Los Ángulos Muertos

Por Jesús B. Vilches

Nada cuenta mejor la vida de vida de un escritor que sus historias, sobre todo aquellas desconocidas.

A través del tiempo, los géneros y los estilos mostramos facetas desconocidas de Vilches. La ciencia ficción, el terror, la poesía y hasta los textos experimentales están incluidos en este volumen, para que los lectores aprecien aquellos recovecos escondidos de un escritor que aún tiene mucho por mostrarnos.

Cada relato tiene un pequeño prólogo que funciona como guía a través de las distintas etapas y momentos de una literatura que muestra facetas diferentes en cada registro. Sólo queda transitarlas.

• Idioma: Español
• Editorial: Jesús B. Vilches
• Fecha de lanzamiento: 24 dic 2017
• ISBN: 9781370917891

Jesús B. Vilches

Jesús Barona Vilches (Cordoba, Spain, December 1976).A writer with an outstanding career in epic fantasy. He won the "Revelation Author in Fantasy Literature" prize in Málaga (2009) for El Enviado, the first volume of his epic saga. His studies in art history and his degree in history come together with his literary vocation in the creation of the saga "La Flor de Jade", which was first published in 2009 by a traditional publishing house and then in 2011 by an independent publisher. Since then, Vilches, who is based in Madrid and works with his usual illustrator Javier Charro, has become a committed defender of the new model of independent publishing, of the digital format and of a close relationship with his readers, without intermediaries. This commitment has crystallised in a policy of low prices for his digital works and in numerous gestures and online interventions in defence of the author's freedom to have direct control over his own work as a viable and dignified alternative to traditional publishing."The Jade Flower, his best-known work, is an epic pentalogy of classical inspiration, but with deep character work, plot and pacing that make it a standout in the genre. Its solidity is based on more than a decade of construction, with six volumes already published and the volumes that will culminate the author's epic opera still to come.In other areas of literature, he has ventured into romantic historical fiction with the "Irene" series, planned from the outset in the form of the "instalments" of yesteryear.He has also collaborated closely with the illustrators Luis and Romulo Royo in the multidisciplinary project "Malefic Time", writing the novel "Codex Apocalypse", published by Norma Editorial, which completes the vision proposed by the picture books.In the field of poetry, his books of poems include "Latidos" and "Antes gritará el silencio".

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Smashwords 1ª EDICIÓN

Copyright © 2017 Jesús B. Vilches

Diseño e ilustración de portada: VilchesIndieBooks

Copyright de las ilustraciones © 2017

Selección de textos: Estela Lupidii

Textos de guía: Estela Lupidii

Corrección:VilchesIndieBooks

Edita: VilchesIndieBooks

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Te debo una carta, te debo un instante, un minuto, quizá todo un día.

Te debo una respuesta y una sonrisa en pago por la tuya. Te debo dejar la puerta abierta por si no estoy cerca que puedas entrar sin miedo, como en tu casa, ponerte cómoda, comer algo, esperar tranquila, porque puede que tarde, pero vuelvo. Te debo un silencio, casi dos, ante alguna de las cosas que me cuentas. Te debo una pregunta; más de una pregunta. Te debo decir sin miedo que cuando quieras hablar, lo digas. Te debo un guiño, porque lo mereces o simplemente porque me apetece guiñar desde el otro lado del atlántico. Te debo una sorpresa, algún suspiro, una coma mal puesta, te debo una carcajada, o dos o tres. Te debo otro gracias, quizá innecesario, ya me dirás. Te debo un sueño de los que se cumplen, tú lo eliges, es un regalo, no más, de esos que dices hacen los amigos argentinos. Te debo un puñado de rarezas para compensar las tuyas, que siento decirlo, no asustan, más bien me dejan buen sabor de boca. Te debo un signo de admiración y otro de sorpresa, una charla de filosofía a horas intempestivas. Te debo un cuento, de los que acaban bien y se comen perdices. Un tintero para que la próxima vez mires dentro por si te dejas algo. Un espejo, un reflejo, un boceto de mi mismo. Un quizás, un ahora, un te lo prometo. Ese beso con sabor a beso que te has guardado en el bolsillo (te lo cambio por uno de dulce de leche que me han regalado), una explicación y un no me puedo creer que esté diciendo esto. Te debo un instante, un minuto, quizá todo un día... y mis últimas tres o diez sonrisas. Te lo juro, todo esto te debo. Empiezo a pagar: he aquí la carta.

Año 2011

(Respuesta a un mensaje atrasado de Estela)

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TE DEBO... Las Confesiones Necesarias.

PREÁMBULO A LA SELECCIÓN

Fue hace muchos años que conocí a Vilches, más de los que me animo a contar. Sin embargo, recuerdo vívidamente el momento en que recibí el mensaje que acaban de leer. Es su respuesta-poema a un tercer o cuarto mensaje cruzado, donde comencé a vislumbrar otros paisajes de la mano de su pluma.

Había conocido a un escritor prácticamente atormentado por el proceso creativo, dolido, sangrante, intenso hasta la tortura. Sin embargo, el Vilches-persona era mucho más leve, menos inserto en un submundo lleno de monstruos y demonios caídos en desgracia. Fue alucinante, emotivo y refrescante que un señor escritor (siempre había imaginado a los escritores encaramados a un alto taburete, frente a un escritorio, luz focal sobre el ordenador... muy serios, casi solemnes...); se dignara a responderme un pequeño mensaje que había enviado en una de las modernas botellas del siglo XXI. Un mensaje en el que apenas me atrevía a confesarle lo que me había impresionado de su trabajo.

Vilches, lejos de toda solemnidad, resultó cercano, amable, galante... casi un caballero medieval, de brillante armadura, que contestaba con elegancia, con humor y con una prosa tan perfectamente poética que, un mensaje de respuesta terminaba siendo, a mis ojos, una página que huía de un libro. Tal vez, porque no quería quedarse prisionera allí, sino volar lejos.

Este pequeño retazo, otro de los reflejos de un escritor multifacético, me impresionó y me enseñó algo que intuía: la literatura no está necesariamente pensada, o es formal y estructurada. La literatura a veces surge, se escapa de entre los dedos en momentos caprichosos, se ríe de sí misma y hace bromas, y le gusta jugar a las escondidas con aquellos que nos la encontramos de pronto. Un verdadero escritor escribe siempre y no siempre son libros.

Hay un pulso, un ritmo en este pequeño texto, que lleva a lo hipnótico. Una manera elegante de agradecer por lo que habían sido mis palabras. Su manera de indicarme que un escritor es, ante todo, una persona, fue a través de estas letras, de este mensaje que puede parecerles cifrado, pero, puedo decirlo ahora mismo: no lo es. Respondía a una serie de datos que le daba sobre mi vida a un escritor que admiraba. Este mensaje, que no fue el primero que me dirigió, me abrió las puertas de un mundo que latía al otro lado del espejo. Es sencillo, limpio, claro y estoy segura que su intención no fue marcar una línea, esa que separa a los escritores de los lectores, sino exactamente la contraria; decirme que al otro lado del umbral podría encontrar todo un universo nuevo. Y eso es, en realidad, lo que encontré. Muchos universos. Todos diferentes. Aparecía ante mi mirada la intuición de lo que hoy es una certeza: un registro de Vilches no siempre define a Vilches.

¿Y qué define a Vilches? preguntarán ustedes.

Creo que es la curiosidad, la búsqueda de fronteras, la exploración de otros universos y mundos. Es un escritor que no teme a los desafíos ni puede encorsetarse en un género. Su literatura aparece en cada uno de los momentos de su vida. A veces en la respuesta a un mensaje, a veces en un relato, en un debate, en una frase que deja perdida en un correo o en el océano de la red. El vasto universo épico de Vilches le ha consumido la mayor parte de su tiempo y atención, pero existen múltiples facetas de él diseminadas por los rincones que merecían la pena ser mostradas a la luz.

Es por eso que me embarcaría entonces en el desafío personal de encontrar y presentar sus Ángulos Muertos.

El resultado lo tienen en sus manos.

Esta tarea casi arqueológica de rastrear, encontrar, elegir y, finalmente, lanzar al mundo muchos los escritos inéditos de Vilches ha sido un largo viaje por géneros, registros y espacios que no mucha gente conoce. Existe un Vilches con pequeñas piezas de terror minimalista, un Vilches poeta sin hacer verso, un Vilches que experimenta y desata las bridas del corcel buscando desnudar una voz única dentro de su propia voz literaria, un Vilches que coquetea con la ciencia ficción... y muchos más, como los recodos interminables de un laberinto borgiano. Algo se me ha mostrado claro y evidente en este proceso: Vilches es capaz de abarcar tanto como un lector es capaz de leer.

¿Quién no querría compartirlo?

Quienes ya conocen al escritor de épica, de romántica, al poeta, sabrán, como yo, que nunca es el mismo. Que esos largos volúmenes de épica fantástica vienen a envolver otra intención, otro mensaje. Esa romántica nos deja entrever la sangrante región emocional de su autor que la penetra y la invade haciéndose con la historia. Ese poeta hace sombras chinescas con las figuras retóricas y las reglas de la poesía para sugerir que la estructura no hace al contenido (o no del todo) y que la intensidad de las palabras pueden lapidar y emocionar en una misma línea. Quienes no conozcan aún a Vilches, podrán descubrir que se acerca a un género, toca otro, se difumina en un tercero y no deja de encontrar nuevas maneras de contar historias. Que no es, ni más ni menos, que el trabajo de escritor.

Y, a veces, esas historias caen en el cajón del olvido. Se pierden, dejando huellas en las redes, a menos que se sepa donde buscar. Se acumulan, fatigadas de esperar, en un archivo con un nombre engañoso (como varios). Bostezan en libretas apiladas, encerradas en una caligrafía que las esclaviza al olvido, si no hay ojos que las busquen. Muchas historias no merecen eso, pulsan, llaman a gritos casi, y si hay un deseo y unas manos dispuestas a encontrar, aparecen.

He querido, entonces, después de un tiempo de búsqueda, compilación y selección, ofrecerles a ustedes, sus lectores, aquellos escritos que nos puedan guiar a través de la historia vital de un Vilches que asoma a la literatura casi adolescente. Una serie de textos, donde se podrán rastrear las raíces de Flor de Jade, las obsesiones, las ideas recurrentes, los escondrijos, los ángulos muertos, en fin, de un escritor que camina por varias tierras, sin atarse a ninguna de ellas.

A través del tiempo, género a género, registro a registro, podemos desentrañar aquellos giros que nos guiñan, como viejos amigos, aquellas ideas que lentamente maduraron y crecieron, en unos frutos que ahora conocemos, pero desde unas semillas que nos estaban vedadas.

La selección no es casual. Tiene un hilo que nos transporta, cronológico en muchos casos, pero atado a la vida en común que llevamos, en su mayoría. Está llena de detalles que me han permitido elaborar un perfil aún más claro del escritor que ya conocía y respetaba.

Este es un volumen que tiene poco de él. Es cierto, es el autor. Pero yo fui la encargada de hacer la selección y determinar que facetas de Vilches era necesario mostrar. Aquel que gira sobre ciertas ideas, aquel que reconoce sus obsesiones, aquel que se aventura más allá de los límites para dejarse guiar por la literatura. Aquel que se muestra, desnudo y expuesto en sus líneas desgarradas; aquel que despliega sus matices en letras desconocidas. Este también es Vilches y me resultaba interesante que lo conocieran.

Estela Lupidii,

Editora en VilchesIndieBooks,

Representante y responsable de la selección

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2003

LOS ANTIGUOS

QUIEN HA LEÍDO A VILCHES SE HA ASOMADO A SUS OBSESIONES. IDEAS CÍCLICAS, QUE SOBREVUELAN SU OBRA. REMINISCENCIAS, CASI, DE UN MUNDO PRIVADO, EXTREMADAMENTE PERSONAL Y CASI CELOSO DE SUS SECRETOS. NO HAY ESCRITOR QUE NO QUEDE EXPUESTO EN SU OBRA, A VECES MÁS, A VECES MENOS CLARAMENTE. NO PUEDE EVITARLO. CADA UNO DE NOSOTROS SOMOS UNA SUMATORIA DE RECUERDOS, MUCHAS VECES INVOLUNTARIOS. MÁS DE UNO SE HA DETENIDO ANTE UN DEJA VÚ, SE HA JURADO QUE ESO YA PASÓ, QUE LO SOÑÓ... MUCHOS NOS HEMOS SORPRENDIDO ANTE NUESTROS SUEÑOS... Y PESADILLAS. LOS RECUERDOS, ESOS FRAGMENTOS CASI TRAICIONEROS A VECES, SON UNO DE LOS PILARES QUE HAN IDO CIMENTANDO EL TRABAJO DE VILCHES. ESA REPETIDA EXPERIENCIA QUE NOS ENLOQUECE, QUE NOS ENTURBIA LOS SENTIDOS Y NOS HACE DUDAR.

LOS ANTIGUOS ES UN TEXTO BREVE, INMERSIVO, CON UN LENGUAJE CERTERO Y QUE SE PERMITE INTERPELAR AL LECTOR. EN ESE JUEGO MARAVILLOSO DE LA LITERATURA EN QUE SE FUNDEN FANTASÍA Y REALIDAD, ESE ESPEJO CONFUSO Y BRUMOSO QUE MUCHAS VECES NOS SOSTIENE AL BORDE DE UN INTERROGATORIO PROFUNDO, NO PUEDE, UN LECTOR, MENOS QUE DETENERSE Y DUDAR. DUDAR ACERCA DE LA VERACIDAD O LA ILUSIÓN QUE VIVE DENTRO DE ESE TRUCO MÁGICO QUE EL ESCRITOR DESPLIEGA PARA NOSOTROS. ¿ES UNA VIVENCIA GENUINA? ¿ES UN JUEGO METAFÓRICO? ¿EXISTE ALGO DE REALIDAD DENTRO DE ESA CHISTERA QUE EL ILUSIONISTA NOS MUESTRA PERFECTAMENTE VACÍA?

LOS ANTIGUOS JUEGA CON NOSOTROS, ESPERANDO ENREDARNOS EN UN UNIVERSO RECURRENTE. NOS ALIENTA A ADENTRARNOS EN SOMBRAS QUE RONDAN A OTRAS SOMBRAS, LUGARES NO MAPEADOS, EXPERIENCIAS QUE CARECEN DE EXPLICACIÓN.

CONSIDERÉ QUE UN TEXTO CON ESTAS CARACTERÍSTICAS, ESTOS GUIÑOS, ESTAS IMPRESIONES, NO PODÍA QUEDAR ENCERRADO EN EL ARCHIVO DE OLVIDOS Y QUISE QUE USTEDES CONOCIERAN O RECONOCIERAN POR DÓNDE IBAN LAS IDEAS DEL ESCRITOR EN AQUEL 2003, CUANDO TODAVÍA NO EXISTÍA COMO TAL LA PRODUCCIÓN LITERARIA QUE CONOCEMOS. ABRIR LA PUERTA A UN NUEVO REFLEJO DE VILCHES ES MI MANERA DE QUE COMPARTAN CONMIGO QUÉ PAISAJES INUNDABAN SU CABEZA HACE YA TANTOS AÑOS Y CUYAS PIEDRAS ANGULARES SE REPETIRÁN EN MUCHAS DE SUS PÁGINAS POSTERIORES.

ESTOY SEGURA QUE HABRÁ DETALLES MUY RECONOCIBLES PARA SUS ASIDUOS LECTORES. Y QUIENES COMIENCEN A DESCUBRIRLO AQUÍ PODRÁN CONOCER APENAS UNO DE SUS REGISTROS.

LOS INVITO A ADENTRARSE EN LOS ANTIGUOS.

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LOS ANTIGUOS

Soy un Antiguo. Somos los Antiguos.

Nuestras raíces, oscuras, se hunden en los abismos. Antes de todo recuerdo, antes del primer pensamiento ya estábamos aquí. Perdidos en tierra de nadie, príncipes del vacío. Nací como tú, carne, presente. Pero soy pasado, niebla, como los otros.

Mi Ser se construyó en la lejanía. Antiguo, como el corazón del mundo. Algunos son anteriores a mí; ni siquiera pertenecen a este lugar. Yo les conozco. Mi espíritu perdura, mis recuerdos perviven, escondidos en las fisuras y grietas de mi alma ancestral. A veces resurgen. Otras, se olvidan. Pero no por mucho tiempo.

Cada vida es un nuevo desafío. Una nueva oportunidad para devolverme mi verdadera identidad. Ignoro en cuántas de ellas fui consciente de cuanto ahora sé.

Somos seres verticales en un mundo horizontal. Suicidas vocacionales, fantasmas entre un enjambre de ciegos. Los demás son sólo errantes. Ayer, hoy, mañana. Se cruzan conmigo por las calles. En esta ciudad, en cualquier ciudad… Son cuerpos inertes. Finitos en la propia finitud de su existencia. Sólo ignorantes, por ello: muertos en una sola vida.

Mi equipaje es pesado y en ocasiones doloroso, pero mis ojos alcanzan valles insondables y mi sangre se mezcla con los tiempos, con las vidas de otros que vienen conmigo. Sombras que dibujan sus abismos en versos que se desangran. Ángeles amanecidos. Malditos y eternos...

Algunos recuerdos...

Veo lagos de arena ardiente bajo mis pies como mares interminables. Se siembran de cuerpos quebrantados, expuestos, desechos, alimento de buitres, carroña para los carroñeros. Mi carro se pasea entre la matanza, ufano, cargado de orgullo. La obra macabra es mía. Yo soy el artífice de la carnicería. Soy el Primero del Horus de Hakep, el Terrible. Señor de sus legiones, su comandante, su primera lanza, su ejecutor. Los valles de Nubia guardan aún hoy señales de mis flechas y espadas. Desperdicié cientos de vidas. Mis hombres no eran sino herramientas en mi mano que manejar al antojo, honrados de morir bajo mi estandarte. Ese es mi primer recuerdo, quizá hubo otros anteriores, con toda seguridad, pero aún se mantienen ocultos.

Soy un Antiguo... un alma vieja, pero hay otras. Algunas lo desconocen. Pasean sus miserias por esta existencia ignorando de dónde vienen, quiénes son en realidad, dónde están sus orígenes remotos. Quizá recuerden... quizá no lo hagan nunca. Quizá, esta vida no sea para ese cometido. Pero hay otros... algunos los conozco, aunque nunca nos hayamos visto aún. Nos buscamos en las noches de Luna, deambulando como espectros surgidos de sus tumbas, arrastrando sudarios de lamentos nocturnos.

Algunos gritan porque no quieren reconocerse. Se arrancan los ojos y se arañan. Pelean contra sí mismos en