Entrar a casa para comer, sentir el olor de una sopa acabada de servir, sentarse y disfrutar de un plato caliente… estas sensaciones están presentes cuando preparamos sopas. ¿Por qué nos producen esa sensación?
Todo esto tiene una explicación desde la macrobiótica, también la razón por la que la sopa se sirve como primer plato. Cuando llegamos a la hora de comer o cenar es muy probable que tengamos el estómago más tenso debido a la actividad diaria. Empezar a comer directamente un plato principal sin ayudar al estómago a prepararse puede desembocar en una digestión pesada. No es necesario tampoco tomar grandes cantidades de sopa, con un pequeño bol es suficiente, lo que