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Tiempo de valientes
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Libro electrónico159 páginas2 horas

Tiempo de valientes

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Tiempo de Valientes

Es una obra de reflexión permanente de España y del mundo desde la óptica progresista de su autor, testigo directo de la realidad cambiante de una sociedad que hoy avanza de manera inexorable hacía una segunda transición plagada de retos y desafíos políticos, sociales y económicos.

Un tiempo en definitiva de valientes en donde quienes quieran con su compromiso construir un mundo nuevo verán en esta obra propuestas e ideas útiles para el presente y el futuro.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 abr 2016
ISBN9789895164134
Tiempo de valientes
Autor

Josu Gómez Barrutia

Josu Gómez Barrutia. Eibar (1978) Escritor, Periodista y Consultor .Ldo en Derecho, Diplomado en Alta Dirección de Instituciones Sociales por el Instituto Internacional San Telmo. Master en Coaching Ejecutivo y Empresarial por el INESEM. Master en Administración y Patrimonio por el Instituto Europeo de Empresa de Granada. Experto en Liderazgo y comunicación por el Instituto Jaime Vera de Madrid. Postgrado en Liderazgo Público, Innovación y Emprendimiento por la Universidad de Deusto Bussiness School e ICADE Universidad de Comillas Ha ocupado diferentes responsabilidades en empresas y medios de comunicación siendo miembro del consejo de dirección del Grupo Cambio16 del año 2006-2010. Colaborador columnista de opinión en materia social y económica en diversos medios como El Correo de Andalucía, Diario Progresista,El Diario.es o Diario Siglo XXI entre otros. Así como de la Revista de pensamiento sociopolítica Temas de la Fundación Sistema y del Diario Latinoámericano Diario Colatino entre otros. Siendo actualmente miembro del Consejo de Dirección y Editor del Grupo Diario16. Como escritor y ensayista ha publicado diversas obras de reflexión social, política y económica como Anónimo Gris (Editorial Alfar), ¿Y ahora que? El Nuevo Socialismo (Editorial Aconcagua), La Arquitectura del Miedo (Editorial Punto Rojo) y próximamente en el mes de Abril Tiempo de Valientes (Editorial Chiado) es al mismo tiempo miembro de la Red Internacional de Escritores/as por la Tierra .Ha sido además Fundador y Editor del Diario de Opinión La-Democracia.com Miembro del Project Climatic Spain y ponente colaborador de la Fundación Project Climatic de Al Gore. Ponente Colaborador y miembro de la Escuela Iberoamericana de Emprendimiento de Montevideo (Uruguay) . Entre los reconocimientos obtenidos destaca el título de ciudadano distinguido de Antigua Guatemala por su participación en el programa internacional de denuncia de los feminicidios junto con la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género. De igual forma el Instituto Andaluz de la Juventud le concedió en el año 2007 el premio mención especial del jurado en la categoría de medios de comunicación como joven sevillano de referencia en el sector. Impulsor de los Premios Emilio Castelar a la Defensa de las Libertades y El Progreso de los Pueblos de cuyo jurado es presidente su activismo social ha quedado patente como presidente de la Asociación Progresistas de España y de la Fundación Glocal, desde donde ha participado activamente en diversas plataformas sociales como Compromiso Social para el Progreso o Cumbre Social. En el ámbito político ha ocupado diferentes responsabilidades públicas en el ámbito municipal , Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Tocina (Sevilla) 2003-2011, Concejal de desarrollo, Comunicación, Juventud, Cultura y Educación a lo largo de dos legislaturas. De igual forma y en el ámbito internacional ha participado como asesor en diversas campañas presidenciales en Honduras y República Dominicana entre otros. Ha ocupado de igual forma responsabilidades en los ámbitos de la economía social de nuestro país como Miembro del Comité Ejecutivo de CEMPE siendo Secretario de Relaciones Internacionales e Innovación de la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas de Andalucía entidad empresarial que conforma la estructura de CEPES Andalucía (Confederación de Entidades para la Economía Social).

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    Tiempo de valientes - Josu Gómez Barrutia

    Introducción

    Jesús Caldera, Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales (2004-2008)

    Tiempo de Valientes, el nuevo libro del polifacético Josu Gómez Barrutia es una mirada incisiva, penetrante, a los problemas de nuestro tiempo desde los valores progresistas.

    Una preocupación emerge, de modo poderoso, sobre las demás: el análisis de la desigualdad y lo que ello implica. Es, sin duda, la más común de las preocupaciones de todo progresista, es el principio de todos los males sociales y de todos los padecimientos de las comunidades que forman los seres humanos. Porque en la desigualdad, hoy, están los cimientos de todas las injusticias. Damos por sentado que vivimos en sociedades democráticas donde la lucha, épica, dura y dolorosa la mayoría de las veces, por la conquista de los derechos es un hecho. Primero fueron los civiles, después los políticos, más tarde los sociales y a continuación los económicos, culturales, medioambientales, de que todos disfrutamos. Ahora bien, su generalización y universalidad no están, en modo alguno, consolidadas, como con certera pluma Josu demuestra.

    Una cosa son las normas y otra la realidad. En la norma, cierto es, vivimos en un país plenamente democrático y con estándares, en relación al disfrute de los derechos, similares a los del resto de democracias avanzadas. Pero España tiene un problema, mejor dicho, dos, en este sentido: el primero, que las crisis suelen destruir una parte muy importante del empleo y del capital social acumulado. Y el segundo: que esto se agrava exponencialmente cuando gobierna, en períodos de crisis, una derecha conservadora insensible al profundo aumento de las desigualdades.

    Es por eso que se precisa alzar la voz. Cierto que nuestro País tiene aún serios problemas de carácter estructural, sólo hay que mirar a su estructura productiva. Pero también lo es que, aún con esa estructura, cuando se desarrollan políticas de redistribución, las desigualdades se corrigen, y con rapidez. Es lo que ocurrió a los largo de los mandatos de Gobiernos socialistas en España. Las estadísticas de la Unión Europea están ahí para demostrarlo, desde el año 1982 hasta la crisis de 1994 se produjo un continuo y rápido descenso del coeficiente Gini (que mide la desigualdad en nuestras sociedades, siendo 1 un país absolutamente desigual y 0 un país completamente igualitario); la crisis de 1994 frena ese descenso y a partir de la recuperación, en 1996 comienza de nuevo una mejora de los índices hasta 2007, cuando, a las puertas de la gran recesión que aún hoy sufrimos, el índice comienza a aumentar y de forma espectacular en estos últimos 4 años.

    Por eso, hoy, no podemos hablar de salida de la crisis y plena recuperación. No mientras sigamos arrastrando las heridas de la crisis, la más profunda de las cuales es el aumento devastador del desempleo y, con él, el de la desigualdad. Hoy hay, aún, millones de familias que carecen de ingresos y lo que en España es una renta garantizada (la protección al desempleo, a través del seguro de desempleo y del subsidio) hoy cubre a muchas menos familias que en 2011, dado que la tasa de cobertura ha bajado del 78% al 50%, 28 puntos menos, es decir, 1,5 millones de unidades familiares que no disponen de ningún ingreso. Algo que, en una sociedad avanzada, y en un espacio como el europeo, no debería consentirse dado que existen recursos suficientes para garantizar un ingreso digno y justo a todos los que lo necesitan, aunque vaya acompañado de requisitos, como la búsqueda activa de empleo.

    En un País acostumbrado a los ciclos económicos, con poderosos aumentos de la actividad y del empleo en las fases altas del ciclo y con caídas espectaculares de esas mismas tasas en las recesiones económicas, debíamos dotarnos de mejores instrumentos de prevención y solución de los graves problemas económicos y sociales que conllevan las crisis. En los últimos 30 años, nuestra tasa media de paro ha sido del 16%, altísima. Baja rápidamente en tiempos de crecimiento económico, hasta 9 puntos, pues hemos llegado a estar un poco por encima del 7%, pero también sube muy rápidamente otros 9 puntos, hasta el 25-26% de estos últimos 3 años. Pero, aún siendo un rasgo estructural de nuestra economía, el comportamiento no es idéntico dependiendo de quién gobierne. Así, en los ciclos de crecimiento económico la economía crece más y genera más empleo con Gobiernos socialdemócratas (el mejor ejemplo el largo ciclo de crecimiento de 1994-2007, donde la mayor creación de empleo se dio entre 2004-2007, 3 millones de nuevos puestos de trabajo, con gobierno socialista) y en los períodos de crisis, si sus efectos devastadores se hace sentir por igual con gobiernos diferentes, los grados de cobertura social y garantía de ingresos son muy superiores con Gobiernos socialistas (2008-2011) que conservadores (2011-2015).

    Es la hora, por tanto, de combatir la desigualdad y de demostrar a las sociedades sus perniciosos efectos. La desigualdad es una pesada carga, es injusta, desde el punto de vista de los valores de solidaridad y justicia social, pero es una pesada carga para el desarrollo económico de esa comunidad. Este es el punto crucial que debemos enarbolar. Hemos llegado hasta aquí, y estamos sufriendo los efectos de esta terrible crisis no por azar, sino por la aplicación concienzuda de una determinada política económica: la de los neoliberales y neoconservadores, que vienen a ser los mismo, acerca del mejor modo de obtener crecimiento económico: la teoría clásica, que ellos defienden, pregona que debe haber desigualdades, y cada vez mayores, para favorecer el crecimiento económico. El emprendimiento, dicen, es el fruto del legítimo egoísmo y el afán por ganar dinero, cuanto más, mejor; de este modo, añadían, y añaden, se crearán vastas cantidades de riqueza que luego, poco, a poco, se irán filtrando al resto de la Sociedad. Falso, era falso desde el principio, desde la década de los 90 en que empezó a aplicarse de modo universal, acompañado de un formidable proceso de desregulación e ingeniería del sistema financiero; y es falso hoy, cuando podemos ver, desde los escombros, la magnitud de la crisis que han creado. Porque a más desigualdad, y hoy prácticamente todos los economistas están de acuerdo en ello, menos crecimiento económico, menos inversión en educación y adquisición de habilidades, arma esencial para impulsar ese crecimiento y menos consumo, pues la gran mayoría de la población, el 99% tienen menos renta disponible y en las sociedades modernas el 70% del crecimiento económico se debe al consumo y el 30% restante a la inversión.

    Esta es, pues, la gran batalla pendiente. Los socialdemócratas teníamos razón, la desigualdad es perversa en términos sociales y económicos. Los valores que sustentan la socialdemocracia, pues, no están en retroceso, son más necesarios que nunca si queremos alcanzar el potencial de crecimiento de nuestros sistemas económicos y con ello generar empleo y redistribuir la riqueza.

    Y la Sociedad española puede, y debe, hacerlo. Las comunidades avanzan cuando tienen confianza y autoestima. Debemos recuperar la autoestima, no desde la propaganda, sino desde la mesura y la austeridad (ésta sí, no la que nos aplican que no es sino una mala política económica), para significar que la sociedad española, en estos últimos 38 años de democracia, ha dado un salto espectacular. Es el País de la OCDE que, junto a Corea del Sur, más rápidamente ha alcanzado un moderno desarrollo económico y social; es un país donde las diferencias de renta disponible entre las comunidades con menos y más renta es menor que las diferencias de Italia entre el Norte y el Sur e incluso de Alemania entre Turingia y Hamburgo; un país que se ha modernizado de modo espectacular en sus infraestructuras de todo tipo y donde el acceso al sistema educativo, según el informe PISA es de los más equitativos del mundo, a pesar de que algunos de sus brillantes productos, del sistema educativo me refiero, jóvenes brillantes, bien formados, políglotas, resulta que impugnan despectivamente el régimen de 1977, como los dirigentes de Podemos. Sin el esfuerzo de las dos últimas generaciones de españoles y sin la solidaridad imperante en la sociedad española nunca habrían alcanzado la excelente educación que recibieron. Me siento orgulloso de ellos, de esta generación de españoles que han recibido una formación mucho mejor que la nuestra, pero reivindico la autoestima de lo que supimos hacer todos juntos para conseguirlo. Sin duda ha sido mérito de la sociedad española, pero también de sus representantes, que la mayor parte del tiempo, sobre todo cuando se produjeron esos grandes avances, fueron socialistas.

    Una Sociedad así no puede echarse a perder, no puede permitir el aumento de las desigualdades sin reaccionar, sin buscar alternativas progresistas, como la encarnada por el PSOE para resolverlas. Un país, España, que está a la cabeza de la solidaridad y que ha construido un formidable capital social que no debemos permitir que se deteriore: Un país la cabeza del mundo en adopciones de niños, voluntariado y trasplantes, es un país con fundamentos progresistas que debe recuperar.

    Prólogo

    Eduardo Madina

    Diputado en el Congreso

    Es para mí un orgullo, como gran amigo y compañero, poder contribuir con este prólogo a esta recopilación de los artículos de Josu publicados por el Correo de Andalucía durante los últimos años.

    Una recopilación de textos llenos de valores de progreso y compromiso con unas ideas y una tradición ideológica, plasmados en cada uno de los párrafos de cada artículo de este compendio, siempre entremezclados con el certero análisis político, económico y social.Todo ello, como corresponde a un estilo literario que tiene como claro tablero de juego la actualidad que nos rodea.

    Textos que analizan la realidad andaluza, española e internacional de unos años que estoy viviendo personalmente de manera muy intensa desde dentro de la Institución más importante de nuestro país y que tiene como principal función transformar esa realidad que Josu ha ido desgranando y analizando desde su columna semanal todo este tiempo. Y han sido años, por suerte o por desgracia, en los que han ocurrido y siguen ocurriendo muchas cosas que analizar, sobre las que reflexionar como sociedad.

    Seguimos aún hoy y después de 8 años, embarcados en un viaje que parece no tener final, satisfactorio al menos, en la búsqueda de un modelo de democracia y de sociedad distinto al que nos ha traído hasta aquí y que se ha demostrado claramente agotado. Ese cambio de época al que hace referencia Josu en uno de sus artículos y que, desgraciada y contrariamente a lo que queda patente en estos artículos de opinión, se está revelando como un retroceso en términos de calidad democrática, en materia social, y especialmente, en términos de pérdida de libertades y derechos de ciudadanía gracias a la agenda de contrarreformas puesta en marcha por el actual Gobierno.Reformas cuyo verdadero nombre es el de

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