El Impacto Del Maltrato Contra Envejecidos En El Componente Físico, Emocional Y Social Desde La Percepción De Cinco Profesionales De La Salud

Por Grisel M. Maisonet Amador M.S.W.

Este trabajo de investigacin procura abarcar el impacto fsico, social y emocional que tiene el maltrato en personas envejecidas desde la perspectiva de cinco profesionales de la salud que hayan trabajado e intervenido con esta poblacin por un tiempo mnimo de dos (2) aos.

Para llevar a cabo este estudio se utiliz un mtodo cualitativo. Los participantes del estudio fueron un total de cinco profesionales de la salud, de ambos gneros que cumplieron con los criterios de inclusin establecidos por la investigadora. Se desarroll una gua de preguntas abiertas a seguir durante la entrevista semi-estructurada grabada. El gua de preguntas consisti de un total de 22 preguntas dividas en (3) partes (Apndice B). Se le ley y se le entreg una hoja de consentimiento y confidencialidad (Apndice A).

A travs de estas cinco entrevistas, se logr obtener la percepcin y experiencia de estos profesionales de la salud que hayan trabajando e interviniendo con personas envejecidas sobrevivientes de maltrato. Se identific la teora de la actividad y satisfaccin de la vida como el marco de referencia. Los resultados obtenidos demuestran la gran necesidad que existe para sensibilizarnos y aumentar la educacin del proceso de envejecimiento para poder identificar e intervenir en casos de maltrato de nuestra poblacin envejecida.

He llegado a la conclusin, que es urgente entender el proceso del envejecimiento, las necesidades y el valor de esta etapa de la vida. Dediquemos nuestro tiempo y esfuerzo para compartir nuestra atencin, cario y afecto con nuestros envejecidos que tanto ellos tambin dieron y aportaron en nuestra crianza y desarrollo.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 27 ene 2012
• ISBN: 9781463316518

Grisel M. Maisonet Amador M.S.W.

Grisel Marie Maisonet Amador, nació el 23 de Febrero del 1983 en Brooklyn, Nueva York. Es la mayor de 3 hijos y la única hija de Griselda Amador. Fue también criada por su bisabuela materna Maria Antonia Martínez (Mamita) quien ayudó a criar a sus dos hermanos Justin y Edwin Malek Montalvo y a su prima hermana Odette Naisha Lopez. A los 16 años de edad culminó su cuarto año, donde al mes de su graduación inició su Bachillerato en Ciencias de Servicios Humanos, siguiendo la misma pasión en Trabajo Social que su Madre, en Boricua College, Brooklyn, New York. Luego se mudó a la Barriada Clan de Hatillo, Puerto Rico donde se matriculó para su Maestría en Trabajo Social Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Recinto de Arecibo. Es la primera de su familia en obtener su grado de Maestría. Es la orgullosa madre de su única hija, Emmarie Grisel Louis Maisonet, a quien le acredita la felicidad, inspiración, respaldo y prueba firme de que Dios existe. A la misma vez, Grisel resalta a su madre ejemplar quien con todo sacrificio posible le ha facilitado los sueños de poder continuar con sus estudios a nivel de Maestría.

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Contents

Dedicatoria

Resumen

Capitulo I

Capitulo II

Capitulo III

Capitulo IV

Capitulo V

Referencias

Apéndice A

Apéndice B

Dedicatoria

Dedico esta rigurosa investigación primeramente a mi Dios quien ha sido mi Dios de amor, mi Dios de misericordia, mi Dios fiel, mi Dios de fortaleza y mi Dios de justicia. Dedico la culminación de mis estudios a mi bisabuela María Antonia Martínez (Mamita), a mi madre Grisel Amador, a mi querida hija Emmarie Grisel Louis Maisonet, a mis dos hermanos Justin y Edwin Malek Montalvo y a mi prima hermana Odette Naisha López. Sin su constante apoyo, respaldo y dulce amor no hubiese culminado con la misma pasión con la cual empecé.

Mamita me orgullece enaltecer el amor con el cual me criaste y me llevabas a la iglesia. Mami, sinceramente admiro tus constantes sacrificios desde mi niñez y aún hasta el día de hoy, trabajando entre 2, 3 y 4 trabajos para proveernos como madre soltera. Mami quiero resaltar tu abundante cariño, amor, consejos, paciencia y apoyo incondicional. Eres mi mejor amiga y una madre ejemplar. Gracias por brindarme la seguridad y facilidad para yo continuar con mis sueños. Me siento orgullosa y agradecida de estar bendecida con una madre como tú. Anhelo un día ser la mitad de la mujer, madre e hija que tu eres. Te amo.

Emma, tú eres mi inspiración, mi felicidad y mi prueba firme de que Dios sí existe. Tú eres mi ángel y también mi mejor amiga. Mami te quiere mucho. Me haces una madre orgullosa. Espero que cuando estés más grande podrás entender los sacrificios de nosotras dos ser estudiantes a la misma vez. Justin y Malek espero que mi experiencia con mis estudios les sirva de ejemplo positivo de lo que es ser perseverante. Yo los quiero y los amo. Quiero siempre servir de motivación para que ustedes también usen cada obstáculo como una oportunidad para triunfar en la vida. Naisha, eres mi hermana y te quiero. Brayan, Willy y Mya, tití Heidy los quiere mucho! Gracias a todos ustedes he podido lograr conquistar mi meta.

Agradezco a los miembros de mi comité y a la Oficina de Procuraduría de Personas de Edad Avanzada por su valiosa aportación. También quiero darle las gracias a las personas que aceptaron participar y colaborar con ésta investigación.

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Resumen

Este trabajo de investigación procura abarcar el impacto físico, social y emocional que tiene el maltrato en personas envejecidas desde la perspectiva de cinco profesionales de la salud que hayan trabajado e intervenido con esta población por un tiempo mínimo de dos (2) años.

Para llevar a cabo este estudio se utilizó un método cualitativo. Los participantes del estudio fueron un total de cinco profesionales de la salud, de ambos géneros que cumplieron con los criterios de inclusión establecidos por la investigadora. Se desarrolló una guía de preguntas abiertas a seguir durante la entrevista semi-estructurada grabada. El guía de preguntas consistió de un total de 22 preguntas dividas en (3) partes (Apéndice B). Se le leyó y se le entregó una hoja de consentimiento y confidencialidad (Apéndice A).

A través de estas cinco entrevistas, se logró obtener la percepción y experiencia de estos profesionales de la salud que hayan trabajando e interviniendo con personas envejecidas sobrevivientes de maltrato. Se identificó la teoría de la actividad y satisfacción de la vida como el marco de referencia. Los resultados obtenidos demuestran la gran necesidad que existe para sensibilizarnos y aumentar la educación del proceso de envejecimiento para poder identificar e intervenir en casos de maltrato de nuestra población envejecida.

He llegado a la conclusión, que es urgente entender el proceso del envejecimiento, las necesidades y el valor de esta etapa de la vida. Dediquemos nuestro tiempo y esfuerzo para compartir nuestra atención, cariño y afecto con nuestros envejecidos que tanto ellos también dieron y aportaron en nuestra crianza y desarrollo.

Para Emma,

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Mamita

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Tia Milla

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Abuela Emma

Capitulo I

Introducción

El maltrato de personas envejecidas de 65 años o más se describe por primera vez en el año 1975. Éste fue mencionando en las revistas científicas británicas empleando el término granny battering, refiriéndose al mismo como abuelita golpeada (Baker, 1975). En los años siguientes aparecieron muchos informes en revistas científicas en Canadá, Suecia y Estados Unidos en los que se documentaba la existencia de este tipo de maltrato, más allá de las fronteras de Gran Bretaña (Iborra, 2005).

No es hasta finales de los años ‘70 cuando se acuña el término de maltrato de personas envejecidas (Bennett et al. 1997). Según Burston (1975), el pegar a los (as) envejecidos (as) no es un fenómeno nuevo; existen pocas dudas que las personas envejecidas hayan sido sometidas a la violencia física desde el principio de los tiempos. En 1989, en Estados Unidos, 43 estados habían aprobado leyes que obligaban a informar de estos casos en cumplimiento de la legislación federal de 1981 sobre el maltrato hacia los (as) envejecidos (as) (McCreadie,1991). Gran parte de esta legislación federal podría aplicarse a todos (as) los (as) adultos (as), aunque en principio y fundamentalmente estaba dirigida a los malos tratos hacia a los (as) envejecidos (as). Muchas de las primeras leyes relacionadas con este asunto fueron redactas de forma apresurada y sin el asesoramiento de profesionales expertos (as). Por esta causa, nos encontramos con una falta de regulación de la terminología que emplean; así, maltrato y negligencia son términos que pueden utilizarse indistintamente (Glendenning, 1993).

Según Gracia (2002), en 1982 comenzó a editarse la primera revista científica Journal of Elder Abuse & Neglect que se dedicaba monográficamente al estudio de esta problemática. Las investigaciones iníciales sobre las causas de los malos tratos presentaban una definición poco clara del objeto del estudio. Por ejemplo, muchos estudios eran defectuosos porque no diferenciaban claramente los tipos de maltrato. Los criterios para determinar la población de riesgo en el maltrato de personas envejecidas eran distintos en varios estudios (Iborra, 2005). En 2002, la Organización Mundial de la Salud y la International Network for the Prevention of Elder Abuse (OMS/ ONSPEA) publicaron un informe conjunto que mostraba que el maltrato de personas envejecidas era un problema de alcance mundial (Iborra, 2005).

En la segunda mitad del siglo pasado aumentó considerablemente el grado de sensibilidad social por el fenómeno de la violencia y el maltrato. Es precisamente al siglo XX que debemos agradecer el inicio de prestar atención. En primer lugar al maltrato infantil durante los años 60, en segundo lugar a la violencia contra la mujer durante los años 70 y por último, ya en la década de los 80, al maltrato y la negligencia a los que sobreviven las personas envejecidas. Éste, por ser el último descubrimiento de la violencia familia, es el tipo de maltrato más desconocido en la actualidad y aún no cuenta con un cuerpo científico comparable con el de las otras dos áreas (Bazo, 2004).

Es necesario evaluar con detenimiento la gravedad de este tipo de maltrato (Decalmer, 1993). En la actualidad, el maltrato a personas envejecidas se ha convertido en un problema social grave que recibe muy poca atención (Decalmer, 2000). La División de Estadísticas de la Policía realizadas en el 2007 indicó que unas 347 personas de 60 años o más fueran víctimas de violencia domestica, lo cual representa el 2% de las víctimas de ese año.

Durante los últimos 10 años en concreto, la sociedad ha ido tomando conciencia abiertamente, de la existencia de situaciones de negligencia y malos tratos a personas envejecidas. Los (as) observadores (as) se muestran de acuerdo en que la cantidad de maltrato y negligencia crecerá inevitablemente. De este mismo modo aumentarán las cifras de aquellos (as) que sufren demencia de tipo Alzheimer, a causa de los cambios que están teniendo lugar en la demografía (Decalmer, 2000).

Planteamiento del Problema

El siglo XX se caracterizó por una serie de cambios demográficos que alteraron nuestra concepción de la vida (Umpierre, 2006). Este siglo trajo cambios importantes en la composición y las características de las familias. Con el aumento de los divorcios, se incrementó el número de mujeres jefas de sus familias que tuvieron que salir a enfrentarse al mundo del trabajo. El contexto en estos últimos 40 años del nuevo orden económico internacional, ha ocasionado un aumento en la violencia estructural en regiones importantes y la familia no estuvo exenta de sus efectos. Las familias responden a la violencia estructural reproduciendo y reactivando nuevas respuestas violentas en su interior (Cáceres, 1999).

Cada vez es más frecuente la presencia de la familia de cuatro generaciones y de poca extensión horizontal. Esto quiere decir que son familias menos numerosas, por lo tanto hay menos cantidad de personas que pueden cuidar al (la) envejecido (a). Cuando la familia está integrada por un (a) miembro (a) envejecido (a), se produce una inversión generacional. Esto significa que se invierten en forma permanente las condiciones de dependencia, responsabilidades, estatus y control. Los (as) hijos (as) adultos (as) asumen los roles anteriormente ejercidos por sus padres y madres. La dependencia es, a su vez, un factor que predispone el abuso al (la) envejecido (a) (Teubal, 2005).

Otro de los cambios más importantes ocurridos en el siglo XX fue el crecimiento de la población de edad avanzada. Éste, ha sido documentado por la Organización de las Naciones Unidos en sus datos y proyecciones de la población mundial y regional. En el 1900, se estimó que en el mundo había entre 10 y 17 millones de personas de 70 años o más de edad. En 1950, hubo 200 millones y para el 1992, la cifra alcanzó