A mi cerebro realmente no le importa mucho si estoy feliz o no, su trabajo principal es mantenerme con vida. Por lo tanto, hay situaciones en las que entrará en modo de emergencia, activando todas mis defensas físicas y psicológicas para protegerme y asegurar mi supervivencia.

El problema es que mi cerebro aún no se actualiza a los tiempos de hoy y mantiene dinámicas basadas en problemas muy, muy antiguos.

En los tiempos de las cavernas, un elemento esencial para mantenerme con vida era pertenecer a un grupo. Si no tenía a nadie más, era probable que mi existencia terminara intentando cazar comida o mantenerme a salvo. Entonces mi cerebro equipara el abandono con el miedo a la muerte.

En este episodio te platico cómo sucede esto, algunas formas de identificarlo y cómo ayudarle a tu cerebro a entender que hoy es diferente.

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