Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Trucos del más allá: consejos prácticos del otro lado
Trucos del más allá: consejos prácticos del otro lado
Trucos del más allá: consejos prácticos del otro lado
Libro electrónico853 páginas15 horas

Trucos del más allá: consejos prácticos del otro lado

Calificación: 5 de 5 estrellas

5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

«Todo el mundo que ha vivido alguna vez continúa existiendo en el otro lado y podemos hacerle preguntas directas». Esa es la premisa de la que parte Trucos del más allá, donde se argumenta que es posible obtener «nueva información» de personas que ya no se encuentran en el planeta. Estas «entrevistas del más allá» se llevan a cabo a través de médiums, con personas que se someten a una hipnosis profunda, o con personas plenamente conscientes, pero que pueden recordar y acceder a detalles de vidas pasadas. Los relatos ofrecen consejos prácticos («trucos del más allá») sobre cómo navegar a través de nuestras vidas y mejorar el planeta.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 oct 2021
ISBN9781547573547
Trucos del más allá: consejos prácticos del otro lado
Autor

Richard Martini

Writer/Director/Author Richard is an award winning filmmaker, who has written and/or directed 8 theatrical features, and a number of documentaries. His first book, "Flipside: A Tourist's Guide on How to Navigate the Afterlife" went to #1 twice  in all its genres. The documentary (Flipside: A Journey Into the Afterlife) is available online and at Gaia. His books "It's a Wonderful Afterlife" expand the research into the afterlife, "Hacking the Afterlife" he interviews mediums and explores "interviewing people no longer on the planet." "Architecture of the Afterlife" interviews people without hynpsis who say the same things about the afterlife. Jennifer Shaffer is a world renowned medium intiuitive who works with law enforecemnt agencies on missing person cases. Luana Anders is our "guide on the flipside" who acted in over 300 movies and tv shows. Over five years, Richard conducted filmed interviews with Jennifer (Luana assisting) as he interviewed friends and strangers no longer on the planet. As Gary Schwartz PhD put it after reading "Flipside" "Inspiring, well written and entertaining. The kind of book where once you have read it, you will no longer be able to see the world in the same way again."

Lee más de Richard Martini

Relacionado con Trucos del más allá

Libros electrónicos relacionados

Autosuperación para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Trucos del más allá

Calificación: 5 de 5 estrellas
5/5

1 clasificación0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Trucos del más allá - Richard Martini

    Trucos del más allá:

    consejos prácticos del otro lado

    Richard Martini

    ––––––––

    Traducido por Eva González Berruezo

    ––––––––

    https://scontent-lax3-1.xx.fbcdn.net/hphotos-xla1/t31.0-8/11411600_10152731785696324_4193347432027721910_o.jpg

    Título original: Hacking the Afterlife: Practical advice from the Flipside

    Traducción: Eva González Berruezo

    Copyright © 2016 de Richard Martini

    (Fotografía del autor con su madre en Nueva York en 1959. Fotografía de R. C. Martini)

    Todos los derechos reservados. Derechos mundiales reservados.

    Queda prohibida la reproducción de cualquier parte de este libro mediante cualquier proceso mecánico, fotográfico o electrónico, a excepción de citas breves incluidas en artículos y reseñas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.

    Fotografías de Richard Martini. Todos los derechos reservados. Copyright 2016.

    Diseño de la portada:  Andrea Mantegna  - Óculo en el techo de la Camera degli Sposi (Cámara de los Esposos), Mantua, Italia.

    ––––––––

    El autor de este libro no ofrece recomendaciones médicas ni prescribe el uso de ninguna técnica como forma de tratamiento de problemas físicos o médicos sin las indicaciones de un profesional de la salud, ya sea directa o indirectamente. La intención del autor es solamente ofrecer información de naturaleza general que pueda ayudar al lector en su búsqueda del bien emocional y espiritual. En caso de que el lector utilice cualquier parte de la información que contiene el libro a nivel personal, lo cual es su derecho constitucional, ni el autor ni la editorial asumen ninguna responsabilidad con respecto a dichos actos.

    Más información: HackingTheAfterlife.com

    ––––––––

    Homina Publishing

    PO Box 248

    Santa Monica, CA 90406

    HominaPublishing.com

    Índice de capítulos

    INTRODUCCIÓN:  Ser o no ser, he ahí LA cuestión    6

    CAPÍTULO 1: Trucos útiles del otro lado      16

    CAPÍTULO 2: La arquitectura del más allá       34

    CAPÍTULO 3: Entrevista con Scott De Tamble, guía turístico del otro lado    52

    CAPÍTULO 4: Hablando de Edgar Cayce        73

    CAPÍTULO 5: Las sesiones Martini        114

    CAPÍTULO 6: Mensajes de texto con el otro lado     144

    CAPÍTULO 7: Un tipo del otro lado que se hace llamar Prince        159

    CAPÍTULO 8: ¿Dónde puedo renovar mi tarjeta de la biblioteca de almas?    185

    CAPÍTULO 9: Otras sesiones de planificación de la vida   203

    CAPÍTULO 10: Charla con la Tierra como entidad       218

    CAPÍTULO 11: El otro lado no son solo ángeles y violines     238

    CAPÍTULO 12: Famosos y experiencias cercanas a la muerte       262

    CAPÍTULO 13: Un mensaje de Amelia Earhart desde el otro lado        271

    CAPÍTULO 14: Trucos útiles del otro lado a través de una médium      301

    CAPÍTULO 15: Entrevista con Amelia Earhart       319

    CAPÍTULO 16: Una sesión de vida entre vidas con una médium        355

    CAPÍTULO 17:  El evangelio tibetano de Jesús en la India       391

    CAPÍTULO 18: Personas que afirman haber conocido a Jesús      424

    CAPÍTULO 19: Entrevistas con amigos de Jesús        465

    CAPÍTULO 20: Jesús se aparece en una ECM      521

    CAPÍTULO 21: La toma Martini     553

    EPÍLOGO: La frontera final       609

    INTRODUCCIÓN: Ser o no ser, he ahí LA cuestión

    bosch

    Visión del más allá de Jheronimus Bosch, «el Bosco»

    [1]. 

    Este detalle se ha citado como ejemplo de una experiencia cercana a la muerte, completa con un túnel de luz y almas que se adentran en él.

    Un «truco útil» hace referencia a «cualquier estrategia, atajo, habilidad o método innovador que aumenta la productividad y la eficiencia en todos los ámbitos de la vida».

    O, en el caso que nos ocupa, «y más allá».

    He estado analizando experiencias cercanas a la muerte (ECM), sesiones de hipnosis entre vidas y experiencias extracorporales, y también he hablado con médiums y otras personas que dan cuenta de relativamente las mismas cosas sobre la vida después de la muerte. Estos relatos apuntan a la conclusión de que no morimos y de que podemos acceder a aquellos que se han marchado antes que nosotros en el otro lado del velo.

    Llevo una década grabando a personas bajo hipnosis profunda y he ampliado mi investigación a personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte, además de entrevistar a gente que parece comunicarse con personas que ya no están en el planeta. En un determinado momento, al hacer preguntas a las personas sobre los «recuerdos» de vidas pasadas, me di cuenta de que estas parecían poder acceder a un «reino entre vidas» y explorarlo sin estar siquiera sometidas a hipnosis. 

    La premisa poco usual de este libro es que lo que somos o quiénes somos como individuos no desaparece con nuestro fallecimiento, y que nuestros seres queridos aquí aún pueden acceder a esa envoltura de lo que «somos o fuimos». Al parecer, nuestra esencia fundamental no se transforma en partículas de polvo de hadas y desaparece tras la muerte, y nuestra energía vital tampoco queda sumida en un pozo de inconsciencia jungiano. Estos relatos afirman que nuestra «energía vital» se traslada de esta realidad a otra «realidad», como si camináramos «de una sala a la próxima». Algo parecido a utilizar la sala de teletransporte de un episodio de Star Trek.

    Por supuesto, en última instancia, nuestros cuerpos físicos se disuelven y se convierten en cenizas. Pero esto no sucede con la energía, tal y como establece la «ley de conservación de la energía» de la física[2]. Al parecer, nuestra energía existe aquí durante nuestra vida, como una parte menor de una imagen holográfica. Cuando la placa de un holograma se rompe en pedazos, cada parte contiene la información completa de esa imagen holográfica, pero «de una forma reducida». Una vez finalizada esta vida, nuestra energía abandona el cuerpo y «regresa a casa» intacta para reconectarse con el resto de la energía que había dejado atrás. 

    De acuerdo con los cientos de sesiones y casos que he examinado, las docenas de experiencias cercanas a la muerte y los cientos de sesiones de hipnosis que he estudiado, además de las aproximadamente 30 sesiones que he grabado, cuando regresamos a «casa» nos reconectamos con esa porción de nuestra energía que dejamos atrás para venir aquí. Lo que fue sorprendente leer —aunque algo desconcertante— es que la mayoría de personas afirman que solamente traemos con nosotros a nuestras vidas una pequeña porción de nuestra fuerza vital general. La media es «aproximadamente un tercio»[3]. Además, cada vida es una elección.

    Decidir entre encarnar o no encarnar. Buena pregunta.

    En este libro se explorarán sesiones de «planificación de la vida» donde, bajo hipnosis profunda, las personas acceden a esa decisión de venir al planeta, por qué eligieron ser esa persona en particular y qué esperaban lograr al hacerlo. Se explicará que nuestras elecciones de vida no están basadas en vidas anteriores, en el karma ni en las dificultades que hayamos tenido en el pasado (aunque ciertamente podemos decidir explorar esos ámbitos), sino que la decisión de venir aquí se basa en el libre albedrío. Siempre podemos decir: «No. No voy a volver. Tengo mejores cosas que hacer aquí que bajar ahí con vosotros».

    Sin embargo, sabe Dios por qué razón, debido a que nuestro grupo de almas nos convence para hacerlo, o a que nuestros guías nos convencen de que se trata de un viaje que deberíamos emprender por el bien de otras personas, accedemos a participar. De hecho, todos los que estamos aquí hemos acordado venir aquí, salir de nuevo al escenario e interpretar nuestros papeles como se nos ha pedido. Es posible que eso no nos guste cuando nos encontramos aquí de nuevo, pero nuestra actuación depende totalmente de nosotros. Cuando abandonamos este cuerpo mortal no quedamos a la deriva cual «voluta de humo» hacia un bardo tal y como afirma el budismo, sino que un tercio completo de nuestra energía regresa «a casa» para volver a reunirse con los otros dos tercios de nuestra energía, que permanecen «siempre allí».

    Por establecer algún tipo de analogía, es algo parecido a lo que le sucedía al robot líquido de la película Terminator 2. Cuando una parte de él se rompía, el líquido buscaba al resto del robot para poder volver a reformular la totalidad de la máquina; del mismo modo, nuestra energía busca y encuentra el resto de nuestra energía y se funde con ella para hacernos «enteros» de nuevo. Las personas describen este acontecimiento de «resintetización» con su energía superior como «alucinante» e «intensamente sanador». Cuando nos reconectamos con nuestro yo literal, recordamos cuál es la motivación que hay detrás de nuestras aventuras aquí, y todas nuestras aventuras previas con otros miembros de nuestro grupo de almas. Podemos ver por qué elegimos esta vida, entendemos por qué elegimos nuestras vidas anteriores y comprendemos cuál es la temática general de todas esas elecciones.

    Estas personas relatan que cada vida refleja la disciplina general en la que está trabajando nuestro grupo de almas. Es como formar parte de una clase de la universidad en una disciplina elegida; el tema general de un grupo de almas puede ser la medicina, la sanación, la compasión, el perdón, la lealtad, etc. Es decir, cualquiera de los distintos temas que se exploran en la literatura y el teatro. 

    En una sesión entre vidas, una mujer señaló que su «grupo de almas estudiaba los efectos de las adicciones en las personas» y recordaba varias vidas que incluían adicciones en todas sus formas. Pudo ver que la sobredosis de su hermano, las adicciones sexuales de su padre y las adicciones presentes en su propia vida tenían una temática común: la de comprender la energía fundamental que subyace tras las adicciones y cómo transformarla en energía sanadora.

    En algunos casos, es posible que un alma no quiera volver a «casa» en seguida y que retrase el viaje para quedarse un poco más y ver cómo se desarrollan los acontecimientos. De nosotros depende quedarnos o marcharnos, de la misma manera que somos nosotros quienes decidimos venir o no aquí. Es posible que veamos a esas almas que aún no se han marchado de una manera energética o etérica. Habitualmente se las denomina «fantasmas» y en los medios populares aparecen acompañadas de una música inquietante. Pero en muchos casos, una vez que una persona se marcha y se despide de sus seres queridos, está deseando volver a casa. Estas personas comentan que normalmente están deseando regresar con sus amigos, «de vuelta a casa». 

    Quisiera dejar claro que esto no es una creencia, filosofía o tendencia religiosa propia a nivel personal. Soy periodista (he escrito para Variety, Premiere, USA Today e Inc.com), director de documentales (White city/Windy city, Journey into Tibet), director de cine (Limit up, Point of betrayal y You can’t hurry love, entre otros largometrajes) y simplemente estoy comunicando lo que las investigaciones apuntan de una manera sistemática. No soy un experto en la vida después de la muerte ni un experto en nada, realmente. Llevo una década grabando y entrevistando a personas sobre sus experiencias en el otro lado. Y los relatos son fundamentalmente los mismos.

    Estos relatos de testigos oculares tienen un paralelismo con los exploradores del pasado que tomaron barcos, surcaron los mares y regresaron con historias fantásticas de lo que habían visto. Algunos lo hicieron con la intención de reforzar sus creencias religiosas, otros inventaron historias para recaudar dinero para futuros viajes y otros escribieron diarios y explicaron textualmente lo que habían presenciado. Pero cuando los relatos comenzaron a repetirse y a coincidir, su destino se convirtió en «el nuevo mundo». Lo que estas personas explican sobre el otro lado es tanto sistemático como reproducible, que básicamente es lo que la ciencia exige para poder considerar algo como «datos».

    La principal diferencia aquí es que cuando estos exploradores regresan de su viaje al extranjero, hacen referencia a ese lugar al otro lado del mar como su «hogar».

    Además, las investigaciones arrojan que, mientras nos encontramos en el planeta, los dos tercios de nuestra energía que se encuentran allí, en el otro lado, no están simplemente flotando sobre las nubes. Al parecer, nuestro yo superior «asiste a clases», «aprende a manipular la energía» e incluso «juega con nuestras almas gemelas». En un caso, una persona explicó que encontró a su grupo de almas disfrutando de un elaborado juego de «corre que te pillo».

    Comentó que el juego consistía en rastrear y «capturar» a otras seis almas gemelas. Estas podían esconderse «en cualquier lugar del universo»; la complicación añadida era que «todo el mundo era invisible» y podía esconderse «en el reino que quisiera». Como una versión multimotor de búsqueda de Google, pero utilizando el motor de sus mentes para buscar el patrón energético de las entidades invisibles en múltiples dimensiones.

    Las personas que han pasado por estas experiencias también comentan que, en el otro lado, nuestro yo superior puede sintonizar, observar, disfrutar u horrorizarse con nuestra actuación aquí. Es algo así como ver una obra de teatro en la que somos tanto el público como el personaje que está sobre el escenario al mismo tiempo.

    Aquellos que están sobre el escenario tienen un filtro que les impide saber que hay un público observándolos o saber por qué eligieron un papel o atrezo específico, o por qué accedieron a interpretar ese papel en primer lugar. Obviamente, sería un desastre si pasaran la mayor parte de su tiempo cubriéndose los ojos con la mano para saludar al público y diciendo: «Hola mamá. ¡Mírame! ¡Estoy en una obra de teatro!».

    Desde nuestros asientos «en casa», podemos dar ánimos, aplaudir, llorar o reír con los actores que están sobre el escenario interpretando esos papeles.  Según se indica, cuando nuestros amigos se marchan, a menudo les felicitamos por un trabajo bien hecho. Cuando el actor que interpreta a Romeo se reencuentra entre bambalinas con la actriz que interpretó a Julieta, no la regaña por haberle fastidiado la vida y haber provocado la muerte de ambos. En lugar de eso, la abraza y le da la enhorabuena por haber hecho un buen trabajo. «Excelente actuación la de esta noche, Julieta». «Lo mismo digo Romeo, nos vemos en la fiesta de después».

    «Aún no ha llegado la hora de que abandones el escenario». 

    Algunas personas que viven experiencias cercanas a la muerte se encuentran «de vuelta en casa» con su grupo de almas, pero normalmente se les dice: «Eh, ¡vuelve al escenario! Aún no deberías estar aquí».

    He hablado con varios grupos de la Asociación Internacional de Estudios de Experiencias Cercanas a la Muerte[4] y he conocido a varias personas desconcertadas porque se sentían maravillosamente bien «de vuelta en casa» y les molestaba que las forzaran «a volver aquí». En el otro lado habían visto a seres queridos, habían experimentado el amor incondicional que muchas personas relatan sentir «entre bambalinas» y no tenían ningún deseo de volver a ponerse el maquillaje y salir a escena.

    Vivimos en un mundo donde intentamos poseer el tiempo, manipularlo y cambiarlo. Es posible que no nos sintamos demasiado felices sabiendo que aún nos queda trabajo por hacer sobre el escenario, un trabajo para el que no estamos preparados o que no queremos hacer. Pero espera un momento.  ¿Y si te dijera que es posible «ir a casa» mientras aún estás aquí, en el planeta? 

    ¿Y si te dijera que es posible visitar a tus amigos, quienes ya no están en el planeta, y que puedes hacerles preguntas y conseguir información que no sabías que era posible obtener? ¿Y si te dijera que todo el mundo que alguna vez ha caminado sobre la faz de la Tierra está disponible y accesible porque su energía nunca muere? Esta se transforma (de acuerdo con la primera ley de la termodinámica) de una forma en otra, pero debido a que está fuera del tiempo la esencia de esa forma existirá siempre[5]. Así que, si quieres preguntarle a William Shakespeare «¿Qué querías decir con eso de ser o no ser? ¿Era una pregunta retórica o estabas hablando de la encarnación?» —puedes hacerlo.

    Todos hemos oído relatos fabulosos sobre la vida después de la muerte.  Desde visiones de fuegos satánicos hasta ángeles que cabalgan sobre las nubes. Los humanos nos hemos visto inundados por estas historias desde que comenzamos a poblar el planeta. ¿Pero no resulta inusual que no haya dos relatos de la vida después de la muerte que sean idénticos? 

    Tal y como señala el científico Dr. Neil de Grasse Tyson, un arco iris es diferente para cada persona que lo observa. No hay dos arco iris iguales. «El arco iris exacto que cualquiera de nosotros ve en el cielo es totalmente propio, un regalo a la vez personal y comunal cortesía de la ley de la óptica»[6].

    Lo mismo se aplica a las visiones de la vida después de la muerte. Es posible que dos personas visiten una «biblioteca de registros», pero que no ofrezcan dos descripciones idénticas. Las personas pueden visitar a un «grupo de almas»[7], pero su ubicación exacta o la manera en que ese grupo está construido varían de persona a persona.

    Es posible que en el más allá veamos incluso a las mismas personas que otros han visto. Cabe la posibilidad de que ante nosotros aparezcan de una manera diferente a cómo se han mostrado ante otra persona. Al parecer, eso depende de cómo ellas desean presentarse. 

    En algunas ocasiones, las vemos más mayores, o más jóvenes, según la persona a quienes estemos visitando. Sin embargo, tenemos la sensación de saber que estamos ante una persona a quien ya conocíamos. He grabado relatos de primera mano de estos encuentros con personas de condiciones sociales, géneros y creencias (o falta de creencias) distintos y todos sus relatos son coherentes. Con distintos hipnoterapeutas, relatos de experiencias cercanas a la muerte y experiencias diferentes, todas ellas describen el mismo «lugar» de una manera distinta.

    ¡Caveat Emptor! (o «¡Sea precavido el comprador!»).

    Tal y como he mencionado en los libros El otro lado: Guía del turista para abrirse camino en la otra vida y ¡Qué bella es la vida después de la muerte!, un escéptico es una persona que «no cree en la escuela de pensamiento imperante». Yo soy un escéptico en el sentido más verdadero de la palabra. La ciencia considera los relatos de vidas pasadas como «criptomnesia», es decir, algo que una persona imaginó, oyó o leyó sobre la vida de otra persona y que había olvidado, pero no así su subconsciente. La ciencia también afirma que las personas pueden acceder a lo que Carl Jung se refería como el «subconsciente universal», un lugar del universo donde presuntamente descansa la energía de nuestras vidas, flotando como una isla de residuos no biodegradables en el espacio exterior. De acuerdo con esa teoría, los recuerdos de vidas pasadas serían simplemente el «acceso» a esa isla por parte de las personas.

    Además, la ciencia cree que las experiencias cercanas a la muerte son una consecuencia de la hipoxia o falta de oxígeno en el cerebro, que causa alucinaciones (al igual que ocurre en altitudes elevadas). Estoy familiarizado con la hipoxia —he estado a grandes altitudes en las montañas del Tíbet y he tenido algunas «visiones» realmente fantásticas mientras me encontraba allí arriba. Pero la ciencia «cree» esto porque, de hecho, no existen datos sobre el tema.

    Finalmente, la ciencia materialista cree que la conciencia comienza y termina en el cerebro, como si las engramas contuvieran toda la información que necesitamos saber, y que si alguien tiene suficientes engramas —o si un ordenador las tiene— puede «dotarse de sentidos». Por citar a Julian Baird, mi exprofesor de la Universidad de Boston y exalumno de Oxford/Harvard: «Estaría de acuerdo contigo, pero entonces ambos estaríamos equivocados». La manera más simple de demostrar que las vidas pasadas, las experiencias extracorporales y las experiencias cercanas a la muerte son acontecimientos reales y no imaginarios es a través de las evidencias de «nueva información». Si una persona ve, oye o aprende algo durante uno de esos acontecimientos que es imposible que hubiera podido saber, es decir, si no existe ningún «ejemplo conocido» en ningún libro, ni en Internet, ni «en la mente de otra persona a la que esta pudiera haber accedido», entonces eso debe provenir de un lugar distinto al cerebro.

    Si esa nueva información resulta ser precisa, entonces significa que la persona no puede haberla obtenido del subconsciente jungiano, de la memoria energética de una persona anterior, de los recovecos ocultos de su subconsciente, ni a causa de no haber podido respirar en la cima del Monte Everest. 

    En todo caso, no me corresponde a mí convencer a nadie. Yo aquí solo soy el reportero. Como se suele decir, si esa es tu respuesta final con respecto a este asunto, te recomiendo que vuelvas a colocar este libro en la estantería o que lo devuelvas a la aplicación o al montón de novelas baratas de la tienda donde lo encontraste. Es probable que puedas recuperar el dinero que pagaste por él. Después de todo, comprar libros no es como estar vivo, ya que estos sí que tienen una garantía de devolución del dinero. Es posible que tengas motivos de peso para no seguir leyendo, y lo entiendo perfectamente. Los libros que escribo no son para todo el mundo. Lo digo en serio, si sientes la más mínima incomodidad con lo que he contado hasta ahora, te prometo que lo que está por venir no va a ser menos extraño. Quizá esta atracción del parque de diversiones no sea para ti.

    Me gustaría disculparme por adelantado por cualquier error de sintaxis, errata o cualquier otro error que pueda contener este libro. Hubo alguien que se quejó de la manera en que yo leía mis libros en Audible. En ellos, a veces me río, en otras ocasiones me embarga la emoción, otras veces me corrijo a mí mismo o, como algún bromista me dijo, se podía «oír a mi gato maullando de fondo». Si los maullidos te molestan, entonces no soy tu guía. ¡Pide un reembolso, por favor!

    Dicho esto, es posible que haya personas que necesiten oír estos relatos, y que necesiten oírlos en el tono y la sintaxis que utilizo. Por el motivo que sea. Bien, si aún estás ahí, te invito a adentrarte en el mundo del más allá, donde podemos hacer preguntas específicas a personas que ya no están en este planeta y conseguir respuestas realmente extraordinarias. ¿Me acompañas? Que conste que te he avisado.

    Giordano Bruno, filósofo que fue quemado en la hoguera por revelar una experiencia extracorporal durante la cual vio que la Tierra giraba alrededor del Sol.

    «Lasciate ogni speranza voi ch’entrate»

    «Perded toda esperanza los que aquí entráis»

    CAPÍTULO 1: Trucos útiles del otro lado

    «Una puesta de sol aquí es un amanecer en otro lugar».

    Truco n.o 1 de la vida después de la muerte: no morimos.

    Este es el detalle más importante que puedo transmitir basándome en los relatos de testigos. Debo decir que, en muchas ocasiones, me he propuesto demostrar que eso era falso, lo cual es bastante divertido si pensamos en ello: «¿Cómo? ¿Que no morimos? Pero eso es de locos. Este hombre está chiflado. Pues claro que morimos, ¿no se da cuenta de que está afirmando algo que simplemente no puede ser cierto? Nacemos, vivimos y morimos. Así de simple».

    ¿Es eso cierto? Sí, nuestro cuerpo físico se desmorona, pero el espíritu, lo que nos anima, nuestra alma, nuestra construcción energética (como queramos llamarlo) no muere. De hecho, continúa viviendo tranquilamente como si nada.

    Baso ese hecho en los miles de casos que he examinado de experiencias cercanas a la muerte, experiencias entre vidas, experiencias de comunicaciones con el más allá y experiencias extracorporales. Todas esas experiencias están conectadas con el hecho de que, cuando nuestro cuerpo deja de funcionar, quienes somos como individuos no lo hace.

    En algunos casos, la gente puede sentirse molesta por esa afirmación.  Pensemos en todas esas personas malas a quienes era necesario matar, ejecutar, «quitar del medio». Es posible que creamos que hemos matado, ejecutado o quitado del medio a «los malos», pero ellos tampoco están muertos. No los hemos matado. Y es posible que te encuentres con ellos en el más allá, porque su problema está asociado con alguna conexión más profunda e interesante entre la persona que mata y la que muere «asesinada». 

    Sé que esto puede resultar desconcertante para aquellas personas que se han pasado la vida de duelo, sufriendo o con la angustia de saber que sus seres queridos murieron, fueron torturados o masacrados. Es posible que hayan estado toda la vida jurando o buscando venganza, viviendo y respirando para vengar la muerte de su ser querido. No es mi intención ofender a nadie que se sienta ofendido por la idea de que no morimos.

    Eso es simplemente lo que indican los datos.

    Nuestra conciencia continúa, incesante, con o sin nuestros cuerpos. Quizá nos gustaría que eso no fuera así y poder «acabar con todo», pero siento decir que eso no es posible. No es físicamente posible «acabar con todo».  Cuando se trata de algo que ya existe no hay ningún final posible.

    No soy yo quien lo afirma, solo estoy informando de ello. 

    Tampoco estoy intentando explicar lo que algunas personas han comentado anteriormente sobre los aspectos religiosos de la existencia, como «En el principio existía el Verbo» o «No hay ni principio ni fin». Ninguna de esas frases tiene cabida en el contexto de estos relatos.

    Los relatos indican que las almas se crean. Que no estuvieron «siempre aquí» y que «no permanecen inalteradas para siempre». Los relatos señalan que las almas se crean en un proceso complejo difícil de describir con palabras, y que avanzan a través de sus numerosas vidas y experiencias, crecen como almas jóvenes y se convierten en almas viejas, y que continúan una evolución que puede o no incluir «el regreso a la fuente» y la diseminación de toda su energía para que se puedan volver a crear almas.

    Es algo parecido a lo que sucede con el agua. Esta se evapora, asciende y se convierte en nubes, y vuelve a bajar de nuevo. Suceden muchas cosas durante ese proceso: se forma hielo, condensación, niebla, nieve... Pero en última instancia, cada gota de agua que hay en el planeta ha estado siempre ahí. ¿Estaba ahí antes de la existencia de la Tierra? Al parecer no. La misma agua que beben los gatos es la que bebieron en su día los dinosaurios. Cada gota de agua que hay en el planeta ha estado siempre ahí. Así que es posible que la taza de café que tengo junto a mi ordenador haya sido consumida por Genghis Kahn. O Shaka Khan. Ha estado aquí antes y volverá de nuevo.

    Al principio, existía la conciencia, o el constructo energético de la conciencia. Esa entidad o entidades consciente(s) pusieron las cosas en marcha para crear lo que conocemos como nuestro universo. Y no lo hicieron una sola vez. Llevan mucho tiempo haciéndolo. No puedo afirmar que se trate de un proceso eterno porque tampoco es lo que indican los datos. Existe un principio con respecto a las almas y también hay un final, pero únicamente después de un larguísimo aprendizaje tras el cual, finalmente, regresamos a la fuente.

    Las investigaciones a las que haré referencia y que cito en este libro tienen su origen en personas que afirman que la conciencia continúa tras nuestra muerte. Y, lo que aún es más importante, que la conciencia no llegó a nuestra existencia con el nacimiento y que, de hecho, ha formado parte de nuestra existencia anteriormente a eso. Y no estoy hablando de nuestro nacimiento como humanos, sino de nuestro nacimiento como almas (o nuestro constructo energético). 

    La manera en la que eso ocurre sigue un proceso. Lo he mencionado anteriormente en mis libros y volveré a hacer referencia a eso aquí. Básicamente, no comenzamos todos con el Big Bang, podemos originarnos en cualquier momento como almas y, desde el otro lado, también se ha afirmado incluso que existió más de un Big Bang, que el mecanismo del universo ha hecho esto antes y que continuará haciéndolo en el futuro.

    No mates al mensajero. Yo solo soy el pianista de este bar musical.

    Truco n.o 2 de la vida después de la muerte: la vida después de la muerte es como volver a casa.

    Hasta la fecha, he examinado miles de casos y grabado más de 30 sesiones entre vidas, y he observado otras tantas de personas que me las han enviado, y el segundo concepto más importante que he aprendido es que este mundo en el que vivimos, este planeta Tierra, no es nuestro hogar.  Cuando se les pregunta a las personas dónde quieren ir tras recordar una vida anterior y la escena de su muerte, casi siempre responden: «Quiero ir a casa».

    Sé que eso suena un poco raro. Y no, no estoy hablando de seres azules, grises, de otros planetas o de experiencias fuera de este mundo, ni de OVNI. Me refiero a la idea del «más allá», o al lugar donde vamos cuando morimos. No todos vamos al mismo lugar, pero en última instancia todos vamos al mismo estadio. Ese lugar más allá, que consideramos «el otro lado » o «después de la muerte» es, de hecho, el lugar que todos consideramos como nuestro «hogar».

    Cuando oí decir esto por primera vez a una persona que estaba bajo hipnosis profunda, me quedé sorprendido. El terapeuta que dirigía la sesión llegó a un momento en el cual la persona pudo recordar una «vida anterior que tenía una cierta importancia en relación con su vida actual». Y, a continuación, tras escuchar una descripción de la escena de su muerte en aquella vida, le hizo una pregunta simple:

    —«¿Dónde te gustaría ir ahora?».

    Y la persona contestó: —«Quiero ir a casa».

    Al principio, pensé «Espera, ¿qué? ¿Dónde es eso? ¿Te refieres a Poughkeepsie?». Esta persona acababa de recordar una vida en la que se crio cerca de una granja en el norte de Nueva York, así que naturalmente di por sentado que quería volver allí... Pero acababa de recordar otra vida anterior en la que había muerto en el Holocausto y había nacido en Varsovia. ¿Se refería entonces a Varsovia?

    Entonces, la mujer describió ese viaje que tantas personas describen durante las sesiones de hipnoterapia entre vidas, las experiencias extracorporales o las experiencias cercanas a la muerte: «viajar hacia una luz intensa», aparecer junto a la luz, atraversarla y luego experimentar una «dicha profunda» y ver a «seres queridos» y a otras personas que la saludaban como si hubiera regresado tras un largo viaje... en otro lugar.

    Este sitio es el «otro lugar». La Tierra. La vida. Ser humanos. Estar vivos. Vivir las experiencias de toda una vida. Cuando hemos acabado, tenemos el deseo de volver a «casa».

    En una ocasión, un amigo mío escéptico me comentó: «Pues claro, ¡eso es lo que todo el mundo diría! Todo el mundo quiere irse a casa». Yo señalé que lo normal sería que la gente imaginara algún tipo de cielo o paraíso. Pero hablan de ir a «casa». No hay ninguna versión común acordada de «casa», todo el mundo ve ese lugar de una manera distinta, incluso los gemelos. 

    Si no experimentamos el mundo exactamente de la misma manera, ¿por qué íbamos a experimentar ese «hogar» o «casa» de la misma manera? Él insistió en que lo más natural del mundo mientras se está bajo hipnosis profunda, tras «imaginar» que acabas de ser testigo, experimentar, sentir una vida de la que actualmente no estabas al corriente, que en el momento de la muerte (ya sea dramática o mundana) lo normal es contestar a la pregunta «¿Dónde te gustaría ir ahora?» con un «Quiero irme a casa».

    ¿Pero a qué casa? ¿A la de esta vida? ¿O a la de una vida anterior? Pues parece que a ninguna de ellas.

    ––––––––

    Truco n.o 3 de la vida después de la muerte: por lo general, lo que esperas dicta lo que experimentarás en la vida después de la muerte, al menos inicialmente.

    Soy un admirador de los libros del Dr. Eben Alexander La prueba del cielo y El mapa del cielo. Es interesante leer el viaje del Dr. Alexandre a este reino a través de una experiencia cercana a la muerte. Él es científico y cirujano, y durante mucho, mucho tiempo, ha sido un ferviente creyente de todo lo material. Y contemplarlo ahora enfrentándose a estos acontecimientos que son... llamémoslos «ciencia posmaterialista» es todo un placer. La «ciencia materialista» afirma que todo proviene de algo. La «ciencia posmaterialista» incluye la teoría cuántica y proclama que «solo porque no podamos observar algo no significa que no esté ahí».

    Merece la pena señalar que cuando comparamos las experiencias cercanas a la muerte con las sesiones de hipnosis entre vidas, las experiencias extracorporales y otros acontecimientos, todos hablan sobre el mismo medio. Como los pintores hablando de pintura y lienzos. 

    Pero la experiencia de cada persona con el otro lado es diferente. No todo el mundo escucha música durante una experiencia cercana a la muerte. El relato del Dr. Alexander es el primero que he visto de alguien que describe un baile. Eso no significa que los demás «no hayan buscado lo suficientemente bien» ni que todo el mundo vaya a ver bailarines durante su experiencia de vida más allá de la muerte. Al igual que no existen dos definiciones idénticas de «casa», cada viaje al otro lado es diferente. Lo único que los conecta es nuestra capacidad de describir sentimientos como el «amor incondicional», la «luz sanadora», las «personas que ya no están en el planeta», etc.

    Si experimentamos la realidad de maneras diferentes, ¿por qué iba a ser distinto en el otro lado?

    Muchas personas afirman haber escuchado música durante una experiencia cercana a la muerte y en algunas sesiones entre vidas, desde sinfonías hasta interludios musicales profundos y músicos que son capaces de tocar. Estas experiencias musicales son el equivalente de pintar un lienzo. Depende de quién tenga el pincel en su mano, de dónde proceda la pintura, de qué tonos y colores haya o cómo sean las pinceladas. Simplemente porque no todo el mundo tenga exactamente la misma experiencia no significa que la experiencia no esté teniendo lugar. De hecho, los numerosos relatos sobre la vida después de la muerte señalan básicamente las mismas cosas.

    Solo tenemos que leerlos.

    Pero, en general, si has vivido una vida feliz y generosa, las personas afirman que tendrás esa misma experiencia al marcharte. Si has vivido la vida con miedo o sintiéndote culpable, deprimido o con cualquier otra experiencia negativa, es bastante probable que experimentes eso cuando te vayas. Si te corroe la culpa por cómo has vivido tu vida, tardarás algo de tiempo en deshacerte de esa emoción. Dicho eso, hay algunas personas que han tenido una vida muy dura y después afirman haber tenido un recibimiento maravilloso.

    En ¡Qué bella es la vida después de la muerte!, una mujer recordaba haber sido un jefe guerrero sioux que murió mientras corría hacia la batalla. Tras su muerte, se quedó allí y vio cómo sus amigos y familiares eran asesinados por la tribu contra la que estaban luchando, pero una vez que se marchó, volvió a un reino de felicidad y rememoración de cosas pasadas.  Su tono y comportamiento cambiaron del de un guerrero a una actitud de asombro y aceptación. Vio a sus seres queridos de todas sus demás vidas y al grupo básico de almas con las que normalmente encarnaba. Personas a quienes reconocía entonces como parte de su vida y a quienes reconoce ahora de nuevo como parte de esta existencia.

    No existen reglas rígidas e inmutables sobre qué tipo de vida experimentaremos. Muchas personas están convencidas de que van a sufrir y sentir las punzadas del remordimiento, y es posible que experimenten eso durante la revisión de su vida con la ayuda de sus Mayores. Pero eso depende totalmente de la persona y de lo que esta desea experimentar. Podría ser algo desagradable. Pero en la mayor parte de los casos que he examinado, la mayoría de personas están maravilladas, asombradas y felices de estar en casa.

    ––––––––

    Truco n.o 4 de la vida después de la muerte: el bien y el mal son términos relativos que generalmente tienen un significado en la Tierra, pero no en el más allá.

    De nuevo, eso es simplemente lo que indican los datos.

    Hay experiencias cercanas a la muerte en las que las personas han sentido o sido testigos de algo «siniestro» u «oscuro» o difícil justo después de iniciar el viaje. El Dr. Alexander experimentó estar atrapado en un tipo de entorno «similar al lodo». David Bennett, autor de El libro que tu alma quiere que leas, vivió una negrura total al principio y el director de cine Jeremy Kagan experimentó algo parecido al principio de su viaje espiritual: miedo, oscuridad y la sensación de estar «atrapado».

    Las personas afirman vivir algún tipo de experiencia infernal en algunas de sus experiencias cercanas a la muerte. No obstante, en todas las sesiones entre vidas que he examinado, solamente me he encontrado con algunas donde alguien experimentaba algo en un reino que podría considerarse un «infierno», al menos para ellos. 

    Nunca es lo mismo para todo el mundo, las descripciones, las experiencias no son idénticas. De la misma manera que las descripciones de «casa», el «reino entre vidas» o el «cielo» no son iguales. No es como ir a Ikea, donde independientemente del país donde te encuentres, verás a los mismos trabajadores insatisfechos vistiendo los mismos colores y los mismos artículos de bajo coste en todas las tiendas, exactamente lo mismo. O como ocurre en McDonalds, donde el menú de Bombay es exactamente idéntico al de Sacramento, con la diferencia de que solo puedes pedir cordero o cabra y no ternera. Mirando solo el menú, no serías capaz de notar la diferencia. Pero, en estas experiencias, no hay dos relatos iguales.

    Durante su experiencia cercana a la muerte, el Dr. Rajiv Parti experimentó un viaje a un lugar «infernal» donde vio a personas con cuernos. Yo le pregunté: «¿Por qué ver a alguien con cuernos tiene que ser algo negativo?  ¿Qué es lo que tienen los cuernos, que están hechos de cabello enmarañado, que le atribuye connotaciones negativas? ¿Por qué ver a alguien con cuernos no podría ser algo agradable?». Durante algunas de las sesiones que he grabado, durante los primeros instantes de abandonar una «vida anterior», algunas personas experimentaron algo que solo puede calificarse como «infernal».

    ¿Pero se trataba de un lugar físico? ¿Era el mismo lugar para todos los individuos? No. En las sesiones que grabé, algunas personas experimentaban la negatividad. Una dijo: «Huele a azufre, puedo sentir el miedo aquí» o «Ahora estoy en un lugar oscuro y aterrador». Pero cuando el terapeuta les preguntaba: «Entonces, ¿por qué elegiste ir a ese lugar? ¿Qué es lo que tienes que examinar o experimentar ahí?», el lugar desaparecía.

    Es como si fuera el sitio al que esperaban ir después de su vida. Les habían dicho tantas veces que iban a terminar allí que, al fallecer, acabaron en un lugar de ese tipo. 

    Podría argumentarse que esos lugares sí que existen, que se trata de «reinos inferiores», como se les denomina en el Budismo, y que están repletos de almas infelices, con criaturas aterradoras que vuelan y asustan a todo el mundo.

    Míralo de esta manera. Si al cruzar al otro lado te encuentras con un tío con cuernos y una horca, haz lo que haría yo. Observa los cuernos. ¿Están hechos de pelo enmarañado? Buah, menuda novedad. Es lo mismo que en la Tierra. Observa la horca. ¿Está hecha de acero o plástico? No hay ningún dolor ni ninguna experiencia que puedas tener que no hayas creado en tu mente, aquí o allá. Así que dile a tu tío José que se quite el disfraz de demonio de una vez. Ha sido muy divertido, pero tienes sitios a los que ir y personas a quienes ver.

    En varias sesiones, he visto a personas que sentían un malestar repentino tras volver a experimentar la muerte de una vida anterior. Especialmente si se había producido en una época de miedo y delirio. Y, cuando el terapeuta les preguntaba: «¿Por qué elegiste venir a este lugar después de tu muerte? ¿Qué hacías allí?», se daban cuenta de que eran ellos quienes habían elegido estar en ese lugar aterrador, que nadie los había forzado a estar allí. Y, cada vez que les hacían esa pregunta, la ilusión desaparecía. Como una película generada por ordenador que se detiene repentinamente y vuelve a rediseñarse.

    Si una pregunta del tipo «¿Por qué elegiste venir a este lugar?» puede hacer que esa experiencia desaparezca o se desvanezca, ¿en qué medida puede ser real? Aunque es cierto que algunas personas pueden querer experimentar ese tipo de miedo o quedarse allí y formar parte de ese miedo, el hecho de que se encuentran en una sesión de hipnoterapia donde se utiliza la hipnosis para analizar su viaje les hace darse cuenta de que se trata de algo temporal, de que el motivo por el que han acudido a la consulta de un hipnoterapeuta es precisamente para poder superar esa experiencia.

    Y eso es otra versión de un truco del más allá.

    ¿No quieres acabar en un lugar negativo? Entonces considera por un momento que cuanto más te estreses o te preocupes por algo, más habrás creado ese mundo para ti mismo. Puestos a reflexionar sobre algo, medita sobre el lugar donde te gustaría estar si mañana, o incluso hoy, fuera tu último día en el planeta. ¿Dónde te gustaría estar? ¿A quién te gustaría ver allí? ¿Y qué te gustaría experimentar allí? ¿Y qué te gustaría experimentar aquí?

    ––––––––

    Truco n.o 5 de la vida después de la muerte: somos plenamente conscientes entre vidas.

    «Plenamente» es un término relativo. No estoy hablando de la omnisciencia, sino de que en algún momento puedes ser plenamente consciente de todas las vidas anteriores que han dado lugar a esta. Me refiero al hecho de poder ver, aprender y experimentar todas las lecciones que has aprendido a lo largo de todas tus vidas.

    Se trata de una experiencia de humildad realmente profunda. Sin duda, es algo que puede sacudir por completo tu visión del mundo si eras una persona que creía que esta era la única vida que había tenido. Especialmente, si eres alguien que desearía haber hecho más con su vida de lo que cree haber logrado.

    Lo cual nos conduce a la idea de que, si somos plenamente conscientes entre vidas, ¿en qué medida podemos ser conscientes durante esta vida?

    Una vez que regresas a «casa» con tus seres queridos, las personas que se han estado reencarnando contigo durante milenios, ves el papel que desempeñaron en tu vida y el que han desempeñado durante todas tus vidas. Pero, una vez que estás de vuelta allí, no estás limitado a ver solamente a tu grupo de almas básico, sino que allí está básicamente todo el mundo que alguna vez existió en la Tierra. Algunas veces se han reencarnado como personas distintas, pero si quieres visitarlos, puedes hacerlo.

    ¿Hay alguien del otro lado a quien te gustaría conocer? Tú eliges. Puedes acceder a esa persona. Es posible que en este momento esté ocupada trabajando en su vida actual o que esté enseñando o haciendo algo completamente distinto a lo que habías imaginado, pero normalmente puedes acceder a ella. Si logras encontrar la conexión adecuada, puedes hacer preguntas. Estas personas no tienen por qué preocuparse de revelar algo que pudiera alterar tu camino o tu viaje porque tú ya lo habrás hecho al plantear la pregunta. 

    Todo lo que ha ocurrido en tu mente aún existe. No se «borra». Todo el mundo que ha vivido alguna vez en este planeta aún existe. Ellos tampoco se borran.

    ––––––––

    Truco n.o 6 de la vida después de la muerte: el velo se está haciendo más delgado.

    Lo he escuchado tantas veces durante todas esas sesiones que he dejado de preguntar: «¿Qué significa eso?». Es lo que es. Al parecer, el velo o los filtros que impiden que ciertos cerebros accedan a información se están haciendo más delgados. Existen muchos factores que podrían ser responsables de esto.

    Por ejemplo, una reconexión del cerebro debido a factores externos. He leído que a los niños que padecen un autismo severo les beneficia verse en vídeo a sí mismos actuando y que sus acciones les permiten alterar la química del cerebro con solo observar las acciones. Si eso es cierto, entonces quizá discutir conceptos sobre la existencia de otra realidad distinta a esta permite que el cerebro pueda acceder a esos conceptos de una manera distinta.

    Es posible que los cerebros estén renovando sus conexiones debido a la preponderancia de las torres de microondas que están por todas partes. Nuestros cerebros funcionan como un receptor de esas ondas. Un estudio realizado en Finlandia sobre las unidades bluetooth arrojó que un 70 % de los tumores cerebrales registrados en Finlandia podían estar relacionados con el uso del bluetooth. Estos son los resultados obviamente negativos de ser bombardeados por las ondas de radio, pero, ¿cuáles son los posibles beneficios?

    Se ha producido un aumento de los incidentes donde personas que viajan en avión regularmente (pilotos y auxiliares de vuelo) se han enfurecido o han sufrido algún tipo de colapso mental. ¿Se debe eso a que la capa de ozono se está volviendo más delgada, porque están más cerca de las manchas solares o porque estar a grandes alturas afecta de algún modo al cerebro de una forma perjudicial? No estoy sugiriendo que ese sea el caso, pero vale la pena analizar por qué las personas que vuelan asiduamente sufren cada vez más crisis. Es posible que simplemente haya llegado la hora de experimentar algún tipo de aceleración. He oído ese término más de una vez, siempre haciendo referencia a un cambio de conciencia. «Aquí lo llamamos la "aceleración"». 

    ¿Qué significa «aceleración»?  Pues bien, significa que las cosas se están moviendo a un ritmo más rápido. Todos los relatos que he escuchado o visto sobre el otro lado señalan que las cosas allí «se mueven a un ritmo mucho más rápido» que aquí. Que las vibraciones energéticas aquí hacen que el movimiento allí parezca que está en supercámara lenta. Así que es posible que exista algún motivo fisiológico por el que las cosas se están acelerando en nuestros cerebros o en nuestra percepción de la realidad y que, por tanto, haga que resulte más fácil acceder a esa información.

    Es posible que el motivo no tenga nada que ver con eso. Pero lo he oído bastante a menudo, el velo se está haciendo delgado, y lo mejor que podemos hacer es intentar descubrir por qué.

    ––––––––

    Truco n.o 7 de la vida después de la muerte: todo ocurre por un motivo.

    Ese concepto ha sido siempre un misterio. ¿Cómo puede ser que todo tenga un significado? Yo solía creer que el caos y las coincidencias gobernaban el comportamiento y las acciones. Pero, en realidad, es el libre albedrío lo que domina nuestras acciones.

    No se puede predecir cuál va a ser el resultado por mucha información que tengamos. Sería algo así como hacer una pregunta a mil millones de hormigas: «¿Qué vas a hacer hoy?». Cada hormiga tendrá un trabajo o una tarea distintos que cumplir, y parece que existe algún tipo de conciencia predominante con respecto al tamaño de la colonia de hormigas, porque las investigaciones arrojan que, una vez que una colonia alcanza su tamaño completo aproximadamente a los cinco años, de alguna manera genera un mensaje para que las hormigas se marchen y comiencen una nueva colonia.

    ¿Cómo logra transmitir ese mensaje?¿Mediante el correo de hormigas?  (¿Es más rápido que el correo postal normal?). Es muy probable que la acumulación de hormigas, al igual que la acumulación de células cerebrales, combinada con algún tipo de conciencia, dicte lo que ocurrirá a continuación.

    ––––––––

    Cuando a las personas que están bajo hipnosis profunda se les pregunta «¿Qué cantidad de energía trajiste contigo a la Tierra?», generalmente responden con una cifra de entre el 20 % y el 40 %. Eso es aproximadamente un tercio de nuestra energía vital. Me han contado que eso se debe a que el cerebro humano no podría funcionar con más energía o, de lo contrario, se sobrecargaría. Imagino que, si eso es cierto, entonces es posible que las personas que han venido aquí y que tenían la capacidad natural de conmover los corazones de la gente hayan traído consigo un porcentaje mayor de energía que les ha permitido hacer cosas que en algún momento de la historia se consideraron milagros.

    No estoy diciendo que esas personas hicieran milagros, creo que «milagro» es un término relativo. Por ejemplo, es un milagro que mi teléfono móvil suene, y también que algunos médicos sean capaces de sanar con solo tocar[8]. Yo he visto cómo eso sucedía y no lo pongo en duda, solo trato de entender que hay un mundo energético que no puedo ver y que hay personas que están más en contacto con ese mundo que yo. 

    He oído historias de monjes tibetanos quienes, a través de un enfoque y una meditación profundos, podían «traspasar paredes» y he leído y oído relatos de monjes tibetanos que «caminaban sobre el cielo» o que corrían con zancadas tan grandes que podían cubrir una gran distancia con unos pocos saltos. No sé cómo funciona eso a nivel fisiológico, pero no descarto que haya sucedido en el pasado.

    Dicho esto, también he visto a faquires que fingían sacar objetos sólidos de la nada o por la boca y, utilizando una cámara, he sido capaz de ralentizar esas imágenes para ver el truco que estaban utilizando. No estoy interesado en demostrar si la gente es falsa o verdadera basándome su relación con objetos materiales. Lo que sí puedo explicar es que hay personas que en el más allá asisten a clases sobre la construcción de energía y que en esas clases se enseñan un número de cosas, incluidas cómo mover objetos telepáticamente, cómo crear objetos a través de la intención y cómo ayudar a los médicos en la Tierra con sus artes sanadoras.

    Estoy abierto a lo que las personas comentan de que «todo ocurre por un motivo». Evidentemente, están hablando tanto de cosas buenas como malas. Y también del hecho de que esas cosas malas, así como las cosas buenas, fueron acordadas previamente. Nadie puede determinar todo lo que va a ocurrir durante toda una vida. Debido a que existe el libre albedrío, las personas son libres de estropear las cosas. Pero mayoritariamente, todos los acontecimientos que suceden durante una vida forman parte de la experiencia en la clase. 

    Quizá sea una cuestión de sintaxis. «Todo ocurre por un motivo» implica que alguien superior a nosotros está forzando los acontecimientos. Y eso no es lo que indican las investigaciones. Lo que he descubierto es que tenemos el poder de hacer que las cosas sucedan en nuestra vida sobre la base de numerosos factores que podrían ocurrir repentinamente debido al libre albedrío, pero desde una perspectiva espiritual. Es decir, alguien puede decidir cambiar de opinión, incumplir su acuerdo. Entonces, nosotros decidimos ajustarnos a ese cambio, y nuestro camino se altera.

    Desde una perspectiva espiritual —algo de lo que no somos conscientes o a lo que no accedemos a menos que nos pasemos la vida en un equilibrio meditativo— nos ajustamos en consecuencia. «Todo ocurre por un motivo», pero puede que el motivo específico esté más allá de la capacidad de comprensión de nuestro cerebro, especialmente cuando los acontecimientos parecen trágicos. Sin embargo, es posible que podamos entenderlo si «abrimos nuestro corazón» a la solución y, desde el punto de vista del otro lado, es posible que podamos comprender los acontecimientos como parte de un tema más amplio en el viaje de nuestra alma.

    ––––––––

    Truco n.o 8 de la vida después de la muerte: somos nosotros quienes elegimos a nuestros padres.

    He escuchado muchas críticas sobre este tema. «¿Qué yo elijo a mis padres?¿Pero tú estás loco de remate?¡Ellos son las últimas personas a quienes hubiera escogido!». Momento en el cual les digo: «Supongo que por eso los elegiste. Para que pudieras estar aquí en este espacio y tiempo haciendo esa afirmación». De lo contrario, te hubieras quedado a su lado, no los hubieras dejado nunca y hubieras acabado haciendo exactamente lo que ellos hicieron y vivirías en la casa de al lado. Como hacían en los tiempos antiguos. Pero, en lugar de eso, te marchaste tan rápido como pudiste. Considera por un momento que ellos te dieron ese regalo, que interpretaron muy bien sus papeles para que tú pudieras hacer lo que has acabado haciendo. Lejos de ellos.

    Es algo que Michael Newton descubrió en sus investigaciones, y algo que la Dra. Helen Wambach también halló en su anterior investigación con miles de pacientes. Mientras se encontraban bajo hipnosis, ella les preguntó por qué y cómo eligieron sus vidas y recibió una variedad de respuestas, pero todas ellas eran decisiones conscientes.

    Eso me recuerda a la historia de Phillip, padre de Dave Schultz. Dave era el luchador que aparece en la película Foxcatcher y que fue asesinado por el multimillonario demente Jon Dupont. Un detalle interesante que los cineastas pasaron por alto es que en el funeral de su hijo, Phillip hizo un discurso que apuntaba totalmente a otra realidad. Comentó que, cuando Dave tenía unos 5 años de edad, le preguntó a su padre si «podía guardar un secreto».

    Su padre le contestó que sí y Dave caminó con él hacia el interior del bosque, lejos de su casa, y le dijo: «He hablado con mi consejo antes de venir aquí, y me han dicho que vendría a enseñar una lección de amor, pero que no estaré aquí mucho tiempo».

    Phillip Schultz olvidó esa conversación específica hasta la muerte de su hijo.

    He entrevistado a docenas de personas que han mantenido conversaciones parecidas con sus «Consejos de Mayores» (de hecho, él dijo «consejo», algo que me llamó la atención cuando leí la historia en el periódico Philadelphia) en las que preguntan a su consejo sobre la vida que acaban de tener y, más tarde, sobre la vida que están a punto de vivir. Imagina que todos tuviéramos esa conversación en algún momento y que nos preguntaran: «¿Por qué estás eligiendo a tus padres?». 

    Una buena pregunta sobre la que reflexionar, aunque no te lo creas.

    Truco n.o 9 de la vida después de la muerte: estás haciendo básicamente lo que acordaste hacer.

    Durante la primera de mis cuatro sesiones de hipnoterapia entre vidas llegué a un lugar al que nunca creí que llegaría: frente a mi consejo. Vi a ocho personas de pie en un semicírculo, sentí que las conocía de siempre, y que, por lo general, estaban contentas de verme. Y les hice la misma pregunta que hacen todas las personas a las que he grabado: «¿Cómo lo estoy haciendo?».

    He escuchado varias versiones de esta respuesta: «Estás haciendo exactamente lo que acordaste hacer. Has llegado hasta este punto, así que intenta felicitarte a ti mismo por haberlo logrado, porque no todo el mundo lo hace». «Venir al planeta requiere valentía, y también requiere valentía haber escogido una vida tan difícil como la tuya, pero tienes que enorgullecerte de haber hecho un gran trabajo con tu vida».

    Pero, más allá de eso, yo quería saber: «¿Por qué elegí ser Rich Martini?».  La respuesta que oí fue: «Cada pensamiento, acción, palabra o acto contiene energía. Si escribes un poema, escribes un libro, cantas una canción, pintas un cuadro o ayudas a alguien a hacer la declaración de la renta, una parte de tu energía a un nivel cuántico queda asociada a esas acciones. Así que, literalmente, una parte de ti permanece en el trabajo que estás creando. Eso puede ser una energía sanadora. Has elegido muchas vidas relacionadas con la sanación y, de una manera fuera de lo convencional (de hecho, utilicé ese cliché), elegiste una vida como cineasta».

    Expliqué que «las películas pueden tener un efecto sanador sobre las personas. Si puedes hacer reír a alguien, puedes cambiar su humor instantáneamente. Las lágrimas funcionan, pero precisan de una catarsis para tener el mismo efecto». Fue divertido, porque cuando transcribí esa sesión, me di cuenta de que nunca antes había utilizado la palabra «catarsis» en una frase. Pero luego dije: «Solo siento no haber elegido a alguien con más éxito en este campo».

    Y, cuando dije eso, mi consejo se rio y el hipnoterapeuta también se rio, y yo tuve la extraña experiencia de escuchar risas en dos reinos diferentes al mismo tiempo. Estaba reflexionando sobre el hecho de que, en aproximadamente 30 años en el negocio del cine, he escrito y/o dirigido varias películas teatrales que casi nadie ha visto. «Pero» —añadí— «creo que eso finalmente va a cambiar».

    Así que aún hay esperanza. Pero esto se aplica a todo el mundo que está leyendo esta frase ahora mismo. Tú elegiste esta vida por un motivo, y parte del viaje consiste en entender por qué la elegiste. En ocasiones, las personas hacen esa pregunta ante su consejo y escuchan cosas como: «Necesitas rectificar el rumbo. El motivo por el que te hemos traído aquí es para que te des cuenta de que no estás haciendo lo que prometiste que ibas a hacer». Es posible rectificar el rumbo. Es posible que ese sea el motivo por el que escogiste leer este libro.

    ––––––––

    Truco n.o 10 de la vida después de la muerte: no te aferres.

    Al final de mi primera sesión, el terapeuta, Jimmy Quast de Easton Hypnosis en Maryland, me preguntó si había «algo más» que quisiera ver o experimentar mientras me encontraba allí. Eso sí, yo estaba convencido de que no iba a llegar a ningún sitio, que no iba a responder a ese tipo de terapia, y estaba decidido a «no decir nada para satisfacer al terapeuta» si no veía nada. Pensé que, como periodista, sería una manera perfecta de refutar que esa era una herramienta efectiva para examinar el subconsciente. Y, durante unos 20 minutos, continué diciendo: «No veo nada, solo negrura» cuando Jimmy me preguntaba. Entonces, Jimmy dijo: «Mira hacia abajo».

    Y, como ya he explicado en otras ocasiones, me vi a mí mismo como un nativo americano, un curandero Lakota Sioux, y más tarde pude verificar varios datos sobre la vida de este hombre. Pero, dejando eso a un lado, me sentí honrado por la experiencia, maravillado por haber podido viajar al reino entre vidas, y asombrado de haber podido llegar a algún sitio, además de haber mantenido discusiones directas con mi guía espiritual, mi Consejo de Mayores y mi amiga Luana Anders, quien había inspirado ese viaje en primer lugar.

    Así que cuando el terapeuta me preguntó si había «algo más que me gustaría ver», yo le dije, «Deja que les haga una pregunta». Y, en mi cabeza, pregunté: «¿Hay algo que pueda decir o transmitir a las personas que escuchen mi historia que pueda ayudarles en el proceso de sanación?».  El guía principal esbozó una sonrisa y dijo: «Diles simplemente que dejen de aferrarse».

    Y, en ese momento, me di cuenta de lo que quería decir: liberarse del miedo a la muerte, liberarse del miedo a la vida, liberarse del miedo a la enfermedad o al abandono, no aferrarnos a los miedos que existen en el planeta y que nos mantienen en un estado ilusorio. Porque, una vez que nos liberamos del miedo, de la rabia, de las emociones que están unidas a un acontecimiento, cuando dejamos de estar aferrados a la venganza

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1