Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

África en el horizonte: Introducción a la realidad socioeconómica del África subsahariana
África en el horizonte: Introducción a la realidad socioeconómica del África subsahariana
África en el horizonte: Introducción a la realidad socioeconómica del África subsahariana
Libro electrónico340 páginas4 horas

África en el horizonte: Introducción a la realidad socioeconómica del África subsahariana

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El África subsahariana es un reto para nuestra racionalidad, pues constantemente nos plantea: ¿hasta qué punto somos capaces de comprender la realidad de unas sociedades tan diferentes a la nuestra? Uno de los tópicos más frecuentes al respecto es su impenetrabilidad, pero ¿acaso no es también un tópico absurdo el empeñarnos en mantener nuestros prejuicios y estereotipos, considerar nuestros métodos y modelos la única lente para visualizar a los demás? Si algunos intelectuales africanos proponen que se deben descolonizar las mentes para resolver sus problemas, nosotros también tenemos que renunciar a parte del bagaje de nuestro pensamiento en lo político, social y económico para poder ver lo que África nos muestra y no sabemos distinguir con claridad. En este libro, varios especialistas presentan, desde diversas áreas de conocimiento, algunas claves para comprender los conceptos y los procesos que caracterizan la realidad africana. No se presentan fórmulas a seguir para alcanzar soluciones, tan sólo se aportan ópticas diferentes para ver más nítidamente el mundo que se extiende al sur del Sáhara.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 sept 2012
ISBN9788483197707
África en el horizonte: Introducción a la realidad socioeconómica del África subsahariana
Autor

Varios autores

<p>Aleksandr Pávlovich Ivanov (1876-1940) fue asesor científico del Museo Ruso de San Petersburgo y profesor del Instituto Superior de Bellas Artes de la Universidad de esa misma ciudad. <em>El estereoscopio</em> (1909) es el único texto suyo que se conoce, pero es al mismo tiempo uno de los clásicos del género.</p> <p>Ignati Nikoláievich Potápenko (1856-1929) fue amigo de Chéjov y al parecer éste se inspiró en él y sus amores para el personaje de Trijorin de <em>La gaviota</em>. Fue un escritor muy prolífico, y ya muy famoso desde 1890, fecha de la publicación de su novela <em>El auténtico servicio</em>. <p>Aleksandr Aleksándrovich Bogdánov (1873-1928) fue médico y autor de dos novelas utópicas, <is>La estrella roja</is> (1910) y <is>El ingeniero Menni</is> (1912). Creía que por medio de sucesivas transfusiones de sangre el organismo podía rejuvenecerse gradualmente; tuvo ocasión de poner en práctica esta idea, con el visto bueno de Stalin, al frente del llamado Instituto de Supervivencia, fundado en Moscú en 1926.</p> <p>Vivian Azárievich Itin (1894-1938) fue, además de escritor, un decidido activista político de origen judío. Funcionario del gobierno revolucionario, fue finalmente fusilado por Stalin, acusado de espiar para los japoneses.</p> <p>Alekséi Matviéievich ( o Mijaíl Vasílievich) Vólkov (?-?): de él apenas se sabe que murió en el frente ruso, en la Segunda Guerra Mundial. Sus relatos se publicaron en revistas y recrean peripecias de ovnis y extraterrestres.</p>

Lee más de Varios Autores

Relacionado con África en el horizonte

Libros electrónicos relacionados

Artículos relacionados

Comentarios para África en el horizonte

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    África en el horizonte - Varios autores

    AUTORES

    JOKIN ALBERDI

    PROFESOR DE DERECHO CONSTITUCIONAL DE LA UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO E INVESTIGADOR DE HEGOA.

    ANA ROSA ALCALDE

    RESPONSABLE DEL PROGRAMA DE CALIDAD DE LA AYUDA AL DESARROLLO EN EL CEALCI DE LA FUNDACIÓN CAROLINA Y MIEMBRO DEL GRUPO DE ESTUDIOS AFRICANOS (GEA) DE LA UAM.

    EDUARDO BIDAURRATZAGA AURRE

    DOCTOR EN CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES POR LA UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO (UPV/EHU), PROFESOR DEL DPTO. DE ECONOMÍA APLICADA I DE DICHA UNIVERSIDAD Y MIEMBRO DE HEGOA.

    ALICIA CAMPOS SERRANO

    PROFESORA DEL DPTO. DE CIENCIA POLÍTICA Y RELACIONES INTERNACIONALES Y MIEMBRO DEL GEA DE LA UAM.

    ENARA ECHART MUÑOZ

    LICENCIADA EN CIENCIAS POLÍTICAS POR LA UCM, EXPERTA EN PROMOCIÓN Y GESTIÓN DE ONG, E INVESTIGADORA EN EL IUDC-UCM.

    FERRÁN INIESTA

    DOCTOR EN HISTORIA Y PROFESOR DE HISTORIA AFRICANA EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA. HA SIDO PROFESOR DE HISTORIA EN DAKAR Y ANTANANARIVO (MADAGASCAR).

    MERCEDES JABARDO VELASCO

    DOCTORA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL POR LA UAM, ES PROFESORA DE ANTROPOLOGÍA SOCIAL EN LA UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ DE ELCHE.

    MBUYI KABUNDA BADI

    PROFESOR DEL DOCTORADO DE RELACIONES INTERNACIONALES Y ESTUDIOS AFRICANOS, PROFESOR EN EL INSTITUTO INTERNACIONAL DE DERECHOS HUMANOS DE ESTRASBURGO.

    AINHOA MARÍN EGOSCOZÁBAL

    PROFESORA DE ECONOMÍA INTERNACIONAL EN LA UNIVERSIDAD ANTONIO DE NEBRIJA.

    ALBERT ROCA

    DOCTOR EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y PROFESOR EN ANTROPOLOGÍA EN LA UNIVERSIDAD DE LLEIDA. DIRECTOR DE LA REVISTA ESPECIALIZADASTUDIA AFRICANA.

    ITZIAR RUIZ-GIMÉNEZ

    DOCTORA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y EN RELACIONES INTERNACIONALES (UAM) Y MIEMBRO FUNDADOR DEL GEA Y DEL GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES (GERI).

    ANTONIO SANTAMARÍA

    DOCTOR EN CIENCIAS ECONÓMICAS Y PROFESOR DEL MÁSTER DE RELACIONES INTERNACIONALES Y ESTUDIOS AFRICANOS DE LA UAM.

    M.ª SOLEDAD VIEITEZ CERDEÑO

    PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA, DOCTORA EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL POR LA UNIVERSITY OF CALIFORNIA, SANTA BARBARA (2000). PRESIDE EL CENTRE D’ESTUDIS AFRICANS (BARCELONA) DESDE 2004.

    África en el horizonte

    INTRODUCCIÓN A LA REALIDAD SOCIOECONÓMICA

    DEL ÁFRICA SUBSAHARIANA

    Jokin Alberdi

    Ana Rosa Alcalde

    Eduardo Bidaurratzaga Aurre

    Alicia Campos Serrano

    Enara Echart Muñoz (coord.)

    Ferrán Iniesta

    Mercedes Jabardo Velasco

    Mbuyi Kabunda Badi

    Ainhoa Marín Egoscozábal

    Albert Roca

    Itziar Ruiz-Giménez

    Antonio Santamaría (coord.)

    M.ª Soledad Vieitez Cerdeño

    CRÉDITOS

    SERIE DESARROLLO Y COOPERACIÓN

    DIRIGIDA POR ENARA ECHART MUÑOZ,

    LUIS MIGUEL PUERTO Y JOSÉ ÁNGEL SOTILLO

    LA EDICIÓN DE ESTE LIBRO HA CONTADO CON LA AYUDA

    DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL (AECI).

    DISEÑO DE CUBIERTA: ESTUDIO PÉREZ-ENCISO

    © JOKIN ALBERDI, ANA ROSA ALCALDE, EDUARDO BIDAURRATZAGA AURRE, ALICIA CAMPOS SERRANO, ENARA ECHART MUÑOZ, FERRÁN INIESTA, MERCEDES JABARDO VELASCO, MBUYI KABUNDA BADI, AINHOA MARÍN EGOSCOZÁBAL, ALBERT ROCA, ITZIAR RUIZ-GIMÉNEZ, ANTONIO SANTAMARÍA Y M.ª SOLEDAD VIEITEZ CERDEÑO, 2006

    © INSTITUTO UNIVERSITARIO DE DESARROLLO

    Y COOPERACIÓN (IUDC), 2006

    DONOSO CORTÉS, 65

    28015 MADRID

    TEL. 91 394 64 09

    FAX 91 394 64 14

    iudcucm@pdi.ucm.es

    © LOS LIBROS DE LA CATARATA, 2006

    FUENCARRAL, 70

    28004 MADRID

    TEL. 91 532 05 04

    FAX 91 532 43 34

    www.catarata.org

    ÁFRICA EN EL HORIZONTE.

    INTRODUCCIÓN A LA REALIDAD SOCIOECONÓMICA DEL ÁFRICA SUBSAHARIANA

    ISBN digital: 978-84-8319-770-7

    ISBN libro en papel: 84-8319-277-2

    QUEDAN PROHIBIDOS, DENTRO DE LOS LÍMITES ESTABLECIDOS EN LA LEY Y BAJO LOS APERCIBIMIENTOS LEGALMENTE PREVISTOS, LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA POR CUALQUIER MEDIO O PROCEDIMIENTO, ASÍ COMO EL ALQUILER O CUALQUIER OTRA FORMA DE CESIÓN DE LA OBRA SIN LA AUTORIZACIÓN PREVIA Y POR ESCRITO DE LOS TITULARES DEL COPYRIGHT. DIRÍJASE A CEDRO (CENTRO ESPAÑOL DE DERECHOS REPROGRÁFICOS, http://www.cedro.org) SI NECESITA REPRODUCIR ALGÚN FRAGMENTO DE ESTA OBRA.

    INTRODUCCIÓN

    En los últimos años ha aumentado la frecuencia con la que se publican libros sobre el continente africano; afortunadamente, muchos de ellos tienen ya un alto nivel de especialización que proporciona la oportunidad de conocer algunos aspectos sobre la historia o cualquier otro tema. Con todo, la mayor parte son traducciones y muy pocos de ellos son el resultado del trabajo de investigación de nuestros especialistas, circunstancia que viene a poner de manifiesto la reducida dimensión que tienen los estudios africanistas en nuestro país, incluido el mundo de la universidad.

    En este libro se consigue un pequeño triunfo al reunir a una parte significativa, por supuesto no todos, de los mejores especialistas que se pueden encontrar en nuestras universidades, sobre los respectivos temas que se abordan. Sin olvidar que también se quedan fuera temas para los que aún no hay personal especializado. Podría decirse que existe una importante carencia de capital humano que guarda una estrecha relación con la falta de interés institucional. Desgraciadamente pueden contarse con los dedos de las manos las asignaturas sobre el África subsahariana que se imparten en los cursos de licenciatura de nuestras universidades.

    Precisamente por esta razón las publicaciones tienen un valor especial, ya que constituyen un recurso primordial para la docencia y la información en las diferentes áreas, que se ve en la obligación de sustituir la falta de enseñanza basada en los cursos lectivos, cuya capacidad comunicativa, si no más amplia, sí es mucho más efectiva. En clase se puede solicitar al profesor que nos despeje las dudas, pero, cuando uno lee un libro, no tiene la oportunidad de preguntar al autor. En consecuencia, los autores de un libro sobre cualquier tema africano deben ser conscientes de que actúan más como docentes que como autores propiamente dicho, debiendo considerar todos los recursos a su alcance para ofrecer una información rigurosa, con nivel académico, comprensible y que, al mismo tiempo, ofrezca la posibilidad de aprender ideas básicas sobre los temas que se tratan. Por eso este libro no desarrolla debates teóricos, discursos lectivos o estudios de caso pormenorizados. Su intención es proporcionar a los lectores unos conceptos fundamentales que resultan claves para abordar el conocimiento de la realidad africana, que pueden manejar después al realizar estudios concretos, actividades de trabajo, al participar en programas de cooperación o, simplemente, en el disfrute de un viaje vacacional.

    Es frecuente que al charlar con algunas personas, y muchas veces con el alumnado, éste manifiesta desconocer totalmente los temas africanos, pero si la conversación se prolonga, poco a poco se van manifestando una serie de ideas, que, de una forma u otra, evidencian que se cuenta con cierto nivel de información y algunos conceptos asumidos. La profesora Victoria Ordóñez, del Grupo de Estudios Africanos, utiliza como método pedagógico la asociación de ideas mediante la identificación de palabras clave y el nombre de África. La lista de ideas asociadas a la realidad del continente africano no deja de ser sorprendente.

    Entre las más destacadas, sin que representen un orden de importancia, se encuentra la asociación con la naturaleza, consecuencia sin duda del enorme repertorio sobre la vida salvaje en África que ofrece la televisión. También están profundamente asociados acontecimientos económicos como el hambre, políticos como las guerras, sociales como el sida y las enfermedades, resultado del sensacionalismo que recurrentemente rodea el entorno de las noticias aparecidas en los periódicos y televisión. En fin, por no alargar más la lista, se puede mencionar por último la asociación con el color negro por razones obvias.

    La influencia de la prensa y los medios de comunicación audiovisuales es enorme, pero desgraciadamente en el caso de la información sobre África deforman más que informan, la mayor parte de las noticias sólo adquieren relevancia si se refieren a un desastre o recogen un importante número de víctimas, vistas en perspectiva parecen más una serie de anuncios necrológicos que visiones de la realidad. Por eso no es extraño que, a veces, cuando algún periodista se decide a unir todos los acontecimientos en un libro, su visión sea un dossier de sucesos trágicos que puede denominar negrología para mantener el sensacionalismo.

    Esta visión de la realidad africana que generaliza sobre un extenso continente en el que existen miles de comportamientos sociales diferenciados es tan falsa como si se pretendiera que toda Europa es como Kosovo, o que la mayoría de los europeos se comportan como los extremistas fanáticos serbios; como señala el profesor Ferrán Iniesta hay Áfricas como hay Europas. Pero lo más grave no es la imagen de degeneración moral que se atribuye a los africanos, sino la negación de la dignidad de su particularismo histórico, un pensamiento propio, su capacidad de relacionarse socialmente para solucionar sus problemas prioritarios, la existencia de sus propias instituciones que les pueden construir su futuro y el derecho a una iniciativa basada en su propia realidad.

    Estas visiones generalizadoras se producen para satisfacer la teatralidad que requiere el espectáculo informativo y se realizan con una superficialidad total para cubrir la inmediatez de la concurrencia informativa. En el fondo, existe siempre en estas posiciones pesimistas una negación de los africanos, su relegación a espacios invisibles, que se corresponde con la exaltación de nuestros modelos y el éxito de nuestras iniciativas. Si los africanos no se comportan como nosotros, si no recorren los mismos caminos en la política y en la economía, si no piensan lo mismo, están condenados, siguen en el salvajismo.

    Uno de los casos más ilustrativos de esta autoexaltación es el de nuestros exploradores, que fueron considerados en su momento héroes descubridores, a pesar de que no sabían dónde iban, desconocían el camino que debían seguir y los sitios por los que pasaban, no hablaban las lenguas locales y, por lo tanto, recogieron en sus diarios, como observaciones científicas, los relatos y curiosidades que sus intérpretes tuvieron a bien comunicarles. En verdad, los llamados exploradores recorrieron rutas comerciales que tenían cientos de años y lograron sus objetivos gracias a la ayuda de comerciantes y verdaderos pioneros africanos, que, al menos, te-nían la deferencia de hablar el idioma de los recién llegados, porque, a veces, incluso habían estudiado en Europa. Sin embargo, en nuestros libros, no sólo no están recogidos los nombres de estos africanos, sino que ni siquiera se menciona su existencia. Merece la pena conseguir el libro Pioneiros Africanos, de la profesora Beatrix Heintze, haciendo el esfuerzo de leerlo en portugués, para conocer hasta qué punto ignoramos y deformamos la historia de África.

    Realmente, todas y todos tenemos una serie de conceptos previos más o menos interiorizados, aunque no seamos conscientes de ello, incluso sin que ni siquiera nos hayamos preocupado de informarnos con cierto detalle. Esta experiencia docente sirve para delimitar el ámbito en el que resulta más provechoso trabajar para desbrozar las mentes de lectores y alumnos, cuando se trata de realizar una primera aproximación. La necesaria ruptura con los estereotipos o, en su caso, la consolidación de algunas de las ideas ya concebidas, nos remite nuevamente a la necesidad de exponer claramente una serie de conceptos básicos.

    Como éste es un libro introductorio, la exposición clara y contundente de estos conceptos se convierte en el principal objeto de su contenido. Sin pretensiones de objetividad, porque cada profesor, docente y autor se adscribe a diferentes corrientes de pensamiento según los temas, con la firmeza que su dedicación le proporciona. Porque casi todos los estudiosos que terminan por especializarse en temas africanos acaban adquiriendo un cierto nivel de compromiso, que, en algunos casos, incluso se convierte en pasión, que no deja espacio para la frialdad. Esta dinámica tiene una expresión real para las personas que han viajado o vivido en África; y que nunca permanecen indiferentes a la experiencia. Circunstancia que en el refranero popular de Mozambique, se recoge en el dicho: Quien viaja a África y bebe agua de coco siempre vuelve.

    Una primera garantía de un buen conocimiento de la problemática que se aborda es la dedicación; la segunda, el acercamiento a la realidad con una presencia física frecuente; la tercera, el rigor de las investigaciones académicas; y la cuarta, el esfuerzo por ordenar el pensamiento haciéndolo inteligible a los lectores.

    En la presente publicación colaboran por tanto reconocidos expertos, que han seleccionado los conceptos claves que, desde sus respectivos puntos de vista, sirven para mejorar las ideas que se tiene sobre la realidad africana, desechando si es necesario algunos prejuicios. Estas perspectivas se traducen, asimismo, en los distintos lenguajes utilizados por los autores, provenientes de multitud de áreas de estudio, incrementando así la diversidad de las aportaciones.

    En este libro la presentación de los diversos conceptos básicos está íntimamente ligada a los principales problemas de las sociedades africanas; por supuesto se han quedado fuera muchos temas que el lector habría juzgado imprescindibles, pero el espacio representa siempre un límite y se ha encomendado al criterio de cada autor la realización de una selección, que, según su experiencia, abarca a los que tienen una mayor capacidad explicativa atendiendo al orden de importancia. Los temas tratados obedecen a los límites de la extensión y la disponibilidad de especialistas, seleccionados según el criterio de los editores, que no es arbitrario sino que trata de guardar una cierta lógica, respetando la jerarquía de las áreas de conocimiento.

    Para ilustrar estos criterios puede mencionarse el tema del sida. Es cierto que actualmente la pandemia tiene una importancia vital en las sociedades africanas, pero una vez identificada la enfermedad que la origina, buena parte de los estudios se centran en el proceso cuantitativo y el resto en la mejor manera de atajar la expansión. Es por tanto un tema transversal cuya incidencia está relacionada con una serie de ámbitos que van desde las relaciones económicas internacionales, y por qué no también de las políticas, hasta las características carencias del subdesarrollo de los medios públicos en África, pasando por la interiorización del problema en la enorme diversidad de las sociedades africanas.

    A primera vista, el hambre puede parecer un problema similar, pero, sin embargo, está estrechamente relacionado con el deterioro del capital natural en el mundo rural, por lo que puede considerarse como la manifestación de una crisis del sector agrícola que acaba afectando a la población urbana y no urbana. Para la comprensión de este proceso es muy útil tener una idea clara de la estructura y funcionamiento del sistema de subsistencia rural.

    El deterioro del medio natural es un objetivo de estudio y trabajo diferente del medio ambiente global, el primero corresponde a las dinámicas económicas de carácter endógeno, las que el profesor Josep Ki-Zerbo califica como la base para el desarrollo africano. El segundo, aunque no deja de tener influencia, por ejemplo en las repercusiones del cambio climático, por el contrario se enmarca entre las dinámicas exógenas, cuya solución requiere planteamientos a escala mundial.

    Con frecuencia se ofrecen soluciones de carácter global para los problemas africanos, remedios llave en mano, como apunta J. Ki-Zerbo, que desgraciadamente no terminan por generar alternativas viables de desarrollo. Según la opinión de este prestigioso especialista, lo que el continente necesita son soluciones que abran la mente, en otras palabras, que incorporen un análisis detallado de esa realidad, desde enfoques abiertos, pero plenamente identificados con la forma de hacer y pensar de los propios africanos. Según Dialo Diop, es necesaria una batalla para descolonizar las mentes de los africanos y para conquistar las mentes de los demás (Dialo Diop, Africa Makind’s Past and Future, 1999).

    Un ejemplo ilustrativo de este proceso nos lo ofrece el análisis realizado en el campo de la cooperación por Patrick Van Durme (Wereld Solidariteit Maatschappij), que critica los enfoques destinados a promocionar la eficiencia de las microempresas, porque utilizan los mismos métodos que se emplean para las empresas de los países desarrollados, sin apreciar, en las microempresas africanas, el carácter institucional de las relaciones informales que se basan en la solidaridad, reciprocidad, ayuda mutua, parentesco e incluso amistad.

    Aplicando el enfoque de J. Ki-Zerbo, cualquier proyecto de promoción de su actividad debe tener en cuenta las relaciones institucionales de carácter endógeno para conseguir un crecimiento eficiente, no dando por sentada la eficacia universal de las instituciones de los países desarrollados, ya que sin esta visión endógena, el desarrollo no cobra su verdadero sentido (Joseph Ki-Zerbo, La natte des autres, 1992).

    Normalmente, en una introducción para un libro como éste se suelen apuntar algunas de las características elementales que definen la situación del continente, acompañadas de algún comentario interpretativo, pero esto es precisamente lo que se trata de evitar en esta publicación. Los datos cuantitativos pueden obtenerse fácilmente de numerosas instituciones especializadas, que además cuentan con sus páginas web: Banco Mundial, OCDE, Banco Africano de Desarrollo, PNUD, FAO, etc. Se trata de un libro de conceptos, cuyo fin es nutrir las ideas y no las cifras cuantitativas, tan difíciles de retener, que busca acercarse a la comprensión de la raíz de los problemas, más que a las manifestaciones de los mismos; que pretende comprender la realidad en la que viven los africanos y las respuestas a su situación, más que las justificaciones de las intervenciones de los numerosos agentes que se han especializado en asesorarlos. Aunque, de todas formas, se debe considerar el marco de relaciones internacionales que afectan a la población del continente desde diversos ámbitos.

    En su distribución se ha procurado recoger alguna de las áreas de conocimiento claves, empezando por la historia africana, ésa gran desconocida, que normalmente creemos que ha evolucionado en el tiempo con los mismos contenidos y periodos que la nuestra. Al leer el capítulo de los profesores Albert Roca y Ferrán Iniesta, descubriremos que existen en el devenir histórico africano unas raíces profundas procedentes del Egipto faraónico, y que los siglos oscuros del África negra sólo lo son por nuestra ignorancia acerca de lo que allí sucedía, al mostrar que las claves de la historia africana no siempre pueden aprehenderse desde la historiografía occidental.

    También descubriremos, de la mano de la profesora Alicia Campos, que los acontecimientos de carácter político que se están produciendo en África son el resultado de un proceso social con dinámicas propias, y no el resultado de una pugna por reproducir miméticamente nuestro sistema electoral democrático, carrera en la que los alumnos aventajados son ganadores y colocados, mientras que los fracasados resultan perdedores, en el ranking de éxitos y fracasos con el que se ofrece una visión trivial de una realidad diferente, que no resulta conveniente comprender, porque las aberraciones políticas africanas ponen a prueba nuestra historia de colonizadores y nuestra pesada carga de agentes modernizadores.

    Como África es un continente y al sur del Sáhara hay 50 países, existen unas relaciones internas y externas, complejas, que han cambiado no sólo con la situación internacional general, sino también por las transformaciones que se producen en los propios países africanos, incluidas, por supuesto, las guerras que por diferentes razones se han producido recientemente. Al leer los capítulos de los profesores Itziar Ruiz-Giménez y Mbuyi Kabunda, puede ser interesante para los lectores el desafío deductivo de ver las coincidencias de motivos entre los conflictos en África y la guerra de Iraq, cómo los malvados protagonistas de las masacres africanas se asemejan en sus objetivos a los protectores de nuestra civilización que han provocado la masacre iraquí. Ni África es ajena al mundo, ni los africanos viven fuera de él, para todos corren los mismos tiempos.

    Lo que sobra en África son cifras, la varita mágica preferida de los economistas, lo que falta es conocimiento de las dinámicas e instituciones de las que se valen los africanos para subsistir, por eso en el capítulo de economía que trata del desarrollo y subdesarrollo en África se recuentan actividades y relaciones, más que números, cuya capacidad de explicación es escasa. Considerando que cualquier conocimiento profundo tiene que arrancar del reconocimiento de las instituciones, la compresión de por qué se realizan determinadas tareas todos los días, qué se resuelve y qué nuevos problemas se plantean. Si no se conoce la estructura de la columna vertebral económica, es absurdo pensar que se está prestando ayuda mediante la cooperación.

    Si los africanos son invisibles, las mujeres están colocadas en la sombra de ese mundo invisible, tener que decir que su actividad económica o social es muy relevante resulta tan absurdo como hablar del descubrimiento de América. Parece como si el continente no existiera hasta que lo descubrimos nosotros y las mujeres tampoco hasta que han sido objeto de estudio. Si especialistas como las profesoras Mercedes Jabardo y M.ª Soledad Vieitez tienen constantemente que recordarnos la presencia de la mujer africana en la diáspora y en África, es porque durante siglos se ha practicado el oscurantismo y una ignorancia mal intencionada de la verdadera realidad, contra la que ahora se debe librar una dura batalla para desmadejar el enredo provocado por un enfoque distorsionado.

    La relación euroafricana tiene más de cinco siglos, algunos rasgos de su evolución aparecerán brevemente en uno u otro capítulo, pero es necesario abordar sus manifestaciones más actuales, los tratados entre la Unión Europea y los países africanos miembros del grupo África, Caribe, Pacífico (ACP). La formación de bloques económicos en ambos continentes es el objeto de estudio de los profesores Ainhoa Marín y Eduardo Bidaurratzaga, con una breve exposición sobre los pros y los contras de estas nuevas vías de comunicación económica o de explotación según las opiniones más críticas.

    La ayuda entendida como cooperación es otro fenómeno que si no es nuevo, al menos aparece renovado periódicamente, para muchos es la parte más importante de las relaciones euroafricanas, al menos la más conocida por la atención que le prestan los medios de comunicación, algunos de sus principios motores no están lejos de los ideales que los primeros misioneros propagaron con la Biblia y el fusil, otros se enmarcan en los cuadros del más rabioso neoliberalismo, pero en todo caso es una realidad que afecta a la vida política y social, no sólo a la económica, y que la especialista Ana Rosa Alcalde y el profesor Jokin Alberdi presentan de forma introductoria, en el último capítulo del libro, resaltando la ambivalencia de un discurso no siempre acorde a la complejidad de las realidades africanas.

    Haciendo un breve resumen de lo expuesto, éste es un libro que pretende presentar ideas, que quiere proporcionar claves de comprensión, dirigido a lectores que después deberán utilizar estos conceptos para tratar de entender otras lecturas, ver con ojos diferentes los comunicados de la televisión, tener un punto de apoyo para realizar estudios más profundos o, simplemente, tener a mano un breviario, para cuando surja la ocasión de poner a prueba su contenido, experiencia que será tan útil al lector como a los autores en el caso de que se dé la oportunidad de intercambiar opiniones.

    ANTONIO SANTAMARÍA

    ENARA ECHART MUÑOZ

    CAPÍTULO 1

    RAÍCES: ¿POR QUÉ LA HISTORIA ES UN CONOCIMIENTO VITAL EN EL ÁFRICA DEL SIGLO XXI?

    ALBERT ROCA Y FERRÁN INIESTA

    ¿Los africanos? ¡Civilizados hasta el tuétano!

    Leo Frobenius,La civilización africana

    Raymond Mauny habló de siglos oscuros del África negra, pero aclarando pronto que la oscuridad no era africana, sino fruto de nuestra simple ignorancia y de nuestros escasos documentos para ciertas épocas. Nuestros datos hoy son más abundantes y nuestra actitud algo más abierta a modelos de sociedad menos clónicos que los aceptados entonces. Y, pese a todo, África sigue llevando a cuestas una pesada carga de tópicos coloniales, forjados previamente en las certezas hegemónicas de la Ilustración europea.

    Las páginas que siguen, sin la menor pretensión de zanjar polémicas, buscan ser una herramienta para la reflexión. ¿La historia africana es el más alto ejemplo de incapacidad humana, o tal vez sus soluciones apuntaban en dirección distinta a la que marcó Occidente hasta imponerla en casi todo el planeta? ¿Hubo un pasado africano esplendoroso que sirve de mero consuelo a pueblos derrotados, o hay aspectos fundamentales que siguen haciendo distinta al África subsahariana en plena globalización moderna? ¿El África independiente ha empezado mal, como escribió Réné Dumont, o lo que manifiestamente sigue muy mal es la vorágine moderna globalizada, y por eso sus propuestas rechinan en las sabanas y bosques africanos? ¿La vida es pura econometría, como piensan el FMI y el BM, o tiene otras dimensiones y, con ellas, los modelos sociales de los humanos

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1