Insulina y leptina
Lo cierto es que la diabetes es una enfermedad de la insulina, una hormona que el cuerpo necesita para convertir los azúcares, almidones y otros alimentos en energía. Cuando nuestro cuerpo se vuelve resistente a la insulina, empieza el camino hacia la diabetes.
Pero la diabetes también evidencia un mal funcionamiento de la señalización de la leptina. En1994, Jeffrey M. Friedman y Douglas Coleman descubrieron que la leptina regula el consumo de alimentos (apetito) y el peso corporal.
Friedman eligió el nombre a raíz de la palabra griega leptos, que significa «delgado», porque descubrió que los ratones inyectados con leptina se convertían en más activos y perdían peso.
Pero dado que la mayoría de las personas obesas tienen niveles muy altos de leptina en la sangre, Friedman determinó que estos altos niveles deben estar relacionados con la resistencia a la leptina. En otras palabras, la vía de señalización de la leptina se desestabiliza, provocando que el cuerpo produzca cantidades elevadas de leptina tal como lo hace la glucosa cuando es resistente a la insulina.
Avisar al cerebro de que ya estamos saciados
Estos estudios mostraron también que la leptina es un factor clave en la respuesta de saciedad de nuestro cuerpo, porque le indican que estamos llenos y así dejar de comer.
El trabajo de Friedman y Coleman fue premiado con el Premio Albert Lasker en investigación básica de carácter médico — el premio americano más prestigioso en ciencia—. En los últimos veinte años, este descubrimiento sobre la leptina ha favorecido nuevos tratamientos para