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El diario de Kiara
El diario de Kiara
El diario de Kiara
Libro electrónico89 páginas1 hora

El diario de Kiara

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Una columnista de la revista más importante de Inglaterra viaja a la ciudad en donde se crió, en la cual encuentra un diario con una serie de sucesos que no recordaba, se tropieza con su antiguo amor y renacen sentimientos. Hasta que se da cuenta de la realidad de las cosas y lo que parecía ser perfecto se torna en una lucha contra sentimientos de dolor…
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento14 oct 2014
ISBN9781312598645
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    El diario de Kiara - Maiko Teraoka

    El diario de Kiara.

    Ilustrador

    Maki Teraoka.

    A mis padres,

    Gina y Kazuhiko,

    Mi hermana,

    Maki,

    Mis tíos,

    Luli y Raúl,

    Y mi padrastro,

    Yohann.

    Comencé a mirar por la ventana del hospital, cuando mire de vuelta a esa ciudad todo mi cuerpo se invadía completamente en los recuerdos, las noches mirando las luciérnagas, mi primera vez en bicicleta, volando un cometa, todos esos recuerdos almacenados en mi memoria ahora me parecían tan perfectos comencé a mirar a la niña…Mi hermana todos esos recuerdos de los que ella tendrá que privarse, cada día los doctores me dan menos esperanzas, después de esto vuelo a Inglaterra tal vez nunca más vuela a está ciudad. Luego de un rato salí de la habitación, me baje al piso de abajo para comprar un café en la cafetería del hospital, me quede sentada, leyendo el periódico, habían unas noticia sobre drogas y asesinatos. Dos niños muertos en una noche, me sorprendía lo cruel que podía llegar a ser este mundo, mientras yo me sumergía en mi burbuja de superficialidades, me quedé concentrada en mi taza de café cuando de pronto recibí una llamada, cuando mire mi teléfono decía Anthony, llevo saliendo con él por seis años lo conocí en una de esas páginas web para encontrarse con alguien mientras terminaba mi último año en la escuela secundaria, él trabaja en negocios, siempre esta viajando es muy difícil mantenernos juntos algunas veces.

    -Kiara te estuve llamando todo el día.

    -Perdón estuve muy ocupada con mi padre y no escuche el teléfono.

    Sí claro ocupada con tu padre ni siquiera lo haz visto despierto hoy día, dijo mi conciencia.

    -¿cómo estuvo tu día?

    -Como siempre supongo.

    -Todo va a salir bien.

    -¿Y como estuvo el tuyo?

    -Bien aburrido, reuniones ya sabes.

    Nos quedamos en silencio en el teléfono la verdad no me siento bien en estos momentos es tan raro este sentimiento de tristeza mezclado con culpabilidad ¿por qué no lo visite más a menudo?, pero la verdad creo que ahora es muy tarde como para arrepentirme, solo me queda estar a su lado en sus últimos meses, bueno al menos yo estoy aquí, tengo una hermana trabaja como actriz, comenzó como modelo, ella es famosa debe estar demasiado ocupada en estos momentos, sé que preferiría estar aquí apoyando a mi papá pero su trabajo no la deja.

    -Te extraño mucho.

    -Yo también.

    -Tengo que colgar te amo.

    -Que tengas suerte en los negocios…te amo.

    Comencé a pensar en Helena tal vez de no ser por ella nunca haya podido ser columnista en una de las mejores revistas de Inglaterra.

    Cuando mi madre se volvió a casar nos mudamos a Inglaterra pero al tiempo transfirieron a mi padrastro a Estados Unidos pero Helena prefirió quedarse en Inglaterra para lograr su sueño en el país con el que está encantada, entonces tuvimos que trabajar mucho para poder pagar un apartamento, a veces tres trabajos de medio tiempo cada una, pero solo duro un año hasta que comenzó a tener trabajos como modelo, entonces empezó a hacer papeles pequeños en series de televisión, también aparecer en videos musicales, hasta que poco a poco llego a tener el reconocimiento que tiene ahora.

    Seguí mirando mi taza de café, era el café mas barato que había tomado en años pero a la vez tenía el mejor sabor.

    -Kiara ¿eres tú?

    Un hombre moreno de ojos verdes, cabello rizado, comenzó a hablarme.

    -Perdón ¿de dónde nos conocemos?

    -Estudiamos juntos en la secundaria bueno…Hasta que te fuiste.

    -¿Esteban?

    Comenzó a sonreír.

    -Estoy muy feliz de que no te hayas olvidado de mí.

    -¿Y tú como te haz podido acordarte de mi?

    -Nunca me olvidaría de un rostro como el tuyo, pero es verdad haz cambiado mucho.

    -¿El color rubio no me queda?

    -Te vez hermosa.

    Solo sonreí mirándolo fijamente, no puedo creer que después de casi ocho años él siga siendo él mismo, por fin lo había recordado, salimos el primer año de secundaria, ¿como no pude reconocer esos ojos?

    -¿Puedo sentarme?

    -Claro.

    -Recuerdas todas las cosas que pasamos hace unos años atrás.

    -Ocho años.

    -Siete casi ocho años.

    -¿Todos salieron de graduación?

    -Si excepto por Gabriel él repitió el año.

    -Era de esperarse, dije con una sonrisa aunque la verdad no tenía la menor idea de quien demonios era Gabriel.

    -Eres mala, no haz cambiado.

    -Pero solo con idiotas.

    -Entonces yo soy uno, susurro.

    No podía recordar por mas que tratase algo que haya pasado con él, cómo pude haberme olvidado de esa sonrisa, todo este tiempo solo estuve preocupada en mi trabajo ¿Cómo ganar dinero? haciéndome promesas a mi misma que algún día cuando termine mi libro será un best-seller, aunque los momentos que viví con él son recuerdos vacíos y cortados.

    El silencio nos invadió.

    -¿Por qué estas aquí?

    -Mi tía tiene cáncer de garganta.

    Pero él no me pregunto la razón por la que yo estaba allí, creo que él ya lo sabe, es la única razón por la que volvería a está ciudad.

    -Tengo que volver a la habitación, tal vez mi padre se despertó.

    -Bueno espero verte pronto.

    -Yo igual.

    Nos despedimos y fue como si algo haya pasado cuando le di la mano, es como si de repente una imagen borrosa de un bosque haya venido a mi cabeza, me pareció un poco raro, cuando nos despedimos seguí pensando en esa imagen por un instante pero luego se me paso, compre unas galletas, caramelos y café, cuando volví a la habitación mi padre ya estaba despierto jugando con Noelia, su hija pequeña, él tiene el derecho de rehacer su vida pero que lastima que ya no le quede mucho tiempo con esa niña sé que en diciembre cumple siete años, mientras estaba en Inglaterra no me había enterado de su existencia hasta que la niña cumplió un año, tal vez mi padre esperaba otra reacción de nuestra parte ya qué siempre fuimos unas niñas mimadas para él, interesadas en clases sociales, mientras su nueva esposa era una mucama, me parece honrada, yo igual trabaje de mucama y como camarera, para pagar mis estudios no tuvimos ayuda de nadie, cuando mi padre quiso ayudarnos mi hermana se rehusó dijo que lo quería hacer todo por su cuenta y

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