La Lengua Del Monstruo

Por Nadine Leilani

Julie ama todo de Rob – aunque tiene una fijación oral – excepto su lengua. Hasta que conoce al Monstruo de la Lengua.
El Monstruo la envuelve a Julie con su lengua, y ésta invade cada uno de sus orificios corporales. Aunque intenta luchar contra él, no puede escaparse, y eventualmente se relaja y lo disfruta. Al poco tiempo, sus gritos de placer lo despiertan a Rob, quien le muestra a Julie que la boca de un hombre puede provocarle el mismo éxtasis húmedo a cada uno de sus orificios.
Los psicoanalistas Freudianos lo etiquetan a Rob como una persona con una fijación oral aguda. Le fascina comer y beber y mascar chicle todo el tiempo.
Y las universitarias adoran cómo les practica sexo oral durante una hora o más.
Hasta que conoce a Julie. La ama y ello lo ama a él. Pero su gran rechazo a recibir el placer de la lengua de un hombre (no de un beso, sino “allí abajo”) amenaza la relación de ambos.
Rob desea que ella experimente el mismo goce que él le ha dado a tantas otras mujeres con las que alguna vez salió, pero ella se muestra repugnada, y eso le duele.
Rob culpa a sus estrictos padres, religiosos y fundamentalistas. Julie piensa que se trata de algún defecto psicológico.
Sin importar la causa, ambos quieren una solución inmediata.
Afortunadamente para los enamorados, una noche, la lengua del Monstruo del Sexo los oye y responde a sus plegarias silenciosas.
Éste invade el sueño de Julie y le demuestra lo muy excitante e intenso – sin mencionar, placentero – que puede llegar a ser el sexo oral.
Cuando ella despierta, Rob le muestra que los sueños cargados de éxtasis oral se pueden volver realidad.
Luego, ella se voltea para Rob.
Cinco Llamas
Extensión. 5.700 palabras.
Por todo esto, ¡vuelva hacia arriba y descargue La Lengua del Monstruo ya mismo! 

• Idioma: Español
• Editorial: Love Conquers All Press
• Fecha de lanzamiento: 27 oct 2014
• ISBN: 9781633394759

Nadine Leilani

Nadine Leilani cresceu no meio dos Estados Unidos, em meados do século 20, em uma família de classe média. Ela absorveu a repressão sexual que a cercava através de seus poros, como uma herança. Sem palavras, avisos ou explicações, Nadine sabia que a nudez, carícias genitais, conhecer o toque de alguém e aprender a tocar outra pessoa era algo RUIM! Através de telefonemas com longos silêncios, encontros embaraçosos, sem saber até onde ir sem receber a ira de Deus, fazendo coisas demais e não o suficiente, passando por um casamento e um divórcio, Nadine se encontrou. Agora ela adora escrever sobre pessoas à procura da sua libertação sexual. Que todos vocês a encontrem também!

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La Lengua del Monstruo

Nadine Leilani

Derechos de autor © 2013 de Nadine Leilani, Imprenta Love Conquers All y Gold Egg Investing L.L.C.

Derechos de autor sobre portada, libro y diseño gráfico © 2013 de Nadine Leilani, Imprenta Love Conquers All y Gold Egg Investing L.L.C.

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Publicado por Imprenta Love Conquers All.

http://www.LoveConquersAllPress.com/

Esta obra es ficticia.  Cualquier semejanza entre los personajes y la realidad es pura coincidencia.

Capítulo 1

- Julie, cómo te amo... – dijo Rob, con voz ronca, apartándose de sus labios y de sus brazos.

Tranquila.

Rob tiró la sábana y la manta hacia un lado y se deslizó a los pies de la cama.  - Quiero que sientas placer. Mucho.

No pasa nada.

Excepto que sí pasa algo.

Sin la sábana y la manta que la cubrieran, Julie se sentía al descubierto, indefensa. Vulnerable y tonta, aunque la temperatura de la habitación fuera perfecta. Y la habitación estaba totalmente a oscuras; sólo una luz tenue alumbraba el zócalo.

Rob presionó suavemente su pierna para separarla de la otra, guiándola a que se recostara. 

Julie entornó los ojos a tal punto que ni siquiera podía ver la poca luz nocturna.  Apretó fuerte los puños. Tensó la mandíbula con igual fuerza.

- Tan solo relájate, cariño. Sabes que no te haría daño.

Julie no podía contestar. Sentía que se le había pegado la lengua al paladar.

Le separó los pies. Era lo suficientemente fuerte para hacerlo, pero no para forzarla a doblar las rodillas. 

- Tranquila, Julie.

Rob le subió el borde del camisolín rosado.

A Julie le encantaba cómo su mano subía por debajo de su camisón. Con la punta de