Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Descubrí un tesoro
Descubrí un tesoro
Descubrí un tesoro
Libro electrónico65 páginas49 minutos

Descubrí un tesoro

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Muchas veces, en esta vida, las cosas más maravillosas y realmente grandes, están ocultas, quizá porque el aprecio de su valor estriba en el imprescindible esfuerzo de su descubrimiento. Algo así como las historias tradicionales de aventuras, en las cuales los personajes buscan un tesoro escondido.
Descubrir riquezas de vida, riquezas intangibles que alimentan el alma y nos purifican de lo negativo, en un hijo, en un niño diferente a lo que en este mundo se llama “normal”, en un hijo discapacitado; y más aún, cuando no se cuenta con “el mapa del tesoro”, puede ser una experiencia maravillosa y edificante, cuando es conducida por la brújula del amor; por el amor puro de una madre.
Este pequeño y sencillo libro, narra la experiencia de una madre y su familia, una familia común, en la búsqueda de respuestas, movidos por la vivencia de la práctica del amor en su comunidad familiar. Práctica que les decía: “Un hijo siempre es una bendición”. Aun cuando con los esquemas sociales imperantes se le llame anormal, discapacitado, inválido. El amor puede validar todo.
Contribuya esta pequeña narración a dar luz sobre la oscuridad que muchas familias experimentan con la llegada de un hijo “diferente”.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 mar 2017
ISBN9781370512560
Descubrí un tesoro
Autor

Estela Aguilera

Estela Mercedes Aguilera de Casamalhuapa es Licenciada en Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador en 1983. Casada desde 1981 tiene 5 hijos. Siempre tuvo el enorme deseo de formar una familia numerosa y muy unida, puesto que, al nacer en una familia dividida en donde era la menor no tenía a alguien de su edad con quien jugar. Su esposo compartía el mismo parecer, pues era el hijo menor y único varón de su familia.

Relacionado con Descubrí un tesoro

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Descubrí un tesoro

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Descubrí un tesoro - Estela Aguilera

    Agradecimiento

    Agradezco a Dios por la fortaleza y sabiduría que me inyectan día a día, así como también a mi esposo e hijos que, me sostienen, ayudan y acompañan en cada momento de la vida, que dicho sea de paso, no es nada fácil.

    Sin ellos no habría podido seguir adelante y ver la mano divina indicándome la dirección correcta de mi actuar y sentir.

    Introducción

    Una familia contemporánea, de clase media, sin mayores complicaciones en su diario vivir, se ve sometida a un cambio radical en lo económico, social y espiritual al darse un acontecimiento tan trascendental como lo es el nacimiento de su última y única hija, después de haber procreado cuatro fabulosos y sanos hijos varones.

    Ese hecho los marca en un contexto de lucha constante por conseguir los medios materiales para que la niña, María Lourdes, pudiese vivir y desarrollarse en el mejor de los ambientes, volviéndose una familia muy unida en la cual, la solidaridad y el amor emergen de una manera permanente y sólida.

    El resultado de ello es una familia poco común que mira a Dios constantemente a través de los ojos de una niña.

    Tabla de Contenido

    Dedicatoria

    Agradecimiento

    Introducción

    Capítulo 1 ¡Es una niña!

    Capítulo 2 Con la cruz a cuestas

    Capítulo 3 Sueños y realidades

    Capítulo 4 Te conozco como a la palma de mi mano

    Capítulo 5 Bebé para siempre

    Capítulo 6 Debemos ser como niños

    Capítulo 7 Ser auténticos

    Capítulo 8 Metamorfosis

    Capítulo 9 ¡Me saqué la lotería!

    CAPÍTULO 1

    ¡ES UNA NIÑA!

    "¡Es una hermosa niña, preciosa, bien grande y gordita, parece una muñeca!"

    Estas eran algunas de las expresiones que decían nuestros conocidos, amigos y familiares cuando nació nuestra hijita María Lourdes, después de cuatro hijos varones.

    Los regalos y arreglos florales llegaban por montones, pues se daba un tremendo acontecimiento, ya tenía ropa para sus tres primeros años de vida, así como su propia habitación y sus cosas personales. Llegaban a verla y siempre decían en voz alta lo hermosa que era esa criatura.

    Era una locura, empezar de nuevo, aprender muchas cosas que no las sabíamos, como por ejemplo la práctica del aseo en sus genitales, perforar sus orejitas para poder lucir aretes, peinar de diferentes maneras su cabello, así como también comprar muchos accesorios vistosos para adornarle su cabeza; en fin, no cabía duda que una madre está para eso, para aceptar nuevos retos y exigencias de aprendizaje, así como también el hecho de estar dispuesta todo el tiempo a dar lo mejor de sí misma.

    La niña vino a este seno familiar después de trece años de casados y de once de ser padres. Pero, había valido la pena la espera, el trofeo era una hermosa niña de piel blanquísima, cabellera rubia y ojos azules como el cielo, con unos preciosos labios rojos de rubí. Su nombre: María Lourdes.

    Fue recibida en el mismo hospital privado que mis otros hijos, supervisado el embarazo y parto por el mismo ginecólogo de siempre, recibida por el mismo pediatra de mis otros hijos, pero ¡OH Sorpresa! Nadie se dio cuenta que algo raro pasaba: la niña no succionaba, por lo tanto, no comía absolutamente nada. Los tres días que pasé en el hospital no comió absolutamente nada y es que, lo que pasaba era que cuando me la llevaban para que le diera pecho, la niña no succionaba; yo pensaba que ya le habían dado de comer y llegaba sin hambre y las de guardería creían que había tomado pecho suficiente y por eso no quería biberón. La llevamos a casa y hasta aquí nadie había advertido ninguna tragedia.

    Dos días más bastaron para darme cuenta que la niña solo pasaba dormida, que no se movía por sí sola y que no comía nada. De vuelta en el mismo hospital, bajo la dirección del mismo pediatra, empezaron a chequear las diferentes notas del ginecólogo, con las de la enfermera presente en el momento del parto y con las del mismo pediatra, se constató en efecto, que la niña tenía algo anormal.

    ¿Me creerían si les digo que en ningún momento me

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1