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El Lenguaje de Dios
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El Lenguaje de Dios
Libro electrónico159 páginas20 minutos

El Lenguaje de Dios

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El presente libro recopila un conjunto de poemas en donde el autor reflexiona profundamente sobre la relación del Creador con su criatura.

A través de un lirismo acusado y una prosa profundamente espiritual, el lector podrá descubrir a través de estos hermosos poemas lo que llamaría san Juan de la Cruz, los “lances de amor”.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 may 2017
ISBN9781370006212
El Lenguaje de Dios
Autor

Gerardo Manuel Lara Rodríguez

Gerardo Manuel Lara Rodríguez nació un mes de Septiembre de 1965. Ha dedicado su vida a la docencia y cuenta ya con quince años de experiencia por tierras andaluzas. Sus profundas raíces cristianas le motivaron también a expresar por medio de la poesía, el gran amor que siente por su creador, inspirándose en maestros espirituales como San Juan de la Cruz.

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    El Lenguaje de Dios - Gerardo Manuel Lara Rodríguez

    Veíase envuelto en luz,

    con seriedad en exceso,

    vacilante por momentos

    mientras gozaba su cruz.

    Se cercioraba al ocaso

    sin olvidar aromas

    que un día perdonan

    torpezas de antaño.

    En paralelo escondrijo

    rumia y se hospeda

    la soledad soltera

    de noches sin cobijo.

    Enternece piel y sangre

    con sonados madrigales

    el corazón a raudales

    de un profundo valle.

    A un amigo recordado

    (al padre Martín Descalzo)

    Noto tu falta en estos domingos

    de campanas.

    Noto el aire más seco en la mañana.

    Noto tu boca seca, áspera, con impurezas

    del verano que se nos acerca.

    Noto tu manto que no te deja.

    Espero resplandezcas como luz de horizonte,

    que te metas en llagas enormes,

    que te infundas en corazón y vida,

    que te amen y te desfilen.

    Noto la ventana de mi cuarto algo cerrada.

    Noto que las luces del ayer

    empiezan a encenderse.

    Noto que me faltas.

    Magdalena

    Saborearte día a día,

    tocarte en la intimidad,

    morir de amor, ¡mi vida!;

    amar y sin fin amar.

    Llorarte en mis adentros,

    fundirte en mi soledad,

    atravesar mares y puertos,

    descansar contigo sin más.

    Allanar mil desfiladeros,

    sembrar de esperanzas el mar,

    convivir con el recuerdo

    de tu Dulce Nombre, soñar.

    Purificación

    De rincones escondidos en deseos

    malogrando el sentido de lo hallado

    destila el rocío sus miedos

    sin rumbo fijo ni gozado.

    Canciones oídas tras sombras

    de melancólicas jornadas secretas

    atisban recelos ajenos y

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