Magia Y Amor

Por Vianka Van Bokkem

—¿Te has enterado del velero que han mandado hace un par de horas a Kanala desde el Triángulo de las Bermudas, Siela?
—No. Estaba buscando coral rosa para hacer una poción. ¿Por qué? No es la primera vez que envían un barco allí, Galene.
—Ya lo sé, pero es la primera vez que oigo acerca de un barco lleno de terrestres (terrícolas) de entre diecisiete y veintiún años. Igual son de una escuela de navegación o algo así.
—Tu fascinación por los chicos terrestres es perturbadora, Galene.
—¿Perturbadora? Déjame contarte mi idea de perturbadora, Siela: una chica de dieciocho años preciosa, con talento, coladita por un chico empíreo de veintidós que está enamorado de otra. Eso es «perturbador», amiga mía.
—Vale, vale, no hace falta que seas malvada, Galene
Mi amiga nereida me dio un abrazo en señal de arrepentimiento.
Sus palabras me herían porque tenía razón. He estado enamorada de Lussan desde que tenía doce años.
—Vale, Galene. Tienes razón. Para demostrarte cuánto me importa tu amistad, te llevaré a Kanala.

• Idioma: Español
• Editorial: Domus Supernaturalis
• Fecha de lanzamiento: 26 ene 2015
• ISBN: 9781507101971

Vista previa del libro

CÓMPLICE

Capítulo 1

EMPÍREO

Sentada en mi caracola favorita esperando a que llegaran mis amigas Galene, la nereida del mar en calma, y Doris, la nereida de la generosidad del mar, miraba a una bandada de pájaros blancos que volaban a mi alrededor.

Vivo en un precioso reino sobre el nivel del mar llamado Empíreo.

Los empíreos viven en castillos de cuatro plantas idénticos en medio de lo que los «terrestres» (terrícolas) llaman el Triángulo de las Bermudas.

Nuestras casas fueron erigidas en lo alto de unas rocas de 90 metros de alto con el permiso del dios Poseidón.

Todos sabemos que los terrestres son los amos de la tierra. Sin embargo, cuando cualquier tipo de barco, submarino o aeronave traspasa «el área protegida», se envía a todos los terrestres que estén en ella a un macrocosmos en una «era exterior» que imita la estructura y las condiciones de vida de una isla de su «era interior» llamada Kanala, mientras que todo lo demás se desmaterializa en el aire.

Cuando descubrí Kanala, critiqué a todo el mundo involucrado en su creación. Pregunté si los intrusos tenían alguna alternativa.

La respuesta de mi rey fue: «¡La alternativa es la muerte!»

Me recordó que la razón por la que las aguas de nuestras casas eran tan importantes era porque las nereidas, sirenas, y otras criaturas marinas viven justo debajo de nosotros en las profundidades del mar. Una de las condiciones de Poseidón para dejarnos vivir sobre sus aguas era protegerlas.

Me alejé de él tranquilamente, pensando que Kanala no era una mala idea después de todo.

Los empíreos pueden sobrevivir bajo el agua gracias a sus poderes mágicos. Por lo tanto, Poseidón no es nuestro rey ni nuestro dios. Nuestro