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Esclavo de tu Palabra — Volumen IV: Meditando a través del Nuevo Testamento: Esclavo de tu Palabra, #4
Esclavo de tu Palabra — Volumen IV: Meditando a través del Nuevo Testamento: Esclavo de tu Palabra, #4
Esclavo de tu Palabra — Volumen IV: Meditando a través del Nuevo Testamento: Esclavo de tu Palabra, #4
Libro electrónico148 páginas2 horas

Esclavo de tu Palabra — Volumen IV: Meditando a través del Nuevo Testamento: Esclavo de tu Palabra, #4

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Dios exhaló todas y cada una de las palabras de la Biblia con el propósito de que lo conociéramos y lo obedeciéramos. El libro que tiene en sus manos, estimado lector, es una selección de meditaciones devocionales y principios bíblicos eternos de aplicación universal para el creyente de todos los tiempos. La finalidad que perseguimos es que usted conozca y entienda el punto central que Dios quiso comunicar en cada uno de los pasajes que aquí se escudriñan, lo anterior con el propósito de que conozca la voluntad de Dios y, por supuesto, de exhortarle a obedecerla.

En cada uno de los textos de estudio, se pretende desentrañar, por medio de una exégesis cuidadosa, lo que el autor original, de parte de Dios, quiso comunicar a la audiencia original y, una vez hecho esto y recurriendo la hermenéutica, poderlo aplicar a nuestra situación actual por medio de la extracción de principios eternos e inmutables. La Biblia está repleta de estos principios eternos, que son vinculantes para el creyente de todos los tiempos, los cuales se descubren por medio de un adecuado y arduo trabajo exegético.

Esta obra es la tercera de una serie de volúmenes que, en el mismo formato, buscan exponer diversos pasajes de las Escrituras. Este tercer volumen, a diferencia de los anteriores, se concentra en exponer algunos de los principios eternos que la Biblia contiene para los creyentes de todos los tiempos, lo anterior con la finalidad de meditar en ellos y aplicarlos en nuestro diario vivir. Si bien es cierto que las Escrituras fueron confeccionadas en contextos históricos, culturales y geográficos distintos del nuestro, bien cierto es también que, por medio de la aplicación de una hermenéutica sana, es posible descubrir principios de aplicación universal que reportarán un gran beneficio espiritual al cristiano contemporáneo.

Esta obra contiene pequeñas meditaciones provenientes de diversos pasajes de todos y cada uno de los libros del Nuevo Testamento. Estas meditaciones son ideales para comenzar el día exponiéndonos a la verdad de Dios revelada en su Palabra. Cada meditación devocional comienza con las referencias bíblicas pertinentes resaltadas en negritas. Posteriormente, en cursivas, se contiene una breve referencia al principio eterno e inmutable, de aplicación universal, que Dios nos está enseñando en esa porción en particular de la Biblia. Por último, una vez identificado el principio en cuestión, se ejemplifica cómo es posible aplicar éste a nuestra vida cotidiana.

Los ejemplos de aplicación, así como la meditación en sí misma, provienen de mi propia experiencia personal. No obstante, animo al lector para que, de la misma manera, piense de qué formas el principio en comento puede ser aplicado a su propia vida. Ponga especial atención a los principios que se repiten a lo largo de toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Si Dios ha estimado importante repetir una misma verdad en reiteradas ocasiones, haríamos bien en atenderla con mayor solicitud.

Páginas: 163

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 sept 2017
ISBN9781540114624
Esclavo de tu Palabra — Volumen IV: Meditando a través del Nuevo Testamento: Esclavo de tu Palabra, #4

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    Esclavo de tu Palabra — Volumen IV - Julio C. Macosay

    Esclavo de tu Palabra

    Estudios expositivos selectos

    Volumen IV

    Meditaciones devocionales

    y

    principios bíblicos eternos

    de aplicación universal

    Meditando a través del

    Nuevo Testamento

    JULIO CÉSAR MACOSAY GUERRERO

    Esclavo de tu Palabra. Estudios expositivos selectos. Volumen IV.

    Copyright © 2017 por Julio César Macosay Guerrero

    Correo electrónico: juliocmacosay.autor@gmail.com

    Sitio Web: www.juliocmacosay.com

    Todos los derechos reservados. Ninguna porción de esta obra podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio —mecánicos, fotocopias, grabación u otro— excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito del autor.

    A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos han sido tomados de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1960 © 1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina, © renovado 1988 por Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con permiso. Reina-Valera 1960® es una marca registrada de la American Bible Society y puede ser usada solamente bajo licencia. Todos los énfasis han sido añadidos.

    Las citas bíblicas marcadas <> son de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation Usado con permiso. Todos los énfasis han sido añadidos.

    Las citas bíblicas marcadas <> son de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usada con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351 Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados. Todos los énfasis han sido añadidos.

    Tabla de Contenidos

    Agradecimientos

    Prólogo

    Mateo

    Marcos

    Lucas

    Juan

    Hechos

    Romanos

    1 y 2 de Corintios

    Gálatas

    Efesios

    Filipenses, Colosenses y Filemón

    1 y 2 de Tesalonicenses

    1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito

    Hebreos

    Santiago

    1 y 2 de Pedro

    1, 2, 3 de Juan y Judas

    Apocalipsis

    Acerca del autor

    Agradecimientos

    Al único y sabio Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, quien, por su gran misericordia y para alabanza de su gloria, quiso salvar, por gracia, a este gran pecador.

    A mí esposa, Liliana Herrera, por su gran amor y apoyo incondicional en todos los años que llevamos juntos. Gracias a Dios por mostrarme a Cristo en tu vida, cada día un poco más. A mis hijas, Danna Zoe y Renata, mis grandes bendiciones y alegría de mi corazón. El Señor me corona con su favor al ver sus sonrisas y tiernas miradas. Quiera Dios que algún día, cuando sean mayores, vivan a los pies del Señor.

    A mis padres, Julio Macosay (viendo la faz del Señor en este momento) y Martha Guerrero, a quienes les debo tanto y quienes, por su ejemplo y amor, con paciencia, me guiaron a la cruz del Salvador. Que el Señor recompense su obra y les permita ver los frutos de haber levantado una generación para Cristo. A mis hermanos, Raúl y Angélica, por sus exhortaciones oportunas y sabios consejos. Gracias a Dios por utilizarlos para decirme tanta verdad, aunque duela.

    Al Instituto de Expositores, en especial a Josías Grauman. Este libro no sería posible sin la bendición de sentarme bajo la enseñanza de maestros piadosos que manejan con precisión la Palabra de verdad.

    Prólogo

    Dios exhaló todas y cada una de las palabras de la Biblia con el propósito de que lo conociéramos y lo obedeciéramos. El libro que tiene en sus manos, estimado lector, es una selección de meditaciones devocionales y principios bíblicos eternos de aplicación universal para el creyente de todos los tiempos. La finalidad que perseguimos es que usted conozca y entienda el punto central que Dios quiso comunicar en cada uno de los pasajes que aquí se escudriñan, lo anterior con el propósito de que conozca la voluntad de Dios y, por supuesto, de exhortarle a obedecerla.

    En cada uno de los textos de estudio, se pretende desentrañar, por medio de una exégesis cuidadosa, lo que el autor original, de parte de Dios, quiso comunicar a la audiencia original y, una vez hecho esto y recurriendo la hermenéutica, poderlo aplicar a nuestra situación actual por medio de la extracción de principios eternos e inmutables. La Biblia está repleta de estos principios eternos, que son vinculantes para el creyente de todos los tiempos, los cuales se descubren por medio de un adecuado y arduo trabajo exegético.

    Esta obra es la cuarta de una serie de volúmenes que, en el mismo formato, buscan exponer diversos pasajes de las Escrituras. Este cuarto volumen, de la misma manera que el anterior, se concentra en exponer algunos de los principios eternos que la Biblia contiene para los creyentes de todos los tiempos, lo anterior con la finalidad de meditar en ellos y aplicarlos en nuestro diario vivir. Si bien es cierto que las Escrituras fueron confeccionadas en contextos históricos, culturales y geográficos distintos del nuestro, bien cierto es también que, por medio de la aplicación de una hermenéutica sana, es posible descubrir principios de aplicación universal que reportarán un gran beneficio espiritual al cristiano contemporáneo.

    Esta obra contiene pequeñas meditaciones provenientes de diversos pasajes de todos y cada uno de los libros del Nuevo Testamento. Estas meditaciones son ideales para comenzar el día exponiéndonos a la verdad de Dios revelada en su Palabra. Cada meditación devocional comienza con las referencias bíblicas pertinentes resaltadas en negritas. Posteriormente, en cursivas, se contiene una breve referencia al principio eterno e inmutable, de aplicación universal, que Dios nos está enseñando en esa porción en particular de la Biblia. Por último, una vez identificado el principio en cuestión, se ejemplifica cómo es posible aplicar éste a nuestra vida cotidiana.

    Los ejemplos de aplicación, así como la meditación en sí misma, provienen de mi propia experiencia personal. No obstante, animo al lector para que, de la misma manera, piense de qué formas el principio en comento puede ser aplicado a su propia vida. Ponga especial atención a los principios que se repiten a lo largo de toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis. Si Dios ha estimado importante repetir una misma verdad en reiteradas ocasiones, haríamos bien en atenderla con mayor solicitud.

    Ruego que, ahí en donde encuentre alguna cita bíblica, vaya y la revise personalmente en las Escrituras, imitando a los bereanos (Hch. 17:10-11), lo anterior a los efectos de asegurarse que lo que se expone en esta obra tiene respaldo escritural y que no es, como sucede en muchos casos hoy en día, una simple opinión humana que, dicho sea de paso, nada importa y de nada sirve ante la voz de Dios que truena en su Palabra.

    Es mi oración que el Señor utilice esta obra para que su Palabra sea proclamada y obedecida y, en consecuencia, Él reciba, de su pueblo, la gloria que justamente merece. De igual manera, ruego al Señor que estas meditaciones devocionales le resulten de utilidad y que coadyuven, de alguna manera, a reflejar a Cristo en su vida cada vez con mayor claridad.

    Mateo

    Mt. 3:2; 4:17. El Señor ordena a los hombres que se arrepientan. El Señor, para salvar a un hombre, requiere que éste abandone sus pecados y se vuelva a Él en fe; debo abandonar todos mis pecados y volverme al Señor, confiando en su amor.

    Mt. 3:7-8. El verdadero arrepentimiento produce una vida transformada. El arrepentimiento producirá frutos visibles en la vida de una persona, no podrá ser la misma; debo examinar mi vida, buscando frutos dignos de arrepentimiento.

    Mt. 3:10-12. Los impenitentes recibirán el juicio del Señor. El Señor pagará a cada uno conforme a sus obras; quienes rechazaron la gracia del Señor, deberán responder por sus crímenes en contra de un Dios santo; debo abandonar mis pecados y consagrarme al Señor, descansando en la obra de Cristo a mi favor.

    Mt. 4:1. El Señor es soberano sobre nuestras pruebas. El Señor diseña y envía a nuestras vidas las pruebas que Él considera necesarias para nuestro crecimiento espiritual. Esta verdad me indica que debo descansar en la misericordia del Señor en medio de la prueba, sabiendo que es Él quien la diseñó para mí.

    Mt. 4:1-11. Las tentaciones se vencen mediante la Palabra del Señor. La manera de vencer al diablo, al mundo y a la carne, es por medio de aplicar a nuestras vidas la verdad revelada del Señor; debo llenar mi mente con la verdad de Dios, para aplicarla a mi vida cuando la mentira de la tentación pretenda infiltrarse.

    Mt. 5:13-16. El creyente, para dar gloria a Dios, debe vivir de una manera distinta a la del mundo. El Señor nos salvó para que anduviéramos en buenas obras y viviéramos una vida piadosa que trajera reproche a un mundo impío; debo vivir una vida santa ante el mundo, de acuerdo con el divino llamamiento que he recibido.

    Mt. 5:18. El Señor es fiel en cumplir su Palabra. El Señor cumplirá todas las promesas y advertencias de su Palabra; debo vivir en santidad, al recordar que Dios cumplirá sus advertencias de juicio y, al tiempo, debo confiar en Él en medio de la aflicción, sabiendo que cumplirá todas sus promesas de salvación.

    Mt. 5:21-22, 27-28. El pecado comienza en la mente. El Señor nos considera culpables de pecado con el hecho de permitir que nazca en nuestra mente, sin necesidad de exteriorizarlo; debo limpiar mi corazón con la Palabra de Dios, saturando mi mente con ella y mortificar el pecado desde el momento en que nace.

    Mt. 5:29-30. El creyente debe eliminar de su vida todo aquello que lo conduzca al pecado. El Señor nos ordena a eliminar de nuestra vida toda ocasión de pecado, erradicarla por completo; debo estar dispuesto a deshacerme de todo aquello que me lleve a desobedecer al Señor, sin importar el valor humano que pueda tener.

    Mt. 5:38-47. El creyente debe amar a sus enemigos. El Señor, así como nos amó a nosotros cuando éramos enemigos, nos manda a reflejar el mismo amor hacia quienes nos son adversos; debo buscar el bien de mis enemigos y amarlos genuinamente.

    Mt. 6:25-34. El Señor considera como pecado cuando nos afanamos por las cosas necesarias para la vida. El creyente confía en el Señor para su sustento; Él es el fiel y ama a sus hijos. Cuando nos afanamos, arrojamos sombra de duda sobre el carácter de Dios; debo confiar en el Señor, sabiendo que Él me sustentará siempre.

    Mt. 6:25-34. El Señor sustenta a su creación. El Señor se encarga de sustentar lo que Él ha creado, ello debido a que Él es bueno y misericordioso. Esta verdad me anima a confiar en Él, sabiendo que mi vida depende de su amor y fidelidad.

    Mt. 7:21-23. La justificación, necesariamente, produce santificación. El creyente, al ser declarado justo por Dios, comienza un proceso de ser hecho justo de manera práctica. Es imposible haber sido justificado y no crecer en santidad; debo examinar mi vida, buscando evidencias de un crecimiento progresivo en santificación.

    Mt. 7:24. La sabiduría consiste en escuchar y en obedecer la Palabra del Señor. La sabiduría es práctica, no teórica, la cual consiste en aplicar la verdad de la Palabra del Señor a nuestras vidas; debo estudiar y obedecer la Palabra de Dios y aplicarla a mi vida diaria, no ser un oidor olvidadizo.

    Mt. 11:20-24. Entre más luz recibe el hombre de parte de Dios, será juzgado con mayor severidad. El Señor es justo y Él considera más responsable a quien más se le haya dado. Esta verdad me anima a temer, sabiendo que seré más responsable delante del Señor en la medida en que aprendo más de su Palabra.

    Mt. 18:21-35. El creyente, debido al perdón divino, debe perdonar a sus semejantes. El creyente, al haber experimentado el perdón divino, debe prodigar ese perdón de manera horizontal, es el fruto de un corazón regenerado; siempre debo perdonar a todos los que me ofenden, sin importar la gravedad de la ofensa.

    Mt. 25:31-46. El verdadero creyente, ama a sus hermanos. El creyente, al haber sido adoptado en la familia del Señor, amará a todos los miembros de esa familia; debo abundar más y más en amor por mis hermanos, poniendo mi vida por ellos.

    Mt. 25:46. El Señor es justo. El Señor pagará a cada uno conforme a sus obras, Él no dará a nadie más ni menos de lo que merecen; gracias al Señor por la justicia de su Hijo acreditada a mi favor y a temer cuando peco.

    Mt. 26:41. La oración nos fortalece ante las pruebas.

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