Mamut
5/5
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Mamut
Libros electrónicos relacionados
La carretera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLocos de amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Paseos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Espérame en cielo, corazón: El melodrama en la escena chilena de los siglos XX-XXI Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVanas repeticiones del olvido: Obra dramática reunida (1992-2021) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDirección escénica y Actuación. TOMO VIII Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa caída: Memorias de un padre en 424 pasos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Otilia Rauda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl poder de la escritura: La ética literaria de Henry Adams Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDeja de actuar. Empieza a vivir Calificación: 4 de 5 estrellas4/5piedra y silicio: monologos binarios teatrales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesV Laboratorio de Escritura Teatral (LET): Un cadáver exquisito - El corazón de astronauta - Los deberes -Alicias buscan Maravillas -Viaje al fin de la noche - Mariela perdona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Te atreves a Jugar? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInundación castálida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCon Olor a Te y Caramelos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDisforia + Diagonal Norte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSam Shepard: el teatro contra sí mismo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna cierta edad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMonólogos de una pringada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aprende inglés como un estoico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPájaro a pájaro: Algunas instrucciones para escribir y para vivir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl teatro un espejo: El legado de Ángel Ruggiero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSería interesante escribir una historia de la risa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe lo maravilloso y lo real: Antología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de actuar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Escribir en Barranquilla 3ª edición revisada y aumentada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHabitaciones sólo para dos: Itinerario de citas teatrales Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl valor de no seguir: Consejos para jóvenes actores y directores I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRimar Rimando Rimemos Jugando Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuía para la actuación del futuro: Sé el artista que siempre has querido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Artes escénicas para usted
Batman, el héroe: La trilogía de Christopher Nolan Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Storytelling: Cómo contar tu historia para que el mundo quiera escucharla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fausto: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Guía Práctica de Ejercicios de Técnica para Guitarra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Teoría de la Música: Niveles 1 - 3 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Oratoria Métodos y ejercicios para aprender el arte de la oratoria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El miedo escénico: Orígenes, causas y recursos para afrontarlo con éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 50 leyes del poder en El Padrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La historia de la Gaviota y el Gato que le enseñó a volar Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Los 100 clasicos de la moda: Una guia de articulos que toda mujer con estilo debe poseer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La muerte de Ivan Ilich Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Gran Cuaderno de Podcasting: Cómo crear, difundir y monetizar tu podcast Calificación: 4 de 5 estrellas4/5¿Quieres escribir un cuento? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El diálogo: El arte de hablar en la página, la escena y la pantalla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cómo escribir un microrrelato Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNapoleón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFinanzas para no financieros: El caso colombiano Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La Mandrágora Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDon Quijote Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Celestina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cada Cosa en Su Lugar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Kit del escritor: 50 herramientas imprescindibles Calificación: 3 de 5 estrellas3/550 Cuentos Navideños Clásicos Que Deberías Leer (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El guión. Story Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El secreto del mejor cine: El subtexto en el guion y en la novela Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un actor se prepara Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Anatomía del guión: El arte de narrar en 22 pasos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Mamut
1 clasificación0 comentarios
Vista previa del libro
Mamut - Omar Argentino Galván
Moncada
QUIETO, CASI QUIETO
También por esos días cogía con una estúpida
que se creía vampiro.
Realmente vampiro:
Drácula y esas cosas.
No lo hacía mal,
deliciosas mamada con mordidas.
Me gustaba
asustaba un poco, sí,
se tomaba realmente en serio el asunto de los murciélagos
del ajo, de los espejos delatores, las cruces y el agua bendita.
Una imbécil que me llegó a sacar sangre
de los labios una vez,
de los hombros otra.
Toda una imbécil que se creía vampiro,
pero ponía saliva
clavaba dientes y mirada,
mojaba, lamía mirando a los ojos.
No salíamos de día.
Yo porque no tenía necesidad
aún conservaba parte del dinero,
ella, por aquello de los vampiros y el sol.
Estúpida.
En ocasiones no lograba endurecerme,
entonces
solo,
aseguraba a la puerta del baño
para masturbarme, tibio
interrumpiendo el trabajo manual
para enfriarme unos segundos
apoyándola contra los azulejos helados.
Así volvía al dormitorio
como si nada
la insultaba al oído,
retomábamos el clima
y entonces sí
embestía
Embestía.
Por lo demás, ella no montaba mal,
nada mal
pero comenzaba a detestarla
y era verano
un pegajoso verano de mil novecientos nosecuántos.
Quizá ella lo sabía,
lo del baño digo.
Ocho meses duró aquello.
O diez.
Se fue.
La eché.
Ya se iba cuando la estaba echando.
Discutimos sobre quién dejaba a quién.
Eso tenía su importancia.
Llegamos a un acuerdo esa noche,
bebimos,
hubo golpes y vidrios.
También vecinos llamando a la puerta.
Cogimos con rabia
ya no quedaba nada
luego se duchó,
oí el agua
supuse el vapor
la imaginé lavándose allí.
Los moretones.
Cincuenta minutos de ducha.
Se quedó con algunos discos míos
a la mierda
que se los lleve
pero que se vaya
que se vaya de inmediato por favor.
Yo aún no tenía la pistola,
una suerte.
No tenía la pistola pero sí un resto del dinero aquél
como para sobrevivir otros meses
tirado,
pensando
tocándome
colchón
techo
dedos en la nariz
manos en el cuerpo
olores en las sábanas tiesas
tal vez resúmenes deportivos
o películas apestadas de comerciales
la televisión, que de nada sirve,
ayuda a veces.
Eran tiempos de incompletud
y no es que ahora haya cambiado,
no.
Pero por entonces no había orden,
un mínimo orden.
Un poco patético
o triste.
Lo sé.
Hasta vergonzoso quizá,
pero no podría asegurar que jamás
volveré a caer al techo, al colchón,
a llamar a esa o a otra imbécil.
Sobran.
Por otro lado
mi esposa.
A ella le va bien, era de esperar.
Mi mujer.
Mi ex mujer, quiero decir.
Tomás nunca le va a decir papá a ese tipo.
Ella no lo permitiría tampoco.
No.
Eso espero.
He conseguido un empleo
media jornada
y un jefe muy contento consigo
además de compañeros tan apáticos con sus vidas
como yo con lo que ha quedado de la mía.
La paga es óptima,
cumplo mis deberes con pulcritud,
ya no quiero problemas,
sé que no reparan en mí
alguien callado
eso soy, sí.
Me agradan el olor a tinta y el ruido del ventilador,
un trabajo cómodo
papeles y direcciones,
no mucho más.
Un contacto que le debo a la Vampiro,
intuyo con cuál se acostó.
Él me mira como si a mí me interesara
a mí no me molesta eso, no,
sí la forma esa que tiene de escrutarme,
entiendes lo que digo.
Se lo nota buen tipo
y la murciélago pudo resultar una aventura temeraria
para esta ciudad pequeña.
Si yo hablara con su mujer.
Pero yo no hablo
yo pregunto,
me pregunto cómo alguien puede hacerlo con un tipo con esa piel
tan pálida,
esa tez que se sonroja en partes absurdas,
transparentando venitas violáceas
manchitas moradas que aparecen y desaparecen
Blanco,
lampiño
como un bebé blanco
como un reptil blanco, un geco
un bebé adulto que escupe al hablar,
incolora lengua de reptil albino
buena gente.
Con el geco o con el barbudo
sí, con el de barba.
Ella opinaba que era inteligente,
o con ambos
incluso con el de barba luego de irse de mi casa,
por el placer de lo sucio
por la manía animal de orinar terreno ajeno.
No.
No lo creo.
Malgastamos horas conjeturando irrelevancias.
Pero el amorfo balbuceante me mira distinto...
tanto, por una de las que la chupan en la primera noche
y que puede pasar la