Después de enfrentar un dolor tan grande como lo es la pérdida de un hijo, Maryfer decidió que iba a honrarlo como él fue en vida, teniendo claro que Jorgito no fue ni la enfermedad ni su muerte, sino que fue luz y alegría. Poco a poco constató que de nosotros depende el darle control a la tristeza o a la felicidad, y aunque la realidad de no tener a su hijo es algo que duele, sabe también que es algo que no puede cambiar. Es por esto que ella y su familia eligen vivir de manera positiva, sin cuestionarse, disfrutando el hoy, pues así es cuando más sienten la presencia de Jorgito. El proceso de la enfermedad y muerte de su hijo le hizo descubrir a Maryfer y a su esposo la existencia de un mundo desconocido, entendiendo que lo que estaban viviendo era por algo. Inspirados en esta situación, deciden fundar la asociación “Este niño lindo”, la cual se enfoca en apoyar a los padres de familia, es decir, al cuidador de los niños enfermos. Con este trabajo ella ha descubierto lo maravilloso que es ayudar sin esperar nada a cambio, pues al hacerlo abres tu mente y tu corazón a las realidades de otras personas. Para Maryfer el ser feliz es una decisión. Una historia de sensibilidad, resiliencia, aceptación y valentía.

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