Amscusat

Por Falco Tarassaco

¿Historia antigua del hombre o ciencia ficción?
Amscusat es un adolescente que comparte estudios, amistades y aventuras con una notable variedad de humanos, animales y plantas, según la costumbre de su espacio-tiempo.
A pesar de una tecnología avanzadísima, sobre el trasfondo de sus increíbles aventuras, se cierne una guerra implacable que se viene desarrollando desde tiempos inmemoriales. El Enemigo, un principio que se opone a la evolución de cualquier especie inteligente, persigue sin descanso la destrucción de los planetas que intentan contrarrestar su avance.
¿Es la historia de un futuro indescifrable o el diario de un pasado olvidado?

• Idioma: Español
• Editorial: DEVODAMA
• Fecha de lanzamiento: 12 jun 2019
• ISBN: 9788832197105

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AMSCUSAT

Introducción

En un planeta completamente diferente de nuestra Tierra, en un tiempo indefinido y extraordinario, la vida del joven Amscusat esconde continuas sorpresas y emociones. Una tecnología avanzadísima al servicio de la Humanidad y de todas las especies vivientes dotadas de inteligencia es el trasfondo de la vida de un planeta en perfecto equilibrio, conectado a través de las Líneas Sincrónicas con millones de otras galaxias.

Los caminos estelares son una enorme oportunidad para el intercambio, abren escenarios fascinantes de conexión entre el espacio y tiempo, facilitando el crecimiento material y espiritual de las criaturas que comparten el deseo de evolución.

Sin embargo, sobre el escenario de este mundo rico en armonía y con una altísima calidad de vida, se cierne una guerra despiadada, que se prolonga desde tiempos inmemoriales, y que al final resultará que estaba lejos de haber terminado, tal vez por un exceso de confianza y piedad por parte de los seres humanos.

Desde este punto de vista, este relato es una advertencia bien precisa. El enemigo, principio que se contrapone materialmente a la evolución de cualquier especie inteligente, persigue sin descanso la destrucción inexorable de los planetas que tratan de contrarrestar su avance, aprovechando todas las posibilidades que, voluntariamente o no, se le ofrecen.

Mientras enfrentamientos épicos y cruentos involucran a galaxias muy lejanas, Amscusat se encuentra con peces de muchas razas: setjmeloolamj, setjvallá y muchos otros, y en el cielo brillan lunas y soles que a su vez tienen nombres de una antigua Lengua Sagrada. En su planeta cada nombre tiene un significado y las experiencias que ha vivido aumentan la consciencia en su propia naturaleza y en la importancia absoluta de los vínculos entre los seres vivos de un mundo libre, en el que todos son conscientes de la necesidad indispensable de conexiones complejas.

Una transversalidad absoluta, que permite a los seres humanos entrar en relación con todas las especies vivientes, con las self-inteligencias que habitan los metales y con los sobrevidas, almas en transición y en espera de un cuerpo adecuado.

El uso casi total de una tecnología avanzadísima va acompañado del conocimiento de cómo, en otros flujos del tiempo, muchas razas siguen viviendo historias crueles de opresión mutua. Del mismo modo, en la época de Amscusat, todos tienen claro el sentido de que un progreso evolutivo conlleva unos valores éticos y morales completamente compartidos. Cada especie participa en las experiencias de las otras sin temor a perder su propia singularidad.

Los días de Amscusat transcurren entre clases en la escuela, visitas a entornos en los que aprende a mejorar sus conocimientos, una familia compuesta por padres, cogenitores y una miríada de parientes naturales y adquiridos, y viajes cortos en los que se encuentra a menudo con sus compañeros, incluyendo a un delfín que siempre ha sido su mejor amigo.

Por tanto ¿es ese un mundo idílico en el que la perfección puede considerarse una conquista definitiva?

El sueño común es la realización de un paraíso feliz e igual para todos, cuya característica es el vínculo indisoluble entre conciencia y conocimiento.

El desdoblamiento es utilizado para consultar los libros de la bastísima biblioteca mágica y entre las actividades deportivas es muy seguido el gravicalcio, fútbol sin gravedad, (que recuerda al actual tricalcio damanhuriano), fútbol con tres equipos, así como no falta la metratura (otra disciplina damanhuriana), considerada como una técnica deportivo-meditativa de altísimo nivel.

La reencarnación inmediata está reservada a los individuos dotados de una conciencia desarrollada y es muy importante para madurar y solidificar las capacidades individuales, al menos aquellas consideradas fundamentales para una buena continuidad en la lucha contra el Enemigo.

El principio antivida está siempre en los pensamientos del joven Amscusat, muy consciente de que del resultado

de una guerra sin descanso depende el futuro de las especies que han elegido contrarrestar su expansión, incluso a riesgo de su propia existencia. Las vidas de las especies aliadas que habitan en miles de millones de planetas continúan en peligro sin una victoria definitiva contra una fuerza tan despiadada y poderosa.

Todos saben que el Enemigo lucha contra quienes intentan combatirlo, porque no quiere dejar el menor espacio a aquellos que quieren progresar en su propia evolución. Es una guerra sin tregua ni descanso, en la que las especies aliadas obtienen importantes éxitos al lograr liberar planetas que de otro modo serían destruidos.

En este, como en otros momentos del tiempo, el Enemigo actúa entrando en cada ser vivo, para comprometer el progreso de la especie desde el punto de vista físico, espiritual, ecológico y ambiental.

Pero ¿en qué tiempo, en qué época histórica está ambientada esta historia?

Los pueblos comparten una infinidad de conocimientos, conscientes de la existencia y del acuerdo con deidades que actúan en perfecta sintonía con las especies vivientes para contrarrestar al Enemigo.

Se trata de una larga guerra de milenios durante la cual se han establecido y desaparecido infinidad de especies vivas dotadas de libre albedrío, protagonistas de un enfrentamiento que parece no terminar nunca y que parece desarrollarse en un futuro muy lejano.

¿Y si, en cambio, las aventuras del joven Amscusat fuesen el recuerdo fascinante de una lucha que, de algún modo, ya sucedió en los pliegues del tiempo, en el que el Enemigo fue capaz de introducirse a través de las especies, dividirlas, y poner una vez más en cuestión los logros evolutivos obtenidos?

Ciertamente, esta puede ser la breve crónica de un periodo de tregua entre dos guerras llevadas a cabo por un Imperio Galáctico en el que una omnipresente tecnología garantizaba cualquier realización, pero que no impidió al género humano el gravísimo error de infravalorar los éxitos conseguidos hasta entonces. También en otros mitos, se cuentan historias