metodología de medición. De Miguel, Soto y Núñez se refieren a la definición de protección ambiental, la cual, en el caso de Eurostat (2007), se basa en el criterio de objetivo final, de acuerdo al cual, la protección ambiental es el principal objetivo de cualquier acción, por lo que las acciones que siendo favorables al ambiente, cumplen otros objetivos, no se consideran dentro del concepto de protección ambiental.

    Otro concepto relevante es el de la inversión ambiental. Giner de los Ríos en el capítulo III aboga por un concepto amplio, considerando que la inversión netamente productiva tiene un componente de mejoría ambiental que el indicador convencional de inversión ambiental ignora por completo. En congruencia, Giner de los Ríos propone, en primer lugar, que se plantee abiertamente que no se está midiendo la totalidad de las acciones ambientales realizadas por una empresa, sino tan sólo aquéllas que son requeridas por la comunidad y la autoridad o que la misma empresa califica como inversión o gasto ambiental, y que en realidad hay muchos componentes del gasto y de la inversión que si bien no tienen el objetivo ambiental como el principal, redundan en dicho resultado. En segundo lugar, propone que los indicadores de gasto e inversión ambiental se acompañen de un indicador de inversión y cambio total, edad de los activos fijos y otras variables que pudieran aproximarse al desempeño ambiental.

    3.2 Las metodologías de medición y la cultura de registros

    En esta parte del libro también se trata el segundo tema en forma amplia y con ejemplos de varios países. Los capítulos subrayan la importancia de que la autoridad central de estadística tenga una capacidad de recolectar y organizar la diversa información ambiental. De Miguel, Soto y Núñez subrayan que esta capacidad es especialmente difícil de desarrollar, ya que depende de tipos diversos de mediciones físicas, geográficas y monetarias, basadas frecuentemente en registros de laboratorio, registros por monitoreo, registros administrativos, informes individuales de estudios de caso, encuestas directas de distinto tipo (nacionales, locales, empresariales, de hogares, etc.), incluso estudios de percepciones sobre la calidad ambiental.

    En las metodologías de medición destaca como instrumento de levantamiento de información el cuestionario de una encuesta especializada. De Miguel, Soto y Núñez detectan importantes problemas de definición y medición, luego de examinar los cuestionarios de encuestas de gasto ambiental empresarial en siete países desarrollados (Canadá 2002, 2006, Australia, Reino Unido 2009, España 2007, Suecia 2008, Austria 2007, Alemania 2004) y en cuatro países de América Latina (Brasil, Chile, Colombia y Argentina). Ellos observan que en el caso de los países desarrollados, sus cuestionarios han sido mejorados notablemente con el tiempo; sin embargo, aún presentan problemas de una definición estrecha del gasto ambiental e imprecisiones en la ponderación de los gastos ambientales por tamaño del establecimiento. Por otro lado, en el caso de los países latinoamericanos, la gran mayoría de las encuestas son iniciativas del sector privado, a diferencia de las aplicadas en los países desarrollados.

    Más allá de las definiciones y del marco conceptual, los problemas de falta de disponibilidad de registros de información constituyen otro reto, y de ello dan cuenta varios de los capítulos del libro.

    En el proceso de desarrollo de una capacidad de generación de datos ambientales, tiene relevancia la disposición de registros de información, así como la disposición (a veces, la obligación) de proporcionar la información a la autoridad estadística y la capacidad de ésta para solicitar la información necesaria. Es decir, se necesita una cultura de registros y de compartirlos. No basta que los agentes cuenten con información basada en buenos registros, sino también una disposición a darla, tomando en cuenta su valor estratégico. Además, la autoridad ambiental debe tener una capacidad de generar y gestionar la información, así como una metodología de captación y medición bien definida.

    Considerando lo anterior, es importante que, tal como lo subrayan De Miguel, Soto y Núñez, las empresas tengan una mayor concientización de suministrar información ambiental, ya que ésta es vital en la generación de políticas públicas de buena calidad, para bien de los agentes de la economía, incluidas las propias empresas. Los autores insisten también en que la autoridad estadística debe contar con una clasificación homogénea de los dominios, criterios de clasificación y herramientas contables sobre los gastos ambientales de las empresas.

    3.3 El dato ambiental y su uso

    La estadística ambiental debería servir al menos para saber lo más esencial del marco Presión-Estado-Respuesta, pero todavía esto no ha sido posible y no se ha evitado la doble pérdida comentada en líneas anteriores, lo cual arroja costos de oportunidad y de auto-producción de datos. Por ejemplo, como se observa en el capítulo I (y en otros más de este libro), no se sabe bien a bien la tasa del gasto ambiental respecto del producto interno bruto (PIB); sólo se tienen datos aproximados y varias estimaciones de organismos internacionales.

    Es usual que, como en la experiencia de los autores De Miguel, Soto y Núñez, se tenga que recurrir a estudios especiales de centros de investigación o de organismos internacionales para acercarse a los datos. Ellos consultaron estimaciones de la OCDE y la CEPAL y encontraron que la tasa del gasto ambiental total (público y privado) en América Latina es baja (casi 1% del PIB) en comparación con las de los países de la OCDE, y ha fluctuado con oscilaciones acentuadas y en muchos casos con tendencias decrecientes. Estas tendencias se han debido a la situación de las finanzas públicas y a la fragilidad y falta de continuidad de la institucionalidad ambiental. En el caso de México, la situación que revelan los datos todavía no es clara. Los autores citados recurren a un estudio de la OCDE[3] para encontrar que la tasa del gasto ambiental total era de aproximadamente 0.4% del PIB y la del gasto ambiental total de 0.7% en el año 2003. Luego, utilizando cifras del INEGI, con información que abarca hogares y gobierno, no precisamente comparable con la del estudio de la OCDE, encuentran una tasa de gasto ambiental de 1.1% del PIB en el año 2009, todavía por debajo de los demás países de la OCDE (con tasas entre 1% y 2%).

    Beker, en su capítulo II, señala que en Estados Unidos la tasa del gasto operativo de las empresas en pro del ambiente (faltarían otros gastos empresariales ambientales para completar el gasto ambiental privado) en la industria manufacturera fue equivalente a 0.4% del valor de la producción de esta industria en el año 2005, de acuerdo a la PACE.

    3.4 Situación del sistema estadístico ambiental y estrategias para su desarrollo

    Además del desarrollo de los marcos ordenadores y las metodologías de medición, ha crecido la generación de datos oficiales, evolucionando hacia un sistema de estadísticas e indicadores ambientales. Como bien explican De Miguel, Soto y Núñez en el capítulo I, el sistema se compone de instrumentos propios (encuestas, registros e inventarios especializados en temas ambientales) e instrumentos de otros ámbitos (económico y demográfico, por ejemplo) en los que se incorporan nuevos temas ambientales como módulos o preguntas adicionales. En opinión de los autores, varios problemas limitan la calidad del sistema, sobresaliendo fallas de coordinación.

    El sistema estadístico ambiental debe consolidarse con una adecuada coordinación, evaluación y mejora en su confiabilidad y pertinencia. En la última década se observa una tendencia hacia una mayor institucionalización de las estadísticas ambientales, con desarrollos importantes en tres de sus vertientes: estadísticas, indicadores y cuentas ambientales en las diferentes temáticas ambientales (De Miguel, Soto y Núñez, capítulo I).

    En la última década se ha observado una mayor institucionalización de las estadísticas ambientales, y esta ha sido la experiencia de los gobiernos latinoamericanos. Para atender mayores necesidades de información ambiental, éstos deben orientar su desarrollo de información en tres de sus vertientes: estadísticas, indicadores y cuentas ambientales en las diferentes temáticas ambientales, como lo refieren De Miguel, Soto y Núñez en el primer capítulo. Ellos observan la adopción de al menos cuatro estrategias para impulsar el desarrollo de la información: a) creciente identificación de los problemas ambientales desde una dinámica global que conduce a una agenda internacional, b) mayores esfuerzos de coordinación y cooperación impuestos por la naturaleza transversal de los temas ambientales y de recursos naturales, c) mayor apoyo a las iniciativas para el mejoramiento de las estadísticas ambientales, especialmente en su armonización para una mejor comparabilidad y d) necesidad de conjuntar esfuerzos en diversos frentes del quehacer institucional, entre productores y usuarios, y con una perspectiva integral para el mejor desarrollo de las estadísticas ambientales.

    Como ya se dijo, se requiere de mediciones físicas, geográficas y económicas muy diversas y, a diferencia de las estadísticas sociales y económicas, las ambientales exigen un programa o sistema de generación de estadísticas e indicadores con alta complejidad.

    4. INFORMACIÓN AMBIENTAL SEGÚN LA UNIDAD ECONÓMICA

    La segunda parte del libro se enfoca en la relación entre el ambiente y las unidades económicas, tanto en lo referente a la presión de dichas unidades sobre los recursos naturales y la calidad ambiental, como en lo concerniente a la respuesta de las mismas. Esta parte se divide en dos grupos de capítulos; uno trata de la unidad productiva (la empresa, admitiendo que ésta también es consumidora aunque lo hace con fines de producción), con seis capítulos, y el otro versa sobre la unidad consumidora (el hogar, admitiendo que éste también puede producir, sobre todo para autoconsumo en zonas marginadas), con tres capítulos.

    4.1 La unidad de producción: la empresa

    a) Maduración de la estadística ambiental y sus marcos ordenadores

    Los capítulos que tratan sobre la relación ambiente-empresa dan cuenta de la falta de maduración de la respectiva información estadística. Las estadísticas de otros dominios diferentes al ambiental (por ejemplo, los censos, la Encuesta Nacional de Empleo, Salarios, Tecnología y Capacitación, ENESTYC, la Encuesta Industrial Anual y las de cuentas nacionales) del INEGI, así como los datos del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) y los indicadores presión, estado y respuesta (PER), ambos de la Semarnat, y los indicadores de desempeño ambiental (IDA) de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), representan avances en el tema, pero brindan una base de datos todavía limitada e insuficiente. A lo anterior se agregan los proyectos de encuestas ambientales del INEGI: la Encuesta Nacional sobre Gasto y Gestión Ambiental (ENGGA), iniciada en 2007, con similitudes a la PACE estadounidense presentada por Becker en su capítulo II, y la Encuesta Nacional de Unidades Económicas y Medio Ambiente (ENUEMA), la cual había venido a sustituir la primera en el año 2010. Todo indica que éste ha sido el esfuerzo más sustantivo y promisorio para desarrollar estadísticas sobre la empresa y e ambiente. Lamentablemente, pese a la participación de dependencias a cargo de la política ambiental y la de los sectores empresarial, académico y de organismos internacionales (la CEPAL) con especialistas calificados del INEGI, logrando notables avances del proyecto de la ENUEMA, éste quedó trunco, sin haber llegado a su fase final de levantamiento de información. Similarmente, el proyecto de los IDA de la Profepa es también muy reciente. Éste y el de la ENUEMA no se habían puesto en marcha en la fecha en que se terminó de preparar este libro.

    Luego de revisar estas experiencias, Mercado concluye que México se encuentra en una etapa temprana en el proceso de maduración de las estadísticas sobre la empresa y el ambiente, aun reconociendo que el RETC es ya de tres lustros (pero no se ha consolidado la calidad de sus datos y presenta serias limitaciones que minan su confianza).

    Sánchez (capítulo VI) revisa la experiencia de dos pruebas piloto de la ENGGA, coordinadas por el INEGI con organismos del sector privado y del académico. En esta experiencia resulta claro que es poca la información de carácter ambiental que se genera en los sectores productivos público y privado. Hay saturación de encuestas. Pocas empresas tienen un sistema contable eficiente. Falta confianza sobre la confidencialidad de la información. Si logran superarse estas dificultades, quedaría por resolver una más: que las empresas contesten, pues hay reticencia entre éstas debido a la idea del poco o nulo beneficio para el informante.

    En la plataforma de encuestas de Ciencia, Tecnología e Innovación de México, se ha captado y difundido información ambiental de las empresas, a través de la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico y del Módulo de Innovación Tecnológica 2006 (Conacyt-INEGI, 2006), como explica Gerardo López en el capítulo VIII.

    En lo referente al marco ordenador, Mercado confirma en el capítulo IV lo afirmado por otros autores (por ejemplo, Quiroga, 2007, p. 55), de que el INEGI, la Semarnat y otras dependencias gubernamentales han mantenido el modelo PER y los conceptos y lineamientos metodológicos de las Naciones Unidas y de la OCDE como referentes para las actividades de investigación, compilación, generación, y sistematización de las estadísticas ambientales en México, y ciertamente ha sido el caso de los datos sobre la relación empresa-ambiente.

    b) Las metodologías de medición y la cultura de registros

    El tipo de medición de los datos sobre empresa-ambiente varía, abarcando unidades monetarias, físicas y geográficas, como lo explica Mercado en su capítulo IV. El autor observa que también varía el modo en que las dependencias gubernamentales han venido recolectando los datos, incluyendo registros administrativos con datos recabados por ellas de las empresas, información del tipo de estudios de caso por establecimiento y ramas específicas, y encuestas especiales. Mercado detecta limitaciones de la Semarnat y la Profepa en la capacidad de recolección y organización de la información estadística en el tema de estudio lo cual es en cierta medida comprensible, dadas sus responsabilidades en otro ámbito ajeno a lo estadístico. Por esta razón, convendría una alianza y coordinación con el INEGI.

    Otra dificultad que encuentra Mercado es la falta de cultura de información, aunque la misma ha venido desarrollándose. Ello ha provocado dificultades para captar y difundir la información estadística. Por un lado, muchas empresas, especialmente las llamadas MiPyMEs, no cuentan con los datos que se requieren, y por otro, la información tiene un valor estratégico y confidencial para muchas empresas.

    Abordando el problema de medición del desempeño ambiental de los establecimientos productivos, Giner de los Ríos y Mercado en su capítulo V ofrecen una propuesta de Indicadores de Desempeño Ambiental (IDA) basados en los datos de las empresas participantes en el Programa de Industria Limpia de la Profepa. En el centro de la propuesta está la idea de un auto-diagnóstico ad hoc para medir la evolución ambiental total y por medio y contaminante. La propuesta, además de ser interesante, es factible porque los datos ya los ha estado recabando la Profepa.

    En el capítulo VI, Jorge Sánchez explora tres medios por los cuales en México se ha obtenido información sobre el gasto y la gestión ambiental de las empresas: los censos económicos, las encuestas (como la Encuesta Industrial Mensual) y los registros administrativos (por ejemplo, el RETC, el Programa Nacional de Auditoría Ambiental y el Programa GEI México). El autor argumenta que los censos y los registros administrativos idealmente son los mejores métodos para obtener la información; sin embargo, las dificultades para su realización son muchas: en el caso de los registros administrativos, excepto las grandes empresas, la gran mayoría (99.8% del total de empresas en 2003), las llamadas Pymes (pequeñas y medianas empresas) no cuentan con un sistema que permita organizar y disponer de información ambiental.

    Otro problema para efectos de medición radica en las cláusulas de confidencialidad de los acuerdos de libre comercio, con las cuales es más difícil obtener datos privados de las empresas, como argumentan Arciniega Castro y Leyva Parra (capítulo VII). En muchos casos, las empresas no están obligadas a compartir información porque están protegidos por dichas cláusulas de confidencialidad. Los autores sugieren un buen marco regulatorio que ayude a resolver este problema.

    c) El dato ambiental y su uso

    En el capítulo IV, Mercado hace una crítica al vacío de información oficial sobre las relaciones empresa-ambiente y lamenta que para solucionarlo, los usuarios hayan tenido que realizar esfuerzos aislados, con los consabidos costos. El autor argumenta la existencia de Doble Pérdida Social, en el sentido de que los pocos datos disponibles tienen poco uso por problemas de calidad que hacen que la información no sea confiable (costos de oportunidad y del desperdicio). Por otro lado, muchos usuarios han tenido que buscar la información por sí mismos (costos de la auto-producción).

    A falta de datos, ha habido estimaciones indirectas de emisiones contaminantes de las empresas. Este es el caso del capítulo IX de Fernández Constantino, quien calcula índices de contaminación industrial en México. El autor hace una aplicación de los índices de intensidad de la contaminación industrial manufacturera de los Estados Unidos de 1987 elaborados por Wheeler (1991) y adaptados por Ten Kate (1993) para el Sistema de Cuentas Nacionales de México. Fernández Constantino muestra que el uso de los índices puede permitir la obtención de información altamente relevante para la planeación y el diseño de políticas que consideren las emisiones del aparato productivo. Como él mismo enfatiza, es necesario y conveniente que en México se elaboren índices de contaminación de forma periódica.

    Otro campo de información oficial que ha logrado avances, pero todavía tiene varios pendientes importantes que cubrir, es el de la innovación ambiental. Al respecto, Gerardo López, en el capítulo VIII, presenta resultados estadísticos tanto de la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico, como del Módulo de Innovación Tecnológica (Conacyt-INEGI, 2006) con inferencias útiles en el tema tecnológico. Por ejemplo, encuentra que: a) dentro de las pocas empresas que hacen investigación y desarrollo con fines ambientales, las que concentran este esfuerzo son filiales o matrices de grandes corporaciones y b) es muy bajo el esfuerzo que las empresas en México hacen por lograr la certificación Industria Limpia de la Profepa y la certificación del ISO-14000, que se otorga a las empresas que modifican sus procesos de producción con fines ambientales.

    d) Situación del sistema estadístico ambiental y estrategias para su desarrollo

    Los capítulos de información ambiental empresarial dan evidencia de que el sistema de estadísticas e indicadores en esta temática logró un avance parcial y quedó detenido en el segundo lustro de este siglo XXI. Los autores reconocen estos progresos del INEGI, ya que paralelamente al proyecto de encuestas especializadas, el Instituto incorporó un módulo ambiental en los censos económicos levantados en 2009, y existía la posibilidad de incorporar un módulo similar en otras encuestas ya existentes, como la Encuesta Industrial Anual y la ENESTYC, constituyendo una innovación reciente en México.

    Mercado, en el capítulo IV, observa más limitaciones que progresos en el sistema estadístico sobre el ambiente y la empresa, destacando obstáculos de descoordinación, sobre lo cual justamente hace poco se ha venido buscando soluciones. El autor propone reactivar los proyectos de la ENUEMA, los IDA y el RETC. También propone una mejor coordinación entre las autoridades que cuentan con datos sobre la relación ambiente-empresa. Para este efecto, el INEGI cuenta con la facultad para hacerlo, establecida en la LSNIEG, como un ente productor, coordinador y normativo, mientras que la Semarnat actuando como autoridad ambiental, debe acompañarlo y definir las necesidades de información ambiental, a partir de la evaluación existente a nivel nacional y la requerida no sólo a nivel nacional, sino internacional para efecto de cumplir con los compromisos del país en la materia y avanzar en la comparabilidad internacional.

    Arciniega Castro y Leyva Parra abundan en esta problemática en su capítulo VII. Ellos explican la estrategia y organización mexicana en la captación y difusión de datos ambientales y energéticos de las empresas. Esta labor, dirigida por la autoridad estadística del país, el INEGI, se basa en una organización de instancias conformadas por comités técnicos especializados que coordina el mismo Instituto. Dichas instancias se integran por Unidades de Estado través del Subsistema Nacional de Información Geográfica y del Medio Ambiente. En el caso de este Subsistema, hay varios comités técnicos especializados, entre ellos los de: a) agua, b) cambio climático, c) emisiones, residuos y sustancias peligrosas, y d) sector energético.

    Actualmente, como lo establece el marco legal, se trabaja en un esquema de coordinación interinstitucional entre la autoridad responsable de las estadísticas (el INEGI) y las que están a cargo de la política ambiental y de recursos naturales (Semarnat y Sener), que permita no duplicar esfuerzos y sobre todo atender las nuevas necesidades de información. Así, será posible aprovechar de manera integral una metodología común para obtener los datos con periodicidad y asegurar la continuidad de los mismos, eliminando con ello la posibilidad de construir series históricas, que a su vez permitan construir indicadores de desarrollo sustentable.

    Los capítulos de esta parte dedicada a las estadísticas de las relaciones empresa-ambiente ofrecen varias sugerencias para una estrategia de desarrollo del sistema estadístico ambiental. En síntesis, sugieren mejoras en la coordinación del diseño e implementación de los nuevos esfuerzos de captación y producción de datos ambientales, al tiempo que se avanza por etapas desde una modesta a otras etapas más ambiciosas.

    4.2 La unidad económica de consumo: el hogar

    La falta de madurez de la estadística ambiental en México es mayor en el caso de los hogares que en el de las empresas. En efecto, los tres capítulos que se refieren a las estadísticas ambientales de los hogares presentan evidencias y argumentos que indican un vacío de información oficial todavía más grande que el de la estadística ambiental de las empresas, y por lo tanto los retos de mejora son mayores.

    a) Maduración de la estadística ambiental y sus marcos ordenadores

    Los capítulos hacen notar que son bien escasas las estadísticas sobre los hogares como agentes que ejercen presión ambiental en México. Mercado (capítulo X) señala que la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) podría incorporar nuevas preguntas para captar datos valiosos sobre el gasto ambiental de los hogares y el consumo de recursos naturales. Pero el reto es aún mayor, impuesto por el gran vacío estadístico sobre la presión y la respuesta ambiental del hogar mexicano. Afortunadamente, se sabe que el INEGI ha venido preparando una nueva encuesta especial sobre el consumo y comportamiento ambiental de los hogares urbanos y rurales en el momento de escribir este libro. Adicionalmente, el INEGI está por incorporar módulos sintéticos sobre el tema en la ENIGH y el censo de población.

    b) Las metodologías de medición y la cultura de registros

    En este tema, la OCDE ha desarrollado bases conceptuales y metodológicas y organizó una encuesta en varios países miembros. En el caso de México, Mercado sostiene en su capítulo X que la disponibilidad de datos sobre la relación hogares-ambiente en México es muy limitada y superficial. La información oficial sobre el tema es de dos tipos, según su cobertura: unos datos captados por el Censo de Población y Vivienda, y otros captados por encuestas. El autor discute conceptos y propone metodologías para captar datos sobre la presión ambiental: consumo de recursos naturales y emisiones (y descargas) que dañan la calidad ambiental. También propone estadísticas sobre respuesta: reutilización, reciclaje y reducción; o sea la triple R, y cambios en prácticas que reducen la contaminación, los cuales involucran cambios en la composición del consumo y en

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