Múñeqüit

Por E.S. Aguirre

Meqit es una historia de amor entre dos hombres con visiones encontradas sobre lo que debe de ser una relacin de pareja. El libro explora sentimientos, estereotipos, motivaciones y creencias que muchas veces parecen contradictorias, pero que reflejan de una manera realista, muchas de las vivencias de una poblacin que an viven la marginacin y el rechazo social.
La obra no pretende en ninguna forma presentar una idea parcializada de las acciones humanas, representadas en sus protagonistas, sino ms bien ofrecer una visin de la diversidad de perspectivas dentro de lo que son las relaciones interpersonales e intrapersonales en la convivencia de pareja.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 18 sept 2013
• ISBN: 9781463364984

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Copyright © 2013 por E.S. Aguirre.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2013915700

ISBN:               Tapa Dura                                  978-1-4633-6497-7

                        Tapa Blanda                                978-1-4633-6499-1

                        Libro Electrónico                        978-1-4633-6498-4

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Fecha de revisión: 09/09/2013

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Contents

Dedicatoria

Agradecimiento

Prólogo

Capítulo I

El Encuentro

Capítulo II

Una Inesperada Propuesta

Capítulo III

Una Cena para Tres

Capítulo IV

La Hermosa Vidente

Capítulo V

La Convivencia

Capítulo VI

Un Desdichado Error

Capítulo VII

Un Desconocido

Capítulo VIII

Un Final Inesperado

Epílogo

Dedicatoria

Dedico esta obra a una persona muy especial, con la que compartí intensos momentos de dicha y de felicidad. Gracias por cada gesto de amor, de tolerancia y ternura que siempre tuviste para mí. No sabes cómo lamento no haber comprendido un amor tan grande como el tuyo; simple, auténtico, tierno e incondicional. También la dedico a todos aquellos que de una manera o de otra, han sido defraudados por un compañero que nunca supo apreciar ni valorar, el tesoro que representa el tenerlos en sus vidas.

Agradecimiento

A

MaríaJosé Heredia Esteban y Ricardo Antonio Vázquez Mariani,

mis mejores amigos y hermanos:

Gracias por confiar siempre en mí y por su apoyo incondicional. Por tratar de entenderme siempre y no juzgarme, aun cuando no compartan mis puntos de vista y mis decisiones. Por intentar protegerme y aconsejarme en mis desaciertos. Por estar siempre dispuestos a escucharme en mis más difíciles momentos. Gracias a ti MaJosé, por tu particular ayuda en este nuevo proyecto y por alentarme a seguir adelante con el mismo.

Prólogo

Múñeqüit (Muñequito), es una historia trágica de amor entre dos hombres de clase media, que no supieron entender las circunstancias de vida que les tocó vivir. Es la historia de una relación tormentosa que llegó a destiempo para sus protagonistas; los que no estaban preparados para resistir el embate de la gigantesca ola que se abalanzaba sobre ellos, en un mar de emociones profundas y turbulentas.

La misma está basada en la vida íntima de estos dos personajes, que por azares del destino se conocieron una mañana y comenzaron una relación; que como tantas otras, culminó en una profunda decepción para uno y en una tardía revelación para otro, causando más llanto y dolor que el que ninguno de sus protagonistas pudiera imaginar.

La obra presenta, sin falsas pretensiones moralistas, una imagen cotidiana y realista de un ambiente de excesos, frivolidades, fantasías, infidelidades y pensamientos liberales; que ofrecen placeres tan momentáneos y efímeros que sólo terminan por dejar un profundo vacío. Es la historia de dos circunstancias unidas en una sola.

De un lado tenemos a Esteban, hombre educado, de grandes cualidades, centrado en una relación con su familia, su trabajo, su religión y sus necesidades de desahogo sexual. Un hombre que se embarcó por primera vez en su vida en una relación sentimental con otro hombre, cuando ya llevaba años en una relación consigo mismo.

Por otro lado tenemos a Ofir, hombre culto y autodidacta, de una capacidad intelectual muy por encima de lo normal, pero carente de experiencias de vida significativas, vitales para su desarrollo emocional. Su necesidad de un afecto genuino en su vida, será el norte que lo guiará en una búsqueda casi desesperada por encontrar el amor. Sin embargo, una vez encontrado el mismo en su afán por retenerlo, terminará sofocándolo lenta y gradualmente hasta perderlo.

Ofir tuvo en sus manos todos los elementos necesarios para conquistar el amor de Esteban, pero en su desesperación quiso apresurar las cosas, sin entender que todo tiene un tiempo y que las cosas que realmente importan conllevan un proceso de maduración.

Esteban, en su deseo de no perder su libertad, no entendió que era más lo que ganaba que lo que perdía en aquel cambio que significaba su incursión en un nuevo estilo de vida; lleno de estabilidad, de amor y de la compañía de alguien que lo amaba de forma incondicional. Oportunidad que no volvería a encontrar jamás y que terminará por guiarlo a un triste desenlace.

Capítulo I

El Encuentro

El verano estaba próximo a comenzar y la mañana presentaba el callado bullicio, tan característico de los campos distantes de la actividad urbana. La brisa recorría la habitación con paso lento y agonizante; dejando en su procesión un suave aroma de hierbas y flores silvestres que fluían desde la montaña, interrumpiendo su paso al estrellarse contra las paredes de la estancia. El sol filtraba sus escasos rayos entre la penumbra. Su colisión contra las hojas de metal de la ventana, elevaban la temperatura del aire que hasta ese momento era fresca y agradable.

En esta atmósfera triste y sombría encontramos a Esteban, sentado frente a su escritorio, sollozante y melancólico tras su lenta penitencia, a consecuencia del desamor de una relación insalubre y poco sincera, para quien sólo fue un incauto más que sucumbió ante la pericia de un experto vendedor de sueños. Éste se disponía a escribir una carta de despedida a su mal llamado amigo para dar por concluido ese capítulo de su vida, cuando para su sorpresa alguien desconocido lo invitó a entablar una conversación. Acostumbraba mientras escribía en su computadora mantener su conexión con un lugar de charlas, por si alguien conocido quería entablar algún diálogo con él. Es así como nuestro desconocido personaje entra en contacto con Esteban, quien contestó su saludo un poco intrigado.

Se llamaba Ofir Yermen y al igual que él, acababa de concluir una relación tempestuosa con su antigua pareja, quien sólo lo utilizó como un recurso económico para lograr sus aspiraciones de una estabilidad social y económica. Al cabo de un instante resultó más que evidente para Esteban, que estaba hablando con una persona profesional y educada, lo cual se hizo palpable en su forma de expresión, así como en el tono agradable y amistoso de su conversación. Éste le confesó haberse sentido atraído a conversar con él por su nombre de usuario, el cual era el de un dios egipcio con quien él se sentía profundamente identificado, ya que esa era la religión que profesaba.

Después de un rato de interesante charla, Ofir le invitó a encontrarse en un lugar público, con el fin de conocerse en persona y poder continuar su amena conversación, no sin antes aclararle que acababa de concluir una relación de tres años con su expareja y que deseaba conocer a alguien más. En ese entonces Esteban no supo si fue el deseo de ahogar su melancolía o la natural curiosidad de conocer tan interesante personaje, o tal vez un poco de ambas cosa; lo cierto es que aceptó su invitación para verlo en un centro comercial que hacía poco había abierto sus puertas, en un lugar muy cerca de allí.

De camino al centro comercial Esteban se sintió ansioso y cavilante, su mente no hacía más que pensar en las desagradables consecuencias que esa cita a ciegas podía generar si alguno de los dos resultara no ser del agrado del otro. Sobre todo cuando Ofir se describió como un hombre poco agraciado físicamente y él por su parte, como un hombre simplemente común y corriente.

Afortunadamente para Esteban, Ofir llego primero a la cita y lo llamó para decirle que se encontraba ubicado entre las góndolas de la sección de películas de la tienda, lo que calmó un poco su ansiedad al vislumbrar una ventaja de reconocimiento, previo a su encuentro. A medida que se acercaba más sus niveles de ansiedad se dispararon nuevamente, mientras su mente desesperada se desplazaba en busca de una salida airosa y elegante, de resultar un fiasco aquel encuentro inusitado.

En esa lucha por ganar la compostura y la serenidad Esteban pasó de largo del lugar de encuentro donde debía presentarse, no sin antes atisbar a una figura que se encontraba en pie en medio del pasillo, en ángulo de noventa grados respecto de su ubicación. En ese momento redujo el paso mientras una mezcla de serenidad y desconcierto asomaron a su mente un nuevo conflicto. ¿Lo vi bien o es que confundí su posición dentro de la tienda con la de otra persona?, se dijo a sí mismo. Aquel hombre no se parecía en nada